A pesar del daño que les hemos hecho, la resiliencia de los ecosistemas es inmensa. Este documental demuestra que salvar Cuatro Ciénegas, uno de los lugares más biodiversos del mundo, es posible.
El trabajo que un grupo de científicos y miembros de la comunidad de Cuatro Ciénegas hicieron durante 20 años para revivir un río, sufrió hace unos días un golpe certero. Ante la omisión de las autoridades hoy el río está muerto otra vez.
Nuestro equipo lleva muchos años tratando de cancelar el canal de Saca Salada, aquel que extrae 1600 litros de agua por segundo de Cuatro Ciénegas, el humedal más biodiverso del mundo. Esta es la segunda parte de esa historia.
Tras muchas publicaciones, decenas de tesis y veinte años de trabajo, seguimos descubriendo miles de especies nuevas en Cuatro Ciénegas. Pero sin duda, lo más difícil de todo este proceso ha sido trabajar incansablemente para su conservación.
Cuando nos dicen que el turismo es el motor de la economía y que urge reactivarlo, hay que preguntarnos, ¿de la economía de quién? y ¿de qué tamaño es la huella social, económica y medioambiental que dejamos cada vez que viajamos?
Reconocida por la Academia Americana de Ciencias y Artes, lo que le valió convertirse en la primera científica mexicana en ser nombrada Miembro Honorario Internacional, Souza ha dedicado su vida al estudio y la defensa de esta cuenca en medio del desierto de Coahuila.
El documental “Cuatro Ciénegas”, de David Jaramillo, cuenta la historia de un ecosistema que está a punto de extinguirse.