Hay tantas hipótesis como creencias sobre su origen. El backgammon es considerado uno de los juegos de mesa más antiguos. Hay evidencias de la existencia de juegos que tenían las mismas características que el backgammon desde hace miles años, algunos encontrados en las excavaciones de las tumbas de los reyes y gobernantes de ciudades como Ur, en la actual Irak o en la antigua ciudad Shahr-i Sokhta, en Irán. Otras versiones suponen que el origen viene del antiguo Egipto por las pinturas y piezas encontradas en la sepultura del faraón Tutankamón. La lista del posible origen continúa con Roma, China, Japón, España, Grecia, Turquía, Francia, Alemania y Gran Bretaña, que también tuvieron participación en su historia.

Pero fue hasta 1743 que se publicó un breve tratado que detallaba las reglas tal y como las conocemos en la actualidad. El autor es Edmond Hoyle —escritor inglés conocido por documentar la descripción y reglas del juego de naipes y algunos otros tantos—. El objetivo es, básicamente, sacar las 15 fichas del tablero antes que el jugador rival; aunque pueda sonar sencillo, necesariamente requiere de algunos elementos estratégicos que, junto con la ayuda del azar, lo llevarán a conseguir la victoria.

Backgammon en piel, grabado de Lizard, color café e interiores con gamuza; las fichas son de níquel con piel.
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Locación de fotografía: Sheraton María Isabel