Stranger Things, la nueva joya de Netflix
«Stranger Things» es la nueva serie con la que Netflix se apodera del verano. Esta producción original está cargada de nostalgia por los años ochenta.
El verano en la televisión es, quizá, la época más raquítica en cuanto contenido se refiere. Contrario al cine, esta época del año es la que tiene menos producciones al aire. Sin embargo, Netflix apostó por estrenar Stranger Things, con la encomienda de romper esta idea, y lo logró. La serie sensación del momento se ha convertido en todo un fenómeno e incluso ha sido alabada por expertos del género, como el reconocido escritor Stephen King.
La desaparición repentina del niño Will Byers (Noah Schnapp), en un pueblo de Indiana donde aparentemente reina la tranquilidad, despierta la paranoia en sus seres queridos y en la comunidad en general. A medida que la madre de Will, Joyce Byers (Winona Ryder), y sus amigos Mike, Lucas y Dustin investigan el paradero del ausente, una serie de acontecimientos paranormales e inimaginables comienzan a acechar al poblado de Hawkins.
Para tratar de entender el fenómeno en el que se ha convertido Stranger Things es necesario precisar un par de cosas. Mientras las grandes productoras televisivas internacionales se encuentran en su descanso anual –pues sus series están en proceso de producción de nuevos episodios–, Netflix se adueña de la ventana de oportunidad. La plataforma de streaming aprovecha la baja oferta televisiva y rompe el esquema de calendarización para lanzar una superproducción de ciencia ficción trepidante, emotiva y adictiva.
Aunado a esto, Stranger Things, producción comandada por los hermanos Duffer (Wayward Pines), apela totalmente a la nostalgia ochentera. A esa época marcada por el ascenso de Joy Division, The Clash y Star Wars. Es de aplaudir que una serie ambientada en estos años, sepa explotar todos los gags y referencias relacionados con la década. Las referencias cinematográficas son una de sus fortalezas. Cada episodio es un festín de gags tanto ochenteros como actuales que amplían la experiencia del espectador: Super 8, Poltergeist, The Hobbit, Lord of the Rings, Silent Hill, Star Wars, Under the Skin, Evil Dead, Jaws, E.T., Freaks & Geeks, son algunos de los tantos identificables.
Stranger Things es el ejemplo ideal para definir el concepto de megafilme o película larga. Un conflicto planteado en los primeros diez minutos del show, es el arco de entrada para el desarrollo de tres historias particulares que convergen entre sí, una desaparición vista desde tres ángulos distintos: niñez, adolescencia y adultez. Cada etapa vive la ausencia de Will de manera distinta, con sus propias dudas, interrogantes, prejuicios y miedos.
La producción desarrollada por Matt Duffer y Ross Duffer es un gran homenaje hacia la filmografía de John Carpenter, un referente indiscutible del cine ochentero. Trabajos como The Thing (Carpenter, 1982) tienen una gran influencia en el ambiente creativo de Stranger Things, además, por supuesto, de referencias. Mención especial para la inclusión de la actriz Winona Ryder (Edward Scissorhands) en el elenco, ícono noventero que refuerza la intención nostálgica del show.
Otro de los grandes logros de la serie es, sin duda, la atmósfera ochentera lograda gracias al excelente trabajo de producción. Diálogos cuidados que remontan a los ochenta, vestuario, peinados, fotografía, todo sumamente calculado. Además, el diseño de la criatura sobrenatural de Stranger Things fue desarrollado por Aaron Sims (Maleficent, World War Z), quien se inspiró en los trabajos previos de H.R. Giger, Guillermo del Toro y Clive Barker. La criatura fue construida por Spectral Motion, una compañía con amplia experiencia en animatrónicos – ellos se encargaron de dar vida a los monstruos en las películas de Hellboy.
Destaca especialmente la banda sonora de la serie, creada por Survive, banda originaria de Austin, Texas. La música acompaña en todo momento a la historia y aumenta la tensión en pasajes cumbre de ésta. Por si fuera poco, está impregnada con la fórmula John Carpenter por excelencia.
Entre las curiosidades de Stranger Things se encuentra el personaje de Eleven (Millie Bobby Brown), cuyo desarrollo estuvo basado en Furiosa, la protagonista de Mad Max Fury Road (Miller, 2015) interpretada por Charlize Theron.
Al fenómeno de Stranger Things se sumó el aclamado escritor Stephen King, quien calificó a la serie como un compendio de sus mejores obras literarias y la alabó en todos los sentidos. Por su parte, Guillermo del Toro felicitó a través de Twitter a los hermanos Duffer por su trabajo.
Aunque aún no se tiene una segunda temporada confirmada, parece cuestión de tiempo que Netflix dé luz verde a la producción sensación que incluso tuvo una discreta participación en la San Diego Comic-Con 2016. Stranger Things se suma a la vitrina de las grandes producciones creadas por Netflix, como House of Cards y Orange is the New Black, que han cambiado la forma de ver televisión.
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