Propuestas con enfoque de género, por fin.
La coalición Juntos Haremos Historia, encabezada por AMLO, publicó las primeras propuestas con enfoque de género en la contienda electoral del 2018
En la recta final rumbo a las elecciones de este año, el gabinete femenino de la coalición Juntos Haremos Historia, que tiene como candidato a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador, presentó hace unos días un documento que enlista una serie propuestas de campaña con enfoque de género, llamado Femsplaining: Hablemos de Nosotras.
Es un manual compuesto por 28 páginas en el que se tocan seis temas principales: Educación y Cultura, Discriminación laboral, Mujeres en condición de pobreza, Salud, Violencia y acceso a la justicia; y Administración pública con perspectiva de género.
El lanzamiento fue encabezado por Olga Sánchez Cordero, quien ocuparía el cargo de Secretaria de Gobernación, si López Obrador ganara la presidencia este 1º de julio. “Mujeres mexicanas, mujeres del mundo, abran más los ojos. Femspalining es un manual para hablarnos, para escucharnos, para dejar atrás nuestros miedos, nuestros complejos, para salir adelante”, declara la exministra de la Suprema Corte en el video de introducción.
#Femsplaining es un documento hecho por las mujeres de Morena para visibilizar las problemáticas a las que nos enfrentamos en México. Ofrecemos nuestro diagnóstico y nuestras propuestas. ¡Sacudamos la agenda pública!
Descarguen, lean, compartan: https://t.co/wiUwUebUSn pic.twitter.com/4I1FKlNPYT— Abre Más Los Ojos (@AbreMasLosOjos) 31 de mayo de 2018
Cada uno de estos temas principales van acompañados de dos (o tres, en el caso del apartado de Salud) propuestas para acabar con el problema. Así, por ejemplo, en la sección de Mujeres en condición de pobreza, las propuestas son brindarle derechos de paternidad a los hombres, abrir guarderías y estancias infantiles para que más mujeres se incorporen a la estructura laboral; y crear programas de atención y cuidados gestionados por mujeres debidamente remuneradas. Otra propuesta de ese apartado es crear centros productivos en zonas urbanas marginadas de las ciudades.
El documento está respaldado con datos que explican la magnitud de los problemas a resolver. En el rubro de Mujeres en condición de pobreza, el texto explica que “41.5% de las familias encabezadas por una mujer viven en estado de pobreza, según datos de CONEVAL (2012)”. Además, “estas mismas familias sufren 6.6% más carencia alimentaria que las familias encabezadas por hombres”.
Cabe mencionar que la de Juntos Haremos Historia es la primera de las campañas políticas en sacar una propuestas con enfoque de género, es decir, que toma en cuenta las dificultades, agresiones e injusticias que las mujeres enfrentan en México, por el simple hecho de ser mujeres.
Hablando de violencia de género, uno de los temas clave es, por supuesto, el de los feminicidios. El tema aparece en el manual bajo el título de “Violencia y acceso a la justicia”. De la página 17 a la 23 se mencionan diferentes maneras en las que las mujeres son agredidas constantemente en nuestro país. Las propuestas para solucionar un problema tan hondo: “entre 2015 y 2016, 2,083 mujeres fueron asesinadas. Solo el 25% fue investigado por feminicidio”, son:
1. Crear protocolos de atención a víctimas con perspectiva de género, enfocados a que las autoridades no revictimicen a las mujeres y en vez de eso persigan los delitos, especialmente los crímenes de odio.
2. Acabar con la impunidad. (Les hizo falta decir cómo)
Después de que salió a la luz y se viralizó el caso del asesinato de ocho mujeres en Ciudad Juárez en un Campo Algodonero en el 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió al Estado Mexicano que se tomarán medidas para evitar que algo así volviera a ocurrir. La principal política pública que se implementó para cumplir con este mandato fueron los Centros de Justicia para las Mujeres (Cejum). Sin embargo, EQUIS Justicia para las mujeres, una organización feminista que contribuye al ejercicio de los derechos humanos, encontró que tan sólo el 64% de los centros estaban en funcionamiento. Además, encontraron que los que sí funcionaban, carecían de controles y claridad en el manejo de recursos.
Otras instituciones que se han creado para la protección de las mujeres son la Comisión Nacional para prevenir y erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), el Instituto nacional de las mujeres (INMUJERES), la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, y las Unidades de Género del Poder Judicial. No hay que olvidar también existe una Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia desde el 2007, que fue actualizada por ultima vez en el primer semestre de este año.
A pesar de ello y de los recursos públicos destinados a cada una de estas instituciones, las cifras de violencia han incrementado desde el 2009, cuando se fundaron y comenzaron a actuar la mayoría de esos órganos. Entre el primero de enero y el 7 de abril del 2018, la activista y defensora de los derechos de las mujeres, María Salguero, contó 500 feminicidios.
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Respecto a la propuesta número dos que se planea en el manual: “acabar con la impunidad”, replicamos la pregunta que León Krauze imprimió en su columna Epicentro: “El problema, por supuesto, no está sólo en el ‘qué’, sino en el ‘cómo’”.
Preguntas similares surgen al leer las propuestas bajo el rumbo de Educación:
“Incorporar a la educación media superior pública a 150,000 jóvenes sin acceso a ella. Se integrará a 5,000 nuevos docentes y se dará un apoyo de 29,000 pesos anuales para cada alumna. Apoyos como este nos ofrecen independencia —así salimos del ciclo de la violencia económica— y nos ayudan a no dejar los estudios”.
¿Los 29 mil pesos son una especie de beca?, ¿se puede utilizar para los fines que la estudiante prefiera?, ¿cómo se decidirá a qué mujeres apoyar?, ¿de dónde saldrán estos docentes y cómo serán capacitados? y otra muy importante, ¿de dónde saldrá todo este dinero?
Vale la pena remarcar que ningún otro partido político ha publicado propuestas para atacar la brecha de género en distintos rubros de la sociedad (aunque a estas les falte claridad y especificidad). También es importante mencionar que cada sección de este manual sigue las recomendaciones de la ONU para combatir la violencia de género.
Además, cada sección está respaldada por una serie de consejos que ayudan a confrontar los estereotipos de género y la represión social que limita y criminaliza a las mujeres. Aunque en algunos casos resultan un poco simplistas, buscan resolver los conflictos sin violencia y respetando las diferencias.
Femsplaining es un documento que vale la pena leer y compartir, pues sienta un precedente importante dentro de la política nacional, y aunque carece de la profundidad necesaria para atacar un problema tan complejo, fomenta el diálogo e invita a construir propuestas alternas para erradicar la violencia de género en sus diferentes presentaciones, una acción urgente para México.
El manual se puede descargar de manera gratuita.
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