Ayer por la tarde, Andrés Manuel López Obrador se dirigió nuevamente desde su oficina en la Colonia Roma a Palacio Nacional, donde se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto, para hablar de la transición. Así lo habían acordado desde el 3 de julio pasado, cuando López Obrador hizo ese mismo recorrido como “virtual presidente electo”.
A las afueras de la casa de campaña, poco ha cambiado. Aún se arremolinan los medios de comunicación ante la reja, esperando las salidas o las entradas. Las cámaras están listas, los micrófonos también y hasta algunos paraguas por si la lluvia sorprende. Ya no hay vendedores de llaveros y peluches, pero si curiosos que esperan hablar con el “presidente electo” aunque sea un segundo. Unos han ido a dejar su currículum, otros han ido a pedir ayuda y otros solo han ido a saludar. Una vez abiertas las puertas la conmoción se siente.
—Licenciado, mi hijo no se quedó en la Universidad.
Y el licenciado dijo: “pida hablar con Lety Ramirez”.
—Presidente, mi hijo lo quiere saludar.
Y el presidente electo apretó una tímida mano que se asomó a la ventana del copiloto, desde donde respondía preguntas de algunos medios.
***
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La Ciudad de México gobernada por una mujer
***
AMLO salió de la casa de transición en su Jetta blanco. Minutos más tarde, dentro del mismo auto blanco cruzó la Puerta Mariana del Palacio Nacional. En el patio central ya lo esperaban unas cámaras y lo esperaba también el presidente Enrique Peña Nieto, quien lo saludó efusivo.
A las afueras del Palacio ya no vendían banderines de Morena, pero si había cámaras y curiosos esperando al presidente electo y esperando tomarse una selfie con López Obrador, que se convertirá en Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el primero de diciembre.
Cómo ya es costumbre desde que fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal y desde que ganó las elecciones el primero de julio, anunció que daría una conferencia de prensa —pero ahora, no en los escalones de su casa de campaña, sino en el Salón de la Tesorería dentro del Palacio Nacional— al finalizar el encuentro con el Presidente el cual duró aproximadamente una hora.
Una reportera atina a decir:
—”Peña ya ni figura, yo creo que ya sabe que no es noticia.”
La realidad es que desde que iniciaron las elecciones, quien ha sabido mover los reflectores a sido López Obrador. Tema del que opina, tema que se convierte en titular o en trending topic. Mientras los reporteros esperan, aparecen las primeras fotos del encuentro que no tardaron nada en convertirse en memes.
Me reuní con el Presidente Electo @lopezobrador_, a quien le reiteré la disposición del Gobierno de la República de apoyarlo y colaborar para una transición eficiente y eficaz en beneficio de México. pic.twitter.com/1a3XzYz1F4
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 10 de agosto de 2018
AMLO entró al Salón de la Tesorería —que tiene pisos de marmol, candiles art-deco y puertas de caoba finamente labradas— vestido con un traje oscuro y un corbata gris.
Los reporteros sonríen y se pelean por la mejor toma, la mejor fotografía o el mejor lugar: el más cercano al podium.
“Acabamos de terminar un acuerdo con el presidente Peña en el marco de la transición” , fueron sus primera palabras, “todo con respeto, todo de manera fraterna".
Y entre preguntas presentó el inicio de la transición:
En la conferencia, dijo que espera presentar una iniciativa con la nueva legislatura del Congreso de la Unión —que inicia labores en septiembre y con la que tiene mayoría— para que se apruebe la creación de la Secretaría de Seguridad Pública. Espera que sea aprobada y que a partir del primero de diciembre se encuentre lista y funcionando “para no perder tiempo”.
Dijo también que el 20 de agosto iniciará el proceso para la elección del nuevo Fiscal Federal de la República, y para la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía Electoral.
