Sun Ra y el afrofuturismo
Sun Ra es considerado pionero del afrofuturismo y de experimentar con diferentes sonidos en el jazz
“El conocimiento es algo para reír cuando se le atribuye a un ser humano”, dice Sun Ra al inicio de su documental, A Joyful Noise, grabado en 1980 en Estados Unidos.
Al pronunciar estas palabras, el músico de jazz se pavonea, con vestimenta ostentosa que recuerda a antigua vestimenta egipcia, frente a una esfinge imponente, opacada por la extravagancia del pianista.
Sun Ra no se consideraba a sí mismo humano. Tenía un pasaporte sin fecha de nacimiento y con dirección en Saturno. Para sus curiosos fans, este personaje no tenía cumpleaños o residencia, el pertenecía al espacio y esto en él parecía verosímil.
Aunque a Ra no le gustaba hablar de su pasado, el hombre autonombrado celestial sí tuvo un nacimiento terrestre: el 22 de mayo de 1914 en Birmingham, Alabama, ciudad que reportaba el mayor número de segregación en Estados Unidos hasta bien pasada la segunda mitad del siglo XX. Su nombre registrado era Herman Blount. Nombrado así por sus padres en honor al famoso artista de una caravana de actores negros, quienes viajaban por el país para divertir a la población afroamericana.
Desde joven aprendió a leer música y tocar el piano, actividad que le serviría para salir de Alabama. Sin embargo, en plena Segunda Guerra Mundial fue llamado a combatir en las fuerzas nacionales, orden que desafió y fue encarcelado.
Al ser liberado, Ra se dirigió a Chicago donde encontró cabida en las big bands nacientes de la década de los 40, una de ellas fue la de Fletcher Henderson. Eventualmente, el músico norteamericano, formó sus propias agrupaciones musicales, a las cuales se refería como «tríos espaciales». Bandas que pronto evolucionaron y se convirtieron en big bands por la cantidad de músicos que congregaron.
«Fue durante este tiempo que la leyenda de Ra comenzó a emerger. Se deshizo de su ‘nombre de esclavo’ que le fue asignado al nacer y se convirtió en Le Sony’r Ra», escribe Jez Nelson, periodista de jazz en The Guardian.
Sun Ra y su Arkestra (el nombre que le daba a su conjunto de músicos) impresionaban en sus conciertos por la cantidad de personas sobre el escenario. Ra pronto encontraría un sonido adelantado a su época. El músico comenzó a experimentar con free jazz, sonidos con raíces africanas y ritmos electrónicos, como lo hizo en su disco de 1956, Supersonic Jazz.
Sun Ra encontró en los seguidores de la psicodelia de los años sesenta al público perfecto para sus conciertos, donde lograban una puesta espectacular. Los integrantes de la banda portaban vestimentas que mezclaban influencias del Egipto antiguo con atribuciones del espacio. Los críticos llamaron estas actuaciones «cosmo-dramas».
La población afroamericana, sin embargo, vivía los años más duros de represión en Estados Unidos. Había mucha violencia policíaca, la discriminación tenía un respaldo legal y la segregación era institucional.
Su interés por las culturas africanas a menudo se confundía como una intento por empoderar a la población afroamericana de Estados Unidos, no obstante, él insistía que no era humano, por lo cual no le interesaban las políticas terrestres. Esta postura hizo del músico de Alabama un pionero del llamado «afrofuturismo», una forma de integrar la diáspora africana con su cultura ancestral.
De acuerdo a Chardine Taylor-Stone, escritora feminista, el término «afrofuturismo» fue acuñado por Mark Dery, crítico cultural, para referirse a las obras literarias de ciencia ficción que hacían autores afroamericanos como Samuel Delany y Octavia Butler.
Sun Ra, al concebirse ajeno a la sociedad, afirmo de forma constante una postura que lo excluyo del mundo, posicionamiento que se hizo evidente cuando en los 60, él y sus músicos, se mudaron a una comuna en Nueva York.
