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Ilustración de Tania Nieto.
En 2017 el sistema de salud pública aplicó 2.4 millones de dosis de la vacuna contra el VPH; en 2021 sólo 100 mil. Este virus causa cáncer cervicouterino: el 90% de las mujeres que mueren por él viven en países de ingresos bajos y medios, como México.
En 2021 la aplicación de vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) cayó drásticamente en México. Solo se aplicaron 94 mil dosis en todo el país, una cifra alarmante si se compara con las 2.4 millones que se registraron en 2017, es decir: hubo una caída del 96%. Esta situación ha dejado desprotegidas a más de dos millones de niñas, de entre once y doce años, que ya debían haber sido vacunadas.
Tener esta vacuna es vital porque previene que las niñas y las mujeres contraigan papiloma humano. Aunque los hombres pueden contagiarse por igual, este virus trae consecuencias más graves para ellas, pues corren el peligro de desarrollar cáncer cérvicouterino, una enfermedad que en 2020 mató en promedio a casi doce mujeres al día en México.
La vacuna contra el VPH se incluyó por primera vez en la cartilla nacional de vacunación en 2012 para las niñas de quinto año de primaria o para aquellas de entre once y doce años que, por alguna razón, no estén inscritas en la escuela. El esquema contempla dos dosis y la segunda se aplica seis meses después de la primera. Es importante contar con el esquema completo antes de que las mujeres inicien su vida sexual, pues se ha comprobado que esta vacuna es tan exitosa "que ayuda a prevenir hasta en 97% el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con el virus del papiloma humano", explica la doctora Lucely del Carmen Cetina, investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
En México hay 2.6 millones de niñas de entre once y doce años, de acuerdo con el registro de nacimientos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Todas tienen derecho a recibir esta vacuna. Pero su aplicación se ha visto limitada porque en los hospitales del país no han llegado las dosis suficientes para abastecer a la población que las solicita, como muestran los siguientes datos de las principales dependencias, obtenidos vía transparencia:
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoció en una solicitud de información de diciembre de 2021 que durante ese año no aplicó ni una sola dosis contra el virus del papiloma humano debido a “la falta de producción de este fármaco”. Aunque en otra solicitud distinta, fechada en marzo de 2022, brindó información contradictoria al decir que se aplicaron 10 mil en todo el año. Gatopardo solicitó entrevista con la dependencia para saber la cifra exacta de aplicaciones y cómo se garantizará el abasto para este año y los siguientes, sin que hasta el momento de esta publicación haya obtenido respuesta. Incluso en el escenario de las 10 mil dosis, el desplome es brutal, pues el IMSS solía aplicar más de un millón, como sucedió en 2017 y 2018.
Entre las principales causas que ayudan a explicar esta drástica caída está el desabasto de vacunas y medicamentos en México durante la actual administración —como se ve en la gráfica anterior, el desabasto de vacunas contra el VPH no comenzó con el covid-19, sino en el primer año de gobierno de López Obrador—. Otros motivos son la demanda de esta vacuna a nivel global, que ha crecido sustancialmente desde 2018, y el retraso en las cadenas de suministro tras la pandemia, explica Xavier Tello, analista en políticas de salud.
Para dimensionar el tamaño de la caída en el abasto, se puede ver la tabla anterior. Por ejemplo, la Secretaría de Salud aplicó 1.3 millones de dosis en 2017, pero esta cifra cayó 98% en 2021. Otro caso dramático es el programa IMSS Bienestar, que atiende a más de 11 millones de personas que no cuentan con afiliación en el seguro social: esta institución logró aplicar más de 277 mil vacunas contra el papiloma humano en 2018, luego estas dosis cayeron en picada hasta llegar a cero en 2021. Es importante aclarar que los datos solo se refieren al número de dosis aplicadas, no al cuadro completo contra el VPH, por lo que estos números no representan la cantidad de niñas que recibieron la vacuna.
El panorama mundial
A nivel global son dos farmacéuticas las encargadas de fabricar y distribuir la vacuna contra el VPH: la estadounidense Merck Sharp & Dohme (MSD) y la británica GlaxoSmithKline (GSK).* Xavier Tello explica que a partir de 2019 la demanda de las vacunas, producidas por estas empresas, contra el papiloma humano comenzó a incrementar en todo el mundo porque por primera vez se empezaron a difundir sus primeros casos de éxito, luego de más de una década de protección otorgada por el fármaco, principalmente en Europa, y esto hizo que la Organización Mundial de la Salud empujara a más países a adquirir una cantidad mayor de vacunas contra el VPH, con un “llamado a la acción”.
Sibilia Quilici, directora ejecutiva de Vaccines Europe, un grupo que representa a compañías fabricantes de vacunas en Europa, explicó en entrevista con Euractiv que el covid no creó esta escasez y que la razón principal es el acelerado crecimiento de la demanda: “Hubo un periodo de cinco años de demanda estable de vacunas contra el VPH y, de pronto, en 2018 la demanda se duplicó”. Ante ello, los fabricantes deben ajustar su producción, pero hacerlo toma tiempo: “las vacunas son uno de los productos biológicos más complejos de producir”, de modo que el periodo de ajuste podría tomar cuatro años en total. “Los productos planeados en 2018 los tenemos en 2022. [...] la cantidad que sale hoy de la manufactura se lanzó hace cuatro años, con el nivel de demanda de entonces”, describió Quilici.
El laboratorio Merck Sharp & Dohme reconoció que desde 2018 buscó a la Secretaría de Salud de México para plantearle la urgencia de prevenir sus compras ante este panorama, para conversar y hacer una planeación de la producción y venta de la vacuna contra el VPH en el país para 2019 y 2020 pero, según la empresa, no hubo respuesta por parte de las autoridades.
En 2020 el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que el desabasto de la vacuna contra el VPH no había sido provocado por la pandemia de covid, como se creía, sino que la interrupción de su distribución se debía a su escasez a nivel mundial y a la falta de producción por parte de una de las compañías, entre ellas, Merck Sharp & Dohme.
“Vamos a comprar un excedente de dos millones [de vacunas] porque varios años del sexenio pasado quedaron hoyos en la vacunación; queremos llegar al punto de cobertura donde la cohorte completa continúe avanzando”.
Pero esto no se vio reflejado al año siguiente, pues no se llegaron aplicar ni 100 mil dosis en todo el 2021. Gatopardo también solicitó entrevista con esta dependencia para saber cómo se cubrirá el abasto para 2022, pero aún no ha obtenido respuesta.
De lo único que hay registro es de un contrato (A-E169-VAC-Insabi-06-2021) del Instituto de Salud para el Bienestar, firmado en noviembre de 2021 con la farmacéutica mencionada para adquirir un lote de entre 75 mil y 190 mil dosis de vacunas contra el VPH para 2022. Pero son insuficientes para alcanzar la meta de más de dos millones que prometieron las autoridades de salud.
México tiene un sistema de abasto de medicamentos y vacunas golpeado desde 2019, dice Xavier Tello, una situación que también ha ido registrando año con año el colectivo Cero Desabasto y que ha analizó la organización Impunidad Cero. Ambos han atribuido el desabasto al cambio de modelo de adquisición de medicamentos y vacunas por parte del gobierno actual, lo que ha provocado que estos fármacos no estén llegando a los hospitales como antes.
