En 1968, Stanley Kubrick redefinió el cine de ciencia ficción con el estreno 2001: Odisea del Espacio. Gracias a la utilización de los elementos visuales y la narrativa de su discurso, Kubrick marcó un hito en la historia del cine.
En ese mismo año, nació el revolucionario artista plástico Pablo Vargas Lugo, quien 50 años después y marcado por el filme, ocupa la representativa escena Stargate para hacer una “calca” de la misma. Sin recurrir a los medios digitales, retoma las alas de mariposas, elementos con los que ha trabajado en su obra a lo largo de una década, para presentar Atlas, pieza audiovisual que se exhibe en el Museo Universitario del Chopo.“Pensé que sería interesantísimo lograr usar esos mismos recursos para presentar esta idea de un cambio de direcciones y una vuelta totalmente a la percepción usando las alas de mariposa con las que trabajaba en ese momento”, señala el artista, quien junto con el cinefotógrafo Rafael Ortega hizo una máquina de Slit Scan, emulando la técnica con la que originalmente se hizo la simbólica secuencia película de Kubrick.
* * *
También te recomendamos estas piezas sobre arte contemporáneo:
En el estudio de Melanie Smith.
Pedro Reyes: El sonido de las piedras.
* * *
Se trata de una máquina de tres elementos: la cámara que se mueve sobre un riel que va hacia delante y hacia atrás, la ranura de medio milímetro y otra superficie que contiene el ala de mariposa; así con un movimiento simultáneo de los tres componentes a diferentes rangos de velocidad se captan miles de fotograrías que producen esta sensación de movimiento y transformación, logrando incluso un efecto alucinatorio y sorprendente, pero sin intervención digital, principio de gran interés para Vargas.El uso de esta forma de trabajo tradicional se traduce en un proceso muy controlado que a su vez permite la entrada de elementos que impresionan alcanzando un balance primordial para la creación de esta obra, lo cual sería imposible utilizando lo digital.
“Extrañamente lo que sucede con los medios digitales es que sí permiten hacer una cantidad de transformaciones y manipulaciones de la imagen que analógicamente es difícil lograr, pero al mismo tiempo esas transformaciones siempre son deliberadas: es decir uno le da a un programa un rango de acción, de caos para producir algo y, en cambio, con estos medios (slit scan) cada vez que yo veía el resultado en la cámara era algo sorprendente”, asegura.Pero además de la técnica, esta obra es el producto del entendimiento de los patrones de las alas de mariposa que han llamado la atención de Vargas por más de 10 años y que en Atlas se manifiestan como una conclusión a la serie de trabajos que incluyen las piezas Hamadryas Guatemalena marmarice Mandala (2007); Lo Res (2010); la serie Nueva vexilología Neotropical (2011-2015); Mariposario (2011-2015) y Jardín de piedras (2014).“Esa observación no es sólo un medio para distinguir especies o para verlas como una idea de belleza o transitoriedad pues la mariposa tiene todas estas funciones alegóricas, sino como la cristalización de procesos evolutivos en una imagen y entonces para mi se juntaba muy bien esta idea del patrón de la mariposa como una imagen del universo”, explica el autor.
Es por eso que el nombre de Atlas cumple dos funciones: la de un territorio o un campo de conocimiento vasto y la mención del nombre de esa mariposa que es la Atlas y que concluye la pieza disolviéndose con provocadora belleza y enfático asombro.La música de Juan Cristóbal Cerrillo enmarca este trabajo en el que Vargas explora el video de una manera sin precedentes en su carrera de 25 años. Aquí el lenguaje cinematográfico es imponente y la reinterpretación es el eje para lograr su manifestación y buscar un lugar en la imaginación de los otros, en el recuerdo y en la interpretación del espectador.“Si ves esta escena de 2001: Odisea del espacio al lado de ésta (Atlas) es lo que yo llamo una calca de muy buena fe porque los cortes son prácticamente los mismos y me apoyo mucho en la escena. Pero también es el cómo reproduces la tensión y la fascinación que puede provocar usando estos otros medios pero apoyándose en esos tiempos, en esa edición y siguiendo los cuatro momentos que plantea aunque aquí obviamente la conclusión es otra cosa y en este caso se brinca a una cuestión muy diferente pero es muy fiel a su modelo, tanto a los modelos de las alas como al modelo narrativo que es la escena de 2001”, apunta.
