Hongos: principio y fin
Sin los hongos y sus carreteras de plasma, y sin el ciclo de nutrientes que ponen en marcha al degradar y hacer recircular todo aquello que alguna vez estuvo vivo, simplemente no podría existir todo lo demás; no habría bosques ni selvas, humedales ni manglares, páramos, pastizales y, por ende, tampoco los animales y bacterias que ahí habitan. Son el principio y el fin, por decirlo de otra manera.