Fotografía principal de la edición 228 de Gatopardo
Lo sagrado y lo profano suelen distanciarse por apenas un ligero filo. La frontera entre lo permitido y lo prohibido se desdibuja con facilidad, y se cruza cada vez con más calma, con más acompañamiento y en silencio. Pero son pocos quienes se atreven a dar esos pasos, a quebrar los límites de su entorno por primera vez.
Hace diez años, José Mujica, entonces presidente de Uruguay, fue el primero en desafiar uno de los mayores mitos de América Latina: la prohibición de la marihuana. Es inevitable pensar en los tiempos de la ley seca en Estados Unidos, cuando restringir el alcohol no hizo que el consumo se detuviera, sino que alimentó un negocio de unos cuantos que se mantenían fuera de la ley. Bajo esta lógica, Mujica quiso quitarles esta posibilidad a los narcotraficantes, algo que, en una región azotada por la violencia del crimen organizado, parecía imposible. Pero algo falló en el cálculo. No llegaron los beneficios esperados, aunque tampoco hubo una oleada de consumidores que cayeran por un pozo de adicciones tras consumir un porro.
El escritor Manuel Soriano, un viejo conocido de Gatopardo, observó el impacto que ha tenido la legalización de la marihuana en el país. Lo que encontró es un reflejo de los propios límites de esta política innovadora en América La tina, que deja abierta la pregunta de por qué, una y otra vez, las personas encontramos la manera de volver ilegal incluso lo que ya está regulado.
En otras coordenadas, la cronista Eugenia Coppel participó en un encuentro de brujos y chamanes en la sierra oaxaqueña. “Tenemos un problema común, que son las emociones, y no hay ninguna enfermedad que no haya sido primero una emoción”, le dice Alejandrina Pedro Castañeda, la mujer indígena que organizó este congreso de medicina ancestral. Para algunos se trata de una afirmación con más tintes new age que científicos, pero el trabajo con psiquiatras y neurólogos ha demostrado que la ciencia está de su lado.
En México existen iniciativas para legalizar el uso de hongos con psilocibina, sustancia que provoca alucinaciones y que se ha probado que tiene efectos positivos en el tratamiento de la depresión, el trauma o incluso las adicciones. Estas prácticas han ganado popularidad, lo que ha puesto sobre la mesa debates como la monetización del conocimiento ancestral, la aparición de pseudoterapeutas y el turismo asociado con el consumo de hongos, que ya en tiempos de María Sabina, en los años sesenta, tuvo un impacto nocivo en las comunidades.
El movimiento feminista no podía quedar fuera de esta edición dedicada a esas revoluciones silenciosas que marcan la pauta de nuestra región. La periodista cultural Patricia Vega hace un recorrido personal cuyo centro es Fem, la primera revista feminista en América Latina. Grandes figuras del feminismo se congregaron en esta publicación que permaneció independiente hasta su última edición, siempre en la frontera de lo posible.
El liderazgo de tantas mujeres brillantes pronto encontró sus propios límites. Las diferencias comenzaron a despertar debates que, en el fondo, eran también discusiones sobre el feminismo desde la blanquitud y el privilegio. Aunque estos conceptos no eran tan conocidos entonces, comenzaban a perfilarse en las conversaciones más importantes porque, como escribió la feminista Carol Hanisch en 1969, “Lo personal es político”.
Y en esos límites entre ambas esferas, entre lo público y lo privado, surge una figura que ha acaparado la atención de los medios, de las redes sociales y de los cientos de pantallas que la siguen adondequiera que va: Mariana Rodríguez, quien busca ser alcaldesa de Monterrey, ciudad que concentra el desarrollo industrial y económico en el norte del país. Rodríguez comenzó su carrera como influencer, publicando cada mañana su rutina de belleza, pero luego conoció a quien sería su esposo y el gobernador del estado de Nuevo León, Samuel García.
El periodista Luis Mendoza Ovando trazó un perfil de este personaje: los hitos, los derrumbes y los misterios que envuelven a una mujer que ha logrado sumar y dar más fuerza a un movimiento político que cobra mayor presencia cada día. Nadie esperaba que una influencer regia, que es ya toda una categoría en el mundo del comercio de likes, congregara multitudes, con todo el poder y el presupuesto que eso conlleva. Y, sin embargo, Rodríguez lo ha logrado.
