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Xóchitl Gálvez. Fotografía de Souleyman Messalti.
Cuando Xóchitl Gálvez entró a la contienda presidencial, tomó a muchos por sorpresa. Su biografía ha sido su mayor atractivo, pero aún no define sus propuestas y sus posturas permanecen intencionalmente desdibujadas. A pesar de que lleva veinte años en la política, las preguntas se mantienen: ¿en qué cree Xóchitl Gálvez?, ¿cuál es su visión de país?, ¿cómo sería su gobierno? En entrevista con Gabriela Warkentin, habla de todo esto y más.
Xóchitl Gálvez sorprendió a políticos, analistas y votantes cuando decidió que sí desea ser la candidata de la oposición a la presidencia de México —hasta que lo anunció no se le incluía en las encuestas de intención de voto—. Con el paso de los días, muchas voces críticas han puesto en duda el llamado “fenómeno Xóchitl”, y es cierto que falta casi un año para las elecciones de 2024 y nada está decidido aún. Con todo, también es cierto que su entrada a la competencia ha sacudido a los partidos —Movimiento Ciudadano incluido—, a sus rivales en la oposición —como Santiago Creel—, a numerosos obradoristas y al propio presidente, quien la ha criticado en las “mañaneras”. Por su irrupción como posible candidata y por los efectos que ha ocasionado, Gabriela Warkentin la entrevistó para la serie “Presidenciables”.
En el debate público se ha discutido principalmente la biografía de Xóchitl Gálvez, hasta ahora su mayor atractivo como candidata. A diferencia del perfil de otros contendientes, ella se identifica como otomí y narra su vida como una historia de superación: una niña que vendía las gelatinas que preparaba su madre y que vivió en la pobreza hasta obtener una beca para estudiar Ingeniería en Computación en la UNAM y que, finalmente, se convirtió en una empresaria y política relevante. Acerca del escepticismo ante su origen, Xóchitl Gálvez declara en esta entrevista que nadie puede decidir sobre su identidad. “En México el tema indígena no se define por sangre, se define por identidad propia y yo lo decidí hace muchos años”.
La política panista explica que proviene de una familia de hablantes de hñäñu, “mis abuelos paternos, ambos, hablaban la lengua indígena […]. Mi madre es mestiza, lo blanco no sé si viene de mi madre porque mis hermanos son morenos”. Dice que el racismo que sufrió cuando llegó a la Ciudad de México para estudiar en la UNAM fue lo que la hizo adoptar con orgullo su origen: “me discriminaban, porque allá [en Tepatepec, Hidalgo, donde nació] hablamos con una manera como de pueblo y alguien me dijo ‘pinche vieja india’ […], decidí tener esa raíz porque me siento sumamente orgullosa de mis abuelos paternos”.
Sobre su origen económico, también cuestionado, Xóchitl Gálvez declara que su familia padeció la pobreza. “Nunca tuvimos dónde vivir, íbamos de cuarto en cuarto […], y esa es mi historia”. No obstante, una nota publicada por El País recoge distintas opiniones: en Tepatepec hay quien confirma que su abuelo hablaba hñäñu pero era blanco, hay quienes la consideraban “rica” por el tamaño y los materiales de construcción de su casa y por llevar mochila a la escuela, hay quienes desmienten partes de su biografía y hay quienes votarían por ella.
Más allá de lo que algunos han llamado “su biopic”, la contienda electoral sigue dando giros interesantes. Ahora algunos políticos de Movimiento Ciudadano han expresado que les gustaría que Xóchitl Gálvez fuera la candidata de la oposición, aunque el presidente del partido, Dante Delgado, insiste en que no habrá alianza con el PRI, el PAN y el PRD.
En entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez dijo que la decisión de competir por la presidencia del país, y no por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, la tomó durante las últimas semanas. “Hice una valoración muy profunda de los personajes que están compitiendo y esto no tenía emoción. A esto le faltaba conectar, como que estaba muy plana la contienda, yo hubiera querido que uno de ellos [los posibles candidatos de la oposición] despegara”.
Aunque su entrada al proceso electoral ha despertado el ánimo de los simpatizantes del bloque opositor, también le ha valido varios señalamientos, uno de los más sonados es que el empresario Claudio Xoconostle González está financiando su campaña. Sobre estas acusaciones Xóchitl Gálvez responde que son falsas. “Nunca he hecho una campaña con dinero. Nunca. En Hidalgo [donde en 2012 compitió por la gobernatura] hice una campaña superaustera y de ahí salió esta idea de pinta tu barda, pinta tu coche, pon una equis, pon un corazón. Se ha empezado a poner en el país sin que yo ponga un peso”.
Sin embargo, en la misma entrevista, la política panista afirma que sí financia su campaña con su propio dinero, pues, dice, no cuenta con el presupuesto de los precandidatos de Morena. “Yo no tengo dinero para poner los mil doscientos espectaculares que tiene Claudia Sheinbaum. Los empresarios hoy están detrás de los de Morena; ellos tienen a la oligarquía apoyándoles […]. Esto que estoy haciendo de redes es totalmente orgánico, no pago un bot”. Aunque admite que paga para “crecer en Facebook y en YouTube, le estoy metiendo cerca de doscientos mil pesos mensuales”. Pero reitera, ante el presidente y sus simpatizantes, que no hay nadie detrás de su candidatura: “no me está financiando Claudio X. González, no me está financiando ninguno de esos empresarios”.
Programas sociales y derechos de las mujeres
A pesar de sus diferencias con el gobierno de López Obrador, la senadora declara que mantendría su política social. “A todos los programas les pondría más. Al de adultos mayores le pondría la entrega de medicamentos, operaciones de cataratas, prótesis dentales y aparatos para oír […]. A los jóvenes les pondría todo este paquete tecnológico para que pudieran tener un mejor empleo y a los niños les pondría inglés y habilidades digitales desde la primaria”.
De igual manera, Xóchitl Gálvez reconoce como un acierto algunos de los proyectos del sexenio obradorista. “El transísmico y una parte del Tren Maya me parecen superadecuados, la parte que te cruza Oaxaca [sic] y que te llega a Mérida, esa parte del tren me parece extraordinaria […] porque puedes traer productos de Asia, los puedes desarrollar con mano de obra hacia la península de Yucatán”.
Si bien, a pregunta expresa de Gabriela Warkentin, titubea al nombrarse feminista, la posible candidata expresa abiertamente que retomaría “las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo, los refugios de mujeres”, instancias a las que la actual administración les retiró los subsidios. “Siento que se han perdido cosas que son indispensables para que las políticas sociales salgan adelante”, agregó durante la entrevista.
Medio ambiente y seguridad
La crisis climática es el tema más urgente que vive el mundo y Xóchitl Gálvez es consciente de ello, por eso una de sus propuestas sería apostar por las energías renovables. “México tiene un potencial brutal en energía solar, en energía eólica, en offshore, que es toda esa energía que se puede producir en el mar. México hoy podría estar llegando cerca del 40 o el 50 % de generación de energía renovable para su matriz energética”, asegura. De llegar a la presidencia, dice que acabaría con la “adicción a los combustibles fósiles” y afirma que “jamás hubiera construido la refinería de Dos Bocas”.
