No importa dónde entre, Jim Jarmusch siempre es la persona más cool del lugar. Cabello blanco y muy cuidadosamente despeinado, lentes oscuros, chaqueta de mezclilla y un caminar recto que impone en cualquier lugar. Ya sea un set, una alfombra roja o el cine local al que su madre, una crítica de cine de Akron, Ohio, lo llevaba durante su infancia y que lo hizo enamorarse completamente del cine.Sin embargo, Jarmusch, nacido el 22 de enero de 1953, no es sólo la potente imagen que proyecta ante las personas. Es uno de los cineastas independientes más importantes de Estadous Unidos y también uno de los más interesantes.
James Robert Jarmusch inició su vida en el tranquilo poblado de Cuyahoga Falls en Akron, Ohio. Su padre, un hombre negocios de ascendencia alemana, se había casado con su madre, la crítica de cine y teatro para el diario local Akron Beach Journal un par de años antes y había tenido con ella dos hijos, uno mayor y uno menor que Jim. Los fines de semana, su madre lo llevaba al cine para disfrutar programas dobles de películas de clase B como El monstruo de la laguna negra y El ataque de los cangrejos gigantes. Esas funciones matinales serían una de las grandes influencias de Jarmusch; la otra es el programa de televisión Ghoulardi, donde se transmitían películas de terror.La educación personal de Jarmusch también recibió influencia de su abuela, quien alentó su gusto por la lectura. Los libros de William Burroughs y Jack Kerouac que él y sus amigos robaban de sus hermanos y las películas "de arte" que pasaban en salas underground a las que el joven Jarmusch accedía con una identificación falsa continuaron forjando su futuro. Es probable que las lecturas de su adolescencia hayan generado en él dos grandes cambios: su renuencia a practicar una religión y su interés por el periodismo, carrera que intentó cursar a su salida de la secundaria.Tras abandonarla, Jarmusch se dedicó a otra de sus pasiones: la poesía. Durante cuatro años estudió literatura inglesa y americana en la Universidad de Columbia, además comenzó a trabajar en el diario universitario The Columbia Review, donde publicaba breves piezas narrativas. En su último año, Jim Jarmusch se mudó a París, donde trabajó como repartidor para una galería de arte y se reencontró con el cine, gracias a las largas jornadas en la Cinémathèque francaise. Durante ese viaje, que se extendió por diez meses, se puso en contacto con el cine japonés, la corriente moderna del cine europeo y el cine estadounidense de antaño. Entre más cine vio, más descriptiva se volvió su poesía y su escritura. Había nacido en él un interés por las artes audiovisuales.[caption id="attachment_227861" align="aligncenter" width="620"]
Jim Jarmusch / Imdb[/caption]A su regreso a los Estados Unidos, Jim Jarmusch se trasladó a Nueva York para estudiar en la Graduate Film School de la NYU. Durante su tiempo como estudiante compartió aulas con Sara Driver y Spike Lee. Poco después, el estadounidense trabajó como asistente del director Nicholas Ray, colaborador de Wim Wenders y reconocido como uno de los autores de cine noir más importantes de la cinematografía americana. A la muerte de Ray, Jarmusch dedicó sus días a trabajar en su primera película, su proyecto de graduación. Aunque la Universidad rechazó el metraje, una película de 75 minutos semiautobiográfica, ese fue el primer gran esfuerzo del Jarmusch por participar en el cine. Desde entonces, el extravagante músico, poeta y cineasta ha filmado 13 filmes, de los cuales destacamos cinco proyectos indispensables para conocerlo:Stranger Than ParadiseTras el rechazo de la NYU, Jarmusch se enfocó en hacer una película en forma. El resultado fue la comedia absurdista Stranger Than Paradise, donde contaba la historia de dos amigos cuya vida se veía un tanto trastornada tras de la llegada de la prima de uno de ellos.Con apenas 18 días de rodaje y ocupando un equipo de once personas: tres actores y ocho técnicos, entre ellos la productora Sara Driver y el fotógrafo Tom DiCillo, Jarmusch sorprendió al entregar una película anecdótica y minimalista, completamente en blanco y negro, en la que lograba reunir a todos los elementos que impulsaron al cine independiente estadounidense. La cinta, estrenada en 1984, ganó el Leopardo de Oro a Mejor Película del Festival de Locarno; el premio especial del Jurado del Festival de Cine de Sundance y la Cámara de Oro del Festival de Cine de Cannes. Había nacido un cineasta a los ojos del festival.