“¡No hay!”, es la única respuesta que reciben las personas que acuden a las unidades familiares del IMSS cuando van a inmunizarse contra el papiloma humano, como pudo comprobar Gatopardo en algunas. Por ejemplo, en la clínica familiar número 161, de la alcaldía Álvaro Obregón, el personal de salud asegura que esta vacuna no está disponible, pero que se puede conseguir en el hospital privado ABC. Sin embargo, el precio por cada una en el mercado ronda los tres mil pesos, un costo que difícilmente podrían asumir las familias de niñas y adolescentes, pues el salario mínimo mensual en México es de 5 mil pesos, en promedio.
Xavier Tello explica que si bien todas las vacunas son importantes, la del virus del papiloma humano es esencial para proteger a las mujeres contra el cáncer. En el país se contagiaron más de 9,400 mujeres en 2020, es decir, un promedio de 25 al día.
Aunque los síntomas en la mayoría de los casos son silenciosos, los principales signos de alerta comienzan con la presencia de pequeñas verrugas en los genitales. Con el fin de evitar que se continúen reproduciendo, estas verrugas pueden ser tratadas por un médico a través de métodos quirúrgicos o invasivos, los cuales pueden costar hasta tres mil pesos, según el nivel de lesiones, explica la doctora Reyna Lizette Pacheco Domínguez, investigadora del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Hasta ahora la forma más oportuna de identificar las etapas iniciales del cáncer cervicouterino es la prueba del Papanicolau: se recomienda una cada cinco años. Desde que una mujer se contagia de papiloma humano pueden pasar entre cinco y diez años para que desarrolle cáncer cérvicouterino. Se estima que el 30% de las mujeres con VPH corre el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, de acuerdo con la Dra. Lucely del Carmen Cetina. Lamentablemente el papiloma humano es tan común como un resfriado y está presente en la mayoría de las personas; de hecho, el 90% de la población mundial se contagiará de VPH alguna vez en su vida, ha reconocido la Organización Mundial de la Salud.
La aplicación de la vacuna del VPH se priorizó en la población femenina porque, a pesar de que los hombres son los principales portadores, el riesgo de que al contagiarse desarrollen cáncer de pene es menor al 1% y en la garganta la probabilidad es del 15%, según la doctora Cetina.
El costo de estos contagios para el sistema de salud pública y para la economía nacional puede ser muy alto, agrega Xavier Tello. Cuando una mujer en edad reproductiva lo contrae, se ve obligada a salir del mercado laboral y esto tiene implicaciones económicas para su familia.
Otro factor alarmante es que el cáncer cervicouterino afecta en mayor proporción a las más vulnerables, es decir, a quienes viven en la pobreza y tienen limitaciones para acceder a las pruebas de detección del papiloma humano, a los servicios de vacunación y a los tratamientos, lamenta, por su parte, la especialista del Incan. En esto coincide la OMS: un documento de 2018 advierte que los países de ingresos bajos y medios sufren más las consecuencias del VPH que los países de ingresos altos. Por eso, hay especialistas que recomiendan no incluir a los niños varones de los países de Europa en las campañas de vacunación, pues las vacunas que ellos reciban las pierden las niñas que viven en los "países en desarrollo".
La detección oportuna del cáncer causado por el VPH también depende del acceso a los servicios de salud. La doctora Cetina admite que los resultados de las pruebas para detectar esta enfermedad pueden tardar entre 30 y 60 días en el sector público, mientras que en el privado toman solo 10. Por eso cada día que pasa, cuenta: detectarlo en una etapa temprana, puede hacer que el 90% de las mujeres se salve, mientras que en etapas muy avanzadas puede que solo el 30% sobreviva el cáncer.
La oncóloga Cetina reconoce que la propagación del virus también incrementó debido a la pandemia, pues dejaron de priorizarse los esfuerzos para su prevención, aunque las repercusiones de esta situación aún no se pueden medir porque todavía no se han dado a conocer los diagnósticos sobre las implicaciones que tuvo la pandemia en la atención del VPH.
Para combatir la propagación de este cáncer y así evitar que aproximadamente cuatro mil mexicanas mueran a causa suya cada año, sería necesario vacunar al 70% de la población femenina, termina la doctora Cetina. En otras palabras, se requiere que más de 45 millones de mujeres en el país tengan la vacuna contra el papiloma humano, un escenario del que nos hemos ido alejando en México.
{{ linea }}
Este texto fue posible gracias al apoyo de la Fundación Ford.
*La OMS aprobó en 2021 una vacuna contra el VPH de la empresa china Beijing Wantai Biological Pharmacy Enterprise para ampliar el acceso a ella en los “países en desarrollo”. La encargada de producirla es la subsidiaria Xiamen Innovax Biotech.
En 2017 el sistema de salud pública aplicó 2.4 millones de dosis de la vacuna contra el VPH; en 2021 sólo 100 mil. Este virus causa cáncer cervicouterino: el 90% de las mujeres que mueren por él viven en países de ingresos bajos y medios, como México.
En 2021 la aplicación de vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) cayó drásticamente en México. Solo se aplicaron 94 mil dosis en todo el país, una cifra alarmante si se compara con las 2.4 millones que se registraron en 2017, es decir: hubo una caída del 96%. Esta situación ha dejado desprotegidas a más de dos millones de niñas, de entre once y doce años, que ya debían haber sido vacunadas.
Tener esta vacuna es vital porque previene que las niñas y las mujeres contraigan papiloma humano. Aunque los hombres pueden contagiarse por igual, este virus trae consecuencias más graves para ellas, pues corren el peligro de desarrollar cáncer cérvicouterino, una enfermedad que en 2020 mató en promedio a casi doce mujeres al día en México.
La vacuna contra el VPH se incluyó por primera vez en la cartilla nacional de vacunación en 2012 para las niñas de quinto año de primaria o para aquellas de entre once y doce años que, por alguna razón, no estén inscritas en la escuela. El esquema contempla dos dosis y la segunda se aplica seis meses después de la primera. Es importante contar con el esquema completo antes de que las mujeres inicien su vida sexual, pues se ha comprobado que esta vacuna es tan exitosa "que ayuda a prevenir hasta en 97% el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con el virus del papiloma humano", explica la doctora Lucely del Carmen Cetina, investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
En México hay 2.6 millones de niñas de entre once y doce años, de acuerdo con el registro de nacimientos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Todas tienen derecho a recibir esta vacuna. Pero su aplicación se ha visto limitada porque en los hospitales del país no han llegado las dosis suficientes para abastecer a la población que las solicita, como muestran los siguientes datos de las principales dependencias, obtenidos vía transparencia:
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoció en una solicitud de información de diciembre de 2021 que durante ese año no aplicó ni una sola dosis contra el virus del papiloma humano debido a “la falta de producción de este fármaco”. Aunque en otra solicitud distinta, fechada en marzo de 2022, brindó información contradictoria al decir que se aplicaron 10 mil en todo el año. Gatopardo solicitó entrevista con la dependencia para saber la cifra exacta de aplicaciones y cómo se garantizará el abasto para este año y los siguientes, sin que hasta el momento de esta publicación haya obtenido respuesta. Incluso en el escenario de las 10 mil dosis, el desplome es brutal, pues el IMSS solía aplicar más de un millón, como sucedió en 2017 y 2018.
Entre las principales causas que ayudan a explicar esta drástica caída está el desabasto de vacunas y medicamentos en México durante la actual administración —como se ve en la gráfica anterior, el desabasto de vacunas contra el VPH no comenzó con el covid-19, sino en el primer año de gobierno de López Obrador—. Otros motivos son la demanda de esta vacuna a nivel global, que ha crecido sustancialmente desde 2018, y el retraso en las cadenas de suministro tras la pandemia, explica Xavier Tello, analista en políticas de salud.
