En los debates electorales no todo son memes y risas. Esta tendencia creciente al ataque y la teatralidad quizá obedezca a la urgencia de sustituir el talento argumentativo del que se carece, pero puede que también a algo más retorcido. Debatámoslo.
Los candidatos no pueden romper ciertas reglas en sus mensajes “oficiales” de campaña, de modo que los medios apócrifos que crean para el periodo electoral son el espacio perfecto para librar sus guerras de lodo.
La campaña más reciente del gobierno federal sobre la alimentación de los mexicanos no solo reproduce prejuicios contra las personas con sobrepeso y obesidad, tampoco se sustenta en investigaciones actuales ni ofrece soluciones oportunas para cambiar nuestra dieta.