Todo el esfuerzo del artista va enfocado a cómo plantear las imágenes para lograr un funcionamiento y lograr con él un énfasis pues, en sus palabras, “el arte no es tanto una expresión sino como la manifestación de una observación. Son medios para manifestar una observación y esos medios tienen que venir de la intensidad y de ser suficientemente enfáticos para provocarla en un espectador y creo que eso para mi es el trabajo que es importante en un artista y, además, que a alguien más le importe”, concluye.Curada por Itzel Vargas Plata, esta exhibición se presentará en la Galería Sur del Museo Universitario del Chopo hasta el 22 de julio.AtlasHasta el 22 de julioMuseo Universitario del Chopochopo.unam.mx
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Pablo Vargas Lugo revisita, a través de sus propios elementos, la emblemática escena Stargate de “2001: Odisea en el espacio” de Stanley Kubrick.
En 1968, Stanley Kubrick redefinió el cine de ciencia ficción con el estreno 2001: Odisea del Espacio. Gracias a la utilización de los elementos visuales y la narrativa de su discurso, Kubrick marcó un hito en la historia del cine.
En ese mismo año, nació el revolucionario artista plástico Pablo Vargas Lugo, quien 50 años después y marcado por el filme, ocupa la representativa escena Stargate para hacer una “calca” de la misma. Sin recurrir a los medios digitales, retoma las alas de mariposas, elementos con los que ha trabajado en su obra a lo largo de una década, para presentar Atlas, pieza audiovisual que se exhibe en el Museo Universitario del Chopo.“Pensé que sería interesantísimo lograr usar esos mismos recursos para presentar esta idea de un cambio de direcciones y una vuelta totalmente a la percepción usando las alas de mariposa con las que trabajaba en ese momento”, señala el artista, quien junto con el cinefotógrafo Rafael Ortega hizo una máquina de Slit Scan, emulando la técnica con la que originalmente se hizo la simbólica secuencia película de Kubrick.
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También te recomendamos estas piezas sobre arte contemporáneo:
En el estudio de Melanie Smith.
Pedro Reyes: El sonido de las piedras.
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Se trata de una máquina de tres elementos: la cámara que se mueve sobre un riel que va hacia delante y hacia atrás, la ranura de medio milímetro y otra superficie que contiene el ala de mariposa; así con un movimiento simultáneo de los tres componentes a diferentes rangos de velocidad se captan miles de fotograrías que producen esta sensación de movimiento y transformación, logrando incluso un efecto alucinatorio y sorprendente, pero sin intervención digital, principio de gran interés para Vargas.El uso de esta forma de trabajo tradicional se traduce en un proceso muy controlado que a su vez permite la entrada de elementos que impresionan alcanzando un balance primordial para la creación de esta obra, lo cual sería imposible utilizando lo digital.
“Extrañamente lo que sucede con los medios digitales es que sí permiten hacer una cantidad de transformaciones y manipulaciones de la imagen que analógicamente es difícil lograr, pero al mismo tiempo esas transformaciones siempre son deliberadas: es decir uno le da a un programa un rango de acción, de caos para producir algo y, en cambio, con estos medios (slit scan) cada vez que yo veía el resultado en la cámara era algo sorprendente”, asegura.Pero además de la técnica, esta obra es el producto del entendimiento de los patrones de las alas de mariposa que han llamado la atención de Vargas por más de 10 años y que en Atlas se manifiestan como una conclusión a la serie de trabajos que incluyen las piezas Hamadryas Guatemalena marmarice Mandala (2007); Lo Res (2010); la serie Nueva vexilología Neotropical (2011-2015); Mariposario (2011-2015) y Jardín de piedras (2014).“Esa observación no es sólo un medio para distinguir especies o para verlas como una idea de belleza o transitoriedad pues la mariposa tiene todas estas funciones alegóricas, sino como la cristalización de procesos evolutivos en una imagen y entonces para mi se juntaba muy bien esta idea del patrón de la mariposa como una imagen del universo”, explica el autor.