Para dimensionar el tamaño de la caída en el abasto, se puede ver la tabla anterior. Por ejemplo, la Secretaría de Salud aplicó 1.3 millones de dosis en 2017, pero esta cifra cayó 98% en 2021. Otro caso dramático es el programa IMSS Bienestar, que atiende a más de 11 millones de personas que no cuentan con afiliación en el seguro social: esta institución logró aplicar más de 277 mil vacunas contra el papiloma humano en 2018, luego estas dosis cayeron en picada hasta llegar a cero en 2021. Es importante aclarar que los datos solo se refieren al número de dosis aplicadas, no al cuadro completo contra el VPH, por lo que estos números no representan la cantidad de niñas que recibieron la vacuna.
El panorama mundial
A nivel global son dos farmacéuticas las encargadas de fabricar y distribuir la vacuna contra el VPH: la estadounidense Merck Sharp & Dohme (MSD) y la británica GlaxoSmithKline (GSK).* Xavier Tello explica que a partir de 2019 la demanda de las vacunas, producidas por estas empresas, contra el papiloma humano comenzó a incrementar en todo el mundo porque por primera vez se empezaron a difundir sus primeros casos de éxito, luego de más de una década de protección otorgada por el fármaco, principalmente en Europa, y esto hizo que la Organización Mundial de la Salud empujara a más países a adquirir una cantidad mayor de vacunas contra el VPH, con un “llamado a la acción”.
Sibilia Quilici, directora ejecutiva de Vaccines Europe, un grupo que representa a compañías fabricantes de vacunas en Europa, explicó en entrevista con Euractiv que el covid no creó esta escasez y que la razón principal es el acelerado crecimiento de la demanda: “Hubo un periodo de cinco años de demanda estable de vacunas contra el VPH y, de pronto, en 2018 la demanda se duplicó”. Ante ello, los fabricantes deben ajustar su producción, pero hacerlo toma tiempo: “las vacunas son uno de los productos biológicos más complejos de producir”, de modo que el periodo de ajuste podría tomar cuatro años en total. “Los productos planeados en 2018 los tenemos en 2022. [...] la cantidad que sale hoy de la manufactura se lanzó hace cuatro años, con el nivel de demanda de entonces”, describió Quilici.
El laboratorio Merck Sharp & Dohme reconoció que desde 2018 buscó a la Secretaría de Salud de México para plantearle la urgencia de prevenir sus compras ante este panorama, para conversar y hacer una planeación de la producción y venta de la vacuna contra el VPH en el país para 2019 y 2020 pero, según la empresa, no hubo respuesta por parte de las autoridades.
En 2020 el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que el desabasto de la vacuna contra el VPH no había sido provocado por la pandemia de covid, como se creía, sino que la interrupción de su distribución se debía a su escasez a nivel mundial y a la falta de producción por parte de una de las compañías, entre ellas, Merck Sharp & Dohme.
“Vamos a comprar un excedente de dos millones [de vacunas] porque varios años del sexenio pasado quedaron hoyos en la vacunación; queremos llegar al punto de cobertura donde la cohorte completa continúe avanzando”.
Pero esto no se vio reflejado al año siguiente, pues no se llegaron aplicar ni 100 mil dosis en todo el 2021. Gatopardo también solicitó entrevista con esta dependencia para saber cómo se cubrirá el abasto para 2022, pero aún no ha obtenido respuesta.
De lo único que hay registro es de un contrato (A-E169-VAC-Insabi-06-2021) del Instituto de Salud para el Bienestar, firmado en noviembre de 2021 con la farmacéutica mencionada para adquirir un lote de entre 75 mil y 190 mil dosis de vacunas contra el VPH para 2022. Pero son insuficientes para alcanzar la meta de más de dos millones que prometieron las autoridades de salud.
México tiene un sistema de abasto de medicamentos y vacunas golpeado desde 2019, dice Xavier Tello, una situación que también ha ido registrando año con año el colectivo Cero Desabasto y que ha analizó la organización Impunidad Cero. Ambos han atribuido el desabasto al cambio de modelo de adquisición de medicamentos y vacunas por parte del gobierno actual, lo que ha provocado que estos fármacos no estén llegando a los hospitales como antes.
“¡No hay!”, es la única respuesta que reciben las personas que acuden a las unidades familiares del IMSS cuando van a inmunizarse contra el papiloma humano, como pudo comprobar Gatopardo en algunas. Por ejemplo, en la clínica familiar número 161, de la alcaldía Álvaro Obregón, el personal de salud asegura que esta vacuna no está disponible, pero que se puede conseguir en el hospital privado ABC. Sin embargo, el precio por cada una en el mercado ronda los tres mil pesos, un costo que difícilmente podrían asumir las familias de niñas y adolescentes, pues el salario mínimo mensual en México es de 5 mil pesos, en promedio.
Xavier Tello explica que si bien todas las vacunas son importantes, la del virus del papiloma humano es esencial para proteger a las mujeres contra el cáncer. En el país se contagiaron más de 9,400 mujeres en 2020, es decir, un promedio de 25 al día.
Aunque los síntomas en la mayoría de los casos son silenciosos, los principales signos de alerta comienzan con la presencia de pequeñas verrugas en los genitales. Con el fin de evitar que se continúen reproduciendo, estas verrugas pueden ser tratadas por un médico a través de métodos quirúrgicos o invasivos, los cuales pueden costar hasta tres mil pesos, según el nivel de lesiones, explica la doctora Reyna Lizette Pacheco Domínguez, investigadora del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Hasta ahora la forma más oportuna de identificar las etapas iniciales del cáncer cervicouterino es la prueba del Papanicolau: se recomienda una cada cinco años. Desde que una mujer se contagia de papiloma humano pueden pasar entre cinco y diez años para que desarrolle cáncer cérvicouterino. Se estima que el 30% de las mujeres con VPH corre el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, de acuerdo con la Dra. Lucely del Carmen Cetina. Lamentablemente el papiloma humano es tan común como un resfriado y está presente en la mayoría de las personas; de hecho, el 90% de la población mundial se contagiará de VPH alguna vez en su vida, ha reconocido la Organización Mundial de la Salud.
La aplicación de la vacuna del VPH se priorizó en la población femenina porque, a pesar de que los hombres son los principales portadores, el riesgo de que al contagiarse desarrollen cáncer de pene es menor al 1% y en la garganta la probabilidad es del 15%, según la doctora Cetina.
El costo de estos contagios para el sistema de salud pública y para la economía nacional puede ser muy alto, agrega Xavier Tello. Cuando una mujer en edad reproductiva lo contrae, se ve obligada a salir del mercado laboral y esto tiene implicaciones económicas para su familia.
Otro factor alarmante es que el cáncer cervicouterino afecta en mayor proporción a las más vulnerables, es decir, a quienes viven en la pobreza y tienen limitaciones para acceder a las pruebas de detección del papiloma humano, a los servicios de vacunación y a los tratamientos, lamenta, por su parte, la especialista del Incan. En esto coincide la OMS: un documento de 2018 advierte que los países de ingresos bajos y medios sufren más las consecuencias del VPH que los países de ingresos altos. Por eso, hay especialistas que recomiendan no incluir a los niños varones de los países de Europa en las campañas de vacunación, pues las vacunas que ellos reciban las pierden las niñas que viven en los "países en desarrollo".
