Federico García Lorca murió fusilado el 18 de agosto de 1936. Lo acusaban de muchas cosas: “ser espía de los rusos, haber sido secretario de Fernando de los Ríos, ser homosexual”. Lo que no sabían es que su legado se mantendría vivo.
El escritor Javier Cercas presentó su más reciente novela, en la que explora la huella del pasado y la Guerra Civil española.