Es por eso que el nombre de Atlas cumple dos funciones: la de un territorio o un campo de conocimiento vasto y la mención del nombre de esa mariposa que es la Atlas y que concluye la pieza disolviéndose con provocadora belleza y enfático asombro.La música de Juan Cristóbal Cerrillo enmarca este trabajo en el que Vargas explora el video de una manera sin precedentes en su carrera de 25 años. Aquí el lenguaje cinematográfico es imponente y la reinterpretación es el eje para lograr su manifestación y buscar un lugar en la imaginación de los otros, en el recuerdo y en la interpretación del espectador.“Si ves esta escena de 2001: Odisea del espacio al lado de ésta (Atlas) es lo que yo llamo una calca de muy buena fe porque los cortes son prácticamente los mismos y me apoyo mucho en la escena. Pero también es el cómo reproduces la tensión y la fascinación que puede provocar usando estos otros medios pero apoyándose en esos tiempos, en esa edición y siguiendo los cuatro momentos que plantea aunque aquí obviamente la conclusión es otra cosa y en este caso se brinca a una cuestión muy diferente pero es muy fiel a su modelo, tanto a los modelos de las alas como al modelo narrativo que es la escena de 2001”, apunta.
Todo el esfuerzo del artista va enfocado a cómo plantear las imágenes para lograr un funcionamiento y lograr con él un énfasis pues, en sus palabras, “el arte no es tanto una expresión sino como la manifestación de una observación. Son medios para manifestar una observación y esos medios tienen que venir de la intensidad y de ser suficientemente enfáticos para provocarla en un espectador y creo que eso para mi es el trabajo que es importante en un artista y, además, que a alguien más le importe”, concluye.Curada por Itzel Vargas Plata, esta exhibición se presentará en la Galería Sur del Museo Universitario del Chopo hasta el 22 de julio.AtlasHasta el 22 de julioMuseo Universitario del Chopochopo.unam.mx
Pablo Vargas Lugo revisita, a través de sus propios elementos, la emblemática escena Stargate de “2001: Odisea en el espacio” de Stanley Kubrick.
En 1968, Stanley Kubrick redefinió el cine de ciencia ficción con el estreno 2001: Odisea del Espacio. Gracias a la utilización de los elementos visuales y la narrativa de su discurso, Kubrick marcó un hito en la historia del cine.
En ese mismo año, nació el revolucionario artista plástico Pablo Vargas Lugo, quien 50 años después y marcado por el filme, ocupa la representativa escena Stargate para hacer una “calca” de la misma. Sin recurrir a los medios digitales, retoma las alas de mariposas, elementos con los que ha trabajado en su obra a lo largo de una década, para presentar Atlas, pieza audiovisual que se exhibe en el Museo Universitario del Chopo.“Pensé que sería interesantísimo lograr usar esos mismos recursos para presentar esta idea de un cambio de direcciones y una vuelta totalmente a la percepción usando las alas de mariposa con las que trabajaba en ese momento”, señala el artista, quien junto con el cinefotógrafo Rafael Ortega hizo una máquina de Slit Scan, emulando la técnica con la que originalmente se hizo la simbólica secuencia película de Kubrick.
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En el estudio de Melanie Smith.
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Se trata de una máquina de tres elementos: la cámara que se mueve sobre un riel que va hacia delante y hacia atrás, la ranura de medio milímetro y otra superficie que contiene el ala de mariposa; así con un movimiento simultáneo de los tres componentes a diferentes rangos de velocidad se captan miles de fotograrías que producen esta sensación de movimiento y transformación, logrando incluso un efecto alucinatorio y sorprendente, pero sin intervención digital, principio de gran interés para Vargas.El uso de esta forma de trabajo tradicional se traduce en un proceso muy controlado que a su vez permite la entrada de elementos que impresionan alcanzando un balance primordial para la creación de esta obra, lo cual sería imposible utilizando lo digital.
“Extrañamente lo que sucede con los medios digitales es que sí permiten hacer una cantidad de transformaciones y manipulaciones de la imagen que analógicamente es difícil lograr, pero al mismo tiempo esas transformaciones siempre son deliberadas: es decir uno le da a un programa un rango de acción, de caos para producir algo y, en cambio, con estos medios (slit scan) cada vez que yo veía el resultado en la cámara era algo sorprendente”, asegura.Pero además de la técnica, esta obra es el producto del entendimiento de los patrones de las alas de mariposa que han llamado la atención de Vargas por más de 10 años y que en Atlas se manifiestan como una conclusión a la serie de trabajos que incluyen las piezas Hamadryas Guatemalena marmarice Mandala (2007); Lo Res (2010); la serie Nueva vexilología Neotropical (2011-2015); Mariposario (2011-2015) y Jardín de piedras (2014).“Esa observación no es sólo un medio para distinguir especies o para verlas como una idea de belleza o transitoriedad pues la mariposa tiene todas estas funciones alegóricas, sino como la cristalización de procesos evolutivos en una imagen y entonces para mi se juntaba muy bien esta idea del patrón de la mariposa como una imagen del universo”, explica el autor.
