Ante la epidemia que provoca la adicción a la metanfetamina en el norte de México, un grupo de la tribu yaqui, en Sonora, ha establecido un centro de salud —Clínica de Medicina Intercultural Yo’o joara— para erradicar la dependencia a esta sustancia y tratar otros trastornos mentales. Sus tratamientos incluyen psicoterapia y psicoactivos de origen natural, como la ayahuasca, el peyote y la secreción de un sapo originario del estado. “Plantas sagradas” que han transformado por completo la vida de sus pacientes.
Los estudios clínicos con psilocibina y otros psicodélicos que se realizan en universidades extranjeras generan entusiasmo por su potencial para aliviar una variedad de trastornos mentales. En México las personas se acercan a estas alternativas a través de rituales tradicionales indígenas, ceremonias contemporáneas o sesiones con terapeutas que trabajan a la sombra de la prohibición.
La COP26 reconoció a la metrópolis por su plan de acción para mitigar los efectos del cambio climático. El mérito de Guadalajara, hasta el momento, es tener un plan: una hoja de ruta ambiciosa donde se detallan los pasos a seguir para llegar a la carboneutralidad en 2050. Sin embargo, hay varios retos por cumplir, dado el tamaño y la complejidad del territorio.
Una cardióloga neoyorquina demostró en 1991 que muchas mujeres morían por infarto en los hospitales. La razón: los síntomas se habían estudiado siempre en hombres y variaban en el cuerpo de las mujeres. Desde entonces, cada vez más médicas e investigadoras trabajan para entender mejor las diferencias fisiológicas entre sexos y para difundir que el sesgo de género en la medicina destruye vidas.
Más de un millón de mujeres mexicanas ha dado a luz durante la crisis sanitaria. Los especialistas del Instituto Nacional de Perinatología, en la Ciudad de México, han hecho grandes esfuerzos para conocer mejor a su enemigo y descubrir cuáles podrán ser las consecuencias en los fetos y en los recién nacidos que se infectaron. Hoy se sabe que la enfermedad que provoca el SARS-CoV-2 es la primera causa de muerte materna en México. En el cuarto país con más muertes por Covid-19, éste es otro hospital trastocado por la pandemia.