Contra todas las probabilidades, Juan de la Cruz Canché Várguez logró ser el primer comisario con discapacidad visual en el estado de Yucatán. No lo logró en su primer intento, pero supo doblegar las barreras que imponían las pugnas políticas locales. Gracias al programa de capacitación que impartimos con el apoyo de la Fundación W. K. Kellogg, conocimos al cronista Ricardo Guerra de la Peña, quien nos acercó a la vida cotidiana de un exfuncionario que tenía todo en su contra, y, aunque ha probado su compromiso con la comunidad, señala que el camino que ha recorrido ha sido siempre cuesta arriba, y lo será para otras personas con discapacidad.
Finalmente, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en Argentina, aniversario de una de las dictaduras militares más cruentas, la periodista Paula Mónaco Felipe, ganadora del Premio Nacional de Periodismo junto con Gatopardo en 2019, hace un relato muy personal sobre su historia como hija de dos personas desaparecidas. ¿Cómo se vive una ausencia interminable?, ¿puede extrañarse a alguien a quien nunca has conocido?
La autora reflexiona sobre el impacto que la historia de sus padres tiene en su vida actual, pero pone también la mirada en un punto aún más desconcertante: la nueva corriente negacionista dentro de Argentina. Pese a la evidencia física y documental de los atroces crímenes cometidos, en los tiempos de Javier Milei todo es posible, incluso el rechazo a nuestra propia historia y la minimización de algunos de sus capítulos más terribles.
El valor de enfrentar a un monstruo en el poder es una de las tantas cualidades que pintan a los personajes que quisimos presentar en este número. Encontramos algo inspirador en sus historias, algo que arroja más preguntas que respuestas, que despierta nuestra propia conciencia sobre los paradigmas que nos rigen.
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Fotografía principal de la edición 228 de Gatopardo
Son pocos quienes se atreven a dar el primer paso, a romper los límites. Esta edición de <i>Gatopardo</i> la dedicamos a quienes lo han hecho en nuestra región.
Lo sagrado y lo profano suelen distanciarse por apenas un ligero filo. La frontera entre lo permitido y lo prohibido se desdibuja con facilidad, y se cruza cada vez con más calma, con más acompañamiento y en silencio. Pero son pocos quienes se atreven a dar esos pasos, a quebrar los límites de su entorno por primera vez.
Hace diez años, José Mujica, entonces presidente de Uruguay, fue el primero en desafiar uno de los mayores mitos de América Latina: la prohibición de la marihuana. Es inevitable pensar en los tiempos de la ley seca en Estados Unidos, cuando restringir el alcohol no hizo que el consumo se detuviera, sino que alimentó un negocio de unos cuantos que se mantenían fuera de la ley. Bajo esta lógica, Mujica quiso quitarles esta posibilidad a los narcotraficantes, algo que, en una región azotada por la violencia del crimen organizado, parecía imposible. Pero algo falló en el cálculo. No llegaron los beneficios esperados, aunque tampoco hubo una oleada de consumidores que cayeran por un pozo de adicciones tras consumir un porro.
El escritor Manuel Soriano, un viejo conocido de Gatopardo, observó el impacto que ha tenido la legalización de la marihuana en el país. Lo que encontró es un reflejo de los propios límites de esta política innovadora en América La tina, que deja abierta la pregunta de por qué, una y otra vez, las personas encontramos la manera de volver ilegal incluso lo que ya está regulado.
En otras coordenadas, la cronista Eugenia Coppel participó en un encuentro de brujos y chamanes en la sierra oaxaqueña. “Tenemos un problema común, que son las emociones, y no hay ninguna enfermedad que no haya sido primero una emoción”, le dice Alejandrina Pedro Castañeda, la mujer indígena que organizó este congreso de medicina ancestral. Para algunos se trata de una afirmación con más tintes new age que científicos, pero el trabajo con psiquiatras y neurólogos ha demostrado que la ciencia está de su lado.
En México existen iniciativas para legalizar el uso de hongos con psilocibina, sustancia que provoca alucinaciones y que se ha probado que tiene efectos positivos en el tratamiento de la depresión, el trauma o incluso las adicciones. Estas prácticas han ganado popularidad, lo que ha puesto sobre la mesa debates como la monetización del conocimiento ancestral, la aparición de pseudoterapeutas y el turismo asociado con el consumo de hongos, que ya en tiempos de María Sabina, en los años sesenta, tuvo un impacto nocivo en las comunidades.
El movimiento feminista no podía quedar fuera de esta edición dedicada a esas revoluciones silenciosas que marcan la pauta de nuestra región. La periodista cultural Patricia Vega hace un recorrido personal cuyo centro es Fem, la primera revista feminista en América Latina. Grandes figuras del feminismo se congregaron en esta publicación que permaneció independiente hasta su última edición, siempre en la frontera de lo posible.
