A Diego Luna, en su faceta como director, le apasionan las historias de familia. Tal como en Abel (2010) –su debut detrás de cámaras– Mr. Pig, su nueva cinta, explora las distancias entre padres e hijos y los caminos que ambos lados toman para llenar el vacío causado por la separación. “[Mr. Pig] era para hablar de esta oportunidad que tenemos de repente de reconectar con nuestros padres en una etapa más madura”, cuenta Diego Luna en entrevista para Gatopardo.

Mr. Pig, una road movie colorida que tuvo su estreno en el pasado Festival de Sundance, sigue a un granjero afroamericano de Estados Unidos, quien maneja hacia Jalisco para llevar a su querido cerdo a un nuevo hogar. Diego Luna deseaba hablar de alguien que quería hacer el viaje al revés de lo habitual: un hombre estadounidense que quiere una mejor realidad para su ser más querido y cruza ilegalmente la frontera. “Pensar que un estadounidense podría encontrar eso en México era interesante para nosotros. Queríamos contar esa historia, nada más que con un cerdo”, agrega el director.

Protagonizada por Danny Glover –quien apareció en Arma mortal y El color púrpura–, Maya Rudolph –estrella de Saturday Night Live de 2000 a 2007– y un cerdo de 120 kilos, Mr. Pig es la segunda cinta que Diego Luna dirige, tras la mediana recepción crítica de César Chávez (2014). A la hora de crear el guión con Augusto Mendoza –con quien co escribió Abel–, Luna no tenía en mente a un actor específico para el personaje principal.

“Yo no había pensado en un afroamericano para hacer el personaje pero me pareció que funcionaba muy bien”, recuerda Luna, quien dice que la idea vino de su directora de casting y empataba con su deseo por hacer una película rara, que viviera en su propio universo. “Además, Danny [Glover] entendía muy bien al personaje. Me contó la relación que tenía con su abuelo, quien tenía una granja y cómo todo el amor que no le daba a ellos se lo daba a los animales, era mucho más cariñoso con los animales que con ellos. Me contó cosas muy personales y reflexiones que tenían todo que ver con la película y me di cuenta de que estaba frente al actor que tenía que hacerlo”, añade.

En cuanto a Maya Rudolph, Luna señala que la actriz, quien es mejor conocida por su trabajo en comedia, deseaba salir del cajón en el que la industria norteamericana la había insertado. “Si bien Maya tiene la capacidad de hacerte reír casi instantáneamente, es una actriz con una profundidad y un peso padrísimo. Esa mezcla la vuelve muy interesante. Fui muy afortunado de que los dos quisieran subirse a este proyecto y hacer esta locura”.

La cinta fue grabada por completo en Jalisco, y la atención al detalle de Luna y su equipo hacen que la locación sea un personaje más en al historia. “No hay nada inventado. Hicimos el viaje, paramos por los pueblitos que te tocaría pasar, cruzamos la sierra y llegamos a la playa como te tocaría manejando desde el norte del estado”, dice Luna, quien tomó la decisión de hacer una cinta que se dejara afectar por la realidad que el equipo estaba filmando. “Había una regla: No se valía llenar tu camión en la Ciudad de México de cosas. Si el personaje es de este pueblo, entonces la ropa tenía que salir de este pueblo porque vas a fotografiar una realidad que sí existe”.

El cerdo, el elemento que impulsa la historia, tenía la combinación entre ternura y monstruosidad que Luna buscaba. “El cerdo, en general, nos ha servido para explicar el comportamiento humano”, señala el actor y director, quien tiene un cameo casi imperceptible en esta cinta.

A Diego Luna, en su faceta como director, le apasionan las historias de familia. Ya sea una elegida, una abandonada, una en proceso de expiación o todas al mismo tiempo. Por ello, si Mr. Pig tiene un mensaje, es que la familia puede encontrarse en cualquier lugar.