Podría parecer que la protección constitucional del derecho al aborto se revocó de un plumazo, pero no fue así. Poco a poco, durante casi cincuenta años, los conservadores llevaron a cabo una efectiva estrategia para capturar el Poder Judicial. En consecuencia, hoy Estados Unidos podría vivir una contrarrevolución que elimine las libertades y los derechos de varios grupos.
La democracia constitucional reconoce a las mayorías pero limita sus excesos. Ante la llamada “Ley Zaldívar”, la Suprema Corte debe optar por alejar a México de la captura del Poder Judicial y mantenerlo en el rumbo democrático.