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La generación de jóvenes mexicanos se enfrenta a la precarización salarial y malas condiciones laborales, además de malabarear su sueldo entre rentas, insumos básicos, entretenimiento y, encima, ahorrar para su vejez. Ante este panorama, ¿realmente podrán aspirar a tener un retiro digno?
Conciertos, celulares nuevos y computadoras, viajes, ropa, zapatos, en fin, a las y los jóvenes se les suele acusar de invertir su dinero en cosas innecesarias, sin dejar de vivir el momento para detenerse a pensar en el ahorro para su vejez. Aunque el cuestionamiento central es: ¿realmente una persona joven en México tiene la oportunidad de guardar dinero para su retiro?
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), aplicada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores junto con el INEGI en 2021, reveló que solo el 25% de los jóvenes cuentan con instrumentos de ahorro formal; mientras que el 52% planea cubrir sus gastos de vejez con los apoyos del gobierno, de acuerdo con los hallazgos de la ENIF.
Ante este planteamiento surge la duda sobre la responsabilidad de las personas jóvenes en la no obtención de un retiro digno o si realmente tienen las condiciones que les permitan ahorrar un monto de su sueldo para la vejez. ¿Cuáles son las opciones que tienen?
Jóvenes son responsables de sus propios ahorros para el retiro
Los millennial o centennial seguramente se preguntarán ¿por qué mis abuelos, mi mamá, mi papá, mis tíos y tías cuentan con una pensión pero yo no? Esto se debe a que antes de la reforma de 1997 las pensiones se basaban en un “sistema solidario”; es decir, los empleados sostenían los ingresos de los jubilados.
“Tú tienes una pirámide donde la base son los nuevos nacimientos; el centro que está formado por las personas trabajadoras y la punta son quienes tienen más de sesenta y cinco años, es decir, los jubilados. Entonces, el modelo era muy sencillo, porque estos modelos solidarios lo que hacen es que las personas que están trabajando, que es todo el centro de la pirámide, aportan contribuciones a la seguridad social. Ese dinero es el que le está pagando las pensiones a las personas de arriba”, explicó Raúl Martínez Solares Piña, director general de Fibra Educa.
El también profesor de la Facultad de Economía de la UNAM enfatizó que este modelo fue insostenible. Como respuesta el gobierno mexicano decidió reformar el sistema de pensiones en 1997. Con este cambio el sistema solidario pasó a lo que conocemos como Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore); instituciones que se encargan de administrar los fondos para el retiro de los trabajadores, a través de las cuentas individuales en las que de manera periódica el patrón, el gobierno y el trabajador aportan una cantidad de dinero.
“Es un modelo que tiene la lógica de decir ya no puedo hacer que las personas trabajando paguen las pensiones. Entonces cada quien tiene que ir acumulando a lo largo de su vida su propia generación de recursos, básicamente lo que plantea son esos modelos de cuentas individuales”, comentó Martínez Solares Piña.
En resumen, se terminó el ciclo donde los más jóvenes con sus aportaciones y su trabajo mantenían a los jubilados, para establecer un sistema en el que cada uno es responsable de su ahorro. Aquí radica la primera complicación para las generaciones recientes: la precariedad de los salarios a los que tienen acceso. Esto a pesar de que entre 2018 y 2023 hubo aumentos que favorecieron una reducción de la proporción que gana menos de un salario mínimo para pasar de 39.6 a 33.5%, de acuerdo con el INEGI.
“Si un trabajador, en este momento, está ganando el promedio de los que cotizan en las Afores, son tres salarios mínimos. Estamos hablando de 15 000 y 16 000 pesos como la generalidad de los trabajadores que están afiliados al IMSS y lo que van a tener como pensión, lo que denominamos tasa de reemplazo está alcanzando el 25%. O sea, si ganaban cien pesos, pues se van a llevar veinticinco pesos de pensión”, explicó Berenice Ramírez López, investigadora titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Condiciones que dificultan el ahorro
Contrario a la creencia generalizada, siete de cada diez jóvenes sí ahorran, pero recurren a métodos informales como guardaditos, tandas, cajas de ahorro, instituciones financieras, de acuerdo con una encuesta, realizada en 2019 por la Asociación Mexicana de Afores. El 21% de los jóvenes no acostumbran ahorrar porque consideran que sus insumos son insuficientes; el 4% considera que no necesita ahorrar y el 3% carece de información.