Sobre su seguridad dijo, que será cuidado por el pueblo, además habló de integrar como su equipo de protección un grupo de 20 personas —10 hombres y 10 mujeres— que tendrán estudios de licenciatura. Reiteró que el Estado Mayor Presidencial será parte de la Secretaría de la Defensa desde el primero de diciembre.
Cuando fue cuestionado por la liberación de Elba Esther Gordillo, dijo, “eso es una decisión del Poder Judicial, es lo que puedo contestar”.
Aseguró también que José Antonio Meade no trabajará en su gobierno.
Después de hablar de los puntos de la reunión en tono serio y terminar de responder algunas preguntas. Desaparecen las pausas que tanto lo caracterizan, y un AMLO más relajado se ríe.
—Mañana nos vamos a volver a encontrar ¿o no? —Señalando con la cabeza su oscuro traje, dice— Hoy ando muy Fifi.
La conferencia acaba, mientras los periodistas se ríen. Hoy no aplaudieron.
¡Gracias!
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Esta reunión marca oficialmente el inicio de la transición rumbo al siguiente gobierno.
Ayer por la tarde, Andrés Manuel López Obrador se dirigió nuevamente desde su oficina en la Colonia Roma a Palacio Nacional, donde se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto, para hablar de la transición. Así lo habían acordado desde el 3 de julio pasado, cuando López Obrador hizo ese mismo recorrido como “virtual presidente electo”.
A las afueras de la casa de campaña, poco ha cambiado. Aún se arremolinan los medios de comunicación ante la reja, esperando las salidas o las entradas. Las cámaras están listas, los micrófonos también y hasta algunos paraguas por si la lluvia sorprende. Ya no hay vendedores de llaveros y peluches, pero si curiosos que esperan hablar con el “presidente electo” aunque sea un segundo. Unos han ido a dejar su currículum, otros han ido a pedir ayuda y otros solo han ido a saludar. Una vez abiertas las puertas la conmoción se siente.
—Licenciado, mi hijo no se quedó en la Universidad.
Y el licenciado dijo: “pida hablar con Lety Ramirez”.
—Presidente, mi hijo lo quiere saludar.
Y el presidente electo apretó una tímida mano que se asomó a la ventana del copiloto, desde donde respondía preguntas de algunos medios.
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AMLO salió de la casa de transición en su Jetta blanco. Minutos más tarde, dentro del mismo auto blanco cruzó la Puerta Mariana del Palacio Nacional. En el patio central ya lo esperaban unas cámaras y lo esperaba también el presidente Enrique Peña Nieto, quien lo saludó efusivo.
A las afueras del Palacio ya no vendían banderines de Morena, pero si había cámaras y curiosos esperando al presidente electo y esperando tomarse una selfie con López Obrador, que se convertirá en Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el primero de diciembre.
Cómo ya es costumbre desde que fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal y desde que ganó las elecciones el primero de julio, anunció que daría una conferencia de prensa —pero ahora, no en los escalones de su casa de campaña, sino en el Salón de la Tesorería dentro del Palacio Nacional— al finalizar el encuentro con el Presidente el cual duró aproximadamente una hora.
Una reportera atina a decir:
—”Peña ya ni figura, yo creo que ya sabe que no es noticia.”
La realidad es que desde que iniciaron las elecciones, quien ha sabido mover los reflectores a sido López Obrador. Tema del que opina, tema que se convierte en titular o en trending topic. Mientras los reporteros esperan, aparecen las primeras fotos del encuentro que no tardaron nada en convertirse en memes.
Me reuní con el Presidente Electo @lopezobrador_, a quien le reiteré la disposición del Gobierno de la República de apoyarlo y colaborar para una transición eficiente y eficaz en beneficio de México. pic.twitter.com/1a3XzYz1F4
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 10 de agosto de 2018
AMLO entró al Salón de la Tesorería —que tiene pisos de marmol, candiles art-deco y puertas de caoba finamente labradas— vestido con un traje oscuro y un corbata gris.
