Como consecuencia de la crisis sanitaria, hemos visto desaparecer una serie de costumbres y atavismos occidentales que implican el contacto físico. Un ejemplo es el apretón de manos. ¿De dónde viene este gesto histórico para saludar y reconocernos? Los saludos en pandemia.
Imaginar es una fantasía en gran medida autoindulgente, en ausencia de la tarea mucho más prometedora de trabajar por una sociedad más educada, por condiciones de existencia menos precarias, y por una sensibilidad colectiva e inteligente: precisamente aquello que la producción cultural y el arte tienen por objetivo.
Ante la incertidumbre que supone el coronavirus, las instituciones culturales tendrán que someterse a una nueva realidad. La relación entre la cultura museística y las masas de visitantes estará limitada o proscrita. La tarea de la cultura será crear nuevas posibilidades y a la par hacer crítica.