El promedio de ingresos de un hombre de entre quince y veinticuatro años fue de 8 100 pesos mensuales durante 2023; mientras que el promedio de la mujer fue de 5 720 pesos. En el rango de edad de veinticinco a treinta y cuatro años, un hombre ganó 8 360 pesos y una mujer 7 840 pesos mensuales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
“Ahorita el nivel salarial no le permite a los jóvenes, que están más interesados en comprar una casa, meterle al ahorro para la vejez. Ahorita están en el momento de empezar a crear sus condiciones propias de vida, de familia, de espacios y requieren otros elementos”, puntualizó Ramírez López.
Con estos salarios las personas pagan viviendas, servicios, comida, transporte, educación, cuidados personales, salud y también —¿por qué no?— destinar dinero a actividades recreativas o de ocio. Todo lo anterior sin olvidarse de ahorrar para su vejez. En promedio, los principales gastos de los mexicanos se van en transporte y comunicaciones, vivienda y servicios, alimentos, bebidas y tabaco, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional. Todo enmarcado por un contexto en el que México tiene tres de las ciudades más caras para vivir: Ciudad de México, Querétaro y Guadalajara, reportó el Índice Mundial de Costo de Vida de The Economist.
“La gran tragedia para los millennials y centennials es que tienen salarios bajos o vivieron en algún momento en la informalidad. El monto que van a lograr reunir al final de su vida productiva, veinte o veinticinco años, no será suficiente para que se retiren con el último salario percibido, porque no depende de una ley, sino de lo que hayas ahorrado”, mencionó la periodista Claudia Villegas, fundadora y directora de la revista Fortuna.
AMLO propone nueva reforma a sistemas de pensiones
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que antes de terminar su sexenio planea enviar una iniciativa de reforma a los sistemas de pensiones para aumentar el monto recibido por los trabajadores para que se jubilen con su último salario. Aunque esta propuesta parece estar encaminada a favorecer a los empleados, ¿es viable que todos se retiren con su último sueldo? ¿Qué debería hacer el gobierno para que suceda? ¿Cuál sería el papel de los empresarios? ¿Cómo están regidos hoy los sistemas de pensiones y qué podría cambiar? En el episodio “¿Reformas a las pensiones?” del pódcast Semanario Gatopardo tratamos de responder a estas preguntas.
Especialistas como Martínez Solares Piña coinciden en que “es simplemente un buen deseo sin ninguna posibilidad de concreción real”. Tendremos que esperar para ver cómo concluye la propuesta de López Obrador. Las únicas opciones para las generaciones de millennials, centennials y las venideras radican en el ahorro voluntario, plan personal de retiro, buscar fondos de inversión y seguros de retiro. ¿Son suficientes? Con las pocas opciones a su alcance, los bajos salarios, no poder adquirir un patrimonio, parece muy lejano alcanzar un retiro digno. Se les insiste en tener educación financiera y pensar en el futuro, pero tampoco se les brindan condiciones para evitar una vejez en la pobreza.
También te puede interesar: "¿Cómo se vive el día de Reyes en un campamento migrante? Historias de Haití en la Ciudad de México".
La generación de jóvenes mexicanos se enfrenta a la precarización salarial y malas condiciones laborales, además de malabarear su sueldo entre rentas, insumos básicos, entretenimiento y, encima, ahorrar para su vejez. Ante este panorama, ¿realmente podrán aspirar a tener un retiro digno?
Conciertos, celulares nuevos y computadoras, viajes, ropa, zapatos, en fin, a las y los jóvenes se les suele acusar de invertir su dinero en cosas innecesarias, sin dejar de vivir el momento para detenerse a pensar en el ahorro para su vejez. Aunque el cuestionamiento central es: ¿realmente una persona joven en México tiene la oportunidad de guardar dinero para su retiro?
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), aplicada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores junto con el INEGI en 2021, reveló que solo el 25% de los jóvenes cuentan con instrumentos de ahorro formal; mientras que el 52% planea cubrir sus gastos de vejez con los apoyos del gobierno, de acuerdo con los hallazgos de la ENIF.
Ante este planteamiento surge la duda sobre la responsabilidad de las personas jóvenes en la no obtención de un retiro digno o si realmente tienen las condiciones que les permitan ahorrar un monto de su sueldo para la vejez. ¿Cuáles son las opciones que tienen?
Jóvenes son responsables de sus propios ahorros para el retiro
Los millennial o centennial seguramente se preguntarán ¿por qué mis abuelos, mi mamá, mi papá, mis tíos y tías cuentan con una pensión pero yo no? Esto se debe a que antes de la reforma de 1997 las pensiones se basaban en un “sistema solidario”; es decir, los empleados sostenían los ingresos de los jubilados.