Los reporteros sonríen y se pelean por la mejor toma, la mejor fotografía o el mejor lugar: el más cercano al podium.
“Acabamos de terminar un acuerdo con el presidente Peña en el marco de la transición” , fueron sus primera palabras, “todo con respeto, todo de manera fraterna".
Y entre preguntas presentó el inicio de la transición:
En la conferencia, dijo que espera presentar una iniciativa con la nueva legislatura del Congreso de la Unión —que inicia labores en septiembre y con la que tiene mayoría— para que se apruebe la creación de la Secretaría de Seguridad Pública. Espera que sea aprobada y que a partir del primero de diciembre se encuentre lista y funcionando “para no perder tiempo”.
Dijo también que el 20 de agosto iniciará el proceso para la elección del nuevo Fiscal Federal de la República, y para la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía Electoral.
Sobre su seguridad dijo, que será cuidado por el pueblo, además habló de integrar como su equipo de protección un grupo de 20 personas —10 hombres y 10 mujeres— que tendrán estudios de licenciatura. Reiteró que el Estado Mayor Presidencial será parte de la Secretaría de la Defensa desde el primero de diciembre.
Cuando fue cuestionado por la liberación de Elba Esther Gordillo, dijo, “eso es una decisión del Poder Judicial, es lo que puedo contestar”.
Aseguró también que José Antonio Meade no trabajará en su gobierno.
Después de hablar de los puntos de la reunión en tono serio y terminar de responder algunas preguntas. Desaparecen las pausas que tanto lo caracterizan, y un AMLO más relajado se ríe.
—Mañana nos vamos a volver a encontrar ¿o no? —Señalando con la cabeza su oscuro traje, dice— Hoy ando muy Fifi.
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Ayer por la tarde, Andrés Manuel López Obrador se dirigió nuevamente desde su oficina en la Colonia Roma a Palacio Nacional, donde se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto, para hablar de la transición. Así lo habían acordado desde el 3 de julio pasado, cuando López Obrador hizo ese mismo recorrido como “virtual presidente electo”.
A las afueras de la casa de campaña, poco ha cambiado. Aún se arremolinan los medios de comunicación ante la reja, esperando las salidas o las entradas. Las cámaras están listas, los micrófonos también y hasta algunos paraguas por si la lluvia sorprende. Ya no hay vendedores de llaveros y peluches, pero si curiosos que esperan hablar con el “presidente electo” aunque sea un segundo. Unos han ido a dejar su currículum, otros han ido a pedir ayuda y otros solo han ido a saludar. Una vez abiertas las puertas la conmoción se siente.
—Licenciado, mi hijo no se quedó en la Universidad.
Y el licenciado dijo: “pida hablar con Lety Ramirez”.
—Presidente, mi hijo lo quiere saludar.
Y el presidente electo apretó una tímida mano que se asomó a la ventana del copiloto, desde donde respondía preguntas de algunos medios.
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AMLO salió de la casa de transición en su Jetta blanco. Minutos más tarde, dentro del mismo auto blanco cruzó la Puerta Mariana del Palacio Nacional. En el patio central ya lo esperaban unas cámaras y lo esperaba también el presidente Enrique Peña Nieto, quien lo saludó efusivo.
A las afueras del Palacio ya no vendían banderines de Morena, pero si había cámaras y curiosos esperando al presidente electo y esperando tomarse una selfie con López Obrador, que se convertirá en Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el primero de diciembre.
Cómo ya es costumbre desde que fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal y desde que ganó las elecciones el primero de julio, anunció que daría una conferencia de prensa —pero ahora, no en los escalones de su casa de campaña, sino en el Salón de la Tesorería dentro del Palacio Nacional— al finalizar el encuentro con el Presidente el cual duró aproximadamente una hora.
Una reportera atina a decir:
—”Peña ya ni figura, yo creo que ya sabe que no es noticia.”
