La ciudad se ha convertido en una batalla por el espacio entre peatones, ciclistas y automovilistas, en la que los primeros dos están siempre en desventaja y poniendo en riesgo su propia vida. ¿Qué podemos hacer para tener un uso más equitativo del espacio público?
Los humanos, directa o indirectamente, son los principales responsables de los incendios. Pero las zonas rurales, donde son más comunes, no son prioridad para las autoridades, resultando en falta de recursos y de políticas de prevención. Los desastres que hoy presenciamos serán más graves en los próximos años.
El abastecimiento de agua en la Ciudad de México estará en crisis este año. La historia ha demostrado que los procesos electorales no contribuyen a resolver el problema, sino a señalar culpables que no ofrecen soluciones. Entre la sequía y los hundimientos, los habitantes de la capital nos veremos obligados a seguir hablando del agua.
Los gobiernos de Zapopan, Xalapa, León y Monterrey siguen talando árboles, aunque está comprobado que las áreas verdes y azules son cruciales para mitigar el impacto del cambio climático. La reforestación en otros lugares no es la solución: finalmente, los vecinos pierden los servicios ecosistémicos que les brindaban los árboles.
En el área natural protegida de Xochimilco la gente sigue cambiando el uso de suelo, aunque esté prohibido hacerlo: el urbano ha aumentado 4% en diecinueve años y el de cultivo ha caído en 3%. Esta zona brinda importantes servicios ecológicos a la CDMX, por ejemplo: regula el calor y contiene las inundaciones. Restaurar Xochimilco es posible y aquí se habla de un proyecto que intenta conseguirlo.
Hay quienes afirman que el cambio climático ya nos condenó a sufrir este calor año con año. Otros aseguran que así ha sido siempre el clima de mayo y junio. La respuesta correcta es otra: el doctor en ecología Luis Zambrano explica esta ola de calor. Lo más importante, nos conmina, es actuar a nivel a local y global.
Es cierto que los campos de golf generan algunos beneficios —incluso para la fauna que vive en ellos y también sirven para recuperar suelos demasiado contaminados—, sin embargo, los daños ambientales que provocan son mucho más graves. Para evaluarlos con justicia y reflexionar sobre su pertinencia en las ciudades del país, se enlistan y se explican sus aspectos positivos y negativos.