“Tú tienes una pirámide donde la base son los nuevos nacimientos; el centro que está formado por las personas trabajadoras y la punta son quienes tienen más de sesenta y cinco años, es decir, los jubilados. Entonces, el modelo era muy sencillo, porque estos modelos solidarios lo que hacen es que las personas que están trabajando, que es todo el centro de la pirámide, aportan contribuciones a la seguridad social. Ese dinero es el que le está pagando las pensiones a las personas de arriba”, explicó Raúl Martínez Solares Piña, director general de Fibra Educa.
El también profesor de la Facultad de Economía de la UNAM enfatizó que este modelo fue insostenible. Como respuesta el gobierno mexicano decidió reformar el sistema de pensiones en 1997. Con este cambio el sistema solidario pasó a lo que conocemos como Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore); instituciones que se encargan de administrar los fondos para el retiro de los trabajadores, a través de las cuentas individuales en las que de manera periódica el patrón, el gobierno y el trabajador aportan una cantidad de dinero.
“Es un modelo que tiene la lógica de decir ya no puedo hacer que las personas trabajando paguen las pensiones. Entonces cada quien tiene que ir acumulando a lo largo de su vida su propia generación de recursos, básicamente lo que plantea son esos modelos de cuentas individuales”, comentó Martínez Solares Piña.
En resumen, se terminó el ciclo donde los más jóvenes con sus aportaciones y su trabajo mantenían a los jubilados, para establecer un sistema en el que cada uno es responsable de su ahorro. Aquí radica la primera complicación para las generaciones recientes: la precariedad de los salarios a los que tienen acceso. Esto a pesar de que entre 2018 y 2023 hubo aumentos que favorecieron una reducción de la proporción que gana menos de un salario mínimo para pasar de 39.6 a 33.5%, de acuerdo con el INEGI.
“Si un trabajador, en este momento, está ganando el promedio de los que cotizan en las Afores, son tres salarios mínimos. Estamos hablando de 15 000 y 16 000 pesos como la generalidad de los trabajadores que están afiliados al IMSS y lo que van a tener como pensión, lo que denominamos tasa de reemplazo está alcanzando el 25%. O sea, si ganaban cien pesos, pues se van a llevar veinticinco pesos de pensión”, explicó Berenice Ramírez López, investigadora titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Condiciones que dificultan el ahorro
Contrario a la creencia generalizada, siete de cada diez jóvenes sí ahorran, pero recurren a métodos informales como guardaditos, tandas, cajas de ahorro, instituciones financieras, de acuerdo con una encuesta, realizada en 2019 por la Asociación Mexicana de Afores. El 21% de los jóvenes no acostumbran ahorrar porque consideran que sus insumos son insuficientes; el 4% considera que no necesita ahorrar y el 3% carece de información.
El promedio de ingresos de un hombre de entre quince y veinticuatro años fue de 8 100 pesos mensuales durante 2023; mientras que el promedio de la mujer fue de 5 720 pesos. En el rango de edad de veinticinco a treinta y cuatro años, un hombre ganó 8 360 pesos y una mujer 7 840 pesos mensuales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
“Ahorita el nivel salarial no le permite a los jóvenes, que están más interesados en comprar una casa, meterle al ahorro para la vejez. Ahorita están en el momento de empezar a crear sus condiciones propias de vida, de familia, de espacios y requieren otros elementos”, puntualizó Ramírez López.
Con estos salarios las personas pagan viviendas, servicios, comida, transporte, educación, cuidados personales, salud y también —¿por qué no?— destinar dinero a actividades recreativas o de ocio. Todo lo anterior sin olvidarse de ahorrar para su vejez. En promedio, los principales gastos de los mexicanos se van en transporte y comunicaciones, vivienda y servicios, alimentos, bebidas y tabaco, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional. Todo enmarcado por un contexto en el que México tiene tres de las ciudades más caras para vivir: Ciudad de México, Querétaro y Guadalajara, reportó el Índice Mundial de Costo de Vida de The Economist.
“La gran tragedia para los millennials y centennials es que tienen salarios bajos o vivieron en algún momento en la informalidad. El monto que van a lograr reunir al final de su vida productiva, veinte o veinticinco años, no será suficiente para que se retiren con el último salario percibido, porque no depende de una ley, sino de lo que hayas ahorrado”, mencionó la periodista Claudia Villegas, fundadora y directora de la revista Fortuna.
AMLO propone nueva reforma a sistemas de pensiones
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que antes de terminar su sexenio planea enviar una iniciativa de reforma a los sistemas de pensiones para aumentar el monto recibido por los trabajadores para que se jubilen con su último salario. Aunque esta propuesta parece estar encaminada a favorecer a los empleados, ¿es viable que todos se retiren con su último sueldo? ¿Qué debería hacer el gobierno para que suceda? ¿Cuál sería el papel de los empresarios? ¿Cómo están regidos hoy los sistemas de pensiones y qué podría cambiar? En el episodio “¿Reformas a las pensiones?” del pódcast Semanario Gatopardo tratamos de responder a estas preguntas.
