Miles de refugiados y migrantes intentan cruzar el Mediterráneo para tocar las puertas de un futuro mejor, aun cuando la pandemia hace todo por detenerlos. Durante la segunda ola de contagios por Covid-19, muchos aguardan en un limbo: están atrapados en centros migratorios y de acogida en espera de que se puedan reanudar las actividades en las islas griegas e italianas y en los enclaves españoles.
La prensa económica acuñó el término PIGS para referirse a Portugal, Italia, Grecia y España, por sus siglas en inglés. La palabra, cuya traducción sería «cerdos» se refiere a estas cuatro naciones que fueron economías sólidas en el pasado y que hoy están sumidas en una crisis intensa.