Cada diciembre llegan el frío, el ponche, las lucecitas en las calles y, desde luego, los santacloses, que niñas y niños visitan en posadas, fiestas o plazas comerciales. Cientos de actores, como David González, desempolvan el traje para prestar sus servicios como San Nicolás y así ganarse un aguinaldo para sobrellevar la cuesta de enero. Algunos se consideran guardianes del personaje y, aunque haya tiempos difíciles, no desisten en la misión: hacerle creer al niño que ese señor sí es Santa.
Lejos de la pornomiseria con la que se suele mirar a la clase trabajadora, el gran autor finlandés Aki Kaurismäki estrena en salas de cine en México esta celebrada película que, a pesar de un estilo tieso, mínimo, como el carácter finlandés, busca conmovernos con una tierna historia de amor.
Diciembre cierra el año con una serie de divertidos estrenos.