Especialistas como Martínez Solares Piña coinciden en que “es simplemente un buen deseo sin ninguna posibilidad de concreción real”. Tendremos que esperar para ver cómo concluye la propuesta de López Obrador. Las únicas opciones para las generaciones de millennials, centennials y las venideras radican en el ahorro voluntario, plan personal de retiro, buscar fondos de inversión y seguros de retiro. ¿Son suficientes? Con las pocas opciones a su alcance, los bajos salarios, no poder adquirir un patrimonio, parece muy lejano alcanzar un retiro digno. Se les insiste en tener educación financiera y pensar en el futuro, pero tampoco se les brindan condiciones para evitar una vejez en la pobreza.
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La generación de jóvenes mexicanos se enfrenta a la precarización salarial y malas condiciones laborales, además de malabarear su sueldo entre rentas, insumos básicos, entretenimiento y, encima, ahorrar para su vejez. Ante este panorama, ¿realmente podrán aspirar a tener un retiro digno?
Conciertos, celulares nuevos y computadoras, viajes, ropa, zapatos, en fin, a las y los jóvenes se les suele acusar de invertir su dinero en cosas innecesarias, sin dejar de vivir el momento para detenerse a pensar en el ahorro para su vejez. Aunque el cuestionamiento central es: ¿realmente una persona joven en México tiene la oportunidad de guardar dinero para su retiro?
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), aplicada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores junto con el INEGI en 2021, reveló que solo el 25% de los jóvenes cuentan con instrumentos de ahorro formal; mientras que el 52% planea cubrir sus gastos de vejez con los apoyos del gobierno, de acuerdo con los hallazgos de la ENIF.
Ante este planteamiento surge la duda sobre la responsabilidad de las personas jóvenes en la no obtención de un retiro digno o si realmente tienen las condiciones que les permitan ahorrar un monto de su sueldo para la vejez. ¿Cuáles son las opciones que tienen?
Jóvenes son responsables de sus propios ahorros para el retiro
Los millennial o centennial seguramente se preguntarán ¿por qué mis abuelos, mi mamá, mi papá, mis tíos y tías cuentan con una pensión pero yo no? Esto se debe a que antes de la reforma de 1997 las pensiones se basaban en un “sistema solidario”; es decir, los empleados sostenían los ingresos de los jubilados.
“Tú tienes una pirámide donde la base son los nuevos nacimientos; el centro que está formado por las personas trabajadoras y la punta son quienes tienen más de sesenta y cinco años, es decir, los jubilados. Entonces, el modelo era muy sencillo, porque estos modelos solidarios lo que hacen es que las personas que están trabajando, que es todo el centro de la pirámide, aportan contribuciones a la seguridad social. Ese dinero es el que le está pagando las pensiones a las personas de arriba”, explicó Raúl Martínez Solares Piña, director general de Fibra Educa.
El también profesor de la Facultad de Economía de la UNAM enfatizó que este modelo fue insostenible. Como respuesta el gobierno mexicano decidió reformar el sistema de pensiones en 1997. Con este cambio el sistema solidario pasó a lo que conocemos como Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore); instituciones que se encargan de administrar los fondos para el retiro de los trabajadores, a través de las cuentas individuales en las que de manera periódica el patrón, el gobierno y el trabajador aportan una cantidad de dinero.
“Es un modelo que tiene la lógica de decir ya no puedo hacer que las personas trabajando paguen las pensiones. Entonces cada quien tiene que ir acumulando a lo largo de su vida su propia generación de recursos, básicamente lo que plantea son esos modelos de cuentas individuales”, comentó Martínez Solares Piña.
En resumen, se terminó el ciclo donde los más jóvenes con sus aportaciones y su trabajo mantenían a los jubilados, para establecer un sistema en el que cada uno es responsable de su ahorro. Aquí radica la primera complicación para las generaciones recientes: la precariedad de los salarios a los que tienen acceso. Esto a pesar de que entre 2018 y 2023 hubo aumentos que favorecieron una reducción de la proporción que gana menos de un salario mínimo para pasar de 39.6 a 33.5%, de acuerdo con el INEGI.
