Trabajo infantil en México: pobreza, deficiencia educativa y mercado laboral

El trabajo infantil en México: pobreza, falta de acceso a la educación y dinámicas del mercado laboral

El trabajo infantil en México es el resultado de diferentes contextos, condiciones y factores, así como de la carencia de políticas públicas que atiendan el problema. Con su Atlas sobre riesgo de trabajo infantil en México, Save The Children busca visibilizar las causas y consecuencias de este fenómeno.

Tiempo de lectura: 2 minutos

En México más de tres millones de niñas, niños y adolescentes trabajan, según datos de la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil 2019 del Inegi. A este terrible dato se añade otro: Save The Children apunta que la pandemia de covid-19 provocó que al menos otros 180 mil menores de edad comenzaran a trabajar. Ante la necesaria tarea de replantearnos el papel que tienen la niñez y la adolescencia en nuestra sociedad, Save The Children ha publicado el Atlas sobre riesgo de trabajo infantil en México con el objetivo de identificar y visibilizar las condiciones que ponen a infantes y adolescentes en riesgo de trabajo infantil.

De acuerdo con Save The Children, no existe una única causa que provoque el trabajo infantil: los factores son diversos, entre ellos están la pobreza, la falta de acceso a la educación y algunas dinámicas del mercado laboral que desempeñan un papel central en el problema.

Sobre el último punto, el Atlas sobre riesgo de trabajo infantil en México afirma que la escasez de mano de obra adulta, la preferencia de los empleadores por contratar a menores de edad para reducir costos y la existencia de mercados laborales que tradicionalmente incorporan a infantes y adolescentes —actividades comerciales en las que hijas e hijos se involucran en las tareas de sus familias y comunidades— impulsan el trabajo infantil en nuestro país.

Los datos recabados por el estudio de Save The Children muestran que la mayoría de las niñas, niños y adolescentes que trabajan comenzaron a hacerlo entre los seis y los ocho años; la mayoría se emplea en microempresas y el 26% no recibe remuneración. El 95% de los adolescentes entre catorce y diecisiete años que trabajan lo hacen en el sector informal. 

El sector donde se encuentra la mayor proporción de trabajadores infantiles y adolescentes es el agropecuario, con un 27.4%.

Otro de los resultados que arroja el Atlas sobre riesgo de trabajo infantil en México señala que los estados donde hay más trabajo infantil son Oaxaca, Chiapas y Puebla. La pobreza en esos estados —y en otros con estadísticas similares como Veracruz y Michoacán— genera carencias en alimentación, salud, vivienda y educación, lo que empuja a infantes y jóvenes a buscar trabajo para satisfacer sus necesidades básicas.

La capacidad del Estado para afrontar las causas y contextos que fomentan el trabajo infantil es otro factor relevante en el tema, asegura Save The Children. Cuando las políticas públicas para atender el problema son insuficientes se incrementa el número de niños y adolescentes que trabajan: la falta de centros de cuidado infantil, por ejemplo, contribuye a que los niños acompañen a sus padres al trabajo, aumentando así el riesgo de que suceda una incorporación temprana al empleo. El atlas también indica que los gastos escolares y la distancia entre la escuela y el hogar impulsan la deserción escolar y la consecuente entrada al mercado laboral.

Para que se puedan emprender medidas concretas que erradiquen el trabajo infantil en México, Save The Children considera fundamental seguir investigando este problema y sensibilizar al público acerca de su importancia, ya que solo a través de la colaboración entre sociedad y Estado se podrá garantizar el pleno desarrollo de niñas, niños y adolescentes.

Descarga y consulta los datos completos del Atlas sobre riesgo de trabajo infantil en México aquí.

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