La Carrera Panamericana: un clásico de los automóviles

La Carrera Panamericana: “la competencia más dura del mundo”

La historia de la Carrera Panamericana comenzó en 1950 y, desde el principio, capturó los anhelos de los mejores pilotos y de los fabricantes de automóviles más prestigiosos. Pese a un largo intermedio, la carrera volvió. La edición de 2021 demostró ser un gran desafío para sus competidores.

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Cuando se completó el tramo mexicano de la Carretera Panamericana, en 1950, la Asociación Nacional de Automóviles celebró el éxito organizando una carrera épica de 3,500 kilómetros que cruzaría el país. El ambicioso proyecto, bautizado como la Carrera Panamericana, muy pronto capturó anhelos alrededor del mundo y atrajo a algunos de los pilotos líderes del deporte a la competencia. Su existencia probaría ser corta y brutal, pero logró crear una leyenda que sigue viva en el siglo XXI.

En el día de apertura, cuarenta mil espectadores asistieron para ver a los automóviles –en su mayoría, sedanes estadounidenses que portaban las insignias de Ford, Lincoln y Oldsmobile– arrancar por primera vez. La edición inaugural corrió de norte a sur, entre Ciudad Juárez y El Ocotal, y se extendió durante cinco días de mayo. En el camino habría una variedad de desafíos, desde el peligroso terreno de montaña hasta las carreteras de alta velocidad. Puede sonar inverosímil hoy en día, pero este tipo de evento no era inusual en aquel entonces: en Italia, tanto la Targa Florio como la Mille Miglia llevaban décadas corriendo con gran éxito, atrayendo a los mejores y más valientes a probar sus habilidades en las vías públicas. La Carrera Panamericana ascendió rápidamente hasta convertirse en su igual.

Creada por Enrique Martín Moreno, con el apoyo del presidente Miguel Alemán Valdés, la carrera de 1950 se ideó como un acontecimiento de una sola ocasión; era una oportunidad para poner a la nueva carretera en el escaparate e introducir a potenciales inversionistas y turistas, provenientes de Estados Unidos, a México. Un puñado de europeos curiosos también hizo el viaje. El más exitoso de ellos era el motociclista Piero Taruffi, un as del periodo anterior a la guerra, quien terminó en cuarto lugar detrás del volante de un Alfa Romeo. Debido a la invasión de Europa que habría de seguir, podemos suponer que el italiano de cabello plateado volvió a casa con reportes favorables sobre su estadía en México.

Todo eso estaba por suceder, sin embargo, los participantes estadounidenses y sus automóviles dominaron la carrera original. Los ganadores fueron Hershel McGriff y su copiloto Ray Elliott, quienes compitieron en el recorrido agotador a través del país, al volante de un Oldsmobile 88. Al hacerlo, ganaron un premio de 150,000 pesos, considerablemente más de lo que había costado comprar el carro. Taruffi y su pareja Isidoro Ceroli fueron los únicos europeos en el top seis, mientras que los mejores pilotos locales fueron Luis Leal Solares y Dámaso de la Concha, quienes ocuparon el séptimo lugar con otro Olds 88. En general, la carrera inaugural fue un gran éxito.

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