En un mensaje de solidaridad al presidente Andrés Manuel López Obrador, el Secretario General del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), Carlos Antonio Romero Deschamps reconoció la “valiente lucha contra la corrupción en PEMEX” y aseguró que el gremio se sumaba a los esfuerzos del gobierno para “terminar con la corrupción e impulsar un nuevo modelo de eficiencia, transparencia y honestidad en la producción, suministro y distribución de combustible”.

Romero Deschamps firmó aquel comunicado el pasado 9 de enero de este año, en el marco de las acciones que el gobierno federal implementó en la lucha contra el robo de combustible, conocido como huachicoleo, en el país. Fue entonces que el nombre del líder sindicalista retomó protagonismo en los titulares noticiosos del país, pues fue el propio Andrés Manuel, quien aseguró que no habría ninguna excepción en su combate a la corrupción en México.

En el atípico pronunciamiento, el líder sindical, a pesar de ser señalado como el responsable de la crítica situación interna de Petróleos Mexicanos, se refirió al cierre de ductos y la crisis de desabasto durante las primeras semanas del 2019 como «una nueva era de productividad». Dijo también que si el gobierno estaba haciendo lo correcto, el sindicato apoyaría dicho cambio.

Fue el 25 de junio de 1993 cuando Deschamps se consolidó como dirigente nacional del gremio y desde entonces, ni él ni su familia, han dejado de disfrutar un ostentoso estilo de vida, que de acuerdo con una demanda interpuesta por un grupo de sindicalistas disidentes, se debe a los negocios que la familia Romero Deschamps ha desarrollado “a costa de los recursos sindicales”. La denuncia penal data del 19 de octubre de 2016, sin embargo, no prosperó hasta ahora.

El pasado 6 de febrero, ante la Fiscalía General de la República (FGR) se amplió la denuncia dejando la puerta abierta a que tanto el cacique como 11 personas implicadas, sean llevadas a juicio.

Carlos Romero Deschamps / Twitter

¿Quién es Romero Deschamps?

Originario de Tampico, Tamaulipas, Carlos Romero Deschamps nació el 17 de enero de 1944. Su primer acercamiento con Pemex se dio cuando lo invitaron a trabajar a la refinería de Salamanca, Guanajuato. Poco después, uno de sus primos lo conectó con la Sección 24 del sindicato en donde coincidió con el entonces líder sindical, Joaquín Hernández Galicia, alías La Quina, quien duró varias décadas al frente del sindicato. Poco a poco, Romero Deschamps se ganó su confianza.

Han pasado ya treinta años desde «El Quinazo», como se le conoció en 1989 a la detención del líder petrolero, que ocasionó la parálisis de nueve refinerías de Pemex y una grave crisis de desabasto. En esa ocasión, el Ejército tomó las instalaciones de la petrolera en la Ciudad de México y poco después, llegó Sebastián Guzmán Cabrera a la cabeza del sindicato, a quien Deschamps eventualmente sustituyó.

Desde entonces, Romero Deschamps ha conservado su lugar al frente del sindicato a base de una serie de reelecciones. La más reciente ocurrió el pasado 11 de diciembre de 2018, y con esto “aseguró” su lugar hasta el 2024, con lo que cumpliría 31 años al frente de la organización.

Romero Deschamps ha formado parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI) desde 1961. Sin embargo, esto no ha sido obstáculo para que apoye a candidatos y presidentes de otros partidos políticos, pues además de haber trabajado bajo los mandatos de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto, también lo hizo con Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa de Partido Acción Nacional (PAN)

Además, durante todos estos años, el líder ha fungido como senador de la República en dos ocasiones, de 1994 a 2000 y de 2012 a 2018, y tres veces como diputado federal, de 1979 a 1982, de 1991 a 1994 y del 2000 al 2003.

Comunicado del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana en apoyo a AMLO

La corrupción de Deschamps

A lo largo de su trayectoria, Carlos Antonio Romero Deschamps ha sido acusado de corrupción en múltiples ocasiones, una de las más significativas ocurrió en el año 2000, cuando se comprobó que parte de la campaña presidencial del priísta Francisco Labastida fue financiada con fondos del sindicato petrolero. El entonces Instituto Federal Electoral pudo demostrar la inversión de un total de 640 millones de pesos provenientes del sindicato en la campaña del candidato, en un caso que pasó a la historia como el «Pemexgate».

Pese a las acciones del IFE y de la Procuraduría General de la República, no hubo acción penal contra Romero Deschamps, pero el máximo órgano electoral le impuso al PRI una gran multa.

Algunos de los otros escándalos económicos han sido protagonizados por sus hijos. En 2013  José Carlos, recibió como regalo de su padre un automóvil Ferrari, modelo Enzo, con un valor cercano a los 2 millones de dólares. Por su parte, Alejandro y Paulina Romero Deschamps, demuestran constantemente el nivel de lujos que la familia puede solventar entre jets privados, departamentos en Miami, viajes y ropa de diseñador.

Hasta la fecha se desconoce el salario del líder sindical, pues a base de amparos ha logrado evadir sus declaraciones.

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