Chicas Kaláshnikov y otras crónicas de Alejandro Almazán

A lo largo de sus catorce crónicas, Chicas Kaláshnikov reconstruye los primeros años de la guerra contra el narcotráfico en México y sus efectos sobre la población: niños sicarios, músicos que componen corridos para los capos, militares y asesinos arrepentidos, policías y políticos corruptos, millones de personas que se preguntan si algún día terminará este conflicto. Todos ellos, víctimas y victimarios por igual, aparecen aquí con sus propias voces y experiencias, retratos de la tragedia humana.

Lo que trajo el mar de Frank Báez 

Poeta, narrador y cronista, el dominicano Frank Báez está seguro de que los “caribeños no conocen el Caribe”, y por eso siempre reciben con alegría y expectación todo lo que les llega con las olas. Este libro está cargado de sus recuerdos personales, como el odio a la película Karate Kid y las escuelas chafas de artes marciales; un concierto de Bob Dylan en Chicago; lecturas itinerantes de poesía en bares de Berlín, Trujillo o Santo Domingo ―donde se toparía con un poeta maldito, Homero Pumarol―; una llamada telefónica de medianoche con Wilfrido Vargas, rey del merengue e inventor del “Baile del perrito”; o la muerte del artista visual Tony Capellán. Tal vez los lectores sí logren conocer el Caribe, aunque sea sólo un poco, a través de estas páginas.

El vértigo horizontal. Una ciudad llamada México de Juan Villoro 

Juan Villoro dijo hace años que la crónica es el ornitorrinco de los géneros: una unión de recursos en apariencia disímiles, como la descripción minuciosa, la creación de personajes, la captación del lenguaje oral, y su mezcla feliz de literatura, historia y periodismo. El vértigo horizontal es la culminación de ese género y también el gran libro de Villoro sobre la Ciudad de México, sus calles, su gente, su disposición para los sucesos irreales, su permanente transformación y el amor-odio que genera entre sus habitantes. Para la ocasión, Alejandro Magallanes preparó un mapa imaginario del metro cuyas estaciones conectan los capítulos del libro a manera de índice.

Llamada perdida de Gabriela Wiener

La palabra crónica evoca viajes a lugares exóticos, conflictos y movimientos sociales, y otros acontecimientos narrados desde una primera persona que se muestra a sí misma como espectadora privilegiada. Pero la crónica también puede cubrir los asuntos individuales, las emociones y los devaneos del pensamiento. Así lo demuestra este libro de Gabriela Wiener, en el que la crónica (híbrida por excelencia) se mezcla una vez más con otro género: el ensayo personal. La escritora peruana explora estas posibilidades cuando rinde homenaje a sus predecesores, como Jack Kerouac o Henry Miller; al escribir sobre Isabel Allende o Roberto Bolaño; y también cuando reflexiona sobre la maternidad y el feminismo.

Alguien camina sobre mi tumba de Mariana Enríquez 

Mariana Enríquez quería dedicarse al periodismo musical, y aunque su destino como escritora la ha llevado por la senda de la literatura fantástica y de terror, el oficio de periodista pervive a lo largo de su obra, como en este libro, dedicado a sus viajes por cementerios alrededor del mundo. Hay panteones famosos como el de Montparnasse, en París; o el Cementerio Azul de Buenos Aires; así como otros repartidos alrededor del mundo: la Necrópolis de Colón en La Habana; el cementerio principal de Frankfurt; o Spring Grove, en Cincinnati, que es a decir de la autora el panteón más bello del mundo. Alguien camina sobre mi tumba es tanto un libro de viajes como un almanaque de curiosidades sobre ritos funerarios.