La detección oportuna del cáncer causado por el VPH también depende del acceso a los servicios de salud. La doctora Cetina admite que los resultados de las pruebas para detectar esta enfermedad pueden tardar entre 30 y 60 días en el sector público, mientras que en el privado toman solo 10. Por eso cada día que pasa, cuenta: detectarlo en una etapa temprana, puede hacer que el 90% de las mujeres se salve, mientras que en etapas muy avanzadas puede que solo el 30% sobreviva el cáncer.
La oncóloga Cetina reconoce que la propagación del virus también incrementó debido a la pandemia, pues dejaron de priorizarse los esfuerzos para su prevención, aunque las repercusiones de esta situación aún no se pueden medir porque todavía no se han dado a conocer los diagnósticos sobre las implicaciones que tuvo la pandemia en la atención del VPH.
Para combatir la propagación de este cáncer y así evitar que aproximadamente cuatro mil mexicanas mueran a causa suya cada año, sería necesario vacunar al 70% de la población femenina, termina la doctora Cetina. En otras palabras, se requiere que más de 45 millones de mujeres en el país tengan la vacuna contra el papiloma humano, un escenario del que nos hemos ido alejando en México.
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Este texto fue posible gracias al apoyo de la Fundación Ford.
*La OMS aprobó en 2021 una vacuna contra el VPH de la empresa china Beijing Wantai Biological Pharmacy Enterprise para ampliar el acceso a ella en los “países en desarrollo”. La encargada de producirla es la subsidiaria Xiamen Innovax Biotech.
Ilustración de Tania Nieto.
En 2017 el sistema de salud pública aplicó 2.4 millones de dosis de la vacuna contra el VPH; en 2021 sólo 100 mil. Este virus causa cáncer cervicouterino: el 90% de las mujeres que mueren por él viven en países de ingresos bajos y medios, como México.
En 2021 la aplicación de vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) cayó drásticamente en México. Solo se aplicaron 94 mil dosis en todo el país, una cifra alarmante si se compara con las 2.4 millones que se registraron en 2017, es decir: hubo una caída del 96%. Esta situación ha dejado desprotegidas a más de dos millones de niñas, de entre once y doce años, que ya debían haber sido vacunadas.
Tener esta vacuna es vital porque previene que las niñas y las mujeres contraigan papiloma humano. Aunque los hombres pueden contagiarse por igual, este virus trae consecuencias más graves para ellas, pues corren el peligro de desarrollar cáncer cérvicouterino, una enfermedad que en 2020 mató en promedio a casi doce mujeres al día en México.
La vacuna contra el VPH se incluyó por primera vez en la cartilla nacional de vacunación en 2012 para las niñas de quinto año de primaria o para aquellas de entre once y doce años que, por alguna razón, no estén inscritas en la escuela. El esquema contempla dos dosis y la segunda se aplica seis meses después de la primera. Es importante contar con el esquema completo antes de que las mujeres inicien su vida sexual, pues se ha comprobado que esta vacuna es tan exitosa "que ayuda a prevenir hasta en 97% el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con el virus del papiloma humano", explica la doctora Lucely del Carmen Cetina, investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
En México hay 2.6 millones de niñas de entre once y doce años, de acuerdo con el registro de nacimientos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Todas tienen derecho a recibir esta vacuna. Pero su aplicación se ha visto limitada porque en los hospitales del país no han llegado las dosis suficientes para abastecer a la población que las solicita, como muestran los siguientes datos de las principales dependencias, obtenidos vía transparencia:
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoció en una solicitud de información de diciembre de 2021 que durante ese año no aplicó ni una sola dosis contra el virus del papiloma humano debido a “la falta de producción de este fármaco”. Aunque en otra solicitud distinta, fechada en marzo de 2022, brindó información contradictoria al decir que se aplicaron 10 mil en todo el año. Gatopardo solicitó entrevista con la dependencia para saber la cifra exacta de aplicaciones y cómo se garantizará el abasto para este año y los siguientes, sin que hasta el momento de esta publicación haya obtenido respuesta. Incluso en el escenario de las 10 mil dosis, el desplome es brutal, pues el IMSS solía aplicar más de un millón, como sucedió en 2017 y 2018.
Entre las principales causas que ayudan a explicar esta drástica caída está el desabasto de vacunas y medicamentos en México durante la actual administración —como se ve en la gráfica anterior, el desabasto de vacunas contra el VPH no comenzó con el covid-19, sino en el primer año de gobierno de López Obrador—. Otros motivos son la demanda de esta vacuna a nivel global, que ha crecido sustancialmente desde 2018, y el retraso en las cadenas de suministro tras la pandemia, explica Xavier Tello, analista en políticas de salud.
Para dimensionar el tamaño de la caída en el abasto, se puede ver la tabla anterior. Por ejemplo, la Secretaría de Salud aplicó 1.3 millones de dosis en 2017, pero esta cifra cayó 98% en 2021. Otro caso dramático es el programa IMSS Bienestar, que atiende a más de 11 millones de personas que no cuentan con afiliación en el seguro social: esta institución logró aplicar más de 277 mil vacunas contra el papiloma humano en 2018, luego estas dosis cayeron en picada hasta llegar a cero en 2021. Es importante aclarar que los datos solo se refieren al número de dosis aplicadas, no al cuadro completo contra el VPH, por lo que estos números no representan la cantidad de niñas que recibieron la vacuna.
El panorama mundial
A nivel global son dos farmacéuticas las encargadas de fabricar y distribuir la vacuna contra el VPH: la estadounidense Merck Sharp & Dohme (MSD) y la británica GlaxoSmithKline (GSK).* Xavier Tello explica que a partir de 2019 la demanda de las vacunas, producidas por estas empresas, contra el papiloma humano comenzó a incrementar en todo el mundo porque por primera vez se empezaron a difundir sus primeros casos de éxito, luego de más de una década de protección otorgada por el fármaco, principalmente en Europa, y esto hizo que la Organización Mundial de la Salud empujara a más países a adquirir una cantidad mayor de vacunas contra el VPH, con un “llamado a la acción”.
Sibilia Quilici, directora ejecutiva de Vaccines Europe, un grupo que representa a compañías fabricantes de vacunas en Europa, explicó en entrevista con Euractiv que el covid no creó esta escasez y que la razón principal es el acelerado crecimiento de la demanda: “Hubo un periodo de cinco años de demanda estable de vacunas contra el VPH y, de pronto, en 2018 la demanda se duplicó”. Ante ello, los fabricantes deben ajustar su producción, pero hacerlo toma tiempo: “las vacunas son uno de los productos biológicos más complejos de producir”, de modo que el periodo de ajuste podría tomar cuatro años en total. “Los productos planeados en 2018 los tenemos en 2022. [...] la cantidad que sale hoy de la manufactura se lanzó hace cuatro años, con el nivel de demanda de entonces”, describió Quilici.
El laboratorio Merck Sharp & Dohme reconoció que desde 2018 buscó a la Secretaría de Salud de México para plantearle la urgencia de prevenir sus compras ante este panorama, para conversar y hacer una planeación de la producción y venta de la vacuna contra el VPH en el país para 2019 y 2020 pero, según la empresa, no hubo respuesta por parte de las autoridades.
En 2020 el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que el desabasto de la vacuna contra el VPH no había sido provocado por la pandemia de covid, como se creía, sino que la interrupción de su distribución se debía a su escasez a nivel mundial y a la falta de producción por parte de una de las compañías, entre ellas, Merck Sharp & Dohme.