El liderazgo de tantas mujeres brillantes pronto encontró sus propios límites. Las diferencias comenzaron a despertar debates que, en el fondo, eran también discusiones sobre el feminismo desde la blanquitud y el privilegio. Aunque estos conceptos no eran tan conocidos entonces, comenzaban a perfilarse en las conversaciones más importantes porque, como escribió la feminista Carol Hanisch en 1969, “Lo personal es político”.
Y en esos límites entre ambas esferas, entre lo público y lo privado, surge una figura que ha acaparado la atención de los medios, de las redes sociales y de los cientos de pantallas que la siguen adondequiera que va: Mariana Rodríguez, quien busca ser alcaldesa de Monterrey, ciudad que concentra el desarrollo industrial y económico en el norte del país. Rodríguez comenzó su carrera como influencer, publicando cada mañana su rutina de belleza, pero luego conoció a quien sería su esposo y el gobernador del estado de Nuevo León, Samuel García.
El periodista Luis Mendoza Ovando trazó un perfil de este personaje: los hitos, los derrumbes y los misterios que envuelven a una mujer que ha logrado sumar y dar más fuerza a un movimiento político que cobra mayor presencia cada día. Nadie esperaba que una influencer regia, que es ya toda una categoría en el mundo del comercio de likes, congregara multitudes, con todo el poder y el presupuesto que eso conlleva. Y, sin embargo, Rodríguez lo ha logrado.
Contra todas las probabilidades, Juan de la Cruz Canché Várguez logró ser el primer comisario con discapacidad visual en el estado de Yucatán. No lo logró en su primer intento, pero supo doblegar las barreras que imponían las pugnas políticas locales. Gracias al programa de capacitación que impartimos con el apoyo de la Fundación W. K. Kellogg, conocimos al cronista Ricardo Guerra de la Peña, quien nos acercó a la vida cotidiana de un exfuncionario que tenía todo en su contra, y, aunque ha probado su compromiso con la comunidad, señala que el camino que ha recorrido ha sido siempre cuesta arriba, y lo será para otras personas con discapacidad.
Finalmente, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en Argentina, aniversario de una de las dictaduras militares más cruentas, la periodista Paula Mónaco Felipe, ganadora del Premio Nacional de Periodismo junto con Gatopardo en 2019, hace un relato muy personal sobre su historia como hija de dos personas desaparecidas. ¿Cómo se vive una ausencia interminable?, ¿puede extrañarse a alguien a quien nunca has conocido?
La autora reflexiona sobre el impacto que la historia de sus padres tiene en su vida actual, pero pone también la mirada en un punto aún más desconcertante: la nueva corriente negacionista dentro de Argentina. Pese a la evidencia física y documental de los atroces crímenes cometidos, en los tiempos de Javier Milei todo es posible, incluso el rechazo a nuestra propia historia y la minimización de algunos de sus capítulos más terribles.
El valor de enfrentar a un monstruo en el poder es una de las tantas cualidades que pintan a los personajes que quisimos presentar en este número. Encontramos algo inspirador en sus historias, algo que arroja más preguntas que respuestas, que despierta nuestra propia conciencia sobre los paradigmas que nos rigen.
Son pocos quienes se atreven a dar el primer paso, a romper los límites. Esta edición de <i>Gatopardo</i> la dedicamos a quienes lo han hecho en nuestra región.
Lo sagrado y lo profano suelen distanciarse por apenas un ligero filo. La frontera entre lo permitido y lo prohibido se desdibuja con facilidad, y se cruza cada vez con más calma, con más acompañamiento y en silencio. Pero son pocos quienes se atreven a dar esos pasos, a quebrar los límites de su entorno por primera vez.
Hace diez años, José Mujica, entonces presidente de Uruguay, fue el primero en desafiar uno de los mayores mitos de América Latina: la prohibición de la marihuana. Es inevitable pensar en los tiempos de la ley seca en Estados Unidos, cuando restringir el alcohol no hizo que el consumo se detuviera, sino que alimentó un negocio de unos cuantos que se mantenían fuera de la ley. Bajo esta lógica, Mujica quiso quitarles esta posibilidad a los narcotraficantes, algo que, en una región azotada por la violencia del crimen organizado, parecía imposible. Pero algo falló en el cálculo. No llegaron los beneficios esperados, aunque tampoco hubo una oleada de consumidores que cayeran por un pozo de adicciones tras consumir un porro.
El escritor Manuel Soriano, un viejo conocido de Gatopardo, observó el impacto que ha tenido la legalización de la marihuana en el país. Lo que encontró es un reflejo de los propios límites de esta política innovadora en América La tina, que deja abierta la pregunta de por qué, una y otra vez, las personas encontramos la manera de volver ilegal incluso lo que ya está regulado.