“En lugar de gastar el dinero para comprarle a Iberdrola sus plantas, debimos haber invertido en líneas de transmisión [eléctrica] y que el sector privado vendiera energía barata, pero el presidente tiene animadversión contra el sector privado”, opina la también empresaria que en 1992 fundó High Tech Services, una empresa dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología dirigidos al diseño de edificios.
En cuanto a la seguridad pública, la política se posiciona en contra de la militarización. No obstante, durante la entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez, cuyo hermano Jaime Xicoténcatl Gálvez Ruiz es coronel del Ejército mexicano, califica las ejecuciones extrajudiciales como “excesos”: “Los militares están entrenados para enfrentar guerra, entonces ha habido casos donde se han excedido y los pobres acaban en la cárcel”.
Corrupción, un problema de todos los gobiernos
Xóchitl Gálvez reconoce que los gobiernos anteriores, tanto panistas como priistas, no hicieron lo suficiente para combatir la corrupción, algo que la administración morenista tampoco ha atendido. “Yo esperaba que con este gobierno realmente se resolviera, pero está Dos Bocas, donde hay contratos brutales por asignación directa, lo de Segalmex es un escándalo. Al tema de la corrupción no le ha querido entrar nadie. Ahora son los cuates de Andy [Andrés Manuel López Beltrán, hijo del actual presidente] que están en esos temas, y antes eran los amigos de Peña, y antes otros personajes con Fox”, le dice a Gabriela Warkentin.
Ella misma no ha estado exenta de acusaciones de este tipo, ya que en 2021 el entonces director jurídico de la alcaldía Miguel Hidalgo, Gustavo García Arias, denunció que durante la administración de Xóchitl Gálvez se regularizó una obra que violaba los usos de suelo en la colonia Anzures y algunos documentos de esta desaparecieron. Otro caso que ha suscitado polémica en la carrera de la senadora es la presunta actividad criminal de su hermana Jaqueline Malinali Gálvez, quien fue detenida el 23 de junio de 2012, junto a otros miembros de “Los tolmex”, una banda de secuestradores que operaba en el Estado de México y en la Ciudad de México. En entrevista del 3 de agosto de 2012 con El Universal, como lo han consignado varios medios, el jefe de la banda Leonardo Sales Andrade, condenado a 33 años de prisión por un juez federal en 2019, señaló a Jaqueline Malinali de “poner a la gente” que sería víctima de los secuestros. Al respecto, la senadora ha dicho que a su hermana aún no se le dicta sentencia, a pesar de que el proceso lleva más de once años y continúa en prisión.
¿Un perfil diferente?
Al igual que la candidata favorita de Morena, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez no cuenta con un perfil puramente político. Ingeniera en Computación por la UNAM, la senadora había sido empresaria del sector tecnológico hasta que inició su carrera política en el año 2000, cuando fue nombrada titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas por el entonces presidente Vicente Fox. En este cargo destaca su crítica a la Ley Indígena implementada por el propio gobierno foxista, de la que reconoció que “no dejó satisfechas a las etnias del país”.
Sobre este periodo declaró en entrevista con Gabriela Warkentin que “sufría mucho para obtener recursos”. En su gestión también resalta su compleja relación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ya que por un lado apoyó la marcha del EZLN a la Ciudad de México y, por el otro, se pronunció en contra de algunas de sus posturas —como su oposición a la construcción de la presa de La Parota, en el estado de Guerrero—, y en ocasiones también contra uno de los voceros del movimiento, el entonces subcomandante Marcos. Por su parte, el rebautizado subcomandante Galeano se refirió a Xóchitl Gálvez en un comunicado de octubre de 2004 como la cabeza de “los principales beneficiarios del indigenismo profesional”, calificando su cargo como el “agotador trabajo de darle un toque de ‘folclor’ al régimen foxista”.
En 2012 Xóchitl Gálvez fue candidata del PAN por la gobernatura del estado de Hidalgo, pero perdió ante el priista Francisco Olvera Ruiz por más de 44 mil votos; tres años después, en 2015, ocupó el cargo de delegada de la alcaldía Miguel Hidalgo, puesto que abandonó en 2018 para ocupar un escaño en el Senado como plurinominal.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
Cuando Xóchitl Gálvez entró a la contienda presidencial, tomó a muchos por sorpresa. Su biografía ha sido su mayor atractivo, pero aún no define sus propuestas y sus posturas permanecen intencionalmente desdibujadas. A pesar de que lleva veinte años en la política, las preguntas se mantienen: ¿en qué cree Xóchitl Gálvez?, ¿cuál es su visión de país?, ¿cómo sería su gobierno? En entrevista con Gabriela Warkentin, habla de todo esto y más.
Xóchitl Gálvez sorprendió a políticos, analistas y votantes cuando decidió que sí desea ser la candidata de la oposición a la presidencia de México —hasta que lo anunció no se le incluía en las encuestas de intención de voto—. Con el paso de los días, muchas voces críticas han puesto en duda el llamado “fenómeno Xóchitl”, y es cierto que falta casi un año para las elecciones de 2024 y nada está decidido aún. Con todo, también es cierto que su entrada a la competencia ha sacudido a los partidos —Movimiento Ciudadano incluido—, a sus rivales en la oposición —como Santiago Creel—, a numerosos obradoristas y al propio presidente, quien la ha criticado en las “mañaneras”. Por su irrupción como posible candidata y por los efectos que ha ocasionado, Gabriela Warkentin la entrevistó para la serie “Presidenciables”.
En el debate público se ha discutido principalmente la biografía de Xóchitl Gálvez, hasta ahora su mayor atractivo como candidata. A diferencia del perfil de otros contendientes, ella se identifica como otomí y narra su vida como una historia de superación: una niña que vendía las gelatinas que preparaba su madre y que vivió en la pobreza hasta obtener una beca para estudiar Ingeniería en Computación en la UNAM y que, finalmente, se convirtió en una empresaria y política relevante. Acerca del escepticismo ante su origen, Xóchitl Gálvez declara en esta entrevista que nadie puede decidir sobre su identidad. “En México el tema indígena no se define por sangre, se define por identidad propia y yo lo decidí hace muchos años”.
La política panista explica que proviene de una familia de hablantes de hñäñu, “mis abuelos paternos, ambos, hablaban la lengua indígena […]. Mi madre es mestiza, lo blanco no sé si viene de mi madre porque mis hermanos son morenos”. Dice que el racismo que sufrió cuando llegó a la Ciudad de México para estudiar en la UNAM fue lo que la hizo adoptar con orgullo su origen: “me discriminaban, porque allá [en Tepatepec, Hidalgo, donde nació] hablamos con una manera como de pueblo y alguien me dijo ‘pinche vieja india’ […], decidí tener esa raíz porque me siento sumamente orgullosa de mis abuelos paternos”.
