Una respuesta tardía y errónea ante la contingencia en la CDMX

Una respuesta tardía y errónea ante la contingencia en la CDMX

El gobierno local dejó mucho qué desear en cuanto a su respuesta ante la mala calidad del aire.

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La Ciudad de México amaneció el jueves 16 de mayo con madres y padres que corrían con sus hijos e hijas para alcanzar autobuses y dirigirse a sus trabajos con ellos. El anuncio de la suspensión de clases por la Contingencia Ambiental Extraordinaria tomó a casi todos por sorpresa, pues pocas empresas adoptaron la misma medida que los planteles escolares.

Por ello, los adultos mayores aún acudían a pie a las oficinas de la Secretaría del Bienestar para continuar trámites con normalidad; los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se conglomeraron en el Paseo de la Reforma y los colores de tapabocas de los transeúntes variaban según su sofisticación: los azules ofrecen poca protección, los blancos un nivel medio y los negros, la mejor posible.

La ingeniera en medio ambiente, ahora Jefa del Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum avisó que, de preferencia, había que evitar las actividades al aire libre. La gente rogaba por lluvia tras una semana de percibir un olor intenso a chimenea, acompañado de irritación en los ojos, nariz y garganta a causa de una nube de humo que dejaron numerosos incendios desde el jueves 9 de mayo en la zona metropolitana.

En el aire flotan partículas PM2.5 que ponen en peligro la salud de los citadinos, y además son tan pequeñas que la mayoría de los tapabocas no logran bloquearlas.

“Es importante que no normalicemos esta situación. No es normal que estemos recibiendo este tipo de recomendaciones. Los grupos más vulnerables, la población que menos recursos tiene es la que más expuesta está a estos contaminantes.”, opina Alejandra Leal, especialista en movilidad, seguridad vial y enlace con sociedad civil y gobierno.

Aunque Sheinbaum señaló que la declaración de contingencia se debe a los incendios en la región centro y sur del país, la ex jefa delegacional de Tlalpan también contempló otros factores que alimentaron la mala calidad del aire como las altas temperaturas, la prolongada sequía, un sistema de alta presión y por su puesto la contaminación.

La administración pasada no dejó un protocolo especial para contingencias extraordinarias frente a minipartículas nocivas, acusó la mandataria capitalina. Es decir, el gobierno que llevan cinco meses en la Ciudad no sabían cómo actuar ante las consecuencias de los incendios y los factores mencionados.

“Sin duda va a haber situaciones en las que se junten más elementos y la prevención debe considerar que va a haber incendios y otros eventos que se salen de control”, agregó Alejandra Leal, también codirectora de Céntrico, un equipo de especialistas centrados en proyectos de movilidad urbana sustentable.

¿Más autos circulando en CDMX?

Existen alrededor del mundo aproximadamente 250 ciudades que aplican un programa llamado “Zonas de baja emisión”, algo similar a nuestro “Hoy no circula”, pero que restringe por zona y no por fecha o día de la semana, como en México. En pocas palabras, es un “aquí no circulas nunca”. Estas zonas se seleccionan al ser más atractivas o transitadas por peatones, por lo que se prohíbe el acceso a vehículos contaminantes. De no cumplir con esta restricción, hay cámaras que registran tu ingreso y la consecuencia es una multa de 100 hasta 300 libras en Londres, por ejemplo.

De acuerdo con Jorge Macías, Director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad (DUA) del (World Resources Institute), la Ciudad de México debería aspirar a modelos como ese, además del “Hoy no circula” o el de verificación ambiental.

“Estamos hablando de ciudades que analizaron lo que estábamos haciendo y dijeron, ‘aunque te compres otro vehículo, ahí no puedes entrar’. En cambio, en el Hoy No circula, tú puedes comprar más vehículos sucios con diferente terminación y circulas otro día”, explica el también especialista en Economía Ambiental y Desarrollo Económico por parte de la Universidad de Oslo.

A partir de este año, el gobierno de la Ciudad de México anunció un cambio en los requisitos de verificación vigentes hasta entonces. La modificación permitió la circulación de aproximadamente 160 mil vehículos más. El gobierno de Claudia Sheinbaum decidió que si un automóvil tiene una computadora que mide las condiciones fisicomecánicas del vehículo, puede obtener la calcomanía doble cero y circular diario, algo que omite la restricción por antigüedad del vehículo.

Sin embargo, el nivel de tráfico no sólo es responsabilidad de la Ciudad de México, sin también de la región centro, opina Macías, pues miles de vehículos motorizados ingresan diario a la capital desde otros estados. El especialista denuncia también la práctica generalizada de emplacar autos fuera de la Ciudad para evadir las condiciones del hoy no circula.

En cuanto a las medidas que la Jefa capitalina pidió acatar para no exponerse a  la mala calidad del aire, en opinión del experto, el mensaje pareció más un premio para los automóviles y un “castigo” a los que no lo tienen, porque deben permanecer encerrados. Para los automovilistas en cambio, no hubo ningún llamado de emergencia a dejar sus coches en casa.

El especialista considera también que pedirle a la gente que suele usar bicicleta, que no lo haga, es un mensaje erróneo, porque habría que analizar los índices de concentración de partículas y conforme a ellos, dar un tiempo considerable para circular, sin que sea necesario dejar de hacerlo por completo.

“El principal riesgo para los ciclistas es que no haya más ciclistas en la calle. Entre más ciclistas hay, hay menos autos y van más lento. Por lo tanto es más seguro”, aclara.

Dana Corres, cofundadora de la Liga Peatonal, atribuye las medidas que ha adoptado el gobierno de la Ciudad de México al “costo político” que implica aplicar programas que involucran a los usuarios de automóviles o la misma industria automotriz, “porque culturalmente los asociamos con desarrollo”, dice en entrevista.

“Es gente que genera mucha opinión pública y hace mucho ruido respecto a las medidas que limitan la circulación de vehículos. Hay ciudades en las que no hacen absolutamente nada respecto a los coches. No sólo en México”, agrega Dana Corres y recuerda cuando en la Ciudad de México las personas encontraban por las mañanas cadáveres de aves en las calles por los altos índices de contaminación.

Ante las medidas propuestas para reducir el uso del automóvil en la Ciudad de México, Dana pide que se estudie específicamente el caso de la Ciudad de México antes de importar protocolos y se analicen también las medidas que se han usado Latinoamérica.

“Se vale soñar y hablar de Copenhague y Ámsterdam, pero al final deberíamos apostarle más a cómo va a ser la ciudad latinoamericana de los próximos 100 años”, propone la especialista en temas de movilidad.

Hasta ahora un grupo de habitantes de la Ciudad de México presentaron siete juicios de amparo contra Claudia Sheinbaum por las medidas anunciadas para 2019 en el tema de verificación vehicular al considerar que era una “verificación light”.

Uno de estos juicios de amparo fue aprobado por el Décimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, por lo que ordenaron a Claudia Sheinbaum a revertir la medida que permitió una mayor flota vehicular en circulación.


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