Tras una larga gira por diversas ciudades de América del Norte que cerró en la Galería de Arte de Ontario en Toronto, los monstruos de Guillermo del Toro finalmente llegaron a suelo mexicano. A partir de mayo de 2019 la muestra llegó al Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara.

La exposición “Guillermo del Toro: En casa con los monstruos” celebra el trabajo cinematográfico y literario del realizador mexicano. Está compuesta principalmente por piezas de su colección privada, que suele ocupar Bleak House, una casa entera en los suburbios de Los Ángeles.

En años recientes, el LACMA una de sus anteriores sedes había orientado algunas de sus muestras a la industria del cine –como las retrospectivas itinerantes de Tim Burton y Stanley Kubrick–, pero la dedicada a Guillermo del Toro les representó un nuevo reto. “Es la que tiene más conexiones con las colecciones del museo, debido a que él mismo es un gran coleccionista”, contó Britt Salvesen, curadora de la exhibición, en entrevista con Gatopardo. “Somos lo que se conoce como ‘museos enciclopédicos’, no nos dedicamos a un tema en específico”, explicó. “El pensamiento de del Toro es así: se nutre de muchas tradiciones, culturas, historias y diferentes objetos. De esta forma podíamos mostrar el trabajo de un artista contemporáneo que abarcase al museo entero”.

H.P. Lovecraft y Edgar Allan Poe, en Bleak House.

“En casa con los monstruos” se organizó por el LACMA en colaboración con el Instituto de Arte de Mineápolis y la Galería de Arte de Ontario. Está integrada por más de 500 piezas entre las prestadas por del Toro, utilería de sus películas y otros objetos relacionados con su proceso creativo. Aunque la mayor parte de la exhibición itinerante será la misma, una sección cambiará de acuerdo con el archivo específico de cada institución.

Con la intención de traducir a las salas del museo la sensación de asombro que tendría un visitante al entrar a Bleak House, el LACMA organizó la colección por temas, siguiendo el patrón de un laberinto o una maquinaria de relojería, símbolos recurrentes en la obra del cineasta. “Quisimos aprender de eso y llevarlo al piso del museo en lugar de mostrarlo de manera tradicional”, agrega Britt Salvesen. “Los espacios son fundamentales en sus películas. Nos inspiramos en el periodo gótico al que recurre tanto, pues conlleva cierta importancia arquitectónica. Estructuralmente queríamos colocar al centro una evocación del estudio real de Guillermo del Toro, con bibliotecas temáticas a su alrededor, como sucede en su casa”.

Entrada principal a Bleak House, de donde provienen la mayoría de piezas en exhibición.

Las secciones de la muestra responden a los arcos temáticos de su obra, más que a una alineación cronológica. “La dicotomía entre inocencia y muerte son los extremos obvios para la colección: su alfa y omega, porque son clave en todas sus películas. Además, tenemos un tema como Frankenstein, al que está muy conectado porque para él significa mucho más sobre el arte, la condición humana y la creación de algo nuevo y noble a partir de materiales descartados. No es algo superficial para él, es una filosofía”.

Otro aspecto fundamental de “En casa con los monstruos” es su combinación de cultura popular y bellas artes. “Esto responde a la convicción de del Toro de que no hay una diferencia entre ambas en su manera de pensar: él puede obtener inspiración tanto de un cómic de horror o pinturas de William Blake, como de literatura y filosofía”, cuenta Salvesen. “Los museos a veces se cierran a los límites entre departamentos, valores o versiones de la historia del arte, pero cuando traes a un artista como él, que no piensa en términos convencionales, le da nueva vida a las colecciones”, concluye.

Guillermo del Toro y una figura tamaño real del monstruo de Frankenstein.