“Si un trabajador, en este momento, está ganando el promedio de los que cotizan en las Afores, son tres salarios mínimos. Estamos hablando de 15 000 y 16 000 pesos como la generalidad de los trabajadores que están afiliados al IMSS y lo que van a tener como pensión, lo que denominamos tasa de reemplazo está alcanzando el 25%. O sea, si ganaban cien pesos, pues se van a llevar veinticinco pesos de pensión”, explicó Berenice Ramírez López, investigadora titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Condiciones que dificultan el ahorro
Contrario a la creencia generalizada, siete de cada diez jóvenes sí ahorran, pero recurren a métodos informales como guardaditos, tandas, cajas de ahorro, instituciones financieras, de acuerdo con una encuesta, realizada en 2019 por la Asociación Mexicana de Afores. El 21% de los jóvenes no acostumbran ahorrar porque consideran que sus insumos son insuficientes; el 4% considera que no necesita ahorrar y el 3% carece de información.
El promedio de ingresos de un hombre de entre quince y veinticuatro años fue de 8 100 pesos mensuales durante 2023; mientras que el promedio de la mujer fue de 5 720 pesos. En el rango de edad de veinticinco a treinta y cuatro años, un hombre ganó 8 360 pesos y una mujer 7 840 pesos mensuales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
“Ahorita el nivel salarial no le permite a los jóvenes, que están más interesados en comprar una casa, meterle al ahorro para la vejez. Ahorita están en el momento de empezar a crear sus condiciones propias de vida, de familia, de espacios y requieren otros elementos”, puntualizó Ramírez López.
Con estos salarios las personas pagan viviendas, servicios, comida, transporte, educación, cuidados personales, salud y también —¿por qué no?— destinar dinero a actividades recreativas o de ocio. Todo lo anterior sin olvidarse de ahorrar para su vejez. En promedio, los principales gastos de los mexicanos se van en transporte y comunicaciones, vivienda y servicios, alimentos, bebidas y tabaco, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional. Todo enmarcado por un contexto en el que México tiene tres de las ciudades más caras para vivir: Ciudad de México, Querétaro y Guadalajara, reportó el Índice Mundial de Costo de Vida de The Economist.
“La gran tragedia para los millennials y centennials es que tienen salarios bajos o vivieron en algún momento en la informalidad. El monto que van a lograr reunir al final de su vida productiva, veinte o veinticinco años, no será suficiente para que se retiren con el último salario percibido, porque no depende de una ley, sino de lo que hayas ahorrado”, mencionó la periodista Claudia Villegas, fundadora y directora de la revista Fortuna.
AMLO propone nueva reforma a sistemas de pensiones
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que antes de terminar su sexenio planea enviar una iniciativa de reforma a los sistemas de pensiones para aumentar el monto recibido por los trabajadores para que se jubilen con su último salario. Aunque esta propuesta parece estar encaminada a favorecer a los empleados, ¿es viable que todos se retiren con su último sueldo? ¿Qué debería hacer el gobierno para que suceda? ¿Cuál sería el papel de los empresarios? ¿Cómo están regidos hoy los sistemas de pensiones y qué podría cambiar? En el episodio “¿Reformas a las pensiones?” del pódcast Semanario Gatopardo tratamos de responder a estas preguntas.
Especialistas como Martínez Solares Piña coinciden en que “es simplemente un buen deseo sin ninguna posibilidad de concreción real”. Tendremos que esperar para ver cómo concluye la propuesta de López Obrador. Las únicas opciones para las generaciones de millennials, centennials y las venideras radican en el ahorro voluntario, plan personal de retiro, buscar fondos de inversión y seguros de retiro. ¿Son suficientes? Con las pocas opciones a su alcance, los bajos salarios, no poder adquirir un patrimonio, parece muy lejano alcanzar un retiro digno. Se les insiste en tener educación financiera y pensar en el futuro, pero tampoco se les brindan condiciones para evitar una vejez en la pobreza.
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La generación de jóvenes mexicanos se enfrenta a la precarización salarial y malas condiciones laborales, además de malabarear su sueldo entre rentas, insumos básicos, entretenimiento y, encima, ahorrar para su vejez. Ante este panorama, ¿realmente podrán aspirar a tener un retiro digno?
Conciertos, celulares nuevos y computadoras, viajes, ropa, zapatos, en fin, a las y los jóvenes se les suele acusar de invertir su dinero en cosas innecesarias, sin dejar de vivir el momento para detenerse a pensar en el ahorro para su vejez. Aunque el cuestionamiento central es: ¿realmente una persona joven en México tiene la oportunidad de guardar dinero para su retiro?
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), aplicada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores junto con el INEGI en 2021, reveló que solo el 25% de los jóvenes cuentan con instrumentos de ahorro formal; mientras que el 52% planea cubrir sus gastos de vejez con los apoyos del gobierno, de acuerdo con los hallazgos de la ENIF.
