La entrada de los cuatro nuevos consejeros del INE, incluida la presidenta Guadalupe Taddei, transcurrió tranquilamente. Pero el árbitro electoral aún debe librar su batalla más importante. Más allá de los discursos inaugurales, veremos si los nuevos integrantes asumen lo que es prioritario: defender al INE de los rasgos destructivos del plan B.
El domingo 26 de febrero la plaza principal de la capital del país se llenó de gente que rechazó el “plan B”, que socava al INE, exigiendo que la Corte declare su inconstitucionalidad. Esta crónica describe sus reclamos, el perfil de los asistentes, lo que está en juego para la democracia y hasta la ausencia de un grupo de la población que está en desacuerdo con la reforma electoral, pero que no participó en la concentración.
José Ramón Cossío, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia, pronunció este discurso durante la concentración en defensa del INE que ocurrió hoy, domingo 26 de febrero, en el Zócalo capitalino. Reproducimos íntegramente sus palabras.
La nueva reforma electoral plantea, entre otras cosas, reducir de 2571 a 396 las plazas del Servicio Profesional Electoral, lo que podría poner en riesgo la eficacia del INE por falta de personal.
Si la reforma electoral se aprueba como está redactada, reducirá el mínimo de candidaturas que los partidos deben destinar para las personas indígenas, migrantes, afromexicanas, LGBTI y con discapacidad. Además, el Plan B limita en mucho la capacidad del INE para evitar que haya candidatos que han cometido violencia de género, y discrimina a los jóvenes, que no tendrán prioridad para ser parte de las mesas que instalan las casillas.