Joe Arpaio, el «sheriff más duro del oeste», está de regreso
El controversial sheriff, conocido por sus prácticas antiinmigrantes, pretende recuperar su cargo.
Ni las extremas temperaturas del desierto de Arizona, ni las condenas sociales, lograron que Joe Arpaio cerrara Tent City, el proyecto más emblemático de su trayectoria como sheriff del condado de Maricopa. Al contrario, la prisión al aire libre inaugurada en 1993 en la que mantuvo a cientos de inmigrantes indocumentados, permaneció en pie durante 24 años, mismo periodo en que el “sheriff más duro del oeste”, como se autonombró, se mantuvo en el cargo tras cinco reelecciones. Sin embargo, su buena racha electoral culminó en las elecciones de 2016, cuando perdió ante el demócrata Paul Penzone.
Ahora, a sus 87 años, el republicano hizo públicas sus intenciones de recuperar su antiguo puesto en 2020, a pesar de que su salida del cargo hace un par de años fue un tanto turbulenta. El que Arpaio eligiera el 25 de agosto para el anuncio no fue al azar, optó por hacerlo en una fecha realmente significativa, pues se cumplió un año de que Donald Trump le otorgó el indulto presidencial. La clemencia que el mandatario tuvo con Arpaio le permitió esquivar una posible condena de hasta seis meses de prisión.
Originario de Massachusetts e hijo de migrantes italianos, Joe Arpaio fue director de la oficina de la Oficina Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en Arizona, agencia para la que trabajó en países como México, Turquía y Argentina. Su relevancia política comenzó con su llegada a la oficina del sheriff, donde a pesar de proyectar una imagen de figura intocable, fue duramente criticado por activistas y ciudadanos debido a sus polémicas medidas contra los migrantes indocumentados en uno de los puntos fronterizos con mayor flujo.
Pero él nunca prestó atención a las críticas. Todo lo contrario, presumía a Tent City, la “ciudad de las carpas”, como una de sus más grandes hazañas. A pesar de que la prisión fue abierta en un primer momento para alojar a presos que no cabían en la cárcel, el temido lugar terminó por convertirse en un precario centro de detención al que llegaban personas con perfil de baja peligrosidad, centrándose en el tráfico de drogas y las bandas criminales.
En Tent City, los detenidos dormían bajo carpas de tela en medio del desierto que durante el verano alcanzaban temperaturas de hasta 54°C durante el día y 4ºC por la noche. Una vez dentro, a los reclusos se les entregaba ropa interior rosa, que de acuerdo con Arpaio, era parte de una estrategia de “dureza” contra la delincuencia. La mayoría de ellos eran latinoamericanos, sobre todo de México y Centroamérica, aunque también había algunos asiáticos y europeos.
Joe Arpaio dirigió a los elementos de seguridad del estado para que detuvieran personas partiendo de su perfil racial, una clara violación a los derechos humanos. Las acciones de los agentes se enfrentaron a repetidas demandas y acusaciones de exceso.
Sin embargo, uno de los pasos más oscuros durante su mandato, llegó cuando autorizó que agentes de Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) hicieran guardia afuera de las cárceles del condado para asegurarse que las autoridades federales toman custodia de los extranjeros que salían de esos centros.
Bajo sus órdenes, el Departamento de Policía de Maricopa fue declarado culpable de prácticas de perfil racial en contra de hispanos por una corte federal. El fallo se dio años después de que en 2011 un juez le ordenó parar de arrestar a indocumentados. Sin embargo, Arpaio dijo en entrevistas que iba a seguir con sus métodos. Este revés judicial, al que se sumó el ser declarado en desacato a las órdenes de un juez federal por continuar con la detención inmigrantes indocumentados durante sus operativos, contribuyó a que perdiera las elecciones en noviembre de 2016.
Ese mismo año, el ahora sheriff Paul Penzone, heredó seis cárceles y una agencia policial en apuros bajo la supervisión de un monitor federal por acusaciones de violaciones de los derechos civiles contra los latinos. El primer paso de Penzone para desmantelar el legado de Arpaio fue anunciar el cierre de Tent City y la erradicación de la ropa interior rosa obligatoria.
En tanto, Arpaio aseguró que en caso de ganar el puesto una vez más, volverá a abrir la prisión.
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