Es por eso que el nombre de Atlas cumple dos funciones: la de un territorio o un campo de conocimiento vasto y la mención del nombre de esa mariposa que es la Atlas y que concluye la pieza disolviéndose con provocadora belleza y enfático asombro.La música de Juan Cristóbal Cerrillo enmarca este trabajo en el que Vargas explora el video de una manera sin precedentes en su carrera de 25 años. Aquí el lenguaje cinematográfico es imponente y la reinterpretación es el eje para lograr su manifestación y buscar un lugar en la imaginación de los otros, en el recuerdo y en la interpretación del espectador.“Si ves esta escena de 2001: Odisea del espacio al lado de ésta (Atlas) es lo que yo llamo una calca de muy buena fe porque los cortes son prácticamente los mismos y me apoyo mucho en la escena. Pero también es el cómo reproduces la tensión y la fascinación que puede provocar usando estos otros medios pero apoyándose en esos tiempos, en esa edición y siguiendo los cuatro momentos que plantea aunque aquí obviamente la conclusión es otra cosa y en este caso se brinca a una cuestión muy diferente pero es muy fiel a su modelo, tanto a los modelos de las alas como al modelo narrativo que es la escena de 2001”, apunta.
Todo el esfuerzo del artista va enfocado a cómo plantear las imágenes para lograr un funcionamiento y lograr con él un énfasis pues, en sus palabras, “el arte no es tanto una expresión sino como la manifestación de una observación. Son medios para manifestar una observación y esos medios tienen que venir de la intensidad y de ser suficientemente enfáticos para provocarla en un espectador y creo que eso para mi es el trabajo que es importante en un artista y, además, que a alguien más le importe”, concluye.Curada por Itzel Vargas Plata, esta exhibición se presentará en la Galería Sur del Museo Universitario del Chopo hasta el 22 de julio.AtlasHasta el 22 de julioMuseo Universitario del Chopochopo.unam.mx
Pablo Vargas Lugo revisita, a través de sus propios elementos, la emblemática escena Stargate de “2001: Odisea en el espacio” de Stanley Kubrick.
En 1968, Stanley Kubrick redefinió el cine de ciencia ficción con el estreno 2001: Odisea del Espacio. Gracias a la utilización de los elementos visuales y la narrativa de su discurso, Kubrick marcó un hito en la historia del cine.
En ese mismo año, nació el revolucionario artista plástico Pablo Vargas Lugo, quien 50 años después y marcado por el filme, ocupa la representativa escena Stargate para hacer una “calca” de la misma. Sin recurrir a los medios digitales, retoma las alas de mariposas, elementos con los que ha trabajado en su obra a lo largo de una década, para presentar Atlas, pieza audiovisual que se exhibe en el Museo Universitario del Chopo.“Pensé que sería interesantísimo lograr usar esos mismos recursos para presentar esta idea de un cambio de direcciones y una vuelta totalmente a la percepción usando las alas de mariposa con las que trabajaba en ese momento”, señala el artista, quien junto con el cinefotógrafo Rafael Ortega hizo una máquina de Slit Scan, emulando la técnica con la que originalmente se hizo la simbólica secuencia película de Kubrick.
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También te recomendamos estas piezas sobre arte contemporáneo:
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Se trata de una máquina de tres elementos: la cámara que se mueve sobre un riel que va hacia delante y hacia atrás, la ranura de medio milímetro y otra superficie que contiene el ala de mariposa; así con un movimiento simultáneo de los tres componentes a diferentes rangos de velocidad se captan miles de fotograrías que producen esta sensación de movimiento y transformación, logrando incluso un efecto alucinatorio y sorprendente, pero sin intervención digital, principio de gran interés para Vargas.El uso de esta forma de trabajo tradicional se traduce en un proceso muy controlado que a su vez permite la entrada de elementos que impresionan alcanzando un balance primordial para la creación de esta obra, lo cual sería imposible utilizando lo digital.