En otras coordenadas, la cronista Eugenia Coppel participó en un encuentro de brujos y chamanes en la sierra oaxaqueña. “Tenemos un problema común, que son las emociones, y no hay ninguna enfermedad que no haya sido primero una emoción”, le dice Alejandrina Pedro Castañeda, la mujer indígena que organizó este congreso de medicina ancestral. Para algunos se trata de una afirmación con más tintes new age que científicos, pero el trabajo con psiquiatras y neurólogos ha demostrado que la ciencia está de su lado.
En México existen iniciativas para legalizar el uso de hongos con psilocibina, sustancia que provoca alucinaciones y que se ha probado que tiene efectos positivos en el tratamiento de la depresión, el trauma o incluso las adicciones. Estas prácticas han ganado popularidad, lo que ha puesto sobre la mesa debates como la monetización del conocimiento ancestral, la aparición de pseudoterapeutas y el turismo asociado con el consumo de hongos, que ya en tiempos de María Sabina, en los años sesenta, tuvo un impacto nocivo en las comunidades.
El movimiento feminista no podía quedar fuera de esta edición dedicada a esas revoluciones silenciosas que marcan la pauta de nuestra región. La periodista cultural Patricia Vega hace un recorrido personal cuyo centro es Fem, la primera revista feminista en América Latina. Grandes figuras del feminismo se congregaron en esta publicación que permaneció independiente hasta su última edición, siempre en la frontera de lo posible.
El liderazgo de tantas mujeres brillantes pronto encontró sus propios límites. Las diferencias comenzaron a despertar debates que, en el fondo, eran también discusiones sobre el feminismo desde la blanquitud y el privilegio. Aunque estos conceptos no eran tan conocidos entonces, comenzaban a perfilarse en las conversaciones más importantes porque, como escribió la feminista Carol Hanisch en 1969, “Lo personal es político”.
Y en esos límites entre ambas esferas, entre lo público y lo privado, surge una figura que ha acaparado la atención de los medios, de las redes sociales y de los cientos de pantallas que la siguen adondequiera que va: Mariana Rodríguez, quien busca ser alcaldesa de Monterrey, ciudad que concentra el desarrollo industrial y económico en el norte del país. Rodríguez comenzó su carrera como influencer, publicando cada mañana su rutina de belleza, pero luego conoció a quien sería su esposo y el gobernador del estado de Nuevo León, Samuel García.
El periodista Luis Mendoza Ovando trazó un perfil de este personaje: los hitos, los derrumbes y los misterios que envuelven a una mujer que ha logrado sumar y dar más fuerza a un movimiento político que cobra mayor presencia cada día. Nadie esperaba que una influencer regia, que es ya toda una categoría en el mundo del comercio de likes, congregara multitudes, con todo el poder y el presupuesto que eso conlleva. Y, sin embargo, Rodríguez lo ha logrado.
Contra todas las probabilidades, Juan de la Cruz Canché Várguez logró ser el primer comisario con discapacidad visual en el estado de Yucatán. No lo logró en su primer intento, pero supo doblegar las barreras que imponían las pugnas políticas locales. Gracias al programa de capacitación que impartimos con el apoyo de la Fundación W. K. Kellogg, conocimos al cronista Ricardo Guerra de la Peña, quien nos acercó a la vida cotidiana de un exfuncionario que tenía todo en su contra, y, aunque ha probado su compromiso con la comunidad, señala que el camino que ha recorrido ha sido siempre cuesta arriba, y lo será para otras personas con discapacidad.
Finalmente, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en Argentina, aniversario de una de las dictaduras militares más cruentas, la periodista Paula Mónaco Felipe, ganadora del Premio Nacional de Periodismo junto con Gatopardo en 2019, hace un relato muy personal sobre su historia como hija de dos personas desaparecidas. ¿Cómo se vive una ausencia interminable?, ¿puede extrañarse a alguien a quien nunca has conocido?
La autora reflexiona sobre el impacto que la historia de sus padres tiene en su vida actual, pero pone también la mirada en un punto aún más desconcertante: la nueva corriente negacionista dentro de Argentina. Pese a la evidencia física y documental de los atroces crímenes cometidos, en los tiempos de Javier Milei todo es posible, incluso el rechazo a nuestra propia historia y la minimización de algunos de sus capítulos más terribles.
El valor de enfrentar a un monstruo en el poder es una de las tantas cualidades que pintan a los personajes que quisimos presentar en este número. Encontramos algo inspirador en sus historias, algo que arroja más preguntas que respuestas, que despierta nuestra propia conciencia sobre los paradigmas que nos rigen.