Los integrantes de su banda, sujetos a una política exigente, dormían, comían juntos y ensayaban hasta altas horas de la noche. Sun Ra dormía dos horas y utilizaba las veintidós restantes para hacer música. Gracias a esta disciplina autoinfligida su legado musical es enorme, se calculan más de 200 discos, entre ellos mucho materia inédito.
De acuerdo con el historiador de jazz, Ted Gioia, Sun Ra hizo una serie de composiciones que son invaluables. Muchas de sus obras se reproducían en volúmenes chicos de tan sólo en cien ejemplares que, debido a su producción artesanal, eran adornados con ilustraciones hechas a mano. Estas grabaciones eran vendidas solamente en conciertos y nunca más se les volvía a ver. Debido a esta desordenada distribución el material hoy es conservado por una cantidad limitada de coleccionistas.
Gioia, compara a Sun Ra con Duke Ellington por sus producciones en solitario y por su capacidad de componer sin dejar fuera algún sonido importante en sus obras. También se asemeja a Ellington por la forma exitosa con la que dirigía a su numerosa banda.
«Sun Ra raramente mostraba su trabajo pianístico, pese a que sus escasas grabaciones como solista —especialmente la magnífica sesión de 1966 para Monorails and Satellites— demostraron que no necesitaba músicos acompañantes para tejer tapices musicales ricos en texturas», escribió Gioia en su libro Historia del jazz.
De acuerdo con Gioia, Ra mezcló también su sonido con los elementos cruciales que forman la historia del jazz, como en su álbum de 1963, Cosmic Tones for Mental Therapy. Él y su banda estaban en constante gira y así llegaron, desde luego, hasta Egipto. En 1969 la revista Rolling Stone le dio su portada y ese mismo año se asentó con la Arkestra en una casa de Philadelphia, propiedad del saxofonista de la agrupación, Marshall Allen.
Así, congregado con su banda, el trabajo de Sun Ra durante las siguientes dos décadas evolucionó al uso de los sintetizadores como en My brother the wind, albúm de 1970. El, a diferencia de otros músicos, tomó muy en serio a estos instrumentos, incluso solía renegar de que otros artistas de la época usara estos instrumentos como «juguetes».
Músicos contemporáneos como los integrantes de Sonic Youth, Yo La Tengo o David Byrne, al igual que Lady Gaga, Janelle Monae, Flying Lotus y Solange se inspiraron en Sun Ra para sus carreras artísticas.
El saxofonista principal de la banda, Marshal Allen tomó la batuta del legado de Ra, para muchos críticos esta nueva etapa sigue capturando la esencia de cuando Sun Ra estaba al frente de la Arkestra. Ahora el grupo aún radica en la casa de Filadelfia, sus miembros portan su distinguida vestimenta afrofuturista.
Quienes conocieron a Ra coinciden en que el encarnó una experiencia única y que su música, así como su persona, les dejó una fuerte impresión. «En 30 años como presentador, he entrevistado a muchos grandes hombres y mujeres del jazz. Pero sólo conocí a un ángel y su nombre era Sun Ra», escribe Jez Nelson.
El director del Ensamble de Compositores de Jazz en Portland, Douglas Detrick, escribió que era fácil enfocarse en todo el drama de Sun Ra. Detrick dijo que era más sencillo llamarlo un espectáculo y olvidar lo brillante que era su música, pero lo cierto es que Sun Ra era todas esas cosas al mismo tiempo.
El 30 de mayo de 1993, Herman Blount falleció a causa de paros cardiacos y problemas en el corazón. La música de Le Sony’r Ra o de Sun Ra continúa vigente; su aportación al jazz y al afrofuturismo será recordada, a pesar de que él lamentaba que el mundo le fallara a muchos buenos músicos. El consuelo para todos es que Sun Ra no era de este mundo.
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