La invasión del sargazo
La Riviera Maya se enfrenta a una de sus más grandes crisis, provocadas por el sargazo, una alga que se reproduce de manera rápida.
El sargazo es quizá una de las mayores amenazas que ha sufrido la industria hotelera en el caribe mexicano, pero la imagen de las playas de aguas cristalinas y arenas blancas es la principal perjudicada. Esta alga de color café, que ha pintado de color óxido al mar caribe, tomó por sorpresa a muchos, pero más a los ambientalistas, académicos y a las autoridades que no han sabido qué respuesta dar para detener el crecimiento de esta alga que invade las playas y se reproduce con rapidez alejando a turistas y asustando a locales.
Adriana N. Coordinadora de un hotel ubicado en la Zona Hotelera de Cancún, dice en entrevista para Gatopardo que “la cantidad de sargazo y la crisis que ha provocado es severa y teme que el pronóstico no sea nada alentador”.
Como dato histórico, Cristóbal Colón descubrió una masa de algas que más tarde tomó el nombre del “Mar de los Sargazos”—cerca de lo que hoy conocemos como Florida y cómo Bahamas— este lugar que se ganó esa escalofriante fama durante el siglo XVII y el XVIII al ser un cementerio para buques de vela, que atorados entre las algas encontraban su fatal destino. Al principio de la crisis se pensó que esta área al norte del Atlántico era de donde provenía el sargazo (conocido científicamente como sargassum natans y sargassum fluitans) que afecta a muchos lugares turísticos.
La realidad es que el sargazo que invade las playas del caribe mexicano, Cuba, Barbados, y partes de Florida, proviene del norte de Brasil, y llega a México arrastrado por la Corriente Ecuatorial del Norte. Esta ruta se encuentra terriblemente contaminada, principalmente por fertilizantes que son usados en la industria agrícola de Sudamérica. El sargazo aprovecha estos contaminantes ricos en fósforo y nitrógeno, pues son los principales nutrientes que necesita para crecer a esta escala.
Por si fuera poco, en cantidades masivas está alga tiene la capacidad de dañar también los mantos freáticos (que contienen agua potable) por la cantidad de ácido que expide, además de perjudicar a algunas especies marinas, pues cuando flota libremente en el mar, el sargazo se convierte en el hábitat de muchas especies, como tortugas, cangrejos y algunos peces.
Recientemente la SEMARNAT recomendó a los hoteles de Cancún, Playa del Carmen, Holbox, Tulum, Mahahual y Puerto Morelos, prepararse económicamente en 2019 para seguir atacando este fenómeno. Además, recomendaron mantener un registro del sargazo que recogen de las playas, que una vez en estado de descomposición emite un olor similar al de un huevo podrido, por el ácido sulfhídrico que contienen. Les pidió también usar máquinas de recolección solo en la orilla de la playa para evitar aplastar nidos de tortuga.
Otro agravante en esta crisis, como en muchas otras, es el calentamiento global, que también influye en la forma en que se mueven las corrientes del Atlántico. Como medida temporal, las autoridades han decidido construir vallas, a partir de este lunes 13 de agosto, para evitar que el sargazo —que se reproduce asexualmente— llegue a las playas. Este método es utilizado también en casos de derrames petroleros.
El día de ayer académicos de la UNAM anunciaron un plan de acción que buscará, no solo rastrear satelitalmente las masas de sargazo provenientes de la parte norte y sur del Océano Atlántico, sino investigar esta alga para lograr algún tipo de aprovechamiento con ella, ya sea para la industria cosmética, o para generar biocombustibles.
A pesar de que la respuesta ha sido rápida por parte de académicos y autoridades que buscan salvar este lugar, que ocupa el segundo lugar en turismo nacional, el problema ha avanzado cada vez más rápido, inquietando a hoteleros, que hasta el momento no denuncian pérdidas durante esta temporada vacacional, y a todos aquellos que temen ver la paradisiaca Riviera Maya desaparecer hundida entre el sargazo.
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