Fotografía principal de la edición 228 de Gatopardo
Son pocos quienes se atreven a dar el primer paso, a romper los límites. Esta edición de <i>Gatopardo</i> la dedicamos a quienes lo han hecho en nuestra región.
Lo sagrado y lo profano suelen distanciarse por apenas un ligero filo. La frontera entre lo permitido y lo prohibido se desdibuja con facilidad, y se cruza cada vez con más calma, con más acompañamiento y en silencio. Pero son pocos quienes se atreven a dar esos pasos, a quebrar los límites de su entorno por primera vez.
Hace diez años, José Mujica, entonces presidente de Uruguay, fue el primero en desafiar uno de los mayores mitos de América Latina: la prohibición de la marihuana. Es inevitable pensar en los tiempos de la ley seca en Estados Unidos, cuando restringir el alcohol no hizo que el consumo se detuviera, sino que alimentó un negocio de unos cuantos que se mantenían fuera de la ley. Bajo esta lógica, Mujica quiso quitarles esta posibilidad a los narcotraficantes, algo que, en una región azotada por la violencia del crimen organizado, parecía imposible. Pero algo falló en el cálculo. No llegaron los beneficios esperados, aunque tampoco hubo una oleada de consumidores que cayeran por un pozo de adicciones tras consumir un porro.
El escritor Manuel Soriano, un viejo conocido de Gatopardo, observó el impacto que ha tenido la legalización de la marihuana en el país. Lo que encontró es un reflejo de los propios límites de esta política innovadora en América La tina, que deja abierta la pregunta de por qué, una y otra vez, las personas encontramos la manera de volver ilegal incluso lo que ya está regulado.
En otras coordenadas, la cronista Eugenia Coppel participó en un encuentro de brujos y chamanes en la sierra oaxaqueña. “Tenemos un problema común, que son las emociones, y no hay ninguna enfermedad que no haya sido primero una emoción”, le dice Alejandrina Pedro Castañeda, la mujer indígena que organizó este congreso de medicina ancestral. Para algunos se trata de una afirmación con más tintes new age que científicos, pero el trabajo con psiquiatras y neurólogos ha demostrado que la ciencia está de su lado.
En México existen iniciativas para legalizar el uso de hongos con psilocibina, sustancia que provoca alucinaciones y que se ha probado que tiene efectos positivos en el tratamiento de la depresión, el trauma o incluso las adicciones. Estas prácticas han ganado popularidad, lo que ha puesto sobre la mesa debates como la monetización del conocimiento ancestral, la aparición de pseudoterapeutas y el turismo asociado con el consumo de hongos, que ya en tiempos de María Sabina, en los años sesenta, tuvo un impacto nocivo en las comunidades.
El movimiento feminista no podía quedar fuera de esta edición dedicada a esas revoluciones silenciosas que marcan la pauta de nuestra región. La periodista cultural Patricia Vega hace un recorrido personal cuyo centro es Fem, la primera revista feminista en América Latina. Grandes figuras del feminismo se congregaron en esta publicación que permaneció independiente hasta su última edición, siempre en la frontera de lo posible.
El liderazgo de tantas mujeres brillantes pronto encontró sus propios límites. Las diferencias comenzaron a despertar debates que, en el fondo, eran también discusiones sobre el feminismo desde la blanquitud y el privilegio. Aunque estos conceptos no eran tan conocidos entonces, comenzaban a perfilarse en las conversaciones más importantes porque, como escribió la feminista Carol Hanisch en 1969, “Lo personal es político”.
Y en esos límites entre ambas esferas, entre lo público y lo privado, surge una figura que ha acaparado la atención de los medios, de las redes sociales y de los cientos de pantallas que la siguen adondequiera que va: Mariana Rodríguez, quien busca ser alcaldesa de Monterrey, ciudad que concentra el desarrollo industrial y económico en el norte del país. Rodríguez comenzó su carrera como influencer, publicando cada mañana su rutina de belleza, pero luego conoció a quien sería su esposo y el gobernador del estado de Nuevo León, Samuel García.
El periodista Luis Mendoza Ovando trazó un perfil de este personaje: los hitos, los derrumbes y los misterios que envuelven a una mujer que ha logrado sumar y dar más fuerza a un movimiento político que cobra mayor presencia cada día. Nadie esperaba que una influencer regia, que es ya toda una categoría en el mundo del comercio de likes, congregara multitudes, con todo el poder y el presupuesto que eso conlleva. Y, sin embargo, Rodríguez lo ha logrado.