Hombre muertoA lo largo de los siguientes diez años, Jim Jarmusch exploró distintas facetas del cine que siempre lo habían interesado. Estrenó Down by Law (1986), película protagonizada por Tom Waits y Roberto Beningni; Mystery Train (1989), en la que se veía altamente influido por las estéticas y el color del cine japonés; y Night on Earth (1991), una cinta desarrollada simultáneamente en cinco ciudades del mundo en la que logró trabajar con uno de los grandes pilares del cine estadounidense: Gena Rowlands. Sin embargo, su siguiente gran éxito después de su "ópera prima" (como Jarmusch considera a Stranger Than Paradise), fue el western moderno Hombre muerto (Dead Man), protagonizado por Johnny Depp, Billy Bob Thornton y el cantante Iggy Pop.En el filme, estrenado dentro de la programación del Festival de Cine de Cannes de 1995, Jarmusch contaba la historia de William Blake, un hombre de Ohio que decidió abandonar su trabajo después de recibir una oferta en el oeste del país. Sin embargo, al llegar descubre que su puesto ya ha sido tomado por Charlie Dickinson, el hijo del propietario. Tomando como punto de arranque ese dilema personal, Jarmusch desarrolla un juego cinematográfico en el que aborda el western desde el postmodernismo. La película fue ampliamente aclamada por la crítica y fortaleció la imagen del director en la industria hollywoodense. Sin embargo, el cineasta decidió mantenerse fiel a sus principios y quedarse dentro del esquema independiente.
Ghost Dog: El camino del samuráiCuatro años después, el cineasta presentó Ghost Dog: El camino del samurái (Ghost Dog: The Way of the Samurai), un interesante thriller de acción policíaco que funcionaba como homenaje a la cinta francesa El silencio de un hombre, protagonizada por Alain Delon.En la película, realizada bajo las leyes del bushido –el código de ética de los samuráis– escritas por Yamamoto Tsunetomo, el actor estadounidense Forest Whitaker interpretaba a Ghost Dog, un tranquilo asesino a sueldo de Nueva York que rige su comportamiento mediante el código de honor de los antiguos samuráis. Sin embargo, el peligroso mundo criminal en el que se desenvuelve no juega bajo las mismas reglas, convirtiendo su trabajo en una brutal sucesión de hechos violentos. La cinta fue considerada en la Selección Oficial de Cannes de 1999 y nominada al Premio Independent Spirit en 2000. Además, llevó la incipiente carrera de Whitaker a los reflectores.
Flores rotasEl nuevo milenio atrajo consigo la posibilidad de que Jarmusch explorara su talento en más de una faceta. Prueba de ello fue la antología de cortometrajes que conforman la cinta Café y cigarrillos (Cofffe and Cigarettes, 2003), en la que mezclaba a grandes actores, de la talla de Cate Blanchett, Steve Buscemi, Alfred Molina y Steve Coogan, con músicos como Iggy Pop, Tom Waits y Jack White con un sólo propósito, reunirlos alrededor de una mesa para discutir temas cotidianos mientras tomaban café y fumaban un cigarrillo. La cinta, que originalmente sería una serie de cortometrajes digitales producidos para el programa Saturday Night Live, fue bien recibida por la crítica y el público, quienes la convirtieron en un "éxito del cable".Sin embargo, el trabajo más importante de Jim Jarmusch en esa época del siglo fue Flores rotas (Broken Flowers), comedia de 2005 en la que Bill Murray interpretaba a Don Johnston, un moderno Don Juan que, tras ser abandonado por su pareja en turno, recibía una misteriosa carta que le informaba que era padre de un hijo al que él no conocía. Atraído por el misterio y la necesidad de responder, Johnston emprendía un viaje por el corazón de los Estados Unidos para encontrarse con sus antiguas amantes y resolver quién era la madre de su único hijo. La cinta, escrita y dirigida por Jarmusch, ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes y le consolidó la carrera dramática de Murray, uno de los comediantes más queridos de los Estados Unidos, que ya había mostrado interés en personajes del tipo con Perdidos en Tokio (Lost in Translation).
PatersonEl romance que Cannes y Jarmusch habían consolidado con el Gran Prix a Flores rotas no se detuvo ahí. Tras sufrir un breve descalabro con Los límites del control (The Limits of Control) de 2009, el cineasta estadounidense presentó el drama Sólo los amantes sobreviven (Only Lovers Left Alive), protagonizada por Tilda Swinton y Tom Hiddleston. El filme, que poco después su estreno en 2015 se convirtió en objeto de culto, compitió por la Palma de Oro y ganó el premio especial a Mejor Soundtrack, que se otorga paralelamente a la competición.Un año después, Jarmusch volvería a sus orígenes con Paterson, una genuina cinta protagonizada por Adam Driver y en la que el cineasta rendía honores a una de sus primeras pasiones: la poesía. En el filme, estrenado en Cannes y presentado en San Sebastián, Driver interpreta a Paterson, un conductor de autobús que lidia con su ordinaria vida en Paterson, Nueva Jersey, escribiendo poesía sobre las pequeñas cosas con las que se encuentra en el camino. La cinta, además de mostrar a un Adam Driver en forma para recibir cualquier obstáculo, mostró una faceta más íntima de Jarmusch: ese pequeño amante del cine que después se convirtió en un amante de la poesía. Mostró a esa figura que impone y se adueña de cualquier lugar, pero que también tiene intereses creativos tan ordinarios y encantadores como los detalles cotidianos.
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