Sobre su origen económico, también cuestionado, Xóchitl Gálvez declara que su familia padeció la pobreza. “Nunca tuvimos dónde vivir, íbamos de cuarto en cuarto […], y esa es mi historia”. No obstante, una nota publicada por El País recoge distintas opiniones: en Tepatepec hay quien confirma que su abuelo hablaba hñäñu pero era blanco, hay quienes la consideraban “rica” por el tamaño y los materiales de construcción de su casa y por llevar mochila a la escuela, hay quienes desmienten partes de su biografía y hay quienes votarían por ella.
Más allá de lo que algunos han llamado “su biopic”, la contienda electoral sigue dando giros interesantes. Ahora algunos políticos de Movimiento Ciudadano han expresado que les gustaría que Xóchitl Gálvez fuera la candidata de la oposición, aunque el presidente del partido, Dante Delgado, insiste en que no habrá alianza con el PRI, el PAN y el PRD.
En entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez dijo que la decisión de competir por la presidencia del país, y no por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, la tomó durante las últimas semanas. “Hice una valoración muy profunda de los personajes que están compitiendo y esto no tenía emoción. A esto le faltaba conectar, como que estaba muy plana la contienda, yo hubiera querido que uno de ellos [los posibles candidatos de la oposición] despegara”.
Aunque su entrada al proceso electoral ha despertado el ánimo de los simpatizantes del bloque opositor, también le ha valido varios señalamientos, uno de los más sonados es que el empresario Claudio Xoconostle González está financiando su campaña. Sobre estas acusaciones Xóchitl Gálvez responde que son falsas. “Nunca he hecho una campaña con dinero. Nunca. En Hidalgo [donde en 2012 compitió por la gobernatura] hice una campaña superaustera y de ahí salió esta idea de pinta tu barda, pinta tu coche, pon una equis, pon un corazón. Se ha empezado a poner en el país sin que yo ponga un peso”.
Sin embargo, en la misma entrevista, la política panista afirma que sí financia su campaña con su propio dinero, pues, dice, no cuenta con el presupuesto de los precandidatos de Morena. “Yo no tengo dinero para poner los mil doscientos espectaculares que tiene Claudia Sheinbaum. Los empresarios hoy están detrás de los de Morena; ellos tienen a la oligarquía apoyándoles […]. Esto que estoy haciendo de redes es totalmente orgánico, no pago un bot”. Aunque admite que paga para “crecer en Facebook y en YouTube, le estoy metiendo cerca de doscientos mil pesos mensuales”. Pero reitera, ante el presidente y sus simpatizantes, que no hay nadie detrás de su candidatura: “no me está financiando Claudio X. González, no me está financiando ninguno de esos empresarios”.
Programas sociales y derechos de las mujeres
A pesar de sus diferencias con el gobierno de López Obrador, la senadora declara que mantendría su política social. “A todos los programas les pondría más. Al de adultos mayores le pondría la entrega de medicamentos, operaciones de cataratas, prótesis dentales y aparatos para oír […]. A los jóvenes les pondría todo este paquete tecnológico para que pudieran tener un mejor empleo y a los niños les pondría inglés y habilidades digitales desde la primaria”.
De igual manera, Xóchitl Gálvez reconoce como un acierto algunos de los proyectos del sexenio obradorista. “El transísmico y una parte del Tren Maya me parecen superadecuados, la parte que te cruza Oaxaca [sic] y que te llega a Mérida, esa parte del tren me parece extraordinaria […] porque puedes traer productos de Asia, los puedes desarrollar con mano de obra hacia la península de Yucatán”.
Si bien, a pregunta expresa de Gabriela Warkentin, titubea al nombrarse feminista, la posible candidata expresa abiertamente que retomaría “las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo, los refugios de mujeres”, instancias a las que la actual administración les retiró los subsidios. “Siento que se han perdido cosas que son indispensables para que las políticas sociales salgan adelante”, agregó durante la entrevista.
Medio ambiente y seguridad
La crisis climática es el tema más urgente que vive el mundo y Xóchitl Gálvez es consciente de ello, por eso una de sus propuestas sería apostar por las energías renovables. “México tiene un potencial brutal en energía solar, en energía eólica, en offshore, que es toda esa energía que se puede producir en el mar. México hoy podría estar llegando cerca del 40 o el 50 % de generación de energía renovable para su matriz energética”, asegura. De llegar a la presidencia, dice que acabaría con la “adicción a los combustibles fósiles” y afirma que “jamás hubiera construido la refinería de Dos Bocas”.
“En lugar de gastar el dinero para comprarle a Iberdrola sus plantas, debimos haber invertido en líneas de transmisión [eléctrica] y que el sector privado vendiera energía barata, pero el presidente tiene animadversión contra el sector privado”, opina la también empresaria que en 1992 fundó High Tech Services, una empresa dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología dirigidos al diseño de edificios.
En cuanto a la seguridad pública, la política se posiciona en contra de la militarización. No obstante, durante la entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez, cuyo hermano Jaime Xicoténcatl Gálvez Ruiz es coronel del Ejército mexicano, califica las ejecuciones extrajudiciales como “excesos”: “Los militares están entrenados para enfrentar guerra, entonces ha habido casos donde se han excedido y los pobres acaban en la cárcel”.
Corrupción, un problema de todos los gobiernos
Xóchitl Gálvez reconoce que los gobiernos anteriores, tanto panistas como priistas, no hicieron lo suficiente para combatir la corrupción, algo que la administración morenista tampoco ha atendido. “Yo esperaba que con este gobierno realmente se resolviera, pero está Dos Bocas, donde hay contratos brutales por asignación directa, lo de Segalmex es un escándalo. Al tema de la corrupción no le ha querido entrar nadie. Ahora son los cuates de Andy [Andrés Manuel López Beltrán, hijo del actual presidente] que están en esos temas, y antes eran los amigos de Peña, y antes otros personajes con Fox”, le dice a Gabriela Warkentin.
Ella misma no ha estado exenta de acusaciones de este tipo, ya que en 2021 el entonces director jurídico de la alcaldía Miguel Hidalgo, Gustavo García Arias, denunció que durante la administración de Xóchitl Gálvez se regularizó una obra que violaba los usos de suelo en la colonia Anzures y algunos documentos de esta desaparecieron. Otro caso que ha suscitado polémica en la carrera de la senadora es la presunta actividad criminal de su hermana Jaqueline Malinali Gálvez, quien fue detenida el 23 de junio de 2012, junto a otros miembros de “Los tolmex”, una banda de secuestradores que operaba en el Estado de México y en la Ciudad de México. En entrevista del 3 de agosto de 2012 con El Universal, como lo han consignado varios medios, el jefe de la banda Leonardo Sales Andrade, condenado a 33 años de prisión por un juez federal en 2019, señaló a Jaqueline Malinali de “poner a la gente” que sería víctima de los secuestros. Al respecto, la senadora ha dicho que a su hermana aún no se le dicta sentencia, a pesar de que el proceso lleva más de once años y continúa en prisión.
¿Un perfil diferente?
Al igual que la candidata favorita de Morena, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez no cuenta con un perfil puramente político. Ingeniera en Computación por la UNAM, la senadora había sido empresaria del sector tecnológico hasta que inició su carrera política en el año 2000, cuando fue nombrada titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas por el entonces presidente Vicente Fox. En este cargo destaca su crítica a la Ley Indígena implementada por el propio gobierno foxista, de la que reconoció que “no dejó satisfechas a las etnias del país”.