“Extrañamente lo que sucede con los medios digitales es que sí permiten hacer una cantidad de transformaciones y manipulaciones de la imagen que analógicamente es difícil lograr, pero al mismo tiempo esas transformaciones siempre son deliberadas: es decir uno le da a un programa un rango de acción, de caos para producir algo y, en cambio, con estos medios (slit scan) cada vez que yo veía el resultado en la cámara era algo sorprendente”, asegura.Pero además de la técnica, esta obra es el producto del entendimiento de los patrones de las alas de mariposa que han llamado la atención de Vargas por más de 10 años y que en Atlas se manifiestan como una conclusión a la serie de trabajos que incluyen las piezas Hamadryas Guatemalena marmarice Mandala (2007); Lo Res (2010); la serie Nueva vexilología Neotropical (2011-2015); Mariposario (2011-2015) y Jardín de piedras (2014).“Esa observación no es sólo un medio para distinguir especies o para verlas como una idea de belleza o transitoriedad pues la mariposa tiene todas estas funciones alegóricas, sino como la cristalización de procesos evolutivos en una imagen y entonces para mi se juntaba muy bien esta idea del patrón de la mariposa como una imagen del universo”, explica el autor.
Es por eso que el nombre de Atlas cumple dos funciones: la de un territorio o un campo de conocimiento vasto y la mención del nombre de esa mariposa que es la Atlas y que concluye la pieza disolviéndose con provocadora belleza y enfático asombro.La música de Juan Cristóbal Cerrillo enmarca este trabajo en el que Vargas explora el video de una manera sin precedentes en su carrera de 25 años. Aquí el lenguaje cinematográfico es imponente y la reinterpretación es el eje para lograr su manifestación y buscar un lugar en la imaginación de los otros, en el recuerdo y en la interpretación del espectador.“Si ves esta escena de 2001: Odisea del espacio al lado de ésta (Atlas) es lo que yo llamo una calca de muy buena fe porque los cortes son prácticamente los mismos y me apoyo mucho en la escena. Pero también es el cómo reproduces la tensión y la fascinación que puede provocar usando estos otros medios pero apoyándose en esos tiempos, en esa edición y siguiendo los cuatro momentos que plantea aunque aquí obviamente la conclusión es otra cosa y en este caso se brinca a una cuestión muy diferente pero es muy fiel a su modelo, tanto a los modelos de las alas como al modelo narrativo que es la escena de 2001”, apunta.
Todo el esfuerzo del artista va enfocado a cómo plantear las imágenes para lograr un funcionamiento y lograr con él un énfasis pues, en sus palabras, “el arte no es tanto una expresión sino como la manifestación de una observación. Son medios para manifestar una observación y esos medios tienen que venir de la intensidad y de ser suficientemente enfáticos para provocarla en un espectador y creo que eso para mi es el trabajo que es importante en un artista y, además, que a alguien más le importe”, concluye.Curada por Itzel Vargas Plata, esta exhibición se presentará en la Galería Sur del Museo Universitario del Chopo hasta el 22 de julio.AtlasHasta el 22 de julioMuseo Universitario del Chopochopo.unam.mx
Pablo Vargas Lugo revisita, a través de sus propios elementos, la emblemática escena Stargate de “2001: Odisea en el espacio” de Stanley Kubrick.
En 1968, Stanley Kubrick redefinió el cine de ciencia ficción con el estreno 2001: Odisea del Espacio. Gracias a la utilización de los elementos visuales y la narrativa de su discurso, Kubrick marcó un hito en la historia del cine.
En ese mismo año, nació el revolucionario artista plástico Pablo Vargas Lugo, quien 50 años después y marcado por el filme, ocupa la representativa escena Stargate para hacer una “calca” de la misma. Sin recurrir a los medios digitales, retoma las alas de mariposas, elementos con los que ha trabajado en su obra a lo largo de una década, para presentar Atlas, pieza audiovisual que se exhibe en el Museo Universitario del Chopo.“Pensé que sería interesantísimo lograr usar esos mismos recursos para presentar esta idea de un cambio de direcciones y una vuelta totalmente a la percepción usando las alas de mariposa con las que trabajaba en ese momento”, señala el artista, quien junto con el cinefotógrafo Rafael Ortega hizo una máquina de Slit Scan, emulando la técnica con la que originalmente se hizo la simbólica secuencia película de Kubrick.
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También te recomendamos estas piezas sobre arte contemporáneo:
En el estudio de Melanie Smith.
Pedro Reyes: El sonido de las piedras.
