Chalco y las aguas que siempre vuelven

Chalco y las aguas que siempre vuelven

César Dorado
Fotografía de Aldo Sotelo


Tras un mes anegados, los habitantes de Valle de Chalco intentan volver a la normalidad. Sin embargo, estas inundaciones son un problema que vuelve año con año sin que existan acciones preventivas.

Tiempo de lectura: 3 minutos

Las calles son tomadas por el ruido de las bombas extractoras de agua. El sol se asoma entre las nubes como una leve esperanza de que no lloverá más y los habitantes de Valle de Chalco regresarán a su rutina. Al menos por unos meses, porque este lago siempre vuelve. 

Despertar de la pesadilla representa una tarea titánica, luego de estar bajo el agua más de un mes y observar, sin poder hacer mucho, su patrimonio perdido. No poder tomar un baño de agua caliente o verse obligados a despedirse de sus mascotas.

Las autoridades del Estado de México culpan a la acumulación de basura, luego de la extracción de 500 toneladas de residuos que generaron un taponamiento de 110 metros en el drenaje. Es una justificación que solo incluye parte de un problema al que se suman la crisis por el cambio climático, la mala planificación urbana y la sobreexplotación de los acuíferos.

Valle de Chalco

Así lucen las calles en Valle de Chalco tras un mes de inundaciones. Agosto-septiembre de 2024.

Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la UNAM, señala que además de la basura, la mayor afectación a zonas como Valle de Chalco, Tláhuac y Xochimilco viene de la urbanización de áreas verdes promovida por la falta de una política de vivienda.

“En términos naturales, el primer factor es la topografía de la cuenca. Chalco se encuentra en la parte más baja de ésta y, por lo tanto, cuando llueve se concentra más en esa zona”, explica Zambrano. “El segundo factor es el cambio climático y la alteración de los patrones de lluvia, así como el hundimiento de la tierra por el exceso de extracción de agua, derivada de la sequía del año pasado”. 

Es complicado dimensionar el panorama que dejó la inundación en Chalco. A primera vista, la tragedia sólo parece haber dejado montones de basura y manchas de agua en la pared; sin embargo, al adentrarse en las calles y llegar a la zona cero, se percibe una tristeza que no se evapora ni es arrastrada por las bombas extractoras. 

Te recomendamos el análisis de Luis Zambrano: “¿Tendremos agua en 2024?“.

Valle de Chalco

Policías municipales realizan servicios de limpieza y desinfección en calles de Chalco.

Los niveles del agua bajaron en los últimos días, pero volver a lo cotidiano —si es que se puede retornar— incluye lavar la ropa que se pudo rescatar o limpiar las pocas cosas servibles.

“Realmente cambió nuestra vida. Es cuento de nunca acabar. Los niños no pueden ir a la escuela, su única distracción era ir y ahora están encerrados, enfermos de diarrea y vómito. Es muy desgastante vivir así”, dice Sandra, una de las habitantes afectadas. 

El aroma de aguas estancadas se imprega por doquier y los policías municipales esparcen cal para minimizar los olores y bacterias.

Inundaciones en Valle de Chalco

Los niños de Valle de Chalco no han podido regresar a la escuela y ya existen reportes de enfermedades gastrointestinales provocadas por las aguas contaminadas.

Todos intentan cooperar, pero es difícil tener energía después de 30 días anegados. Familias enteras están agotadas por dormir en campamentos improvisados; otras veces, el desgaste viene de padecer fiebre, diarrea, vómito e infecciones en la piel. 

Pronto vendrá una época de normalidad, a pesar del recordatorio en las marcas de agua sobre sus paredes de que el lago siempre regresará a la cuenca. Los habitantes de Chalco tienen la esperanza porque sí, no es su culpa escoger vivir ahí.

Valle de Chalco

Habitantes de Valle de Chalco rescatan a sus mascotas de las inundaciones.

Valle de Chalco

Algunos habitantes intentan regresar a sus actividades cotidianas pese a los trabajos de limpieza.

Valle de Chalco

Trabajos de rehabilitación y limpieza en calles de Chalco.

Valle de Chalco

Trabajadores municipales ayudan a los habitantes a deshacerse de electrodomésticos y más muebles afectados por las inundaciones.

Valle de Chalco

Poco a poco los habitantes de la entidad tratan de regresar a la normalidad, aunque resulta complicado por el desgaste de vivir anegados y haber perdido sus pertenencias.

 


CÉSAR DORADO es periodista egresado de la FES Aragón de la UNAM. Ha colaborado como reportero y fotógrafo para el medio Mugs Noticias y como fact checker en El Sabueso de Animal Político. Es ganador del segundo concurso de periodismo de investigacion del INAI y actualmente es Digital Manager en Gatopardo.

ALDO SOTELO LÁZARO. Nacido en la Ciudad de México. Se graduó en estudios de comunicación en el Tecnológico de Monterrey y participó en varios talleres de cine en México y Cuba. Trabajó principalmente como periodista para medios internacionales y produjo películas documentales y de ficción, así como diversos proyectos publicitarios.


 

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