Contra todas las probabilidades, Juan de la Cruz Canché Várguez logró ser el primer comisario con discapacidad visual en el estado de Yucatán. No lo logró en su primer intento, pero supo doblegar las barreras que imponían las pugnas políticas locales. Gracias al programa de capacitación que impartimos con el apoyo de la Fundación W. K. Kellogg, conocimos al cronista Ricardo Guerra de la Peña, quien nos acercó a la vida cotidiana de un exfuncionario que tenía todo en su contra, y, aunque ha probado su compromiso con la comunidad, señala que el camino que ha recorrido ha sido siempre cuesta arriba, y lo será para otras personas con discapacidad.
Finalmente, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en Argentina, aniversario de una de las dictaduras militares más cruentas, la periodista Paula Mónaco Felipe, ganadora del Premio Nacional de Periodismo junto con Gatopardo en 2019, hace un relato muy personal sobre su historia como hija de dos personas desaparecidas. ¿Cómo se vive una ausencia interminable?, ¿puede extrañarse a alguien a quien nunca has conocido?
La autora reflexiona sobre el impacto que la historia de sus padres tiene en su vida actual, pero pone también la mirada en un punto aún más desconcertante: la nueva corriente negacionista dentro de Argentina. Pese a la evidencia física y documental de los atroces crímenes cometidos, en los tiempos de Javier Milei todo es posible, incluso el rechazo a nuestra propia historia y la minimización de algunos de sus capítulos más terribles.
El valor de enfrentar a un monstruo en el poder es una de las tantas cualidades que pintan a los personajes que quisimos presentar en este número. Encontramos algo inspirador en sus historias, algo que arroja más preguntas que respuestas, que despierta nuestra propia conciencia sobre los paradigmas que nos rigen.
Son pocos quienes se atreven a dar el primer paso, a romper los límites. Esta edición de <i>Gatopardo</i> la dedicamos a quienes lo han hecho en nuestra región.
Lo sagrado y lo profano suelen distanciarse por apenas un ligero filo. La frontera entre lo permitido y lo prohibido se desdibuja con facilidad, y se cruza cada vez con más calma, con más acompañamiento y en silencio. Pero son pocos quienes se atreven a dar esos pasos, a quebrar los límites de su entorno por primera vez.
Hace diez años, José Mujica, entonces presidente de Uruguay, fue el primero en desafiar uno de los mayores mitos de América Latina: la prohibición de la marihuana. Es inevitable pensar en los tiempos de la ley seca en Estados Unidos, cuando restringir el alcohol no hizo que el consumo se detuviera, sino que alimentó un negocio de unos cuantos que se mantenían fuera de la ley. Bajo esta lógica, Mujica quiso quitarles esta posibilidad a los narcotraficantes, algo que, en una región azotada por la violencia del crimen organizado, parecía imposible. Pero algo falló en el cálculo. No llegaron los beneficios esperados, aunque tampoco hubo una oleada de consumidores que cayeran por un pozo de adicciones tras consumir un porro.
El escritor Manuel Soriano, un viejo conocido de Gatopardo, observó el impacto que ha tenido la legalización de la marihuana en el país. Lo que encontró es un reflejo de los propios límites de esta política innovadora en América La tina, que deja abierta la pregunta de por qué, una y otra vez, las personas encontramos la manera de volver ilegal incluso lo que ya está regulado.
En otras coordenadas, la cronista Eugenia Coppel participó en un encuentro de brujos y chamanes en la sierra oaxaqueña. “Tenemos un problema común, que son las emociones, y no hay ninguna enfermedad que no haya sido primero una emoción”, le dice Alejandrina Pedro Castañeda, la mujer indígena que organizó este congreso de medicina ancestral. Para algunos se trata de una afirmación con más tintes new age que científicos, pero el trabajo con psiquiatras y neurólogos ha demostrado que la ciencia está de su lado.
En México existen iniciativas para legalizar el uso de hongos con psilocibina, sustancia que provoca alucinaciones y que se ha probado que tiene efectos positivos en el tratamiento de la depresión, el trauma o incluso las adicciones. Estas prácticas han ganado popularidad, lo que ha puesto sobre la mesa debates como la monetización del conocimiento ancestral, la aparición de pseudoterapeutas y el turismo asociado con el consumo de hongos, que ya en tiempos de María Sabina, en los años sesenta, tuvo un impacto nocivo en las comunidades.
El movimiento feminista no podía quedar fuera de esta edición dedicada a esas revoluciones silenciosas que marcan la pauta de nuestra región. La periodista cultural Patricia Vega hace un recorrido personal cuyo centro es Fem, la primera revista feminista en América Latina. Grandes figuras del feminismo se congregaron en esta publicación que permaneció independiente hasta su última edición, siempre en la frontera de lo posible.
