El pez león, la especie invasora que amenaza el caribe mexicano

La amenaza del pez león

Este exótico pez se ha convertido en una amenaza para otras especies marinas y para el turismo local

Tiempo de lectura: 3 minutos

De apariencia vistosa y hasta inofensiva, este pez de color rojizo o café con largas líneas blancas que recorren su anatomía, se ha convertido en una severa amenaza para los ecosistemas y hasta para el turismo, pues este animal venenoso y que los biólogos marinos han descrito como agresivo, posee un apetito voraz y puede comer cualquier cosa. El pez león también tiene una capacidad de reproducción rápida y contundente, pues una sola hembra puede dejar hasta dos millones de huevecillos anuales. Sin un depredador natural en el Atlántico, su población ha aumentado sin control acabando también con algunas especies en los arrecifes de la zona del Caribe, además de ser una amenaza para las actividades turísticas de este lugar.

No se sabe mucho sobre cómo llegó hasta las costas del Atlántico desde el Océano Índico, de donde proviene. Miembros del Whitney Laboratory for Marine Biosciences de la Universidad de Miami y autoridades de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos detectaron por primera vez una población de estos peces en las costas del sur de la Florida en 1992 y desde entonces ha crecido muchísimo. Se cree que fue introducida por manos humanas, ya que desde hace más de 30 años, Estados Unidos ha sido el comprador principal de esta especie, que por su atractiva forma termina “adornando” muchos acuarios caseros.

En el último monitoreo que se hizo en 2014 sobre la actividad de esta especie y su crecimiento anual, se reportaron cardúmenes de pez león desde Nueva York hasta las costas del sur de Brasil, por lo que se cree que el crecimiento ha sido constante e imparable. Ante la amenaza que esto representa, gobiernos, ambientalistas —y hasta restauranteros— han buscado la forma de frenar a esta especie que pronto podría llegar al Mediterráneo.

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Pez León colorado salvaje.

Desde hace 10 años, en México se han formado brigadas voluntarias para revisar, rastrear y capturar a este pez, sin embargo, aún no se sabe si los resultados de esta enorme labor han tenido éxito. El censo no es totalmente claro y no se conoce con precisión el tamaño de la población, ni hasta donde han llegado los efectos de su voraz apetito. En años recientes los biólogos han intentado enfrentar a este pez con especies depredadoras como el tiburón, para ver si existe alguna forma natural de deshacerse de esta plaga, pero no han tenido éxito.

Según información de la CONABIO, además de afectar el turismo, el pez león puede representar una amenaza a la salud pues es una especie que tiene la capacidad de confundirse con la arena y con las algas, y la picadura de cualquiera de sus 13 espinas, no sólo es dolorosa sino que tiene un veneno de acción prolongada que puede provocar desde inflamación, hasta parálisis y convulsiones. Algunos buzos y biólogos marinos han reportado que este pez con largas aletas prefiere atacar antes de sentirse amenazado, por lo que se altera rápidamente y ataca al instante.

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Pez León / Fotografía vía Wikimedia Commons.

Las autoridades mexicanas han pedido apoyo en zonas de buceo y snorkeling para reportar de inmediato la especie cuando sea vista para mantener la zona vigilada y alertar a otros buzos de las consecuencias de la venenosa picadura. Con esta medida se pretende también llevar un control de cuántos peces león habitan en los mares y acabar con la plaga que en un futuro muy próximo afectará los arrecifes y las especies que ahí habitan.

Desde 2013, restauranteros de la zona de Cozumel, Playa del Carmen y Cancún han intentado poner al pez —que tiene un sabor fuerte— en su menú, pero tampoco han tenido éxito, ya que el pez es difícil de capturar y una vez que es atrapado debe ser manipulado con mucho cuidado, ya que aún horas después de muerto, las espinas conservan el veneno activo.

Hasta ahora todo ha fallado y las autoridades mexicanas siguen buscando una estrategia para reducir los crecientes cardúmenes de este pez que amenazan a múltiples especies en los mares nacionales. 

*Fotografía de portada vía Wikimedia Commons, cortesía de Zoo Schönbrunn en Vienna.

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