“Vamos a comprar un excedente de dos millones [de vacunas] porque varios años del sexenio pasado quedaron hoyos en la vacunación; queremos llegar al punto de cobertura donde la cohorte completa continúe avanzando”.
Pero esto no se vio reflejado al año siguiente, pues no se llegaron aplicar ni 100 mil dosis en todo el 2021. Gatopardo también solicitó entrevista con esta dependencia para saber cómo se cubrirá el abasto para 2022, pero aún no ha obtenido respuesta.
De lo único que hay registro es de un contrato (A-E169-VAC-Insabi-06-2021) del Instituto de Salud para el Bienestar, firmado en noviembre de 2021 con la farmacéutica mencionada para adquirir un lote de entre 75 mil y 190 mil dosis de vacunas contra el VPH para 2022. Pero son insuficientes para alcanzar la meta de más de dos millones que prometieron las autoridades de salud.
México tiene un sistema de abasto de medicamentos y vacunas golpeado desde 2019, dice Xavier Tello, una situación que también ha ido registrando año con año el colectivo Cero Desabasto y que ha analizó la organización Impunidad Cero. Ambos han atribuido el desabasto al cambio de modelo de adquisición de medicamentos y vacunas por parte del gobierno actual, lo que ha provocado que estos fármacos no estén llegando a los hospitales como antes.
“¡No hay!”, es la única respuesta que reciben las personas que acuden a las unidades familiares del IMSS cuando van a inmunizarse contra el papiloma humano, como pudo comprobar Gatopardo en algunas. Por ejemplo, en la clínica familiar número 161, de la alcaldía Álvaro Obregón, el personal de salud asegura que esta vacuna no está disponible, pero que se puede conseguir en el hospital privado ABC. Sin embargo, el precio por cada una en el mercado ronda los tres mil pesos, un costo que difícilmente podrían asumir las familias de niñas y adolescentes, pues el salario mínimo mensual en México es de 5 mil pesos, en promedio.
Xavier Tello explica que si bien todas las vacunas son importantes, la del virus del papiloma humano es esencial para proteger a las mujeres contra el cáncer. En el país se contagiaron más de 9,400 mujeres en 2020, es decir, un promedio de 25 al día.
Aunque los síntomas en la mayoría de los casos son silenciosos, los principales signos de alerta comienzan con la presencia de pequeñas verrugas en los genitales. Con el fin de evitar que se continúen reproduciendo, estas verrugas pueden ser tratadas por un médico a través de métodos quirúrgicos o invasivos, los cuales pueden costar hasta tres mil pesos, según el nivel de lesiones, explica la doctora Reyna Lizette Pacheco Domínguez, investigadora del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Hasta ahora la forma más oportuna de identificar las etapas iniciales del cáncer cervicouterino es la prueba del Papanicolau: se recomienda una cada cinco años. Desde que una mujer se contagia de papiloma humano pueden pasar entre cinco y diez años para que desarrolle cáncer cérvicouterino. Se estima que el 30% de las mujeres con VPH corre el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, de acuerdo con la Dra. Lucely del Carmen Cetina. Lamentablemente el papiloma humano es tan común como un resfriado y está presente en la mayoría de las personas; de hecho, el 90% de la población mundial se contagiará de VPH alguna vez en su vida, ha reconocido la Organización Mundial de la Salud.
La aplicación de la vacuna del VPH se priorizó en la población femenina porque, a pesar de que los hombres son los principales portadores, el riesgo de que al contagiarse desarrollen cáncer de pene es menor al 1% y en la garganta la probabilidad es del 15%, según la doctora Cetina.
El costo de estos contagios para el sistema de salud pública y para la economía nacional puede ser muy alto, agrega Xavier Tello. Cuando una mujer en edad reproductiva lo contrae, se ve obligada a salir del mercado laboral y esto tiene implicaciones económicas para su familia.
Otro factor alarmante es que el cáncer cervicouterino afecta en mayor proporción a las más vulnerables, es decir, a quienes viven en la pobreza y tienen limitaciones para acceder a las pruebas de detección del papiloma humano, a los servicios de vacunación y a los tratamientos, lamenta, por su parte, la especialista del Incan. En esto coincide la OMS: un documento de 2018 advierte que los países de ingresos bajos y medios sufren más las consecuencias del VPH que los países de ingresos altos. Por eso, hay especialistas que recomiendan no incluir a los niños varones de los países de Europa en las campañas de vacunación, pues las vacunas que ellos reciban las pierden las niñas que viven en los "países en desarrollo".
La detección oportuna del cáncer causado por el VPH también depende del acceso a los servicios de salud. La doctora Cetina admite que los resultados de las pruebas para detectar esta enfermedad pueden tardar entre 30 y 60 días en el sector público, mientras que en el privado toman solo 10. Por eso cada día que pasa, cuenta: detectarlo en una etapa temprana, puede hacer que el 90% de las mujeres se salve, mientras que en etapas muy avanzadas puede que solo el 30% sobreviva el cáncer.
La oncóloga Cetina reconoce que la propagación del virus también incrementó debido a la pandemia, pues dejaron de priorizarse los esfuerzos para su prevención, aunque las repercusiones de esta situación aún no se pueden medir porque todavía no se han dado a conocer los diagnósticos sobre las implicaciones que tuvo la pandemia en la atención del VPH.
Para combatir la propagación de este cáncer y así evitar que aproximadamente cuatro mil mexicanas mueran a causa suya cada año, sería necesario vacunar al 70% de la población femenina, termina la doctora Cetina. En otras palabras, se requiere que más de 45 millones de mujeres en el país tengan la vacuna contra el papiloma humano, un escenario del que nos hemos ido alejando en México.
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Este texto fue posible gracias al apoyo de la Fundación Ford.
*La OMS aprobó en 2021 una vacuna contra el VPH de la empresa china Beijing Wantai Biological Pharmacy Enterprise para ampliar el acceso a ella en los “países en desarrollo”. La encargada de producirla es la subsidiaria Xiamen Innovax Biotech.
En 2017 el sistema de salud pública aplicó 2.4 millones de dosis de la vacuna contra el VPH; en 2021 sólo 100 mil. Este virus causa cáncer cervicouterino: el 90% de las mujeres que mueren por él viven en países de ingresos bajos y medios, como México.
En 2021 la aplicación de vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) cayó drásticamente en México. Solo se aplicaron 94 mil dosis en todo el país, una cifra alarmante si se compara con las 2.4 millones que se registraron en 2017, es decir: hubo una caída del 96%. Esta situación ha dejado desprotegidas a más de dos millones de niñas, de entre once y doce años, que ya debían haber sido vacunadas.
Tener esta vacuna es vital porque previene que las niñas y las mujeres contraigan papiloma humano. Aunque los hombres pueden contagiarse por igual, este virus trae consecuencias más graves para ellas, pues corren el peligro de desarrollar cáncer cérvicouterino, una enfermedad que en 2020 mató en promedio a casi doce mujeres al día en México.