Sobre este periodo declaró en entrevista con Gabriela Warkentin que “sufría mucho para obtener recursos”. En su gestión también resalta su compleja relación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ya que por un lado apoyó la marcha del EZLN a la Ciudad de México y, por el otro, se pronunció en contra de algunas de sus posturas —como su oposición a la construcción de la presa de La Parota, en el estado de Guerrero—, y en ocasiones también contra uno de los voceros del movimiento, el entonces subcomandante Marcos. Por su parte, el rebautizado subcomandante Galeano se refirió a Xóchitl Gálvez en un comunicado de octubre de 2004 como la cabeza de “los principales beneficiarios del indigenismo profesional”, calificando su cargo como el “agotador trabajo de darle un toque de ‘folclor’ al régimen foxista”.
En 2012 Xóchitl Gálvez fue candidata del PAN por la gobernatura del estado de Hidalgo, pero perdió ante el priista Francisco Olvera Ruiz por más de 44 mil votos; tres años después, en 2015, ocupó el cargo de delegada de la alcaldía Miguel Hidalgo, puesto que abandonó en 2018 para ocupar un escaño en el Senado como plurinominal.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
Xóchitl Gálvez. Fotografía de Souleyman Messalti.
Cuando Xóchitl Gálvez entró a la contienda presidencial, tomó a muchos por sorpresa. Su biografía ha sido su mayor atractivo, pero aún no define sus propuestas y sus posturas permanecen intencionalmente desdibujadas. A pesar de que lleva veinte años en la política, las preguntas se mantienen: ¿en qué cree Xóchitl Gálvez?, ¿cuál es su visión de país?, ¿cómo sería su gobierno? En entrevista con Gabriela Warkentin, habla de todo esto y más.
Xóchitl Gálvez sorprendió a políticos, analistas y votantes cuando decidió que sí desea ser la candidata de la oposición a la presidencia de México —hasta que lo anunció no se le incluía en las encuestas de intención de voto—. Con el paso de los días, muchas voces críticas han puesto en duda el llamado “fenómeno Xóchitl”, y es cierto que falta casi un año para las elecciones de 2024 y nada está decidido aún. Con todo, también es cierto que su entrada a la competencia ha sacudido a los partidos —Movimiento Ciudadano incluido—, a sus rivales en la oposición —como Santiago Creel—, a numerosos obradoristas y al propio presidente, quien la ha criticado en las “mañaneras”. Por su irrupción como posible candidata y por los efectos que ha ocasionado, Gabriela Warkentin la entrevistó para la serie “Presidenciables”.
En el debate público se ha discutido principalmente la biografía de Xóchitl Gálvez, hasta ahora su mayor atractivo como candidata. A diferencia del perfil de otros contendientes, ella se identifica como otomí y narra su vida como una historia de superación: una niña que vendía las gelatinas que preparaba su madre y que vivió en la pobreza hasta obtener una beca para estudiar Ingeniería en Computación en la UNAM y que, finalmente, se convirtió en una empresaria y política relevante. Acerca del escepticismo ante su origen, Xóchitl Gálvez declara en esta entrevista que nadie puede decidir sobre su identidad. “En México el tema indígena no se define por sangre, se define por identidad propia y yo lo decidí hace muchos años”.
La política panista explica que proviene de una familia de hablantes de hñäñu, “mis abuelos paternos, ambos, hablaban la lengua indígena […]. Mi madre es mestiza, lo blanco no sé si viene de mi madre porque mis hermanos son morenos”. Dice que el racismo que sufrió cuando llegó a la Ciudad de México para estudiar en la UNAM fue lo que la hizo adoptar con orgullo su origen: “me discriminaban, porque allá [en Tepatepec, Hidalgo, donde nació] hablamos con una manera como de pueblo y alguien me dijo ‘pinche vieja india’ […], decidí tener esa raíz porque me siento sumamente orgullosa de mis abuelos paternos”.
Sobre su origen económico, también cuestionado, Xóchitl Gálvez declara que su familia padeció la pobreza. “Nunca tuvimos dónde vivir, íbamos de cuarto en cuarto […], y esa es mi historia”. No obstante, una nota publicada por El País recoge distintas opiniones: en Tepatepec hay quien confirma que su abuelo hablaba hñäñu pero era blanco, hay quienes la consideraban “rica” por el tamaño y los materiales de construcción de su casa y por llevar mochila a la escuela, hay quienes desmienten partes de su biografía y hay quienes votarían por ella.
Más allá de lo que algunos han llamado “su biopic”, la contienda electoral sigue dando giros interesantes. Ahora algunos políticos de Movimiento Ciudadano han expresado que les gustaría que Xóchitl Gálvez fuera la candidata de la oposición, aunque el presidente del partido, Dante Delgado, insiste en que no habrá alianza con el PRI, el PAN y el PRD.
En entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez dijo que la decisión de competir por la presidencia del país, y no por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, la tomó durante las últimas semanas. “Hice una valoración muy profunda de los personajes que están compitiendo y esto no tenía emoción. A esto le faltaba conectar, como que estaba muy plana la contienda, yo hubiera querido que uno de ellos [los posibles candidatos de la oposición] despegara”.
Aunque su entrada al proceso electoral ha despertado el ánimo de los simpatizantes del bloque opositor, también le ha valido varios señalamientos, uno de los más sonados es que el empresario Claudio Xoconostle González está financiando su campaña. Sobre estas acusaciones Xóchitl Gálvez responde que son falsas. “Nunca he hecho una campaña con dinero. Nunca. En Hidalgo [donde en 2012 compitió por la gobernatura] hice una campaña superaustera y de ahí salió esta idea de pinta tu barda, pinta tu coche, pon una equis, pon un corazón. Se ha empezado a poner en el país sin que yo ponga un peso”.
Sin embargo, en la misma entrevista, la política panista afirma que sí financia su campaña con su propio dinero, pues, dice, no cuenta con el presupuesto de los precandidatos de Morena. “Yo no tengo dinero para poner los mil doscientos espectaculares que tiene Claudia Sheinbaum. Los empresarios hoy están detrás de los de Morena; ellos tienen a la oligarquía apoyándoles […]. Esto que estoy haciendo de redes es totalmente orgánico, no pago un bot”. Aunque admite que paga para “crecer en Facebook y en YouTube, le estoy metiendo cerca de doscientos mil pesos mensuales”. Pero reitera, ante el presidente y sus simpatizantes, que no hay nadie detrás de su candidatura: “no me está financiando Claudio X. González, no me está financiando ninguno de esos empresarios”.
Programas sociales y derechos de las mujeres
A pesar de sus diferencias con el gobierno de López Obrador, la senadora declara que mantendría su política social. “A todos los programas les pondría más. Al de adultos mayores le pondría la entrega de medicamentos, operaciones de cataratas, prótesis dentales y aparatos para oír […]. A los jóvenes les pondría todo este paquete tecnológico para que pudieran tener un mejor empleo y a los niños les pondría inglés y habilidades digitales desde la primaria”.
