Sierra Leona: Aislamiento y estigma

Kombrabai, una de las aldeas afectadas, atribuía la muerte de sus vecinos a la maldición de una bruja y fue hasta que llegó un médico de Port Loko que supieron la verdadera razón por la que 82 de sus 300 vecinos murieron.
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- La localidad fronteriza de Koindu fue el sitio donde se diagnosticó, el 24 de mayo de 2014, el primer caso de ébola en Sierra Leona, el décimo país más pobre del mundo. El virus llegó desde Guinea e inició un brote epidémico que puso en jaque al mundo.
- «Prohibido tocar a la gente»: así eran los mensajes que recibía todo aquel que llegara a la localidad, pues el virus se transmite a través de fluidos corporales, incluido el sudor. 2 meses después de la primera víctima, ya eran 224 muertos en el país.
- Pese a las advertencias del gobierno, los habitantes de Sierra Leona tardaron en acatar las reglas, pero pronto alcanzaron los 678 muertos. Fue hasta que las escuelas cerraron y que los militares salieron a las calles cuando que comenzaron a obedecer.
- A pesar de los cientos de muertos, Occidente activó su alarma hasta el 30 de septiembre, cuando Thomas Eric Duncan regresó de un viaje a Liberia portando el virus. Entonces, la comunidad internacional decidió hacer algo.
- Kombrabai, una de las aldeas afectadas, atribuía la muerte de sus vecinos a la maldición de una bruja y fue hasta que llegó un médico de Port Loko que supieron la verdadera razón por la que 82 de sus 300 vecinos murieron.
- Uno de los grandes impactos que trajo consigo el virus de ébola fue el miedo a ser contagiados, provocando la marginación de aquellos quienes estuvieron enfermos o tuvieron algún familiar infectado.
- Aunque el gobierno ha intentado enaltecer a quienes trabajan en la zona roja —área en donde están las personas infectadas— esto sólo ha contribuido a que la sociedad se aleje de médicos, enfermeros, enterradores e incluso trabajadores sociales.
- El ébola ha creado también una burbuja laboral de la que muchos se han beneficiado pues los trabajadores perciben un salario diez veces mayor al de un trabajador de empresa local, convirtiendo al rechazo en su único enemigo.
- El estigma alcanza su forma más dolorosa en los niños, pues el ébola ha dejado a una generación muy grande de huérfanos, quienes son rechazados por su propia familia y amigos. Ahora nadie quiere hacerse cargo de los niños del ébola.
- El aislamiento puso en serio riesgo a los supervivientes, pues a pesar del sufrimiento vivido la gente no quería tener contacto con ellos, obligándolos a recurrir a ONGs como Acción Contra el Hambre en busca de recursos básicos.
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