Ofrecer un producto clásico a través de una plataforma digital es el principal atractivo de Sartelier, el proyecto que nació para transformar la cultura sartorial y el arte del buen vestir. Con la tasa de demanda de trajes en aumento, la necesidad por encontrar uno a la medida y la escasez de sastres en México, Patrick Lassauzet decidió emprender la nueva generación de sastrería del país hace ya dos años y medio. Desde entonces la posibilidad de conseguir un traje personalizado, de excelente calidad —boutique— y hecho a base de productos 100% mexicanos, como valor agregado, se convirtió en toda una realidad que hasta ahora ha encantado al público masculino.

Trajes personalizados, de calidad boutique, hechos a base de productos 100% mexicanos.

“Yo no sabía nada de moda, nunca había cosido un botón pero me apasionaba el tema”, cuenta Patrick Lassauzet durante una conversación con Gatopardo. Siendo egresado de la carrera de Administración de Empresas, pocos creyeron en él cuando decidió echar a andar Sartelier, sin embargo la marca ha crecido exponencialmente, incluso ahora su oferta se ha expandido a joyería y calzado, lo que confirma la idea de dónde comenzó todo: existe un grupo de hombres que usa traje por querer vestir bien. “En esta sociedad hay diferentes estilos, ya se han roto todas las reglas, el que quiere usar jeans en la oficina, lo hace, entonces los que seguimos usando traje es por el simple gusto de usar traje”, explica Lassauzet, quien con mucho porte viste un estilo muy actual, camisa blanca, pantalón azul a cuadros y una corbata lisa en tono verde militar que hacía juego con el color de sus calcetines a rayas.

«Los que seguimos usando traje es por el simple gusto de usar traje»: Patrick Lassauzet.

En Sartelier las cosas son muy claras, su producto va dirigido a los hombres que disfrutan vestirse bien y no logran encontrar el traje adecuado dentro de la oferta del mercado tradicional. Es por eso que la calidad de las prendas es pieza primordial en este proyecto. Lassauzet, de la mano de un grupo de ingenieros textiles y algunos maestros sastres, han hecho del corte francoespañol su especialidad y del casimir nacional su herramienta clave. “El casimir de México utiliza lana merino australiana, la mejor del mundo, se traen la lana y acá hacen la tela, entonces es evidente que el mejor casimir del continente sale de México”, confiesa el fundador, que con este argumento ha logrado convencer a sus clientes, de los cuales 70% son novios, de dar una oportunidad al producto mexicano —que ofrece calidad superior a súper 100— del cual han quedado muy satisfechos.

Para Patrick Lassauzet es evidente que el mejor casimir del continente sale de México.

El éxito que el proyecto ha logrado tiene mucho que ver con que sea una tienda online (sartelier.com). Patrick, en un intento por reducir los costos al comprador, decidió emprender un nuevo modelo en el que el cliente se toma sus propias medidas —basado en los videotutoriales que ofrece en la página— y con base en éstas el equipo logra un traje impecable. Este modelo, además, le ha permitido abarcar un rango de clientes que va desde los 20 hasta los 65 años, y a pesar de que el proyecto surgió para dar respuesta al público masculino, Lassauzet no ve lejana la posibilidad de expandir la marca del zorro de nueve colas a las necesidades femeninas.