De igual manera, Xóchitl Gálvez reconoce como un acierto algunos de los proyectos del sexenio obradorista. “El transísmico y una parte del Tren Maya me parecen superadecuados, la parte que te cruza Oaxaca [sic] y que te llega a Mérida, esa parte del tren me parece extraordinaria […] porque puedes traer productos de Asia, los puedes desarrollar con mano de obra hacia la península de Yucatán”.
Si bien, a pregunta expresa de Gabriela Warkentin, titubea al nombrarse feminista, la posible candidata expresa abiertamente que retomaría “las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo, los refugios de mujeres”, instancias a las que la actual administración les retiró los subsidios. “Siento que se han perdido cosas que son indispensables para que las políticas sociales salgan adelante”, agregó durante la entrevista.
Medio ambiente y seguridad
La crisis climática es el tema más urgente que vive el mundo y Xóchitl Gálvez es consciente de ello, por eso una de sus propuestas sería apostar por las energías renovables. “México tiene un potencial brutal en energía solar, en energía eólica, en offshore, que es toda esa energía que se puede producir en el mar. México hoy podría estar llegando cerca del 40 o el 50 % de generación de energía renovable para su matriz energética”, asegura. De llegar a la presidencia, dice que acabaría con la “adicción a los combustibles fósiles” y afirma que “jamás hubiera construido la refinería de Dos Bocas”.
“En lugar de gastar el dinero para comprarle a Iberdrola sus plantas, debimos haber invertido en líneas de transmisión [eléctrica] y que el sector privado vendiera energía barata, pero el presidente tiene animadversión contra el sector privado”, opina la también empresaria que en 1992 fundó High Tech Services, una empresa dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología dirigidos al diseño de edificios.
En cuanto a la seguridad pública, la política se posiciona en contra de la militarización. No obstante, durante la entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez, cuyo hermano Jaime Xicoténcatl Gálvez Ruiz es coronel del Ejército mexicano, califica las ejecuciones extrajudiciales como “excesos”: “Los militares están entrenados para enfrentar guerra, entonces ha habido casos donde se han excedido y los pobres acaban en la cárcel”.
Corrupción, un problema de todos los gobiernos
Xóchitl Gálvez reconoce que los gobiernos anteriores, tanto panistas como priistas, no hicieron lo suficiente para combatir la corrupción, algo que la administración morenista tampoco ha atendido. “Yo esperaba que con este gobierno realmente se resolviera, pero está Dos Bocas, donde hay contratos brutales por asignación directa, lo de Segalmex es un escándalo. Al tema de la corrupción no le ha querido entrar nadie. Ahora son los cuates de Andy [Andrés Manuel López Beltrán, hijo del actual presidente] que están en esos temas, y antes eran los amigos de Peña, y antes otros personajes con Fox”, le dice a Gabriela Warkentin.
Ella misma no ha estado exenta de acusaciones de este tipo, ya que en 2021 el entonces director jurídico de la alcaldía Miguel Hidalgo, Gustavo García Arias, denunció que durante la administración de Xóchitl Gálvez se regularizó una obra que violaba los usos de suelo en la colonia Anzures y algunos documentos de esta desaparecieron. Otro caso que ha suscitado polémica en la carrera de la senadora es la presunta actividad criminal de su hermana Jaqueline Malinali Gálvez, quien fue detenida el 23 de junio de 2012, junto a otros miembros de “Los tolmex”, una banda de secuestradores que operaba en el Estado de México y en la Ciudad de México. En entrevista del 3 de agosto de 2012 con El Universal, como lo han consignado varios medios, el jefe de la banda Leonardo Sales Andrade, condenado a 33 años de prisión por un juez federal en 2019, señaló a Jaqueline Malinali de “poner a la gente” que sería víctima de los secuestros. Al respecto, la senadora ha dicho que a su hermana aún no se le dicta sentencia, a pesar de que el proceso lleva más de once años y continúa en prisión.
¿Un perfil diferente?
Al igual que la candidata favorita de Morena, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez no cuenta con un perfil puramente político. Ingeniera en Computación por la UNAM, la senadora había sido empresaria del sector tecnológico hasta que inició su carrera política en el año 2000, cuando fue nombrada titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas por el entonces presidente Vicente Fox. En este cargo destaca su crítica a la Ley Indígena implementada por el propio gobierno foxista, de la que reconoció que “no dejó satisfechas a las etnias del país”.
Sobre este periodo declaró en entrevista con Gabriela Warkentin que “sufría mucho para obtener recursos”. En su gestión también resalta su compleja relación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ya que por un lado apoyó la marcha del EZLN a la Ciudad de México y, por el otro, se pronunció en contra de algunas de sus posturas —como su oposición a la construcción de la presa de La Parota, en el estado de Guerrero—, y en ocasiones también contra uno de los voceros del movimiento, el entonces subcomandante Marcos. Por su parte, el rebautizado subcomandante Galeano se refirió a Xóchitl Gálvez en un comunicado de octubre de 2004 como la cabeza de “los principales beneficiarios del indigenismo profesional”, calificando su cargo como el “agotador trabajo de darle un toque de ‘folclor’ al régimen foxista”.
En 2012 Xóchitl Gálvez fue candidata del PAN por la gobernatura del estado de Hidalgo, pero perdió ante el priista Francisco Olvera Ruiz por más de 44 mil votos; tres años después, en 2015, ocupó el cargo de delegada de la alcaldía Miguel Hidalgo, puesto que abandonó en 2018 para ocupar un escaño en el Senado como plurinominal.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
Cuando Xóchitl Gálvez entró a la contienda presidencial, tomó a muchos por sorpresa. Su biografía ha sido su mayor atractivo, pero aún no define sus propuestas y sus posturas permanecen intencionalmente desdibujadas. A pesar de que lleva veinte años en la política, las preguntas se mantienen: ¿en qué cree Xóchitl Gálvez?, ¿cuál es su visión de país?, ¿cómo sería su gobierno? En entrevista con Gabriela Warkentin, habla de todo esto y más.
Xóchitl Gálvez sorprendió a políticos, analistas y votantes cuando decidió que sí desea ser la candidata de la oposición a la presidencia de México —hasta que lo anunció no se le incluía en las encuestas de intención de voto—. Con el paso de los días, muchas voces críticas han puesto en duda el llamado “fenómeno Xóchitl”, y es cierto que falta casi un año para las elecciones de 2024 y nada está decidido aún. Con todo, también es cierto que su entrada a la competencia ha sacudido a los partidos —Movimiento Ciudadano incluido—, a sus rivales en la oposición —como Santiago Creel—, a numerosos obradoristas y al propio presidente, quien la ha criticado en las “mañaneras”. Por su irrupción como posible candidata y por los efectos que ha ocasionado, Gabriela Warkentin la entrevistó para la serie “Presidenciables”.