La vacuna contra el VPH se incluyó por primera vez en la cartilla nacional de vacunación en 2012 para las niñas de quinto año de primaria o para aquellas de entre once y doce años que, por alguna razón, no estén inscritas en la escuela. El esquema contempla dos dosis y la segunda se aplica seis meses después de la primera. Es importante contar con el esquema completo antes de que las mujeres inicien su vida sexual, pues se ha comprobado que esta vacuna es tan exitosa "que ayuda a prevenir hasta en 97% el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con el virus del papiloma humano", explica la doctora Lucely del Carmen Cetina, investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
En México hay 2.6 millones de niñas de entre once y doce años, de acuerdo con el registro de nacimientos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Todas tienen derecho a recibir esta vacuna. Pero su aplicación se ha visto limitada porque en los hospitales del país no han llegado las dosis suficientes para abastecer a la población que las solicita, como muestran los siguientes datos de las principales dependencias, obtenidos vía transparencia:
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoció en una solicitud de información de diciembre de 2021 que durante ese año no aplicó ni una sola dosis contra el virus del papiloma humano debido a “la falta de producción de este fármaco”. Aunque en otra solicitud distinta, fechada en marzo de 2022, brindó información contradictoria al decir que se aplicaron 10 mil en todo el año. Gatopardo solicitó entrevista con la dependencia para saber la cifra exacta de aplicaciones y cómo se garantizará el abasto para este año y los siguientes, sin que hasta el momento de esta publicación haya obtenido respuesta. Incluso en el escenario de las 10 mil dosis, el desplome es brutal, pues el IMSS solía aplicar más de un millón, como sucedió en 2017 y 2018.
Entre las principales causas que ayudan a explicar esta drástica caída está el desabasto de vacunas y medicamentos en México durante la actual administración —como se ve en la gráfica anterior, el desabasto de vacunas contra el VPH no comenzó con el covid-19, sino en el primer año de gobierno de López Obrador—. Otros motivos son la demanda de esta vacuna a nivel global, que ha crecido sustancialmente desde 2018, y el retraso en las cadenas de suministro tras la pandemia, explica Xavier Tello, analista en políticas de salud.
Para dimensionar el tamaño de la caída en el abasto, se puede ver la tabla anterior. Por ejemplo, la Secretaría de Salud aplicó 1.3 millones de dosis en 2017, pero esta cifra cayó 98% en 2021. Otro caso dramático es el programa IMSS Bienestar, que atiende a más de 11 millones de personas que no cuentan con afiliación en el seguro social: esta institución logró aplicar más de 277 mil vacunas contra el papiloma humano en 2018, luego estas dosis cayeron en picada hasta llegar a cero en 2021. Es importante aclarar que los datos solo se refieren al número de dosis aplicadas, no al cuadro completo contra el VPH, por lo que estos números no representan la cantidad de niñas que recibieron la vacuna.
El panorama mundial
A nivel global son dos farmacéuticas las encargadas de fabricar y distribuir la vacuna contra el VPH: la estadounidense Merck Sharp & Dohme (MSD) y la británica GlaxoSmithKline (GSK).* Xavier Tello explica que a partir de 2019 la demanda de las vacunas, producidas por estas empresas, contra el papiloma humano comenzó a incrementar en todo el mundo porque por primera vez se empezaron a difundir sus primeros casos de éxito, luego de más de una década de protección otorgada por el fármaco, principalmente en Europa, y esto hizo que la Organización Mundial de la Salud empujara a más países a adquirir una cantidad mayor de vacunas contra el VPH, con un “llamado a la acción”.
Sibilia Quilici, directora ejecutiva de Vaccines Europe, un grupo que representa a compañías fabricantes de vacunas en Europa, explicó en entrevista con Euractiv que el covid no creó esta escasez y que la razón principal es el acelerado crecimiento de la demanda: “Hubo un periodo de cinco años de demanda estable de vacunas contra el VPH y, de pronto, en 2018 la demanda se duplicó”. Ante ello, los fabricantes deben ajustar su producción, pero hacerlo toma tiempo: “las vacunas son uno de los productos biológicos más complejos de producir”, de modo que el periodo de ajuste podría tomar cuatro años en total. “Los productos planeados en 2018 los tenemos en 2022. [...] la cantidad que sale hoy de la manufactura se lanzó hace cuatro años, con el nivel de demanda de entonces”, describió Quilici.
El laboratorio Merck Sharp & Dohme reconoció que desde 2018 buscó a la Secretaría de Salud de México para plantearle la urgencia de prevenir sus compras ante este panorama, para conversar y hacer una planeación de la producción y venta de la vacuna contra el VPH en el país para 2019 y 2020 pero, según la empresa, no hubo respuesta por parte de las autoridades.
En 2020 el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que el desabasto de la vacuna contra el VPH no había sido provocado por la pandemia de covid, como se creía, sino que la interrupción de su distribución se debía a su escasez a nivel mundial y a la falta de producción por parte de una de las compañías, entre ellas, Merck Sharp & Dohme.
“Vamos a comprar un excedente de dos millones [de vacunas] porque varios años del sexenio pasado quedaron hoyos en la vacunación; queremos llegar al punto de cobertura donde la cohorte completa continúe avanzando”.
Pero esto no se vio reflejado al año siguiente, pues no se llegaron aplicar ni 100 mil dosis en todo el 2021. Gatopardo también solicitó entrevista con esta dependencia para saber cómo se cubrirá el abasto para 2022, pero aún no ha obtenido respuesta.
De lo único que hay registro es de un contrato (A-E169-VAC-Insabi-06-2021) del Instituto de Salud para el Bienestar, firmado en noviembre de 2021 con la farmacéutica mencionada para adquirir un lote de entre 75 mil y 190 mil dosis de vacunas contra el VPH para 2022. Pero son insuficientes para alcanzar la meta de más de dos millones que prometieron las autoridades de salud.
México tiene un sistema de abasto de medicamentos y vacunas golpeado desde 2019, dice Xavier Tello, una situación que también ha ido registrando año con año el colectivo Cero Desabasto y que ha analizó la organización Impunidad Cero. Ambos han atribuido el desabasto al cambio de modelo de adquisición de medicamentos y vacunas por parte del gobierno actual, lo que ha provocado que estos fármacos no estén llegando a los hospitales como antes.
“¡No hay!”, es la única respuesta que reciben las personas que acuden a las unidades familiares del IMSS cuando van a inmunizarse contra el papiloma humano, como pudo comprobar Gatopardo en algunas. Por ejemplo, en la clínica familiar número 161, de la alcaldía Álvaro Obregón, el personal de salud asegura que esta vacuna no está disponible, pero que se puede conseguir en el hospital privado ABC. Sin embargo, el precio por cada una en el mercado ronda los tres mil pesos, un costo que difícilmente podrían asumir las familias de niñas y adolescentes, pues el salario mínimo mensual en México es de 5 mil pesos, en promedio.
Xavier Tello explica que si bien todas las vacunas son importantes, la del virus del papiloma humano es esencial para proteger a las mujeres contra el cáncer. En el país se contagiaron más de 9,400 mujeres en 2020, es decir, un promedio de 25 al día.
Aunque los síntomas en la mayoría de los casos son silenciosos, los principales signos de alerta comienzan con la presencia de pequeñas verrugas en los genitales. Con el fin de evitar que se continúen reproduciendo, estas verrugas pueden ser tratadas por un médico a través de métodos quirúrgicos o invasivos, los cuales pueden costar hasta tres mil pesos, según el nivel de lesiones, explica la doctora Reyna Lizette Pacheco Domínguez, investigadora del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Hasta ahora la forma más oportuna de identificar las etapas iniciales del cáncer cervicouterino es la prueba del Papanicolau: se recomienda una cada cinco años. Desde que una mujer se contagia de papiloma humano pueden pasar entre cinco y diez años para que desarrolle cáncer cérvicouterino. Se estima que el 30% de las mujeres con VPH corre el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, de acuerdo con la Dra. Lucely del Carmen Cetina. Lamentablemente el papiloma humano es tan común como un resfriado y está presente en la mayoría de las personas; de hecho, el 90% de la población mundial se contagiará de VPH alguna vez en su vida, ha reconocido la Organización Mundial de la Salud.