La realidad es que desde que iniciaron las elecciones, quien ha sabido mover los reflectores a sido López Obrador. Tema del que opina, tema que se convierte en titular o en trending topic. Mientras los reporteros esperan, aparecen las primeras fotos del encuentro que no tardaron nada en convertirse en memes.
Me reuní con el Presidente Electo @lopezobrador_, a quien le reiteré la disposición del Gobierno de la República de apoyarlo y colaborar para una transición eficiente y eficaz en beneficio de México. pic.twitter.com/1a3XzYz1F4
— Enrique Peña Nieto (@EPN) 10 de agosto de 2018
AMLO entró al Salón de la Tesorería —que tiene pisos de marmol, candiles art-deco y puertas de caoba finamente labradas— vestido con un traje oscuro y un corbata gris.
Los reporteros sonríen y se pelean por la mejor toma, la mejor fotografía o el mejor lugar: el más cercano al podium.
“Acabamos de terminar un acuerdo con el presidente Peña en el marco de la transición” , fueron sus primera palabras, “todo con respeto, todo de manera fraterna".
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En la conferencia, dijo que espera presentar una iniciativa con la nueva legislatura del Congreso de la Unión —que inicia labores en septiembre y con la que tiene mayoría— para que se apruebe la creación de la Secretaría de Seguridad Pública. Espera que sea aprobada y que a partir del primero de diciembre se encuentre lista y funcionando “para no perder tiempo”.
Dijo también que el 20 de agosto iniciará el proceso para la elección del nuevo Fiscal Federal de la República, y para la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía Electoral.
Sobre su seguridad dijo, que será cuidado por el pueblo, además habló de integrar como su equipo de protección un grupo de 20 personas —10 hombres y 10 mujeres— que tendrán estudios de licenciatura. Reiteró que el Estado Mayor Presidencial será parte de la Secretaría de la Defensa desde el primero de diciembre.
Cuando fue cuestionado por la liberación de Elba Esther Gordillo, dijo, “eso es una decisión del Poder Judicial, es lo que puedo contestar”.
Aseguró también que José Antonio Meade no trabajará en su gobierno.
Después de hablar de los puntos de la reunión en tono serio y terminar de responder algunas preguntas. Desaparecen las pausas que tanto lo caracterizan, y un AMLO más relajado se ríe.
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Ayer por la tarde, Andrés Manuel López Obrador se dirigió nuevamente desde su oficina en la Colonia Roma a Palacio Nacional, donde se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto, para hablar de la transición. Así lo habían acordado desde el 3 de julio pasado, cuando López Obrador hizo ese mismo recorrido como “virtual presidente electo”.
A las afueras de la casa de campaña, poco ha cambiado. Aún se arremolinan los medios de comunicación ante la reja, esperando las salidas o las entradas. Las cámaras están listas, los micrófonos también y hasta algunos paraguas por si la lluvia sorprende. Ya no hay vendedores de llaveros y peluches, pero si curiosos que esperan hablar con el “presidente electo” aunque sea un segundo. Unos han ido a dejar su currículum, otros han ido a pedir ayuda y otros solo han ido a saludar. Una vez abiertas las puertas la conmoción se siente.
—Licenciado, mi hijo no se quedó en la Universidad.
Y el licenciado dijo: “pida hablar con Lety Ramirez”.
—Presidente, mi hijo lo quiere saludar.
Y el presidente electo apretó una tímida mano que se asomó a la ventana del copiloto, desde donde respondía preguntas de algunos medios.
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AMLO salió de la casa de transición en su Jetta blanco. Minutos más tarde, dentro del mismo auto blanco cruzó la Puerta Mariana del Palacio Nacional. En el patio central ya lo esperaban unas cámaras y lo esperaba también el presidente Enrique Peña Nieto, quien lo saludó efusivo.
A las afueras del Palacio ya no vendían banderines de Morena, pero si había cámaras y curiosos esperando al presidente electo y esperando tomarse una selfie con López Obrador, que se convertirá en Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el primero de diciembre.
