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Rutopía es el puente entre la inagotable e inigualable oferta ecoturística mexicana y todas las personas deseosas de explorar nuevos modos de viajar.
México es un país pletórico de destinos para el turismo de aventura y el ecoturismo. Hay una enorme cantidad de rincones, comunidades y experiencias a la espera de turistas que los disfruten. Hasta hace unos años, la mayoría permanecían desconocidos y, en muchos casos, destinados a la desaparición. Rutopía, una start-up mexicana fundada por un grupo de amigos, descubrió que la mejor manera de ayudar al ecoturismo en el país no es inventar nuevas experiencias, sino buscar la manera de que las iniciativas y experiencias que ya existen, o que están surgiendo, accedan al mercado de manera sostenible y competitiva.Emiliano Iturriaga, uno de los fundadores, cuenta cómo esta percepción se mantiene desde el origen de Rutopía. Desde muy chicos, Sebastián Muñoz y él tuvieron la oportunidad de viajar y estar en contacto con comunidades rurales en México. En esos viajes vieron, con el paso de los años, cómo los paisajes fueron cambiando, cómo la misma comunidad se veía obligada a transformar y deforestar los sitios para buscar hacerlos productivos y rentables.
“Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales.”
“Lo nuestro es ayudar a los proyectos comunitarios a acceder a mercados y hacerlo de una manera sustentable financieramente, es decir, a través de una empresa social”, explica Iturriaga. México es un país altamente diverso, tanto natural como culturalmente, y ha sabido echar mano del turismo como herramienta de desarrollo. Sin embargo, no todo es poner el letrero en la puerta y esperar a que lleguen los clientes. “Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales”.En 2017, después de aterrizar la idea y poner a prueba algunas de las experiencias, Rutopía comenzó tentativo e íntimo. Los fundadores participaban en los viajes y diseñaban experiencias piloto. Después de recibir el aval y el espaldarazo económico que significaron algunos premios internacionales, entre ellos, el Hult Prize, Rutopía adquirió en 2019 la forma que actualmente tiene: es una plataforma que permite que los usuarios sean quienes diseñen sus propias experiencias de acuerdo a la oferta de destinos y actividades que las comunidades ofrecen. Su modelo es el del puente, el del facilitador.[read more]Su modelo económico ataca justamente la mala distribución de los ingresos. El 80% del pago de los usuarios va directamente a las comunidades, las familias y los proveedores, además de a un fondo comunitario. El otro 20% lo emplea la plataforma para cubrir los gastos operativos y para invertir en ampliar la red de experiencias.Las relaciones personales fueron cruciales para que el proyecto despegara y siguen siéndolo para que se mantenga. “La relación es de socios, proveedores, pero unos proveedores muy cercanos. Nosotros no invertimos en ningún proyecto comunitario; hemos dado micropréstamos, capacitaciones, ayudado a fortalecerlos, pero ese no es el core de Rutopía. Lo que sí hacemos es servir de vínculo”, dice Iturriaga.Y de pronto llegaron la pandemia y el encierro y las incertidumbres. La demanda turística se secó, pero Rutopía buscó no quedarse quieta. “En todos esos meses que no operamos, nos pusimos a programar. Generamos una plataforma que es la primera y la única de su tipo en México, en la que de forma completamente gratuita cualquier persona puede acceder a ver más de quinientos destinos ecoturísticos sustentables en el país”.Otra de las cosas que trajo la pandemia fue una manera distinta de enfocarse en los viajeros: “Del lado de los clientes, de los viajeros, nos hemos enfocado en aportar valor. Al principio era un nicho muy pequeño el que viajaba; personas que querían viajes de aventura, que les importaba el impacto, y nos dimos cuenta de que para tener realmente un efecto transformador, tenemos que pegarle a los que son un poquito más mainstream, a los que quieren viajar, y a ellos convencerlos de las ventajas de viajar de formas diferentes. Entonces estamos atendiendo mucho el mercado estadounidense, el mercado europeo”.
“Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente.”
Este proyecto es parte de las 10 iniciativas mexicanas por las que Tequila Don Julio “se quita el sombrero” para reconocer y elogiar la inventiva de una start-up mexicana que se esfuerza por transformar decisivamente el modo en el que realizamos turismo en México y por retribuir a las comunidades locales para lograr que el desarrollo sea justo. El mensaje pospandémico para Rutopía es optimista. Las comunidades ecoturistas y aventureras que ya los conocían y ya los siguen están ansiosas por volver a esos destinos que disfrutan. Pero no sólo eso: “Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente, y que sean mucho más conscientes los viajeros del impacto que tienen sus viajes”, concluye Iturriaga.[/read]
Rutopía es el puente entre la inagotable e inigualable oferta ecoturística mexicana y todas las personas deseosas de explorar nuevos modos de viajar.
México es un país pletórico de destinos para el turismo de aventura y el ecoturismo. Hay una enorme cantidad de rincones, comunidades y experiencias a la espera de turistas que los disfruten. Hasta hace unos años, la mayoría permanecían desconocidos y, en muchos casos, destinados a la desaparición. Rutopía, una start-up mexicana fundada por un grupo de amigos, descubrió que la mejor manera de ayudar al ecoturismo en el país no es inventar nuevas experiencias, sino buscar la manera de que las iniciativas y experiencias que ya existen, o que están surgiendo, accedan al mercado de manera sostenible y competitiva.Emiliano Iturriaga, uno de los fundadores, cuenta cómo esta percepción se mantiene desde el origen de Rutopía. Desde muy chicos, Sebastián Muñoz y él tuvieron la oportunidad de viajar y estar en contacto con comunidades rurales en México. En esos viajes vieron, con el paso de los años, cómo los paisajes fueron cambiando, cómo la misma comunidad se veía obligada a transformar y deforestar los sitios para buscar hacerlos productivos y rentables.
“Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales.”
“Lo nuestro es ayudar a los proyectos comunitarios a acceder a mercados y hacerlo de una manera sustentable financieramente, es decir, a través de una empresa social”, explica Iturriaga. México es un país altamente diverso, tanto natural como culturalmente, y ha sabido echar mano del turismo como herramienta de desarrollo. Sin embargo, no todo es poner el letrero en la puerta y esperar a que lleguen los clientes. “Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales”.En 2017, después de aterrizar la idea y poner a prueba algunas de las experiencias, Rutopía comenzó tentativo e íntimo. Los fundadores participaban en los viajes y diseñaban experiencias piloto. Después de recibir el aval y el espaldarazo económico que significaron algunos premios internacionales, entre ellos, el Hult Prize, Rutopía adquirió en 2019 la forma que actualmente tiene: es una plataforma que permite que los usuarios sean quienes diseñen sus propias experiencias de acuerdo a la oferta de destinos y actividades que las comunidades ofrecen. Su modelo es el del puente, el del facilitador.[read more]Su modelo económico ataca justamente la mala distribución de los ingresos. El 80% del pago de los usuarios va directamente a las comunidades, las familias y los proveedores, además de a un fondo comunitario. El otro 20% lo emplea la plataforma para cubrir los gastos operativos y para invertir en ampliar la red de experiencias.Las relaciones personales fueron cruciales para que el proyecto despegara y siguen siéndolo para que se mantenga. “La relación es de socios, proveedores, pero unos proveedores muy cercanos. Nosotros no invertimos en ningún proyecto comunitario; hemos dado micropréstamos, capacitaciones, ayudado a fortalecerlos, pero ese no es el core de Rutopía. Lo que sí hacemos es servir de vínculo”, dice Iturriaga.Y de pronto llegaron la pandemia y el encierro y las incertidumbres. La demanda turística se secó, pero Rutopía buscó no quedarse quieta. “En todos esos meses que no operamos, nos pusimos a programar. Generamos una plataforma que es la primera y la única de su tipo en México, en la que de forma completamente gratuita cualquier persona puede acceder a ver más de quinientos destinos ecoturísticos sustentables en el país”.Otra de las cosas que trajo la pandemia fue una manera distinta de enfocarse en los viajeros: “Del lado de los clientes, de los viajeros, nos hemos enfocado en aportar valor. Al principio era un nicho muy pequeño el que viajaba; personas que querían viajes de aventura, que les importaba el impacto, y nos dimos cuenta de que para tener realmente un efecto transformador, tenemos que pegarle a los que son un poquito más mainstream, a los que quieren viajar, y a ellos convencerlos de las ventajas de viajar de formas diferentes. Entonces estamos atendiendo mucho el mercado estadounidense, el mercado europeo”.
“Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente.”
Este proyecto es parte de las 10 iniciativas mexicanas por las que Tequila Don Julio “se quita el sombrero” para reconocer y elogiar la inventiva de una start-up mexicana que se esfuerza por transformar decisivamente el modo en el que realizamos turismo en México y por retribuir a las comunidades locales para lograr que el desarrollo sea justo. El mensaje pospandémico para Rutopía es optimista. Las comunidades ecoturistas y aventureras que ya los conocían y ya los siguen están ansiosas por volver a esos destinos que disfrutan. Pero no sólo eso: “Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente, y que sean mucho más conscientes los viajeros del impacto que tienen sus viajes”, concluye Iturriaga.[/read]
Rutopía es el puente entre la inagotable e inigualable oferta ecoturística mexicana y todas las personas deseosas de explorar nuevos modos de viajar.
México es un país pletórico de destinos para el turismo de aventura y el ecoturismo. Hay una enorme cantidad de rincones, comunidades y experiencias a la espera de turistas que los disfruten. Hasta hace unos años, la mayoría permanecían desconocidos y, en muchos casos, destinados a la desaparición. Rutopía, una start-up mexicana fundada por un grupo de amigos, descubrió que la mejor manera de ayudar al ecoturismo en el país no es inventar nuevas experiencias, sino buscar la manera de que las iniciativas y experiencias que ya existen, o que están surgiendo, accedan al mercado de manera sostenible y competitiva.Emiliano Iturriaga, uno de los fundadores, cuenta cómo esta percepción se mantiene desde el origen de Rutopía. Desde muy chicos, Sebastián Muñoz y él tuvieron la oportunidad de viajar y estar en contacto con comunidades rurales en México. En esos viajes vieron, con el paso de los años, cómo los paisajes fueron cambiando, cómo la misma comunidad se veía obligada a transformar y deforestar los sitios para buscar hacerlos productivos y rentables.
“Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales.”