El liderazgo de tantas mujeres brillantes pronto encontró sus propios límites. Las diferencias comenzaron a despertar debates que, en el fondo, eran también discusiones sobre el feminismo desde la blanquitud y el privilegio. Aunque estos conceptos no eran tan conocidos entonces, comenzaban a perfilarse en las conversaciones más importantes porque, como escribió la feminista Carol Hanisch en 1969, “Lo personal es político”.
Y en esos límites entre ambas esferas, entre lo público y lo privado, surge una figura que ha acaparado la atención de los medios, de las redes sociales y de los cientos de pantallas que la siguen adondequiera que va: Mariana Rodríguez, quien busca ser alcaldesa de Monterrey, ciudad que concentra el desarrollo industrial y económico en el norte del país. Rodríguez comenzó su carrera como influencer, publicando cada mañana su rutina de belleza, pero luego conoció a quien sería su esposo y el gobernador del estado de Nuevo León, Samuel García.
El periodista Luis Mendoza Ovando trazó un perfil de este personaje: los hitos, los derrumbes y los misterios que envuelven a una mujer que ha logrado sumar y dar más fuerza a un movimiento político que cobra mayor presencia cada día. Nadie esperaba que una influencer regia, que es ya toda una categoría en el mundo del comercio de likes, congregara multitudes, con todo el poder y el presupuesto que eso conlleva. Y, sin embargo, Rodríguez lo ha logrado.
Contra todas las probabilidades, Juan de la Cruz Canché Várguez logró ser el primer comisario con discapacidad visual en el estado de Yucatán. No lo logró en su primer intento, pero supo doblegar las barreras que imponían las pugnas políticas locales. Gracias al programa de capacitación que impartimos con el apoyo de la Fundación W. K. Kellogg, conocimos al cronista Ricardo Guerra de la Peña, quien nos acercó a la vida cotidiana de un exfuncionario que tenía todo en su contra, y, aunque ha probado su compromiso con la comunidad, señala que el camino que ha recorrido ha sido siempre cuesta arriba, y lo será para otras personas con discapacidad.
Finalmente, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en Argentina, aniversario de una de las dictaduras militares más cruentas, la periodista Paula Mónaco Felipe, ganadora del Premio Nacional de Periodismo junto con Gatopardo en 2019, hace un relato muy personal sobre su historia como hija de dos personas desaparecidas. ¿Cómo se vive una ausencia interminable?, ¿puede extrañarse a alguien a quien nunca has conocido?
La autora reflexiona sobre el impacto que la historia de sus padres tiene en su vida actual, pero pone también la mirada en un punto aún más desconcertante: la nueva corriente negacionista dentro de Argentina. Pese a la evidencia física y documental de los atroces crímenes cometidos, en los tiempos de Javier Milei todo es posible, incluso el rechazo a nuestra propia historia y la minimización de algunos de sus capítulos más terribles.
El valor de enfrentar a un monstruo en el poder es una de las tantas cualidades que pintan a los personajes que quisimos presentar en este número. Encontramos algo inspirador en sus historias, algo que arroja más preguntas que respuestas, que despierta nuestra propia conciencia sobre los paradigmas que nos rigen.
Fotografía principal de la edición 228 de Gatopardo
Lo sagrado y lo profano suelen distanciarse por apenas un ligero filo. La frontera entre lo permitido y lo prohibido se desdibuja con facilidad, y se cruza cada vez con más calma, con más acompañamiento y en silencio. Pero son pocos quienes se atreven a dar esos pasos, a quebrar los límites de su entorno por primera vez.
Hace diez años, José Mujica, entonces presidente de Uruguay, fue el primero en desafiar uno de los mayores mitos de América Latina: la prohibición de la marihuana. Es inevitable pensar en los tiempos de la ley seca en Estados Unidos, cuando restringir el alcohol no hizo que el consumo se detuviera, sino que alimentó un negocio de unos cuantos que se mantenían fuera de la ley. Bajo esta lógica, Mujica quiso quitarles esta posibilidad a los narcotraficantes, algo que, en una región azotada por la violencia del crimen organizado, parecía imposible. Pero algo falló en el cálculo. No llegaron los beneficios esperados, aunque tampoco hubo una oleada de consumidores que cayeran por un pozo de adicciones tras consumir un porro.
El escritor Manuel Soriano, un viejo conocido de Gatopardo, observó el impacto que ha tenido la legalización de la marihuana en el país. Lo que encontró es un reflejo de los propios límites de esta política innovadora en América La tina, que deja abierta la pregunta de por qué, una y otra vez, las personas encontramos la manera de volver ilegal incluso lo que ya está regulado.