Ante este planteamiento surge la duda sobre la responsabilidad de las personas jóvenes en la no obtención de un retiro digno o si realmente tienen las condiciones que les permitan ahorrar un monto de su sueldo para la vejez. ¿Cuáles son las opciones que tienen?
Jóvenes son responsables de sus propios ahorros para el retiro
Los millennial o centennial seguramente se preguntarán ¿por qué mis abuelos, mi mamá, mi papá, mis tíos y tías cuentan con una pensión pero yo no? Esto se debe a que antes de la reforma de 1997 las pensiones se basaban en un “sistema solidario”; es decir, los empleados sostenían los ingresos de los jubilados.
“Tú tienes una pirámide donde la base son los nuevos nacimientos; el centro que está formado por las personas trabajadoras y la punta son quienes tienen más de sesenta y cinco años, es decir, los jubilados. Entonces, el modelo era muy sencillo, porque estos modelos solidarios lo que hacen es que las personas que están trabajando, que es todo el centro de la pirámide, aportan contribuciones a la seguridad social. Ese dinero es el que le está pagando las pensiones a las personas de arriba”, explicó Raúl Martínez Solares Piña, director general de Fibra Educa.
El también profesor de la Facultad de Economía de la UNAM enfatizó que este modelo fue insostenible. Como respuesta el gobierno mexicano decidió reformar el sistema de pensiones en 1997. Con este cambio el sistema solidario pasó a lo que conocemos como Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore); instituciones que se encargan de administrar los fondos para el retiro de los trabajadores, a través de las cuentas individuales en las que de manera periódica el patrón, el gobierno y el trabajador aportan una cantidad de dinero.
“Es un modelo que tiene la lógica de decir ya no puedo hacer que las personas trabajando paguen las pensiones. Entonces cada quien tiene que ir acumulando a lo largo de su vida su propia generación de recursos, básicamente lo que plantea son esos modelos de cuentas individuales”, comentó Martínez Solares Piña.
En resumen, se terminó el ciclo donde los más jóvenes con sus aportaciones y su trabajo mantenían a los jubilados, para establecer un sistema en el que cada uno es responsable de su ahorro. Aquí radica la primera complicación para las generaciones recientes: la precariedad de los salarios a los que tienen acceso. Esto a pesar de que entre 2018 y 2023 hubo aumentos que favorecieron una reducción de la proporción que gana menos de un salario mínimo para pasar de 39.6 a 33.5%, de acuerdo con el INEGI.
“Si un trabajador, en este momento, está ganando el promedio de los que cotizan en las Afores, son tres salarios mínimos. Estamos hablando de 15 000 y 16 000 pesos como la generalidad de los trabajadores que están afiliados al IMSS y lo que van a tener como pensión, lo que denominamos tasa de reemplazo está alcanzando el 25%. O sea, si ganaban cien pesos, pues se van a llevar veinticinco pesos de pensión”, explicó Berenice Ramírez López, investigadora titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Condiciones que dificultan el ahorro
Contrario a la creencia generalizada, siete de cada diez jóvenes sí ahorran, pero recurren a métodos informales como guardaditos, tandas, cajas de ahorro, instituciones financieras, de acuerdo con una encuesta, realizada en 2019 por la Asociación Mexicana de Afores. El 21% de los jóvenes no acostumbran ahorrar porque consideran que sus insumos son insuficientes; el 4% considera que no necesita ahorrar y el 3% carece de información.
El promedio de ingresos de un hombre de entre quince y veinticuatro años fue de 8 100 pesos mensuales durante 2023; mientras que el promedio de la mujer fue de 5 720 pesos. En el rango de edad de veinticinco a treinta y cuatro años, un hombre ganó 8 360 pesos y una mujer 7 840 pesos mensuales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
“Ahorita el nivel salarial no le permite a los jóvenes, que están más interesados en comprar una casa, meterle al ahorro para la vejez. Ahorita están en el momento de empezar a crear sus condiciones propias de vida, de familia, de espacios y requieren otros elementos”, puntualizó Ramírez López.
Con estos salarios las personas pagan viviendas, servicios, comida, transporte, educación, cuidados personales, salud y también —¿por qué no?— destinar dinero a actividades recreativas o de ocio. Todo lo anterior sin olvidarse de ahorrar para su vejez. En promedio, los principales gastos de los mexicanos se van en transporte y comunicaciones, vivienda y servicios, alimentos, bebidas y tabaco, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional. Todo enmarcado por un contexto en el que México tiene tres de las ciudades más caras para vivir: Ciudad de México, Querétaro y Guadalajara, reportó el Índice Mundial de Costo de Vida de The Economist.
