Enrique de Colsa, maestro tequilero - Gatopardo

Enrique de Colsa, maestro tequilero

Celebramos la historia de quien revolucionó la industria del tequila con el primer añejo cristalino

Tiempo de lectura: 2 minutos

En la industria del tequila, innovar es una palabra que debe formularse con delicadeza. Este destilado, producido de manera artesanal desde siempre, convoca una tradición que pesa sobre los hombros de las personas que hoy orquestan el camino de la industria. Enrique de Colsa, maestro tequilero de Don Julio, es uno de ellos, pero también el responsable de la revolución que transformó un mercado que parecía haber encontrado su zona de confort décadas atrás.

Nacido en Veracruz, pero tapatío por adopción, la historia de De Colsa con Tequila Don Julio inició hace veinte años de la mano de Julio González, creador del famoso tequila que lleva su nombre y a quien De Colsa reconoce como su mentor. “Hablar de Don Julio no es hablar sólo del tequila, o de lo que él hizo, sino del amor que le impregnó a su trabajo; la consistencia, la pasión y la manera impecable de hacer las cosas”, dice De Colsa en entrevista, con un tono que transmite absoluta admiración, mientras camina por la destilería La Primavera, en Atotonilco el Alto.

Destilería Don Julio

En esta destilería, la atmósfera impregnada del aroma de la levadura pesa por doquier. Es un olor dulce que sugiere mieles o frutas por montones, cualidades propias del tequila que se produce en la región. La conversación la orquesta De Colsa, quien sostiene en la mano una copa con Tequila Don Julio 70, el primer añejo cristalino del mundo. “Con este tequila se trató de generar un híbrido entre la suavidad y dulzor del añejo y el golpe alcohólico del blanco, esa esencia que uno quiere sentir en la boca, pero no en la garganta”, dice y adopta un tono íntimo cuando habla de este producto.

“El tequila tiene alcohol y tiene compuestos que son fuertes y agresivos. Mi trabajo fue encontrar cómo sacar a relucir esa esencia, buscar qué compuestos de la madera y del proceso de añejamiento inhiben o endulzan ese sabor, encontrarlos y removerlos para que esa nota cítrica y herbal vuelva a estar presente”. El resultado, el cual él comparte con orgullo, sorprende por su equilibrio: en boca, lengua y paladar, la fortaleza y el poder de un blanco, mientras que en garganta, la suavidad absoluta del añejo.

Don Julio 70

Tras su lanzamiento en 2012, Tequila Don Julio 70 se convirtió rápidamente en uno de los productos más importantes de la tequilera y un tequila ícono para el mercado mexicano. “La prueba está en que después de nosotros hay treinta, cuarenta marcas haciendo cristalinos”, dice De Colsa y asegura que la aportación de su creación no recae en la claridad lograda en el destilado, sino en la amplia gama de sabores que se ofrece en un solo trago.

Con su nombre inscrito ya en la historia del tequila en México y tras dedicar un tercio de su vida a comprender y mejorar su proceso, Enrique de Colsa es quizás el mayor experto de tequila en México y, por lo tanto, en el mundo. Alguien que ha mantenido su compromiso con la tradición, pero que lo ha vertido en la creación de un producto que le otorga una ruta fascinante y novedosa a la industria del tequila.

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