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Se trata de una máquina de tres elementos: la cámara que se mueve sobre un riel que va hacia delante y hacia atrás, la ranura de medio milímetro y otra superficie que contiene el ala de mariposa; así con un movimiento simultáneo de los tres componentes a diferentes rangos de velocidad se captan miles de fotograrías que producen esta sensación de movimiento y transformación, logrando incluso un efecto alucinatorio y sorprendente, pero sin intervención digital, principio de gran interés para Vargas.El uso de esta forma de trabajo tradicional se traduce en un proceso muy controlado que a su vez permite la entrada de elementos que impresionan alcanzando un balance primordial para la creación de esta obra, lo cual sería imposible utilizando lo digital.
“Extrañamente lo que sucede con los medios digitales es que sí permiten hacer una cantidad de transformaciones y manipulaciones de la imagen que analógicamente es difícil lograr, pero al mismo tiempo esas transformaciones siempre son deliberadas: es decir uno le da a un programa un rango de acción, de caos para producir algo y, en cambio, con estos medios (slit scan) cada vez que yo veía el resultado en la cámara era algo sorprendente”, asegura.Pero además de la técnica, esta obra es el producto del entendimiento de los patrones de las alas de mariposa que han llamado la atención de Vargas por más de 10 años y que en Atlas se manifiestan como una conclusión a la serie de trabajos que incluyen las piezas Hamadryas Guatemalena marmarice Mandala (2007); Lo Res (2010); la serie Nueva vexilología Neotropical (2011-2015); Mariposario (2011-2015) y Jardín de piedras (2014).“Esa observación no es sólo un medio para distinguir especies o para verlas como una idea de belleza o transitoriedad pues la mariposa tiene todas estas funciones alegóricas, sino como la cristalización de procesos evolutivos en una imagen y entonces para mi se juntaba muy bien esta idea del patrón de la mariposa como una imagen del universo”, explica el autor.
Es por eso que el nombre de Atlas cumple dos funciones: la de un territorio o un campo de conocimiento vasto y la mención del nombre de esa mariposa que es la Atlas y que concluye la pieza disolviéndose con provocadora belleza y enfático asombro.La música de Juan Cristóbal Cerrillo enmarca este trabajo en el que Vargas explora el video de una manera sin precedentes en su carrera de 25 años. Aquí el lenguaje cinematográfico es imponente y la reinterpretación es el eje para lograr su manifestación y buscar un lugar en la imaginación de los otros, en el recuerdo y en la interpretación del espectador.“Si ves esta escena de 2001: Odisea del espacio al lado de ésta (Atlas) es lo que yo llamo una calca de muy buena fe porque los cortes son prácticamente los mismos y me apoyo mucho en la escena. Pero también es el cómo reproduces la tensión y la fascinación que puede provocar usando estos otros medios pero apoyándose en esos tiempos, en esa edición y siguiendo los cuatro momentos que plantea aunque aquí obviamente la conclusión es otra cosa y en este caso se brinca a una cuestión muy diferente pero es muy fiel a su modelo, tanto a los modelos de las alas como al modelo narrativo que es la escena de 2001”, apunta.
Todo el esfuerzo del artista va enfocado a cómo plantear las imágenes para lograr un funcionamiento y lograr con él un énfasis pues, en sus palabras, “el arte no es tanto una expresión sino como la manifestación de una observación. Son medios para manifestar una observación y esos medios tienen que venir de la intensidad y de ser suficientemente enfáticos para provocarla en un espectador y creo que eso para mi es el trabajo que es importante en un artista y, además, que a alguien más le importe”, concluye.Curada por Itzel Vargas Plata, esta exhibición se presentará en la Galería Sur del Museo Universitario del Chopo hasta el 22 de julio.AtlasHasta el 22 de julioMuseo Universitario del Chopochopo.unam.mx
En 1968, Stanley Kubrick redefinió el cine de ciencia ficción con el estreno 2001: Odisea del Espacio. Gracias a la utilización de los elementos visuales y la narrativa de su discurso, Kubrick marcó un hito en la historia del cine.
