¿Quién se beneficiará del comercio legal de marihuana?
¿Triunfo para los mexicanos o para las empresas?
México está a punto de dar un paso más hacia la legalización de la marihuana, aunque todavía bajo algunas condiciones. El pasado 8 de noviembre la bancada de Morena en el Senado, con Ricardo Monreal a la cabeza y con el respaldo de la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, presentó la propuesta de la Ley General para la Regulación y Control de Cannabis, que entre otras cosas permitiría la comercialización de productos a base de marihuana con fines recreativos y medicinales.
Pero lo que se anunció como un gran triunfo para los mexicanos podría serlo más, en realidad, para las empresas, ya que en la redacción del documento parece haber más libertad de mercado para las compañías que para los ciudadanos.
De acuerdo con la propuesta, será el nuevo Instituto Mexicano de Control y Regulación de Cannabis quien ostente “la rectoría absoluta de la siembra, cultivo, cosecha, producción, etiquetado, distribución y venta de cualquier producto derivado de la marihuana”, según el documento presentado el pasado 8 de noviembre ante el Senado. Si bien se permite que los mexicanos particulares cultiven en sus casas, la producción está limitada a 480 gramos y es exclusiva para consumo personal, a menos que se conforme una “sociedad cooperativa” en la que pueden participar otros consumidores.
En cambio, la propuesta parece ir más encaminada a la concesión de permisos para que empresas particulares comercialicen productos a base de cannabis, desde cigarrillos y bebidas con fines recreativos hasta medicamentos auxiliares en el tratamiento de ciertas afecciones. La utopía de un país que permita la producción libre de marihuana no figura al menos dentro de los planes de la nueva administración.
El 22 de noviembre la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios aprobó la comercialización, importación y exportación de 38 productos a base de cannabis, de los cuales sólo cuatro son de empresas mexicanas: CBD Life, CBD Science, Endo Natura Labs y Farmacias Magistrales.
En diferentes países donde se han impulsado iniciativas de despenalización del consumo de marihuana (como Uruguay, Canadá, Colombia, Alemania y España, así como en 10 entidades de Estados Unidos) se ha acusado que la legislación en realidad favorece a las empresas, que llevan años cabildeando para poder incursionar en un mercado que en 2016 ya tenía un valor estimado de 9.3 billones de dólares y que, de legalizarse su consumo y venta en más países, en 2025 podría alcanzar un potencial de 34.6 billones de dólares, según las expectativas de la empresa Grand View Research (GVR).
Algunas empresas ya están allanando el camino para poner en el mercado sus productos. Bayer, una de las farmacéuticas más grandes, lleva años cabildeando con gobiernos de todo el mundo para ofrecer fármacos a base de cannabis. Marlboro, una de las principales marcas de tabaco, también ha destapado su interés por fabricar cigarrillos de marihuana. En diciembre de este año, Grupo Altria —propietaria de Philip Morris, la mayor tabacalera del mundo, operadora de marcas como Marlboro y Chesterfields— invirtió 2,400 millones de dólares en la empresa canadiense Cronos Group, enfocada en el mercado medicinal de cannabis. Con esto, la estadounidense adquiere el 45% de las acciones de Cronos Group.
En el segmento de bebidas, Constellation Brands —productora y distribuidora de cerveza, vino y bebidas como Corona y Modelo— realizó una inversión billonaria en la empresa canadiense Canopy Growth, la compañía de cannabis más grande del mundo. También en Canadá—país que legalizó la venta de productos a base de marihuana este mismo año— opera la fabricante de cerveza Molson Coors Brewing, que se alió con The Hydropothecary Corp para producir bebidas con infusiones de cannabis.
El interés de las empresas por el cannabis de debe, también, a la creciente caída en ventas de cigarrillos de tabaco. Philip Morris International, la principal fabricante y propietaria de marcas como Marlboro y Chesterfields, anunció este año que dejaría de producir cigarrillos hacia 2025, en una búsqueda de nuevos productos como cigarrillos electrónicos y vaporizadores. La inversión de Marlboro en la canadiense Cronos Group refuerza el interés de la industria por apostar más por la marihuana y menos por el tabaco.
Según el Reporte Mundial de Drogas 2018, realizado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), México es el mayor productor de marihuana a nivel global, con 6.5 millones de toneladas en 2016. Le sigue Estados Unidos con 5.3 millones de toneladas, y Marruecos, con 3.5 millones de toneladas para el mismo año.
Desde 2017, México despenalizó el consumo de marihuana con fines medicinales. Sin embargo, hasta ahora comprarlo es ilegal, por lo que varios ciudadanos han solicitado amparos ante la Suprema Corte de Justicia. De aprobarse, la iniciativa de Morena regularía por completo el proceso desde la siembra hasta la venta, aunque todavía regulado por el Estado; un modelo similar al de países como Colombia, Chile, Estados Unidos y Canadá. Uruguay es el único país del mundo donde la producción y venta de marihuana es completamente legal.
El frente local
En diciembre de este año se anunció la conformación de la Cámara de la Industria del Cannabis en México, con las empresas Hempmeds, Farmacias Magistrales, CBD Life, Be Hemp y Dr. Bronners como integrantes fundadores.
Hempsmeds nació en 2016 bajo la dirección de Raúl Elizondo y fue de las primeras marcas en obtener un permiso de importación por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). La marca comercializa aceite puro de cáñamo, pomadas con cannabidiol y desodorante corporal.
CBD Life es una empresa originaria de California y que opera también en nuestro país. La oficina en México es dirigida por Janko Ruiz de Chávez. Sus productos se venden en cadenas grandes de farmacias como San Pablo, Farmacias del Ahorro y Farmacias Guadalajara, así como en Nutrisa y Amazon.
César Vargas dirige Farmacias Magistrales, un laboratorio farmacéutico que espera que los productos de cannabis se conviertan en el 80% de su portafolio. La empresa está desarrollando productos tópicos, tanto en spray como en cremas, así como sublinguales y nasales, incluso vaginales y rectales.
BeHemp es una marca de Grupo Welbing, dedicada a la venta de productos naturistas y superfoods. Los productos de BeHemp están hechos a base de cáñamo y van desde proteína en polvo con cáñamo hasta semillas de cáñamo tostadas y saladas.
Dr. Bronners —también empresa californiana— se enfoca en la comercialización de productos de higiene personal, como jabones, shampoos y cremas. Por ahora, en nuestro país sólo opera mediante un distribuidor, The Greenies, en Cancún.
El problema en común de estas empresas es que todas deben importar la materia prima, la mayoría de Canadá, ya que la actual legislación aún penaliza la producción de marihuana y, por tanto, las empresas no pueden comprarla dentro de México.
Los integrantes de la cámara reconocieron que el principal mercado para México sería Canadá, que se alza como uno de los más grandes consumidores de productos de cannabis en el continente. Mientras el país del norte puede producir una cosecha al año, México puede producir hasta tres, lo que convertiría a nuestro país en el principal proveedor mundial de marihuana.
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