“Lo nuestro es ayudar a los proyectos comunitarios a acceder a mercados y hacerlo de una manera sustentable financieramente, es decir, a través de una empresa social”, explica Iturriaga. México es un país altamente diverso, tanto natural como culturalmente, y ha sabido echar mano del turismo como herramienta de desarrollo. Sin embargo, no todo es poner el letrero en la puerta y esperar a que lleguen los clientes. “Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales”.En 2017, después de aterrizar la idea y poner a prueba algunas de las experiencias, Rutopía comenzó tentativo e íntimo. Los fundadores participaban en los viajes y diseñaban experiencias piloto. Después de recibir el aval y el espaldarazo económico que significaron algunos premios internacionales, entre ellos, el Hult Prize, Rutopía adquirió en 2019 la forma que actualmente tiene: es una plataforma que permite que los usuarios sean quienes diseñen sus propias experiencias de acuerdo a la oferta de destinos y actividades que las comunidades ofrecen. Su modelo es el del puente, el del facilitador.[read more]Su modelo económico ataca justamente la mala distribución de los ingresos. El 80% del pago de los usuarios va directamente a las comunidades, las familias y los proveedores, además de a un fondo comunitario. El otro 20% lo emplea la plataforma para cubrir los gastos operativos y para invertir en ampliar la red de experiencias.Las relaciones personales fueron cruciales para que el proyecto despegara y siguen siéndolo para que se mantenga. “La relación es de socios, proveedores, pero unos proveedores muy cercanos. Nosotros no invertimos en ningún proyecto comunitario; hemos dado micropréstamos, capacitaciones, ayudado a fortalecerlos, pero ese no es el core de Rutopía. Lo que sí hacemos es servir de vínculo”, dice Iturriaga.Y de pronto llegaron la pandemia y el encierro y las incertidumbres. La demanda turística se secó, pero Rutopía buscó no quedarse quieta. “En todos esos meses que no operamos, nos pusimos a programar. Generamos una plataforma que es la primera y la única de su tipo en México, en la que de forma completamente gratuita cualquier persona puede acceder a ver más de quinientos destinos ecoturísticos sustentables en el país”.Otra de las cosas que trajo la pandemia fue una manera distinta de enfocarse en los viajeros: “Del lado de los clientes, de los viajeros, nos hemos enfocado en aportar valor. Al principio era un nicho muy pequeño el que viajaba; personas que querían viajes de aventura, que les importaba el impacto, y nos dimos cuenta de que para tener realmente un efecto transformador, tenemos que pegarle a los que son un poquito más mainstream, a los que quieren viajar, y a ellos convencerlos de las ventajas de viajar de formas diferentes. Entonces estamos atendiendo mucho el mercado estadounidense, el mercado europeo”.
“Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente.”
Este proyecto es parte de las 10 iniciativas mexicanas por las que Tequila Don Julio “se quita el sombrero” para reconocer y elogiar la inventiva de una start-up mexicana que se esfuerza por transformar decisivamente el modo en el que realizamos turismo en México y por retribuir a las comunidades locales para lograr que el desarrollo sea justo. El mensaje pospandémico para Rutopía es optimista. Las comunidades ecoturistas y aventureras que ya los conocían y ya los siguen están ansiosas por volver a esos destinos que disfrutan. Pero no sólo eso: “Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente, y que sean mucho más conscientes los viajeros del impacto que tienen sus viajes”, concluye Iturriaga.[/read]
Rutopía es el puente entre la inagotable e inigualable oferta ecoturística mexicana y todas las personas deseosas de explorar nuevos modos de viajar.
México es un país pletórico de destinos para el turismo de aventura y el ecoturismo. Hay una enorme cantidad de rincones, comunidades y experiencias a la espera de turistas que los disfruten. Hasta hace unos años, la mayoría permanecían desconocidos y, en muchos casos, destinados a la desaparición. Rutopía, una start-up mexicana fundada por un grupo de amigos, descubrió que la mejor manera de ayudar al ecoturismo en el país no es inventar nuevas experiencias, sino buscar la manera de que las iniciativas y experiencias que ya existen, o que están surgiendo, accedan al mercado de manera sostenible y competitiva.Emiliano Iturriaga, uno de los fundadores, cuenta cómo esta percepción se mantiene desde el origen de Rutopía. Desde muy chicos, Sebastián Muñoz y él tuvieron la oportunidad de viajar y estar en contacto con comunidades rurales en México. En esos viajes vieron, con el paso de los años, cómo los paisajes fueron cambiando, cómo la misma comunidad se veía obligada a transformar y deforestar los sitios para buscar hacerlos productivos y rentables.
“Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales.”