En ese mismo año, nació el revolucionario artista plástico Pablo Vargas Lugo, quien 50 años después y marcado por el filme, ocupa la representativa escena Stargate para hacer una “calca” de la misma. Sin recurrir a los medios digitales, retoma las alas de mariposas, elementos con los que ha trabajado en su obra a lo largo de una década, para presentar Atlas, pieza audiovisual que se exhibe en el Museo Universitario del Chopo.“Pensé que sería interesantísimo lograr usar esos mismos recursos para presentar esta idea de un cambio de direcciones y una vuelta totalmente a la percepción usando las alas de mariposa con las que trabajaba en ese momento”, señala el artista, quien junto con el cinefotógrafo Rafael Ortega hizo una máquina de Slit Scan, emulando la técnica con la que originalmente se hizo la simbólica secuencia película de Kubrick.
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Pedro Reyes: El sonido de las piedras.
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Se trata de una máquina de tres elementos: la cámara que se mueve sobre un riel que va hacia delante y hacia atrás, la ranura de medio milímetro y otra superficie que contiene el ala de mariposa; así con un movimiento simultáneo de los tres componentes a diferentes rangos de velocidad se captan miles de fotograrías que producen esta sensación de movimiento y transformación, logrando incluso un efecto alucinatorio y sorprendente, pero sin intervención digital, principio de gran interés para Vargas.El uso de esta forma de trabajo tradicional se traduce en un proceso muy controlado que a su vez permite la entrada de elementos que impresionan alcanzando un balance primordial para la creación de esta obra, lo cual sería imposible utilizando lo digital.
“Extrañamente lo que sucede con los medios digitales es que sí permiten hacer una cantidad de transformaciones y manipulaciones de la imagen que analógicamente es difícil lograr, pero al mismo tiempo esas transformaciones siempre son deliberadas: es decir uno le da a un programa un rango de acción, de caos para producir algo y, en cambio, con estos medios (slit scan) cada vez que yo veía el resultado en la cámara era algo sorprendente”, asegura.Pero además de la técnica, esta obra es el producto del entendimiento de los patrones de las alas de mariposa que han llamado la atención de Vargas por más de 10 años y que en Atlas se manifiestan como una conclusión a la serie de trabajos que incluyen las piezas Hamadryas Guatemalena marmarice Mandala (2007); Lo Res (2010); la serie Nueva vexilología Neotropical (2011-2015); Mariposario (2011-2015) y Jardín de piedras (2014).“Esa observación no es sólo un medio para distinguir especies o para verlas como una idea de belleza o transitoriedad pues la mariposa tiene todas estas funciones alegóricas, sino como la cristalización de procesos evolutivos en una imagen y entonces para mi se juntaba muy bien esta idea del patrón de la mariposa como una imagen del universo”, explica el autor.
Es por eso que el nombre de Atlas cumple dos funciones: la de un territorio o un campo de conocimiento vasto y la mención del nombre de esa mariposa que es la Atlas y que concluye la pieza disolviéndose con provocadora belleza y enfático asombro.La música de Juan Cristóbal Cerrillo enmarca este trabajo en el que Vargas explora el video de una manera sin precedentes en su carrera de 25 años. Aquí el lenguaje cinematográfico es imponente y la reinterpretación es el eje para lograr su manifestación y buscar un lugar en la imaginación de los otros, en el recuerdo y en la interpretación del espectador.“Si ves esta escena de 2001: Odisea del espacio al lado de ésta (Atlas) es lo que yo llamo una calca de muy buena fe porque los cortes son prácticamente los mismos y me apoyo mucho en la escena. Pero también es el cómo reproduces la tensión y la fascinación que puede provocar usando estos otros medios pero apoyándose en esos tiempos, en esa edición y siguiendo los cuatro momentos que plantea aunque aquí obviamente la conclusión es otra cosa y en este caso se brinca a una cuestión muy diferente pero es muy fiel a su modelo, tanto a los modelos de las alas como al modelo narrativo que es la escena de 2001”, apunta.
Todo el esfuerzo del artista va enfocado a cómo plantear las imágenes para lograr un funcionamiento y lograr con él un énfasis pues, en sus palabras, “el arte no es tanto una expresión sino como la manifestación de una observación. Son medios para manifestar una observación y esos medios tienen que venir de la intensidad y de ser suficientemente enfáticos para provocarla en un espectador y creo que eso para mi es el trabajo que es importante en un artista y, además, que a alguien más le importe”, concluye.Curada por Itzel Vargas Plata, esta exhibición se presentará en la Galería Sur del Museo Universitario del Chopo hasta el 22 de julio.AtlasHasta el 22 de julioMuseo Universitario del Chopochopo.unam.mx
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