“La gran tragedia para los millennials y centennials es que tienen salarios bajos o vivieron en algún momento en la informalidad. El monto que van a lograr reunir al final de su vida productiva, veinte o veinticinco años, no será suficiente para que se retiren con el último salario percibido, porque no depende de una ley, sino de lo que hayas ahorrado”, mencionó la periodista Claudia Villegas, fundadora y directora de la revista Fortuna.
AMLO propone nueva reforma a sistemas de pensiones
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que antes de terminar su sexenio planea enviar una iniciativa de reforma a los sistemas de pensiones para aumentar el monto recibido por los trabajadores para que se jubilen con su último salario. Aunque esta propuesta parece estar encaminada a favorecer a los empleados, ¿es viable que todos se retiren con su último sueldo? ¿Qué debería hacer el gobierno para que suceda? ¿Cuál sería el papel de los empresarios? ¿Cómo están regidos hoy los sistemas de pensiones y qué podría cambiar? En el episodio “¿Reformas a las pensiones?” del pódcast Semanario Gatopardo tratamos de responder a estas preguntas.
Especialistas como Martínez Solares Piña coinciden en que “es simplemente un buen deseo sin ninguna posibilidad de concreción real”. Tendremos que esperar para ver cómo concluye la propuesta de López Obrador. Las únicas opciones para las generaciones de millennials, centennials y las venideras radican en el ahorro voluntario, plan personal de retiro, buscar fondos de inversión y seguros de retiro. ¿Son suficientes? Con las pocas opciones a su alcance, los bajos salarios, no poder adquirir un patrimonio, parece muy lejano alcanzar un retiro digno. Se les insiste en tener educación financiera y pensar en el futuro, pero tampoco se les brindan condiciones para evitar una vejez en la pobreza.
También te puede interesar: "¿Cómo se vive el día de Reyes en un campamento migrante? Historias de Haití en la Ciudad de México".
La generación de jóvenes mexicanos se enfrenta a la precarización salarial y malas condiciones laborales, además de malabarear su sueldo entre rentas, insumos básicos, entretenimiento y, encima, ahorrar para su vejez. Ante este panorama, ¿realmente podrán aspirar a tener un retiro digno?
Conciertos, celulares nuevos y computadoras, viajes, ropa, zapatos, en fin, a las y los jóvenes se les suele acusar de invertir su dinero en cosas innecesarias, sin dejar de vivir el momento para detenerse a pensar en el ahorro para su vejez. Aunque el cuestionamiento central es: ¿realmente una persona joven en México tiene la oportunidad de guardar dinero para su retiro?
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), aplicada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores junto con el INEGI en 2021, reveló que solo el 25% de los jóvenes cuentan con instrumentos de ahorro formal; mientras que el 52% planea cubrir sus gastos de vejez con los apoyos del gobierno, de acuerdo con los hallazgos de la ENIF.
Ante este planteamiento surge la duda sobre la responsabilidad de las personas jóvenes en la no obtención de un retiro digno o si realmente tienen las condiciones que les permitan ahorrar un monto de su sueldo para la vejez. ¿Cuáles son las opciones que tienen?
Jóvenes son responsables de sus propios ahorros para el retiro
Los millennial o centennial seguramente se preguntarán ¿por qué mis abuelos, mi mamá, mi papá, mis tíos y tías cuentan con una pensión pero yo no? Esto se debe a que antes de la reforma de 1997 las pensiones se basaban en un “sistema solidario”; es decir, los empleados sostenían los ingresos de los jubilados.
“Tú tienes una pirámide donde la base son los nuevos nacimientos; el centro que está formado por las personas trabajadoras y la punta son quienes tienen más de sesenta y cinco años, es decir, los jubilados. Entonces, el modelo era muy sencillo, porque estos modelos solidarios lo que hacen es que las personas que están trabajando, que es todo el centro de la pirámide, aportan contribuciones a la seguridad social. Ese dinero es el que le está pagando las pensiones a las personas de arriba”, explicó Raúl Martínez Solares Piña, director general de Fibra Educa.
El también profesor de la Facultad de Economía de la UNAM enfatizó que este modelo fue insostenible. Como respuesta el gobierno mexicano decidió reformar el sistema de pensiones en 1997. Con este cambio el sistema solidario pasó a lo que conocemos como Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore); instituciones que se encargan de administrar los fondos para el retiro de los trabajadores, a través de las cuentas individuales en las que de manera periódica el patrón, el gobierno y el trabajador aportan una cantidad de dinero.