Cómo ya es costumbre desde que fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal y desde que ganó las elecciones el primero de julio, anunció que daría una conferencia de prensa —pero ahora, no en los escalones de su casa de campaña, sino en el Salón de la Tesorería dentro del Palacio Nacional— al finalizar el encuentro con el Presidente el cual duró aproximadamente una hora.
Una reportera atina a decir:
—”Peña ya ni figura, yo creo que ya sabe que no es noticia.”
La realidad es que desde que iniciaron las elecciones, quien ha sabido mover los reflectores a sido López Obrador. Tema del que opina, tema que se convierte en titular o en trending topic. Mientras los reporteros esperan, aparecen las primeras fotos del encuentro que no tardaron nada en convertirse en memes.
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AMLO entró al Salón de la Tesorería —que tiene pisos de marmol, candiles art-deco y puertas de caoba finamente labradas— vestido con un traje oscuro y un corbata gris.
Los reporteros sonríen y se pelean por la mejor toma, la mejor fotografía o el mejor lugar: el más cercano al podium.
“Acabamos de terminar un acuerdo con el presidente Peña en el marco de la transición” , fueron sus primera palabras, “todo con respeto, todo de manera fraterna".
Y entre preguntas presentó el inicio de la transición:
En la conferencia, dijo que espera presentar una iniciativa con la nueva legislatura del Congreso de la Unión —que inicia labores en septiembre y con la que tiene mayoría— para que se apruebe la creación de la Secretaría de Seguridad Pública. Espera que sea aprobada y que a partir del primero de diciembre se encuentre lista y funcionando “para no perder tiempo”.
Dijo también que el 20 de agosto iniciará el proceso para la elección del nuevo Fiscal Federal de la República, y para la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía Electoral.
Sobre su seguridad dijo, que será cuidado por el pueblo, además habló de integrar como su equipo de protección un grupo de 20 personas —10 hombres y 10 mujeres— que tendrán estudios de licenciatura. Reiteró que el Estado Mayor Presidencial será parte de la Secretaría de la Defensa desde el primero de diciembre.
Cuando fue cuestionado por la liberación de Elba Esther Gordillo, dijo, “eso es una decisión del Poder Judicial, es lo que puedo contestar”.
Aseguró también que José Antonio Meade no trabajará en su gobierno.
Después de hablar de los puntos de la reunión en tono serio y terminar de responder algunas preguntas. Desaparecen las pausas que tanto lo caracterizan, y un AMLO más relajado se ríe.
—Mañana nos vamos a volver a encontrar ¿o no? —Señalando con la cabeza su oscuro traje, dice— Hoy ando muy Fifi.
La conferencia acaba, mientras los periodistas se ríen. Hoy no aplaudieron.
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Ayer por la tarde, Andrés Manuel López Obrador se dirigió nuevamente desde su oficina en la Colonia Roma a Palacio Nacional, donde se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto, para hablar de la transición. Así lo habían acordado desde el 3 de julio pasado, cuando López Obrador hizo ese mismo recorrido como “virtual presidente electo”.
A las afueras de la casa de campaña, poco ha cambiado. Aún se arremolinan los medios de comunicación ante la reja, esperando las salidas o las entradas. Las cámaras están listas, los micrófonos también y hasta algunos paraguas por si la lluvia sorprende. Ya no hay vendedores de llaveros y peluches, pero si curiosos que esperan hablar con el “presidente electo” aunque sea un segundo. Unos han ido a dejar su currículum, otros han ido a pedir ayuda y otros solo han ido a saludar. Una vez abiertas las puertas la conmoción se siente.
—Licenciado, mi hijo no se quedó en la Universidad.
Y el licenciado dijo: “pida hablar con Lety Ramirez”.
—Presidente, mi hijo lo quiere saludar.