En otras coordenadas, la cronista Eugenia Coppel participó en un encuentro de brujos y chamanes en la sierra oaxaqueña. “Tenemos un problema común, que son las emociones, y no hay ninguna enfermedad que no haya sido primero una emoción”, le dice Alejandrina Pedro Castañeda, la mujer indígena que organizó este congreso de medicina ancestral. Para algunos se trata de una afirmación con más tintes new age que científicos, pero el trabajo con psiquiatras y neurólogos ha demostrado que la ciencia está de su lado.
En México existen iniciativas para legalizar el uso de hongos con psilocibina, sustancia que provoca alucinaciones y que se ha probado que tiene efectos positivos en el tratamiento de la depresión, el trauma o incluso las adicciones. Estas prácticas han ganado popularidad, lo que ha puesto sobre la mesa debates como la monetización del conocimiento ancestral, la aparición de pseudoterapeutas y el turismo asociado con el consumo de hongos, que ya en tiempos de María Sabina, en los años sesenta, tuvo un impacto nocivo en las comunidades.
El movimiento feminista no podía quedar fuera de esta edición dedicada a esas revoluciones silenciosas que marcan la pauta de nuestra región. La periodista cultural Patricia Vega hace un recorrido personal cuyo centro es Fem, la primera revista feminista en América Latina. Grandes figuras del feminismo se congregaron en esta publicación que permaneció independiente hasta su última edición, siempre en la frontera de lo posible.
El liderazgo de tantas mujeres brillantes pronto encontró sus propios límites. Las diferencias comenzaron a despertar debates que, en el fondo, eran también discusiones sobre el feminismo desde la blanquitud y el privilegio. Aunque estos conceptos no eran tan conocidos entonces, comenzaban a perfilarse en las conversaciones más importantes porque, como escribió la feminista Carol Hanisch en 1969, “Lo personal es político”.
Y en esos límites entre ambas esferas, entre lo público y lo privado, surge una figura que ha acaparado la atención de los medios, de las redes sociales y de los cientos de pantallas que la siguen adondequiera que va: Mariana Rodríguez, quien busca ser alcaldesa de Monterrey, ciudad que concentra el desarrollo industrial y económico en el norte del país. Rodríguez comenzó su carrera como influencer, publicando cada mañana su rutina de belleza, pero luego conoció a quien sería su esposo y el gobernador del estado de Nuevo León, Samuel García.
El periodista Luis Mendoza Ovando trazó un perfil de este personaje: los hitos, los derrumbes y los misterios que envuelven a una mujer que ha logrado sumar y dar más fuerza a un movimiento político que cobra mayor presencia cada día. Nadie esperaba que una influencer regia, que es ya toda una categoría en el mundo del comercio de likes, congregara multitudes, con todo el poder y el presupuesto que eso conlleva. Y, sin embargo, Rodríguez lo ha logrado.
Contra todas las probabilidades, Juan de la Cruz Canché Várguez logró ser el primer comisario con discapacidad visual en el estado de Yucatán. No lo logró en su primer intento, pero supo doblegar las barreras que imponían las pugnas políticas locales. Gracias al programa de capacitación que impartimos con el apoyo de la Fundación W. K. Kellogg, conocimos al cronista Ricardo Guerra de la Peña, quien nos acercó a la vida cotidiana de un exfuncionario que tenía todo en su contra, y, aunque ha probado su compromiso con la comunidad, señala que el camino que ha recorrido ha sido siempre cuesta arriba, y lo será para otras personas con discapacidad.
Finalmente, en el marco del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en Argentina, aniversario de una de las dictaduras militares más cruentas, la periodista Paula Mónaco Felipe, ganadora del Premio Nacional de Periodismo junto con Gatopardo en 2019, hace un relato muy personal sobre su historia como hija de dos personas desaparecidas. ¿Cómo se vive una ausencia interminable?, ¿puede extrañarse a alguien a quien nunca has conocido?
La autora reflexiona sobre el impacto que la historia de sus padres tiene en su vida actual, pero pone también la mirada en un punto aún más desconcertante: la nueva corriente negacionista dentro de Argentina. Pese a la evidencia física y documental de los atroces crímenes cometidos, en los tiempos de Javier Milei todo es posible, incluso el rechazo a nuestra propia historia y la minimización de algunos de sus capítulos más terribles.
El valor de enfrentar a un monstruo en el poder es una de las tantas cualidades que pintan a los personajes que quisimos presentar en este número. Encontramos algo inspirador en sus historias, algo que arroja más preguntas que respuestas, que despierta nuestra propia conciencia sobre los paradigmas que nos rigen.
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