La aplicación de la vacuna del VPH se priorizó en la población femenina porque, a pesar de que los hombres son los principales portadores, el riesgo de que al contagiarse desarrollen cáncer de pene es menor al 1% y en la garganta la probabilidad es del 15%, según la doctora Cetina.
El costo de estos contagios para el sistema de salud pública y para la economía nacional puede ser muy alto, agrega Xavier Tello. Cuando una mujer en edad reproductiva lo contrae, se ve obligada a salir del mercado laboral y esto tiene implicaciones económicas para su familia.
Otro factor alarmante es que el cáncer cervicouterino afecta en mayor proporción a las más vulnerables, es decir, a quienes viven en la pobreza y tienen limitaciones para acceder a las pruebas de detección del papiloma humano, a los servicios de vacunación y a los tratamientos, lamenta, por su parte, la especialista del Incan. En esto coincide la OMS: un documento de 2018 advierte que los países de ingresos bajos y medios sufren más las consecuencias del VPH que los países de ingresos altos. Por eso, hay especialistas que recomiendan no incluir a los niños varones de los países de Europa en las campañas de vacunación, pues las vacunas que ellos reciban las pierden las niñas que viven en los "países en desarrollo".
La detección oportuna del cáncer causado por el VPH también depende del acceso a los servicios de salud. La doctora Cetina admite que los resultados de las pruebas para detectar esta enfermedad pueden tardar entre 30 y 60 días en el sector público, mientras que en el privado toman solo 10. Por eso cada día que pasa, cuenta: detectarlo en una etapa temprana, puede hacer que el 90% de las mujeres se salve, mientras que en etapas muy avanzadas puede que solo el 30% sobreviva el cáncer.
La oncóloga Cetina reconoce que la propagación del virus también incrementó debido a la pandemia, pues dejaron de priorizarse los esfuerzos para su prevención, aunque las repercusiones de esta situación aún no se pueden medir porque todavía no se han dado a conocer los diagnósticos sobre las implicaciones que tuvo la pandemia en la atención del VPH.
Para combatir la propagación de este cáncer y así evitar que aproximadamente cuatro mil mexicanas mueran a causa suya cada año, sería necesario vacunar al 70% de la población femenina, termina la doctora Cetina. En otras palabras, se requiere que más de 45 millones de mujeres en el país tengan la vacuna contra el papiloma humano, un escenario del que nos hemos ido alejando en México.
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Este texto fue posible gracias al apoyo de la Fundación Ford.
*La OMS aprobó en 2021 una vacuna contra el VPH de la empresa china Beijing Wantai Biological Pharmacy Enterprise para ampliar el acceso a ella en los “países en desarrollo”. La encargada de producirla es la subsidiaria Xiamen Innovax Biotech.
Ilustración de Tania Nieto.
En 2017 el sistema de salud pública aplicó 2.4 millones de dosis de la vacuna contra el VPH; en 2021 sólo 100 mil. Este virus causa cáncer cervicouterino: el 90% de las mujeres que mueren por él viven en países de ingresos bajos y medios, como México.
En 2021 la aplicación de vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) cayó drásticamente en México. Solo se aplicaron 94 mil dosis en todo el país, una cifra alarmante si se compara con las 2.4 millones que se registraron en 2017, es decir: hubo una caída del 96%. Esta situación ha dejado desprotegidas a más de dos millones de niñas, de entre once y doce años, que ya debían haber sido vacunadas.
Tener esta vacuna es vital porque previene que las niñas y las mujeres contraigan papiloma humano. Aunque los hombres pueden contagiarse por igual, este virus trae consecuencias más graves para ellas, pues corren el peligro de desarrollar cáncer cérvicouterino, una enfermedad que en 2020 mató en promedio a casi doce mujeres al día en México.
La vacuna contra el VPH se incluyó por primera vez en la cartilla nacional de vacunación en 2012 para las niñas de quinto año de primaria o para aquellas de entre once y doce años que, por alguna razón, no estén inscritas en la escuela. El esquema contempla dos dosis y la segunda se aplica seis meses después de la primera. Es importante contar con el esquema completo antes de que las mujeres inicien su vida sexual, pues se ha comprobado que esta vacuna es tan exitosa "que ayuda a prevenir hasta en 97% el riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer relacionado con el virus del papiloma humano", explica la doctora Lucely del Carmen Cetina, investigadora del Instituto Nacional de Cancerología (Incan).
En México hay 2.6 millones de niñas de entre once y doce años, de acuerdo con el registro de nacimientos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Todas tienen derecho a recibir esta vacuna. Pero su aplicación se ha visto limitada porque en los hospitales del país no han llegado las dosis suficientes para abastecer a la población que las solicita, como muestran los siguientes datos de las principales dependencias, obtenidos vía transparencia:
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoció en una solicitud de información de diciembre de 2021 que durante ese año no aplicó ni una sola dosis contra el virus del papiloma humano debido a “la falta de producción de este fármaco”. Aunque en otra solicitud distinta, fechada en marzo de 2022, brindó información contradictoria al decir que se aplicaron 10 mil en todo el año. Gatopardo solicitó entrevista con la dependencia para saber la cifra exacta de aplicaciones y cómo se garantizará el abasto para este año y los siguientes, sin que hasta el momento de esta publicación haya obtenido respuesta. Incluso en el escenario de las 10 mil dosis, el desplome es brutal, pues el IMSS solía aplicar más de un millón, como sucedió en 2017 y 2018.
Entre las principales causas que ayudan a explicar esta drástica caída está el desabasto de vacunas y medicamentos en México durante la actual administración —como se ve en la gráfica anterior, el desabasto de vacunas contra el VPH no comenzó con el covid-19, sino en el primer año de gobierno de López Obrador—. Otros motivos son la demanda de esta vacuna a nivel global, que ha crecido sustancialmente desde 2018, y el retraso en las cadenas de suministro tras la pandemia, explica Xavier Tello, analista en políticas de salud.
Para dimensionar el tamaño de la caída en el abasto, se puede ver la tabla anterior. Por ejemplo, la Secretaría de Salud aplicó 1.3 millones de dosis en 2017, pero esta cifra cayó 98% en 2021. Otro caso dramático es el programa IMSS Bienestar, que atiende a más de 11 millones de personas que no cuentan con afiliación en el seguro social: esta institución logró aplicar más de 277 mil vacunas contra el papiloma humano en 2018, luego estas dosis cayeron en picada hasta llegar a cero en 2021. Es importante aclarar que los datos solo se refieren al número de dosis aplicadas, no al cuadro completo contra el VPH, por lo que estos números no representan la cantidad de niñas que recibieron la vacuna.
El panorama mundial
A nivel global son dos farmacéuticas las encargadas de fabricar y distribuir la vacuna contra el VPH: la estadounidense Merck Sharp & Dohme (MSD) y la británica GlaxoSmithKline (GSK).* Xavier Tello explica que a partir de 2019 la demanda de las vacunas, producidas por estas empresas, contra el papiloma humano comenzó a incrementar en todo el mundo porque por primera vez se empezaron a difundir sus primeros casos de éxito, luego de más de una década de protección otorgada por el fármaco, principalmente en Europa, y esto hizo que la Organización Mundial de la Salud empujara a más países a adquirir una cantidad mayor de vacunas contra el VPH, con un “llamado a la acción”.