En el debate público se ha discutido principalmente la biografía de Xóchitl Gálvez, hasta ahora su mayor atractivo como candidata. A diferencia del perfil de otros contendientes, ella se identifica como otomí y narra su vida como una historia de superación: una niña que vendía las gelatinas que preparaba su madre y que vivió en la pobreza hasta obtener una beca para estudiar Ingeniería en Computación en la UNAM y que, finalmente, se convirtió en una empresaria y política relevante. Acerca del escepticismo ante su origen, Xóchitl Gálvez declara en esta entrevista que nadie puede decidir sobre su identidad. “En México el tema indígena no se define por sangre, se define por identidad propia y yo lo decidí hace muchos años”.
La política panista explica que proviene de una familia de hablantes de hñäñu, “mis abuelos paternos, ambos, hablaban la lengua indígena […]. Mi madre es mestiza, lo blanco no sé si viene de mi madre porque mis hermanos son morenos”. Dice que el racismo que sufrió cuando llegó a la Ciudad de México para estudiar en la UNAM fue lo que la hizo adoptar con orgullo su origen: “me discriminaban, porque allá [en Tepatepec, Hidalgo, donde nació] hablamos con una manera como de pueblo y alguien me dijo ‘pinche vieja india’ […], decidí tener esa raíz porque me siento sumamente orgullosa de mis abuelos paternos”.
Sobre su origen económico, también cuestionado, Xóchitl Gálvez declara que su familia padeció la pobreza. “Nunca tuvimos dónde vivir, íbamos de cuarto en cuarto […], y esa es mi historia”. No obstante, una nota publicada por El País recoge distintas opiniones: en Tepatepec hay quien confirma que su abuelo hablaba hñäñu pero era blanco, hay quienes la consideraban “rica” por el tamaño y los materiales de construcción de su casa y por llevar mochila a la escuela, hay quienes desmienten partes de su biografía y hay quienes votarían por ella.
Más allá de lo que algunos han llamado “su biopic”, la contienda electoral sigue dando giros interesantes. Ahora algunos políticos de Movimiento Ciudadano han expresado que les gustaría que Xóchitl Gálvez fuera la candidata de la oposición, aunque el presidente del partido, Dante Delgado, insiste en que no habrá alianza con el PRI, el PAN y el PRD.
En entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez dijo que la decisión de competir por la presidencia del país, y no por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, la tomó durante las últimas semanas. “Hice una valoración muy profunda de los personajes que están compitiendo y esto no tenía emoción. A esto le faltaba conectar, como que estaba muy plana la contienda, yo hubiera querido que uno de ellos [los posibles candidatos de la oposición] despegara”.
Aunque su entrada al proceso electoral ha despertado el ánimo de los simpatizantes del bloque opositor, también le ha valido varios señalamientos, uno de los más sonados es que el empresario Claudio Xoconostle González está financiando su campaña. Sobre estas acusaciones Xóchitl Gálvez responde que son falsas. “Nunca he hecho una campaña con dinero. Nunca. En Hidalgo [donde en 2012 compitió por la gobernatura] hice una campaña superaustera y de ahí salió esta idea de pinta tu barda, pinta tu coche, pon una equis, pon un corazón. Se ha empezado a poner en el país sin que yo ponga un peso”.
Sin embargo, en la misma entrevista, la política panista afirma que sí financia su campaña con su propio dinero, pues, dice, no cuenta con el presupuesto de los precandidatos de Morena. “Yo no tengo dinero para poner los mil doscientos espectaculares que tiene Claudia Sheinbaum. Los empresarios hoy están detrás de los de Morena; ellos tienen a la oligarquía apoyándoles […]. Esto que estoy haciendo de redes es totalmente orgánico, no pago un bot”. Aunque admite que paga para “crecer en Facebook y en YouTube, le estoy metiendo cerca de doscientos mil pesos mensuales”. Pero reitera, ante el presidente y sus simpatizantes, que no hay nadie detrás de su candidatura: “no me está financiando Claudio X. González, no me está financiando ninguno de esos empresarios”.
Programas sociales y derechos de las mujeres
A pesar de sus diferencias con el gobierno de López Obrador, la senadora declara que mantendría su política social. “A todos los programas les pondría más. Al de adultos mayores le pondría la entrega de medicamentos, operaciones de cataratas, prótesis dentales y aparatos para oír […]. A los jóvenes les pondría todo este paquete tecnológico para que pudieran tener un mejor empleo y a los niños les pondría inglés y habilidades digitales desde la primaria”.
De igual manera, Xóchitl Gálvez reconoce como un acierto algunos de los proyectos del sexenio obradorista. “El transísmico y una parte del Tren Maya me parecen superadecuados, la parte que te cruza Oaxaca [sic] y que te llega a Mérida, esa parte del tren me parece extraordinaria […] porque puedes traer productos de Asia, los puedes desarrollar con mano de obra hacia la península de Yucatán”.
Si bien, a pregunta expresa de Gabriela Warkentin, titubea al nombrarse feminista, la posible candidata expresa abiertamente que retomaría “las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo, los refugios de mujeres”, instancias a las que la actual administración les retiró los subsidios. “Siento que se han perdido cosas que son indispensables para que las políticas sociales salgan adelante”, agregó durante la entrevista.
Medio ambiente y seguridad
La crisis climática es el tema más urgente que vive el mundo y Xóchitl Gálvez es consciente de ello, por eso una de sus propuestas sería apostar por las energías renovables. “México tiene un potencial brutal en energía solar, en energía eólica, en offshore, que es toda esa energía que se puede producir en el mar. México hoy podría estar llegando cerca del 40 o el 50 % de generación de energía renovable para su matriz energética”, asegura. De llegar a la presidencia, dice que acabaría con la “adicción a los combustibles fósiles” y afirma que “jamás hubiera construido la refinería de Dos Bocas”.
“En lugar de gastar el dinero para comprarle a Iberdrola sus plantas, debimos haber invertido en líneas de transmisión [eléctrica] y que el sector privado vendiera energía barata, pero el presidente tiene animadversión contra el sector privado”, opina la también empresaria que en 1992 fundó High Tech Services, una empresa dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología dirigidos al diseño de edificios.
En cuanto a la seguridad pública, la política se posiciona en contra de la militarización. No obstante, durante la entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez, cuyo hermano Jaime Xicoténcatl Gálvez Ruiz es coronel del Ejército mexicano, califica las ejecuciones extrajudiciales como “excesos”: “Los militares están entrenados para enfrentar guerra, entonces ha habido casos donde se han excedido y los pobres acaban en la cárcel”.
Corrupción, un problema de todos los gobiernos
Xóchitl Gálvez reconoce que los gobiernos anteriores, tanto panistas como priistas, no hicieron lo suficiente para combatir la corrupción, algo que la administración morenista tampoco ha atendido. “Yo esperaba que con este gobierno realmente se resolviera, pero está Dos Bocas, donde hay contratos brutales por asignación directa, lo de Segalmex es un escándalo. Al tema de la corrupción no le ha querido entrar nadie. Ahora son los cuates de Andy [Andrés Manuel López Beltrán, hijo del actual presidente] que están en esos temas, y antes eran los amigos de Peña, y antes otros personajes con Fox”, le dice a Gabriela Warkentin.
