Casai descubrió que entre la tradicional hotelera en México y las alternativas de alojamiento en departamentos temporales hay una enorme posibilidad: dar lo mejor de ambos mundos.
La joven empresaria Roberta Maceda apuesta por lo nacional. Las piezas de su firma Octavia se conciben por un equipo creativo mexicano, y su hotel, Octavia Casa, celebra un barrio de la capital y sirve de escaparate para mostrar lo mejor del diseño.
Rutopía es el puente entre la inagotable e inigualable oferta ecoturística mexicana y todas las personas deseosas de explorar nuevos modos de viajar.
Liderado por Elena Reygadas, Rosetta emplea a más de 200 personas que conforman una familia. Juntos hicieron frente al momento más duro para la gastronomía mexicana.
El proyecto del restaurante Máximo, que llevan el Chef Eduardo García y Gabriela López, ha sabido conjuntar lo mejor de los productos locales con una cocina fresca y espectacular. La suya es una historia de optimismo en medio de la adversidad.
En Mi compa “Chava”, en la colonia Roma, Salvador Orozco se luce cual director de orquesta, atendiendo su flamante marisquería y pronunciándose en defensa del trabajo que hacen los pescadores mexicanos en los mares. Desde su cocina en la Ciudad de México, agradece constantemente a su equipo, sin el cual, jura, no hubiera podido sortear la pandemia.
Al frente de Sobremesa, Lucía Benítez fue el sostén de sus colaboradores durante el período más duro de la pandemia. Fueron ocho meses muy difíciles en los que no pudo abrir su local, usualmente dedicado a ofrecer clases y experiencias en torno a la buena mesa. “Reinvención absoluta”, parece ser la receta de la chef para capear tormentas, dar giros de timón cuando nada más hace sentido.
Aunque Alejandra Ríos dirige una empresa bien establecida y con una larga historia, la CEO de Ambrosía mantiene la mirada en los detalles: su enfoque, de mucho rigor logístico, está centrado en sus clientes, lo que implica ser capaz de innovar y transformarse.
Un cocinero italiano ofrece en la Ciudad de México una carta de sabores mediterráneos honestos. De su país de origen importa solamente lo esencial. El resto es resultado de la tarea de conocer nuestra tierra, su materia prima y a la gente detrás de su producción.
Dos jóvenes revolucionarias buscan tejer redes para obtener productos diferenciados, para contar y reivindicar la historia del campo mexicano. Su proyecto de fermentos extrapola los principios de conservación de alimentos para la supervivencia durante la pandemia.