Tiempo de lectura: 5 minutosEstimada María Luisa Albores:
Como ecóloga y conservacionista estoy preocupada, no solo veo cómo los recursos naturales se pierden en México día a día, sino que en lo que va de gobierno del Andrés Manuel López Obrador, usted es la tercera secretaria del Medio Ambiente. La tarea que tiene enfrente es titánica, la SEMARNAT es responsable de muchas cosas, tal vez demasiadas, pero es usted una mujer fuerte y responsable, honesta y comprometida. Con todo mi corazón, le deseo suerte, y esperemos que pueda balancear el delicado equilibrio entre el cuidado ambiental (que es su mandato) y el desarrollo económico (que es la agenda del presidente).
Como bien dice Wikipedia.org, “esta es la Secretaría encargada de diseñar, planear, ejecutar y coordinar las políticas públicas en materia de recursos naturales, ecología, saneamiento ambiental, agua, pesca y sustentabilidad urbana. Lo anterior incluye la protección, restauración y conservación de los ecosistemas; asesorar al resto del gabinete para que, en el ámbito de sus responsabilidades, se conduzcan con apego al concepto de desarrollo sustentable; administrar y regular el uso de los recursos naturales en manos del gobierno (excepto hidrocarburos y minerales radioactivos); vigilar el cumplimiento de las leyes y normatividades ambientales en la industria, servicios públicos y comercio; proponer la formación, y administrar en su caso, las áreas naturales protegidas; establecer programas para la protección de la flora y la fauna; conducir las estrategias gubernamentales para el combate del cambio climático; establecer límites y vedas para la explotación de recursos naturales; fomentar el uso de energías renovables y tecnologías que armonicen el uso de los recursos naturales y el desarrollo económico; administrar, a través de la Comisión Nacional del Agua, todos los cuerpos de agua en el interior del territorio nacional; operar la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y vigilar la conservación de los Patrimonios Naturales de la Humanidad en México».
En suma es una labor enorme, es por esto que SEMARNAT tiene a su cargo la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente, la cual vigila que no existan derrames de petróleo, ni en la exploración ni en la explotación de hidrocarburos, así que el proyecto estrella del presidente: Dos Bocas, tiene que ajustarse a los requerimientos del ambiente y no al revés.
Además tiene usted a su cargo a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la cual atiende no solo toda el agua potable del país, sino que regula la de riego y vigila el Sistema Meteorológico Nacional, previendo los eventos extremos. Aquí tiene usted que ayudar a la Dra. Blanca Jiménez a poner orden en el padrón de usuarios, reglamentando quién sí tiene el derecho a cuánto de agua y quién está solamente abusando o “huachicoleando” el recurso más importante para la vida. El agua es la pieza clave para el desarrollo rural, pero también para la conservación.
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Recuerde María Luisa Albores, que también está bajo su responsabilidad la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), la cual protege un área inmensa de nuestro territorio (más de 90 millones de hectáreas), donde se quieren preservar las especies y los ecosistemas, muchos de ellos en peligro, tanto por la falta de presupuesto en esta Comisión, como por incongruencias dentro de su misma Secretaría, ya que tanto la falta de regulación en el uso del agua profunda por parte de CONAGUA, como la tala desmedida de los bosques por parte de la Comisión Nacional Forestal, también a su cargo, ponen en peligro nuestra diversidad.
Pero para apoyarla en su labor, Maestra Albores, también tiene usted a su cargo la importantísima Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (CONABIO), que si tuviera presupuesto, le podría informar sobre la enorme riqueza biológica que hoy está en sus manos, para encontrar una forma responsable de conjuntar al desarrollo económico con el social, bajo el manejo cuidadoso de nuestros recursos naturales.
Otra institución que quedó a su cargo es el dilapidado Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, el cual hace investigación hidrológica para CONAGUA, pero que, como el agua es poder en tiempos de cambio climático, no siempre ha honrado las máximas de nuestro presidente: no robar, no mentir y no traicionar. Me consta por las batallas en las que me he involucrado para defender la extraordinaria área protegida que es Cuatro Ciénegas, en Coahuila, un oasis híper diverso que está amenazado precisamente por la sobreexplotación del agua.
También está bajo su mandato el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, que antes era el Instituto Nacional de Ecología. Este instituto de investigación, junto con CONABIO, está ahí para darle información sobre lo que se debe o no hacer para mantener una agenda sustentable. Sin embargo, no parecen trabajar de manera conjunta y consistente, lo cual es una pena, ya que en equipo podrían aumentar sus capacidades de asesorarla, maestra María Luisa Albores, a detectar qué es más importante o urgente proteger y cuáles son las batallas que vale la pena pelear.
Finalmente está la PROFEPA, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el brazo legal que puede cerrar una fábrica, una construcción o un desmonte por no cumplir con las normas que pone la misma SEMARNAT. Esta institución también está desmantelada por el recorte presupuestal y necesita de su apoyo para poder hacer su tarea, que es importantísima.
Lo que usted no controla es el continuo embate a la naturaleza por parte de diferentes intereses, la persecución a los líderes ambientales y su asesinato. Debe usted saber, ya que ha estado muy cerca de organizaciones campesinas y grupos indígenas, que la mayor parte de los defensores del ambiente asesinados son tanto indígenas como campesinos, son guerreros que aman su tierra y que ese amor les es arrebatado con sangre.
Simplemente en 2019 murieron 15 de ellos, el más conocido es el caso de Samir Flores Soberanes, un campesino indígena de Morelos, integrante de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos, quien se oponía al proyecto Integral de Morelos y a la operación de la termoeléctrica Central de Huexca. El día antes de morir, el 19 de febrero de 2019, fue a una reunión con el delegado del gobierno federal, con quien tuvo una confrontación frontal. La madrugada siguiente estaba muerto y no se ha aclarado el crimen.
El 29 de enero 2020 se encontró el cuerpo sin vida de Homero Gómez González y Raúl Hernández Romero, defensores de la mariposa monarca, en una zona del occidental estado de Michoacán.
Dos meses después, en abril de este año, fue asesinado Adán Vez Lira, promotor de la conservación de los humedales de la Laguna de la Mancha en Veracruz. Lo mataron en Actopan.
El 7 de mayo, en San Agustín Loxicha, Oaxaca, asesinaron al estudiante de biología Eugui Roy Martínez, quien divulgaba ciencia y protección ambiental. Ninguno de estos crímenes ha sido aclarado y cada uno de ellos duele como herida abierta, no solo dentro de sus familias y comunidades, sino como país.
Usted, como agrónoma y experta en educación y formación de comunidades, sabe que esto no puede ni debe de continuar, que el ambiente (con toda su complejidad), el desarrollo y el futuro están unidos en una sola canasta, una canasta trenzada con los sueños de todos nosotros y que en ella lleva a miles de especies que dependen de que USTED luche por proteger estos recursos naturales, que no son renovables.
La extinción de cada especie es para siempre, con cada rama del árbol de la vida que es lacerada, se pierde toda su información genética, su historia evolutiva y las relaciones que la entrelazaban dentro de la “canasta”, dentro de cada comunidad.
Por favor, maestra María Luisa Albores, haga bien su tarea, como lo prometió. Sin robar, sin mentir, pero sobre todo, sin traicionar la encomienda que le llegó con la “canasta”. Cuídela bien. Dele buen cuidado a nuestros sueños.