Y el presidente electo apretó una tímida mano que se asomó a la ventana del copiloto, desde donde respondía preguntas de algunos medios.
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***
AMLO salió de la casa de transición en su Jetta blanco. Minutos más tarde, dentro del mismo auto blanco cruzó la Puerta Mariana del Palacio Nacional. En el patio central ya lo esperaban unas cámaras y lo esperaba también el presidente Enrique Peña Nieto, quien lo saludó efusivo.
A las afueras del Palacio ya no vendían banderines de Morena, pero si había cámaras y curiosos esperando al presidente electo y esperando tomarse una selfie con López Obrador, que se convertirá en Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, el primero de diciembre.
Cómo ya es costumbre desde que fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal y desde que ganó las elecciones el primero de julio, anunció que daría una conferencia de prensa —pero ahora, no en los escalones de su casa de campaña, sino en el Salón de la Tesorería dentro del Palacio Nacional— al finalizar el encuentro con el Presidente el cual duró aproximadamente una hora.
Una reportera atina a decir:
—”Peña ya ni figura, yo creo que ya sabe que no es noticia.”
La realidad es que desde que iniciaron las elecciones, quien ha sabido mover los reflectores a sido López Obrador. Tema del que opina, tema que se convierte en titular o en trending topic. Mientras los reporteros esperan, aparecen las primeras fotos del encuentro que no tardaron nada en convertirse en memes.
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AMLO entró al Salón de la Tesorería —que tiene pisos de marmol, candiles art-deco y puertas de caoba finamente labradas— vestido con un traje oscuro y un corbata gris.
Los reporteros sonríen y se pelean por la mejor toma, la mejor fotografía o el mejor lugar: el más cercano al podium.
“Acabamos de terminar un acuerdo con el presidente Peña en el marco de la transición” , fueron sus primera palabras, “todo con respeto, todo de manera fraterna".
Y entre preguntas presentó el inicio de la transición:
En la conferencia, dijo que espera presentar una iniciativa con la nueva legislatura del Congreso de la Unión —que inicia labores en septiembre y con la que tiene mayoría— para que se apruebe la creación de la Secretaría de Seguridad Pública. Espera que sea aprobada y que a partir del primero de diciembre se encuentre lista y funcionando “para no perder tiempo”.
Dijo también que el 20 de agosto iniciará el proceso para la elección del nuevo Fiscal Federal de la República, y para la Fiscalía Anticorrupción y la Fiscalía Electoral.
Sobre su seguridad dijo, que será cuidado por el pueblo, además habló de integrar como su equipo de protección un grupo de 20 personas —10 hombres y 10 mujeres— que tendrán estudios de licenciatura. Reiteró que el Estado Mayor Presidencial será parte de la Secretaría de la Defensa desde el primero de diciembre.
Cuando fue cuestionado por la liberación de Elba Esther Gordillo, dijo, “eso es una decisión del Poder Judicial, es lo que puedo contestar”.
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Después de hablar de los puntos de la reunión en tono serio y terminar de responder algunas preguntas. Desaparecen las pausas que tanto lo caracterizan, y un AMLO más relajado se ríe.
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A las afueras de la casa de campaña, poco ha cambiado. Aún se arremolinan los medios de comunicación ante la reja, esperando las salidas o las entradas. Las cámaras están listas, los micrófonos también y hasta algunos paraguas por si la lluvia sorprende. Ya no hay vendedores de llaveros y peluches, pero si curiosos que esperan hablar con el “presidente electo” aunque sea un segundo. Unos han ido a dejar su currículum, otros han ido a pedir ayuda y otros solo han ido a saludar. Una vez abiertas las puertas la conmoción se siente.
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Cuando fue cuestionado por la liberación de Elba Esther Gordillo, dijo, “eso es una decisión del Poder Judicial, es lo que puedo contestar”.
Aseguró también que José Antonio Meade no trabajará en su gobierno.
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