En un día cualquiera las banquetas ofrecen miles de historias, detalles imperceptibles desde la vista dislocada de la ventana de un auto en movimiento. Es en los encuentros cara a cara, en los cruces y roces, donde se descubre el flujo de la humanidad.
En la nueva normalidad el campo y la ciudad tendrán que reencontrarse. La gente va a necesitar espacios abiertos y vincular a ellos experiencias profundas, crecimiento personal. Esta visita al rancho San Antonio fue un encuentro nostálgico con un pasado mejor.
En este 2020 tan convulso, en el que todo se ha tornado lúgubre, queda un sólo lugar al que mirar, hacia arriba. Descubrir que la comunidad de Tlatelolco está encontrando confort en la belleza y simplicidad de salir a volar un papalote, me trajo alegría.
«Todo este trabajo por nada. Así son las cosas para la gente común. Quienes tienen dinero se pueden quedar encerrados en casa, pero quienes vendemos periódicos tenemos que salir a trabajar, no hay alternativa. Al miedo hay que ponerlo en espera».
Muchas estatuas de Cristóbal Colón han sido derribadas recientemente por manifestantes en Estados Unidos y Canadá. Mark Powell fue a visitar la de la Ciudad de México y descubrió que. no solo está en pie, sino que es el refugio de un hombre llamado Antonio.
La intención de la Plaza de la Revolución, como la de cualquier espacio público exitoso, fue convertirse en un lugar para escapar, protestar, contemplar e imaginar hacia adentro, mientras se mira hacia afuera. Esa función sigue intacta, aún en plena pandemia.
Lavarnos los manos constantemente se ha convertido en un hábito de supervivencia, pero pensándolo bien, es un gesto con muchos otros significados. Por ejemplo, uno se lava las manos, metafóricamente, para deslindarse de alguna culpa o responsabilidad.
Cuando les pregunto qué tipo de clientes son los que han aparecido en los últimos días, responden que son solo aquellos que no creen en el coronavirus.
El país está ante una encrucijada donde esperanza y realidad están entrelazadas y caminando hacia lo desconocido. ¿Qué modelos de negocio funcionarán en el futuro? ¿Nos estamos dirigiendo a una nueva normalidad o a un mundo completamente distinto?
El Zócalo ha pasado las últimas semanas desnudo, dividido y bloqueado para todo transeúnte. Sin embargo, un peatón más determinado que el promedio, logró burlar las vallas para recostarse sobre una pieza de arte público y liberar su nariz del tapabocas.
Cuando algo termina de forma tan abrupta, como hemos visto suceder con muchos negocios en las últimas semanas, su presencia no se disuelve del todo, sino que permanece como un fantasma atrapado en su propias huellas, ya sin zapatos.