Ella misma no ha estado exenta de acusaciones de este tipo, ya que en 2021 el entonces director jurídico de la alcaldía Miguel Hidalgo, Gustavo García Arias, denunció que durante la administración de Xóchitl Gálvez se regularizó una obra que violaba los usos de suelo en la colonia Anzures y algunos documentos de esta desaparecieron. Otro caso que ha suscitado polémica en la carrera de la senadora es la presunta actividad criminal de su hermana Jaqueline Malinali Gálvez, quien fue detenida el 23 de junio de 2012, junto a otros miembros de “Los tolmex”, una banda de secuestradores que operaba en el Estado de México y en la Ciudad de México. En entrevista del 3 de agosto de 2012 con El Universal, como lo han consignado varios medios, el jefe de la banda Leonardo Sales Andrade, condenado a 33 años de prisión por un juez federal en 2019, señaló a Jaqueline Malinali de “poner a la gente” que sería víctima de los secuestros. Al respecto, la senadora ha dicho que a su hermana aún no se le dicta sentencia, a pesar de que el proceso lleva más de once años y continúa en prisión.
¿Un perfil diferente?
Al igual que la candidata favorita de Morena, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez no cuenta con un perfil puramente político. Ingeniera en Computación por la UNAM, la senadora había sido empresaria del sector tecnológico hasta que inició su carrera política en el año 2000, cuando fue nombrada titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas por el entonces presidente Vicente Fox. En este cargo destaca su crítica a la Ley Indígena implementada por el propio gobierno foxista, de la que reconoció que “no dejó satisfechas a las etnias del país”.
Sobre este periodo declaró en entrevista con Gabriela Warkentin que “sufría mucho para obtener recursos”. En su gestión también resalta su compleja relación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ya que por un lado apoyó la marcha del EZLN a la Ciudad de México y, por el otro, se pronunció en contra de algunas de sus posturas —como su oposición a la construcción de la presa de La Parota, en el estado de Guerrero—, y en ocasiones también contra uno de los voceros del movimiento, el entonces subcomandante Marcos. Por su parte, el rebautizado subcomandante Galeano se refirió a Xóchitl Gálvez en un comunicado de octubre de 2004 como la cabeza de “los principales beneficiarios del indigenismo profesional”, calificando su cargo como el “agotador trabajo de darle un toque de ‘folclor’ al régimen foxista”.
En 2012 Xóchitl Gálvez fue candidata del PAN por la gobernatura del estado de Hidalgo, pero perdió ante el priista Francisco Olvera Ruiz por más de 44 mil votos; tres años después, en 2015, ocupó el cargo de delegada de la alcaldía Miguel Hidalgo, puesto que abandonó en 2018 para ocupar un escaño en el Senado como plurinominal.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
Xóchitl Gálvez. Fotografía de Souleyman Messalti.
Cuando Xóchitl Gálvez entró a la contienda presidencial, tomó a muchos por sorpresa. Su biografía ha sido su mayor atractivo, pero aún no define sus propuestas y sus posturas permanecen intencionalmente desdibujadas. A pesar de que lleva veinte años en la política, las preguntas se mantienen: ¿en qué cree Xóchitl Gálvez?, ¿cuál es su visión de país?, ¿cómo sería su gobierno? En entrevista con Gabriela Warkentin, habla de todo esto y más.
Xóchitl Gálvez sorprendió a políticos, analistas y votantes cuando decidió que sí desea ser la candidata de la oposición a la presidencia de México —hasta que lo anunció no se le incluía en las encuestas de intención de voto—. Con el paso de los días, muchas voces críticas han puesto en duda el llamado “fenómeno Xóchitl”, y es cierto que falta casi un año para las elecciones de 2024 y nada está decidido aún. Con todo, también es cierto que su entrada a la competencia ha sacudido a los partidos —Movimiento Ciudadano incluido—, a sus rivales en la oposición —como Santiago Creel—, a numerosos obradoristas y al propio presidente, quien la ha criticado en las “mañaneras”. Por su irrupción como posible candidata y por los efectos que ha ocasionado, Gabriela Warkentin la entrevistó para la serie “Presidenciables”.
En el debate público se ha discutido principalmente la biografía de Xóchitl Gálvez, hasta ahora su mayor atractivo como candidata. A diferencia del perfil de otros contendientes, ella se identifica como otomí y narra su vida como una historia de superación: una niña que vendía las gelatinas que preparaba su madre y que vivió en la pobreza hasta obtener una beca para estudiar Ingeniería en Computación en la UNAM y que, finalmente, se convirtió en una empresaria y política relevante. Acerca del escepticismo ante su origen, Xóchitl Gálvez declara en esta entrevista que nadie puede decidir sobre su identidad. “En México el tema indígena no se define por sangre, se define por identidad propia y yo lo decidí hace muchos años”.
La política panista explica que proviene de una familia de hablantes de hñäñu, “mis abuelos paternos, ambos, hablaban la lengua indígena […]. Mi madre es mestiza, lo blanco no sé si viene de mi madre porque mis hermanos son morenos”. Dice que el racismo que sufrió cuando llegó a la Ciudad de México para estudiar en la UNAM fue lo que la hizo adoptar con orgullo su origen: “me discriminaban, porque allá [en Tepatepec, Hidalgo, donde nació] hablamos con una manera como de pueblo y alguien me dijo ‘pinche vieja india’ […], decidí tener esa raíz porque me siento sumamente orgullosa de mis abuelos paternos”.
Sobre su origen económico, también cuestionado, Xóchitl Gálvez declara que su familia padeció la pobreza. “Nunca tuvimos dónde vivir, íbamos de cuarto en cuarto […], y esa es mi historia”. No obstante, una nota publicada por El País recoge distintas opiniones: en Tepatepec hay quien confirma que su abuelo hablaba hñäñu pero era blanco, hay quienes la consideraban “rica” por el tamaño y los materiales de construcción de su casa y por llevar mochila a la escuela, hay quienes desmienten partes de su biografía y hay quienes votarían por ella.
Más allá de lo que algunos han llamado “su biopic”, la contienda electoral sigue dando giros interesantes. Ahora algunos políticos de Movimiento Ciudadano han expresado que les gustaría que Xóchitl Gálvez fuera la candidata de la oposición, aunque el presidente del partido, Dante Delgado, insiste en que no habrá alianza con el PRI, el PAN y el PRD.
En entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez dijo que la decisión de competir por la presidencia del país, y no por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, la tomó durante las últimas semanas. “Hice una valoración muy profunda de los personajes que están compitiendo y esto no tenía emoción. A esto le faltaba conectar, como que estaba muy plana la contienda, yo hubiera querido que uno de ellos [los posibles candidatos de la oposición] despegara”.
Aunque su entrada al proceso electoral ha despertado el ánimo de los simpatizantes del bloque opositor, también le ha valido varios señalamientos, uno de los más sonados es que el empresario Claudio Xoconostle González está financiando su campaña. Sobre estas acusaciones Xóchitl Gálvez responde que son falsas. “Nunca he hecho una campaña con dinero. Nunca. En Hidalgo [donde en 2012 compitió por la gobernatura] hice una campaña superaustera y de ahí salió esta idea de pinta tu barda, pinta tu coche, pon una equis, pon un corazón. Se ha empezado a poner en el país sin que yo ponga un peso”.
