Si todos narráramos la muerte, quién relataría la vida. Aquí, el punto de partida de un periodismo no solo de lo posible, sino también de lo deseable.
Allí donde las infancias sufren el desamparo más profundo; allí donde la adicción a las drogas rompe vínculos maternofiliales; allí donde la autoridad, las instituciones y las políticas públicas no llegan, todo se deja a la buena fe de la comunidad… con un poco de ayuda de las ballenas (orcas, en realidad), el mar y el desierto. Desde La Paz, Baja California Sur, una historia ejemplar de cuidados colectivos.
Cada año se producen cerca de dos millones de toneladas de caña de azúcar en Quintana Roo, lo que convierte esta actividad en una de las más importantes en la península de Yucatán. Pero en esta industria, la del azúcar, no todo es prosperidad. Miles de familias se movilizan hasta acá para ser partícipes de la zafra, campesinos que se encuentran con largas jornadas y una carga de trabajo demencial. Sus hijos aprenden el oficio desde chicos. Laboran en los cañaverales, arriesgando la integridad, la salud y un futuro ahora incierto.
Millones de extranjeros viajan a Cancún. Unos vacacionan en sus playas cristalinas. Otros huyen de la violencia y la pobreza de sus países, buscando refugio y protección. Se ha vuelto común que turistas y migrantes sean víctimas de detenciones arbitrarias y encierros injustificados, largos y tortuosos en la estancia migratoria de este destino. Es un lugar donde se violan los derechos humanos, con impunidad garantizada.
La extorsión se ha generalizado en Cancún, México. Las víctimas van desde comerciantes callejeros hasta empresarios. A quien no paga el “derecho de piso” le queman el negocio o lo matan. Obreros y pequeños comerciantes ya han sido asesinados. Los extorsionadores son miembros de peligrosos cárteles e incluso expolicías. Solo entre 2019 y 2021 hubo más de 13 mil denuncias por extorsión en el principal destino turístico del Caribe mexicano.
Ricardo Hernández consiguió el Premio Nacional de Periodismo 2022, en la categoría de Periodismo Narrativo, por esta crónica que visualiza la cara oculta de Cancún: barrios grises, núcleos de población sobre propiedad privada, pública o ejidal que ha sido ocupada sin permisos ni servicios. Quienes habitan estos espacios sostienen la base más baja de la pirámide económica de esta ciudad.
Salamanca es una comunidad aislada del mundo. Sus habitantes no cuentan con televisión ni radio mediante los cuales puedan informarse sobre el cambio climático y los únicos libros que leen son ediciones del Nuevo Testamento. Todo aquí ha sido forjado con sus propias manos, para ellos el trabajo físico es lo más preciado, sobre todo, el trabajo en el campo. Esta visión del mundo no solamente los ha hecho grandes agricultores; también los ha vuelto partícipes del deterioro ambiental.