Sibilia Quilici, directora ejecutiva de Vaccines Europe, un grupo que representa a compañías fabricantes de vacunas en Europa, explicó en entrevista con Euractiv que el covid no creó esta escasez y que la razón principal es el acelerado crecimiento de la demanda: “Hubo un periodo de cinco años de demanda estable de vacunas contra el VPH y, de pronto, en 2018 la demanda se duplicó”. Ante ello, los fabricantes deben ajustar su producción, pero hacerlo toma tiempo: “las vacunas son uno de los productos biológicos más complejos de producir”, de modo que el periodo de ajuste podría tomar cuatro años en total. “Los productos planeados en 2018 los tenemos en 2022. [...] la cantidad que sale hoy de la manufactura se lanzó hace cuatro años, con el nivel de demanda de entonces”, describió Quilici.
El laboratorio Merck Sharp & Dohme reconoció que desde 2018 buscó a la Secretaría de Salud de México para plantearle la urgencia de prevenir sus compras ante este panorama, para conversar y hacer una planeación de la producción y venta de la vacuna contra el VPH en el país para 2019 y 2020 pero, según la empresa, no hubo respuesta por parte de las autoridades.
En 2020 el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, reiteró que el desabasto de la vacuna contra el VPH no había sido provocado por la pandemia de covid, como se creía, sino que la interrupción de su distribución se debía a su escasez a nivel mundial y a la falta de producción por parte de una de las compañías, entre ellas, Merck Sharp & Dohme.
“Vamos a comprar un excedente de dos millones [de vacunas] porque varios años del sexenio pasado quedaron hoyos en la vacunación; queremos llegar al punto de cobertura donde la cohorte completa continúe avanzando”.
Pero esto no se vio reflejado al año siguiente, pues no se llegaron aplicar ni 100 mil dosis en todo el 2021. Gatopardo también solicitó entrevista con esta dependencia para saber cómo se cubrirá el abasto para 2022, pero aún no ha obtenido respuesta.
De lo único que hay registro es de un contrato (A-E169-VAC-Insabi-06-2021) del Instituto de Salud para el Bienestar, firmado en noviembre de 2021 con la farmacéutica mencionada para adquirir un lote de entre 75 mil y 190 mil dosis de vacunas contra el VPH para 2022. Pero son insuficientes para alcanzar la meta de más de dos millones que prometieron las autoridades de salud.
México tiene un sistema de abasto de medicamentos y vacunas golpeado desde 2019, dice Xavier Tello, una situación que también ha ido registrando año con año el colectivo Cero Desabasto y que ha analizó la organización Impunidad Cero. Ambos han atribuido el desabasto al cambio de modelo de adquisición de medicamentos y vacunas por parte del gobierno actual, lo que ha provocado que estos fármacos no estén llegando a los hospitales como antes.
“¡No hay!”, es la única respuesta que reciben las personas que acuden a las unidades familiares del IMSS cuando van a inmunizarse contra el papiloma humano, como pudo comprobar Gatopardo en algunas. Por ejemplo, en la clínica familiar número 161, de la alcaldía Álvaro Obregón, el personal de salud asegura que esta vacuna no está disponible, pero que se puede conseguir en el hospital privado ABC. Sin embargo, el precio por cada una en el mercado ronda los tres mil pesos, un costo que difícilmente podrían asumir las familias de niñas y adolescentes, pues el salario mínimo mensual en México es de 5 mil pesos, en promedio.
Xavier Tello explica que si bien todas las vacunas son importantes, la del virus del papiloma humano es esencial para proteger a las mujeres contra el cáncer. En el país se contagiaron más de 9,400 mujeres en 2020, es decir, un promedio de 25 al día.
Aunque los síntomas en la mayoría de los casos son silenciosos, los principales signos de alerta comienzan con la presencia de pequeñas verrugas en los genitales. Con el fin de evitar que se continúen reproduciendo, estas verrugas pueden ser tratadas por un médico a través de métodos quirúrgicos o invasivos, los cuales pueden costar hasta tres mil pesos, según el nivel de lesiones, explica la doctora Reyna Lizette Pacheco Domínguez, investigadora del Centro de Investigación en Políticas, Población y Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Hasta ahora la forma más oportuna de identificar las etapas iniciales del cáncer cervicouterino es la prueba del Papanicolau: se recomienda una cada cinco años. Desde que una mujer se contagia de papiloma humano pueden pasar entre cinco y diez años para que desarrolle cáncer cérvicouterino. Se estima que el 30% de las mujeres con VPH corre el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer, de acuerdo con la Dra. Lucely del Carmen Cetina. Lamentablemente el papiloma humano es tan común como un resfriado y está presente en la mayoría de las personas; de hecho, el 90% de la población mundial se contagiará de VPH alguna vez en su vida, ha reconocido la Organización Mundial de la Salud.
La aplicación de la vacuna del VPH se priorizó en la población femenina porque, a pesar de que los hombres son los principales portadores, el riesgo de que al contagiarse desarrollen cáncer de pene es menor al 1% y en la garganta la probabilidad es del 15%, según la doctora Cetina.
El costo de estos contagios para el sistema de salud pública y para la economía nacional puede ser muy alto, agrega Xavier Tello. Cuando una mujer en edad reproductiva lo contrae, se ve obligada a salir del mercado laboral y esto tiene implicaciones económicas para su familia.
Otro factor alarmante es que el cáncer cervicouterino afecta en mayor proporción a las más vulnerables, es decir, a quienes viven en la pobreza y tienen limitaciones para acceder a las pruebas de detección del papiloma humano, a los servicios de vacunación y a los tratamientos, lamenta, por su parte, la especialista del Incan. En esto coincide la OMS: un documento de 2018 advierte que los países de ingresos bajos y medios sufren más las consecuencias del VPH que los países de ingresos altos. Por eso, hay especialistas que recomiendan no incluir a los niños varones de los países de Europa en las campañas de vacunación, pues las vacunas que ellos reciban las pierden las niñas que viven en los "países en desarrollo".
La detección oportuna del cáncer causado por el VPH también depende del acceso a los servicios de salud. La doctora Cetina admite que los resultados de las pruebas para detectar esta enfermedad pueden tardar entre 30 y 60 días en el sector público, mientras que en el privado toman solo 10. Por eso cada día que pasa, cuenta: detectarlo en una etapa temprana, puede hacer que el 90% de las mujeres se salve, mientras que en etapas muy avanzadas puede que solo el 30% sobreviva el cáncer.
La oncóloga Cetina reconoce que la propagación del virus también incrementó debido a la pandemia, pues dejaron de priorizarse los esfuerzos para su prevención, aunque las repercusiones de esta situación aún no se pueden medir porque todavía no se han dado a conocer los diagnósticos sobre las implicaciones que tuvo la pandemia en la atención del VPH.
Para combatir la propagación de este cáncer y así evitar que aproximadamente cuatro mil mexicanas mueran a causa suya cada año, sería necesario vacunar al 70% de la población femenina, termina la doctora Cetina. En otras palabras, se requiere que más de 45 millones de mujeres en el país tengan la vacuna contra el papiloma humano, un escenario del que nos hemos ido alejando en México.
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Este texto fue posible gracias al apoyo de la Fundación Ford.
*La OMS aprobó en 2021 una vacuna contra el VPH de la empresa china Beijing Wantai Biological Pharmacy Enterprise para ampliar el acceso a ella en los “países en desarrollo”. La encargada de producirla es la subsidiaria Xiamen Innovax Biotech.
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