“Lo nuestro es ayudar a los proyectos comunitarios a acceder a mercados y hacerlo de una manera sustentable financieramente, es decir, a través de una empresa social”, explica Iturriaga. México es un país altamente diverso, tanto natural como culturalmente, y ha sabido echar mano del turismo como herramienta de desarrollo. Sin embargo, no todo es poner el letrero en la puerta y esperar a que lleguen los clientes. “Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales”.En 2017, después de aterrizar la idea y poner a prueba algunas de las experiencias, Rutopía comenzó tentativo e íntimo. Los fundadores participaban en los viajes y diseñaban experiencias piloto. Después de recibir el aval y el espaldarazo económico que significaron algunos premios internacionales, entre ellos, el Hult Prize, Rutopía adquirió en 2019 la forma que actualmente tiene: es una plataforma que permite que los usuarios sean quienes diseñen sus propias experiencias de acuerdo a la oferta de destinos y actividades que las comunidades ofrecen. Su modelo es el del puente, el del facilitador.[read more]Su modelo económico ataca justamente la mala distribución de los ingresos. El 80% del pago de los usuarios va directamente a las comunidades, las familias y los proveedores, además de a un fondo comunitario. El otro 20% lo emplea la plataforma para cubrir los gastos operativos y para invertir en ampliar la red de experiencias.Las relaciones personales fueron cruciales para que el proyecto despegara y siguen siéndolo para que se mantenga. “La relación es de socios, proveedores, pero unos proveedores muy cercanos. Nosotros no invertimos en ningún proyecto comunitario; hemos dado micropréstamos, capacitaciones, ayudado a fortalecerlos, pero ese no es el core de Rutopía. Lo que sí hacemos es servir de vínculo”, dice Iturriaga.Y de pronto llegaron la pandemia y el encierro y las incertidumbres. La demanda turística se secó, pero Rutopía buscó no quedarse quieta. “En todos esos meses que no operamos, nos pusimos a programar. Generamos una plataforma que es la primera y la única de su tipo en México, en la que de forma completamente gratuita cualquier persona puede acceder a ver más de quinientos destinos ecoturísticos sustentables en el país”.Otra de las cosas que trajo la pandemia fue una manera distinta de enfocarse en los viajeros: “Del lado de los clientes, de los viajeros, nos hemos enfocado en aportar valor. Al principio era un nicho muy pequeño el que viajaba; personas que querían viajes de aventura, que les importaba el impacto, y nos dimos cuenta de que para tener realmente un efecto transformador, tenemos que pegarle a los que son un poquito más mainstream, a los que quieren viajar, y a ellos convencerlos de las ventajas de viajar de formas diferentes. Entonces estamos atendiendo mucho el mercado estadounidense, el mercado europeo”.
“Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente.”
Este proyecto es parte de las 10 iniciativas mexicanas por las que Tequila Don Julio “se quita el sombrero” para reconocer y elogiar la inventiva de una start-up mexicana que se esfuerza por transformar decisivamente el modo en el que realizamos turismo en México y por retribuir a las comunidades locales para lograr que el desarrollo sea justo. El mensaje pospandémico para Rutopía es optimista. Las comunidades ecoturistas y aventureras que ya los conocían y ya los siguen están ansiosas por volver a esos destinos que disfrutan. Pero no sólo eso: “Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente, y que sean mucho más conscientes los viajeros del impacto que tienen sus viajes”, concluye Iturriaga.[/read]
México es un país pletórico de destinos para el turismo de aventura y el ecoturismo. Hay una enorme cantidad de rincones, comunidades y experiencias a la espera de turistas que los disfruten. Hasta hace unos años, la mayoría permanecían desconocidos y, en muchos casos, destinados a la desaparición. Rutopía, una start-up mexicana fundada por un grupo de amigos, descubrió que la mejor manera de ayudar al ecoturismo en el país no es inventar nuevas experiencias, sino buscar la manera de que las iniciativas y experiencias que ya existen, o que están surgiendo, accedan al mercado de manera sostenible y competitiva.Emiliano Iturriaga, uno de los fundadores, cuenta cómo esta percepción se mantiene desde el origen de Rutopía. Desde muy chicos, Sebastián Muñoz y él tuvieron la oportunidad de viajar y estar en contacto con comunidades rurales en México. En esos viajes vieron, con el paso de los años, cómo los paisajes fueron cambiando, cómo la misma comunidad se veía obligada a transformar y deforestar los sitios para buscar hacerlos productivos y rentables.
“Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales.”
“Lo nuestro es ayudar a los proyectos comunitarios a acceder a mercados y hacerlo de una manera sustentable financieramente, es decir, a través de una empresa social”, explica Iturriaga. México es un país altamente diverso, tanto natural como culturalmente, y ha sabido echar mano del turismo como herramienta de desarrollo. Sin embargo, no todo es poner el letrero en la puerta y esperar a que lleguen los clientes. “Hoy en día el 80% de los turistas que llegan a México se concentran en cinco destinos, y sólo el 7% de los ingresos llega a manos de comunidades locales”.En 2017, después de aterrizar la idea y poner a prueba algunas de las experiencias, Rutopía comenzó tentativo e íntimo. Los fundadores participaban en los viajes y diseñaban experiencias piloto. Después de recibir el aval y el espaldarazo económico que significaron algunos premios internacionales, entre ellos, el Hult Prize, Rutopía adquirió en 2019 la forma que actualmente tiene: es una plataforma que permite que los usuarios sean quienes diseñen sus propias experiencias de acuerdo a la oferta de destinos y actividades que las comunidades ofrecen. Su modelo es el del puente, el del facilitador.[read more]Su modelo económico ataca justamente la mala distribución de los ingresos. El 80% del pago de los usuarios va directamente a las comunidades, las familias y los proveedores, además de a un fondo comunitario. El otro 20% lo emplea la plataforma para cubrir los gastos operativos y para invertir en ampliar la red de experiencias.Las relaciones personales fueron cruciales para que el proyecto despegara y siguen siéndolo para que se mantenga. “La relación es de socios, proveedores, pero unos proveedores muy cercanos. Nosotros no invertimos en ningún proyecto comunitario; hemos dado micropréstamos, capacitaciones, ayudado a fortalecerlos, pero ese no es el core de Rutopía. Lo que sí hacemos es servir de vínculo”, dice Iturriaga.Y de pronto llegaron la pandemia y el encierro y las incertidumbres. La demanda turística se secó, pero Rutopía buscó no quedarse quieta. “En todos esos meses que no operamos, nos pusimos a programar. Generamos una plataforma que es la primera y la única de su tipo en México, en la que de forma completamente gratuita cualquier persona puede acceder a ver más de quinientos destinos ecoturísticos sustentables en el país”.Otra de las cosas que trajo la pandemia fue una manera distinta de enfocarse en los viajeros: “Del lado de los clientes, de los viajeros, nos hemos enfocado en aportar valor. Al principio era un nicho muy pequeño el que viajaba; personas que querían viajes de aventura, que les importaba el impacto, y nos dimos cuenta de que para tener realmente un efecto transformador, tenemos que pegarle a los que son un poquito más mainstream, a los que quieren viajar, y a ellos convencerlos de las ventajas de viajar de formas diferentes. Entonces estamos atendiendo mucho el mercado estadounidense, el mercado europeo”.
“Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente.”
Este proyecto es parte de las 10 iniciativas mexicanas por las que Tequila Don Julio “se quita el sombrero” para reconocer y elogiar la inventiva de una start-up mexicana que se esfuerza por transformar decisivamente el modo en el que realizamos turismo en México y por retribuir a las comunidades locales para lograr que el desarrollo sea justo. El mensaje pospandémico para Rutopía es optimista. Las comunidades ecoturistas y aventureras que ya los conocían y ya los siguen están ansiosas por volver a esos destinos que disfrutan. Pero no sólo eso: “Realmente, lo mejor que le podría pasar al turismo en México sería que no vuelva a la normalidad, que regresemos con un turismo mucho más sustentable, más consciente, y que sean mucho más conscientes los viajeros del impacto que tienen sus viajes”, concluye Iturriaga.[/read]
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