Sin embargo, en la misma entrevista, la política panista afirma que sí financia su campaña con su propio dinero, pues, dice, no cuenta con el presupuesto de los precandidatos de Morena. “Yo no tengo dinero para poner los mil doscientos espectaculares que tiene Claudia Sheinbaum. Los empresarios hoy están detrás de los de Morena; ellos tienen a la oligarquía apoyándoles […]. Esto que estoy haciendo de redes es totalmente orgánico, no pago un bot”. Aunque admite que paga para “crecer en Facebook y en YouTube, le estoy metiendo cerca de doscientos mil pesos mensuales”. Pero reitera, ante el presidente y sus simpatizantes, que no hay nadie detrás de su candidatura: “no me está financiando Claudio X. González, no me está financiando ninguno de esos empresarios”.
Programas sociales y derechos de las mujeres
A pesar de sus diferencias con el gobierno de López Obrador, la senadora declara que mantendría su política social. “A todos los programas les pondría más. Al de adultos mayores le pondría la entrega de medicamentos, operaciones de cataratas, prótesis dentales y aparatos para oír […]. A los jóvenes les pondría todo este paquete tecnológico para que pudieran tener un mejor empleo y a los niños les pondría inglés y habilidades digitales desde la primaria”.
De igual manera, Xóchitl Gálvez reconoce como un acierto algunos de los proyectos del sexenio obradorista. “El transísmico y una parte del Tren Maya me parecen superadecuados, la parte que te cruza Oaxaca [sic] y que te llega a Mérida, esa parte del tren me parece extraordinaria […] porque puedes traer productos de Asia, los puedes desarrollar con mano de obra hacia la península de Yucatán”.
Si bien, a pregunta expresa de Gabriela Warkentin, titubea al nombrarse feminista, la posible candidata expresa abiertamente que retomaría “las estancias infantiles, las escuelas de tiempo completo, los refugios de mujeres”, instancias a las que la actual administración les retiró los subsidios. “Siento que se han perdido cosas que son indispensables para que las políticas sociales salgan adelante”, agregó durante la entrevista.
Medio ambiente y seguridad
La crisis climática es el tema más urgente que vive el mundo y Xóchitl Gálvez es consciente de ello, por eso una de sus propuestas sería apostar por las energías renovables. “México tiene un potencial brutal en energía solar, en energía eólica, en offshore, que es toda esa energía que se puede producir en el mar. México hoy podría estar llegando cerca del 40 o el 50 % de generación de energía renovable para su matriz energética”, asegura. De llegar a la presidencia, dice que acabaría con la “adicción a los combustibles fósiles” y afirma que “jamás hubiera construido la refinería de Dos Bocas”.
“En lugar de gastar el dinero para comprarle a Iberdrola sus plantas, debimos haber invertido en líneas de transmisión [eléctrica] y que el sector privado vendiera energía barata, pero el presidente tiene animadversión contra el sector privado”, opina la también empresaria que en 1992 fundó High Tech Services, una empresa dedicada al desarrollo de proyectos de alta tecnología dirigidos al diseño de edificios.
En cuanto a la seguridad pública, la política se posiciona en contra de la militarización. No obstante, durante la entrevista con Gabriela Warkentin, Xóchitl Gálvez, cuyo hermano Jaime Xicoténcatl Gálvez Ruiz es coronel del Ejército mexicano, califica las ejecuciones extrajudiciales como “excesos”: “Los militares están entrenados para enfrentar guerra, entonces ha habido casos donde se han excedido y los pobres acaban en la cárcel”.
Corrupción, un problema de todos los gobiernos
Xóchitl Gálvez reconoce que los gobiernos anteriores, tanto panistas como priistas, no hicieron lo suficiente para combatir la corrupción, algo que la administración morenista tampoco ha atendido. “Yo esperaba que con este gobierno realmente se resolviera, pero está Dos Bocas, donde hay contratos brutales por asignación directa, lo de Segalmex es un escándalo. Al tema de la corrupción no le ha querido entrar nadie. Ahora son los cuates de Andy [Andrés Manuel López Beltrán, hijo del actual presidente] que están en esos temas, y antes eran los amigos de Peña, y antes otros personajes con Fox”, le dice a Gabriela Warkentin.
Ella misma no ha estado exenta de acusaciones de este tipo, ya que en 2021 el entonces director jurídico de la alcaldía Miguel Hidalgo, Gustavo García Arias, denunció que durante la administración de Xóchitl Gálvez se regularizó una obra que violaba los usos de suelo en la colonia Anzures y algunos documentos de esta desaparecieron. Otro caso que ha suscitado polémica en la carrera de la senadora es la presunta actividad criminal de su hermana Jaqueline Malinali Gálvez, quien fue detenida el 23 de junio de 2012, junto a otros miembros de “Los tolmex”, una banda de secuestradores que operaba en el Estado de México y en la Ciudad de México. En entrevista del 3 de agosto de 2012 con El Universal, como lo han consignado varios medios, el jefe de la banda Leonardo Sales Andrade, condenado a 33 años de prisión por un juez federal en 2019, señaló a Jaqueline Malinali de “poner a la gente” que sería víctima de los secuestros. Al respecto, la senadora ha dicho que a su hermana aún no se le dicta sentencia, a pesar de que el proceso lleva más de once años y continúa en prisión.
¿Un perfil diferente?
Al igual que la candidata favorita de Morena, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez no cuenta con un perfil puramente político. Ingeniera en Computación por la UNAM, la senadora había sido empresaria del sector tecnológico hasta que inició su carrera política en el año 2000, cuando fue nombrada titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas por el entonces presidente Vicente Fox. En este cargo destaca su crítica a la Ley Indígena implementada por el propio gobierno foxista, de la que reconoció que “no dejó satisfechas a las etnias del país”.
Sobre este periodo declaró en entrevista con Gabriela Warkentin que “sufría mucho para obtener recursos”. En su gestión también resalta su compleja relación con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, ya que por un lado apoyó la marcha del EZLN a la Ciudad de México y, por el otro, se pronunció en contra de algunas de sus posturas —como su oposición a la construcción de la presa de La Parota, en el estado de Guerrero—, y en ocasiones también contra uno de los voceros del movimiento, el entonces subcomandante Marcos. Por su parte, el rebautizado subcomandante Galeano se refirió a Xóchitl Gálvez en un comunicado de octubre de 2004 como la cabeza de “los principales beneficiarios del indigenismo profesional”, calificando su cargo como el “agotador trabajo de darle un toque de ‘folclor’ al régimen foxista”.
En 2012 Xóchitl Gálvez fue candidata del PAN por la gobernatura del estado de Hidalgo, pero perdió ante el priista Francisco Olvera Ruiz por más de 44 mil votos; tres años después, en 2015, ocupó el cargo de delegada de la alcaldía Miguel Hidalgo, puesto que abandonó en 2018 para ocupar un escaño en el Senado como plurinominal.
Esta entrevista es parte de la serie “Presidenciables”, con Gabriela Warkentin para Gatopardo.
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