Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos – Gatopardo

Kamala Harris, vicepresidenta (o cómo romper el techo de cristal sin quitarse los Converse)

Después de ser la implacable fiscal de San Francisco y la primera procuradora general afroamericana que tuvo California, Kamala Harris llega a la Casa Blanca. Tras 48 vicepresidentes hombres, un clima polarizado y un ataque al Capitolio por parte de simpatizantes de Donald Trump, Estados Unidos le abre las puertas a una mujer. Un hito en la representación de las mujeres y las minorías étnicas del país.

La imagen de una niña afroamericana sosteniendo en las manos una bandera de Estados Unidos –pelo rizado adornado con una flor azul, expresión orgullosa y serena–, fue la imagen de portada de la revista The New Yorker en su edición del 23 de noviembre de 2020, días después de que se confirmara el triunfo a la presidencia y vicepresidencia del país de la fórmula Biden-Harris, respectivamente. El título de la obra es “Election Results”.

Esa niña ilustrada representa a todas las niñas afroamericanas que han luchado para llegar a este momento; es Charlotte Ray, aceptada en 1872 como la primera abogada afroamericana; Althea Gibson, la primera tenista afroamericana que jugó un partido en Wimbledon, en 1950; es Ruby Bridges, la niña de piel obscura que en 1960 fue escoltada por alguaciles para atender una escuela de estudiantes blancos en Mississippi; Shirley Chisholm, la primera congresista afroamericana; es Loretta Lynch, Michelle Obama, Stacey Abrams; y, por supuesto, esa niña también es Kamala Harris.

Una mujer de “primeras veces” será la vicepresidenta de Estados Unidos: la primera mujer en ser procuradora de San Francisco (2004-2011) y la primera afroamericana procuradora general de California (2011-2017); después, la primera senadora asiático-americana y la segunda afroamericana que forma parte del congreso. A la Casa Blanca llega de la misma manera a partir del 20 de enero de 2021: la primera afroamericana y asiático-americana en la vicepresidencia será también la primera mujer en ocupar el cargo.

En un momento en el que el discurso racista y de odio circula sin rubor en Estados Unidos, avivado y legitimado por el propio Donald Trump, el hecho de que Harris no sea anglosajona, y además sea mujer –la mujer con el cargo de gobierno más alto en la historia del país–, representa un hito en la historia y en la representación política. Estados Unidos ya no es un bloque monolítico de hombres blancos, sino un mosaico en el que conviven hombres y mujeres con diferentes colores de piel, bagajes culturales, creencias religiosas y orientaciones sexuales. La resistencia desde el supremacismo blanco no es más que la respuesta al avance de una diversidad que se va filtrando por las rendijas del poder, y que difícilmente dará marcha atrás.

Parecería que Kamala Harris se preparó toda su vida para este momento. Sus padres son inmigrantes que, como describe ella, nacieron a medio mundo de distancia. Shyamala Gopalan, su madre, nació en la ciudad de Chennai, en India, y migró a California para iniciar su carrera científica en investigación sobre el cáncer. Fue ahí, en la Universidad de California Berkeley, donde conoció a Donald Harris, un estudiante de economía originario de Browns Towns, Jamaica. Según lo cuenta la propia Kamala, la pareja inculcó a sus hijas la vida espiritual evangélica de la Iglesia Bautista, pero también del hinduismo, y la madre las preparó para sentirse orgullosas de ser afroamericanas.

Kamala, por su parte, está casada con Douglas Emhoff, un abogado originario de Nueva York radicado en California, judío, con dos hijos adultos de un matrimonio previo que se refieren cariñosamente a su madrastra como “Momala” –una combinación de su nombre y la palabra yiddish mamaleh, mamita–. La última celebración familiar de Año Nuevo de los Harris-Emhoff, durante la pandemia, consistió en una reunión vía Zoom que incluyó, entre otros, a Ella y Cole, los hijos de Doug; a Maya, la hermana de Kamala; a la abuela de las hermanas Harris, conectada desde Canadá, y a miembros de la familia Emhoff conectados desde Italia.

Abogada, afroamericana, asiáticoamericana, hija de inmigrantes, hindú, bautista, judía, segunda esposa, sin hijos biológicos, madrastra. Como un reflejo de lo que hoy es Estados Unidos, Kamala Harris podría usar muchas etiquetas para definirse a sí misma; pero al preguntarle, su respuesta es simple: “American”.

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