“Es un modelo que tiene la lógica de decir ya no puedo hacer que las personas trabajando paguen las pensiones. Entonces cada quien tiene que ir acumulando a lo largo de su vida su propia generación de recursos, básicamente lo que plantea son esos modelos de cuentas individuales”, comentó Martínez Solares Piña.
En resumen, se terminó el ciclo donde los más jóvenes con sus aportaciones y su trabajo mantenían a los jubilados, para establecer un sistema en el que cada uno es responsable de su ahorro. Aquí radica la primera complicación para las generaciones recientes: la precariedad de los salarios a los que tienen acceso. Esto a pesar de que entre 2018 y 2023 hubo aumentos que favorecieron una reducción de la proporción que gana menos de un salario mínimo para pasar de 39.6 a 33.5%, de acuerdo con el INEGI.
“Si un trabajador, en este momento, está ganando el promedio de los que cotizan en las Afores, son tres salarios mínimos. Estamos hablando de 15 000 y 16 000 pesos como la generalidad de los trabajadores que están afiliados al IMSS y lo que van a tener como pensión, lo que denominamos tasa de reemplazo está alcanzando el 25%. O sea, si ganaban cien pesos, pues se van a llevar veinticinco pesos de pensión”, explicó Berenice Ramírez López, investigadora titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Condiciones que dificultan el ahorro
Contrario a la creencia generalizada, siete de cada diez jóvenes sí ahorran, pero recurren a métodos informales como guardaditos, tandas, cajas de ahorro, instituciones financieras, de acuerdo con una encuesta, realizada en 2019 por la Asociación Mexicana de Afores. El 21% de los jóvenes no acostumbran ahorrar porque consideran que sus insumos son insuficientes; el 4% considera que no necesita ahorrar y el 3% carece de información.
El promedio de ingresos de un hombre de entre quince y veinticuatro años fue de 8 100 pesos mensuales durante 2023; mientras que el promedio de la mujer fue de 5 720 pesos. En el rango de edad de veinticinco a treinta y cuatro años, un hombre ganó 8 360 pesos y una mujer 7 840 pesos mensuales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo.
“Ahorita el nivel salarial no le permite a los jóvenes, que están más interesados en comprar una casa, meterle al ahorro para la vejez. Ahorita están en el momento de empezar a crear sus condiciones propias de vida, de familia, de espacios y requieren otros elementos”, puntualizó Ramírez López.
Con estos salarios las personas pagan viviendas, servicios, comida, transporte, educación, cuidados personales, salud y también —¿por qué no?— destinar dinero a actividades recreativas o de ocio. Todo lo anterior sin olvidarse de ahorrar para su vejez. En promedio, los principales gastos de los mexicanos se van en transporte y comunicaciones, vivienda y servicios, alimentos, bebidas y tabaco, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares Estacional. Todo enmarcado por un contexto en el que México tiene tres de las ciudades más caras para vivir: Ciudad de México, Querétaro y Guadalajara, reportó el Índice Mundial de Costo de Vida de The Economist.
“La gran tragedia para los millennials y centennials es que tienen salarios bajos o vivieron en algún momento en la informalidad. El monto que van a lograr reunir al final de su vida productiva, veinte o veinticinco años, no será suficiente para que se retiren con el último salario percibido, porque no depende de una ley, sino de lo que hayas ahorrado”, mencionó la periodista Claudia Villegas, fundadora y directora de la revista Fortuna.
AMLO propone nueva reforma a sistemas de pensiones
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que antes de terminar su sexenio planea enviar una iniciativa de reforma a los sistemas de pensiones para aumentar el monto recibido por los trabajadores para que se jubilen con su último salario. Aunque esta propuesta parece estar encaminada a favorecer a los empleados, ¿es viable que todos se retiren con su último sueldo? ¿Qué debería hacer el gobierno para que suceda? ¿Cuál sería el papel de los empresarios? ¿Cómo están regidos hoy los sistemas de pensiones y qué podría cambiar? En el episodio “¿Reformas a las pensiones?” del pódcast Semanario Gatopardo tratamos de responder a estas preguntas.
Especialistas como Martínez Solares Piña coinciden en que “es simplemente un buen deseo sin ninguna posibilidad de concreción real”. Tendremos que esperar para ver cómo concluye la propuesta de López Obrador. Las únicas opciones para las generaciones de millennials, centennials y las venideras radican en el ahorro voluntario, plan personal de retiro, buscar fondos de inversión y seguros de retiro. ¿Son suficientes? Con las pocas opciones a su alcance, los bajos salarios, no poder adquirir un patrimonio, parece muy lejano alcanzar un retiro digno. Se les insiste en tener educación financiera y pensar en el futuro, pero tampoco se les brindan condiciones para evitar una vejez en la pobreza.
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