La gestión de proyectos se convierte paso a paso en una disciplina que contribuye a cambiar la forma en la que se conciben y ejecutan los desarrollos inmobiliarios comprometidos con la lucha contra el cambio climático.
Para hacer realidad los grandes proyectos inmobiliarios que conocemos a nivel mundial es necesaria la integración de varios eslabones que involucran conocimientos, habilidades y herramientas. Gracias a esa coordinación de eslabones a nivel de arquitectura, gestión legal y administrativa, diseño de espacios, etcétera, es posible hacer realidad aquellos lugares que impactan en las comunidades y el planeta. Las consecuencias de un proyecto de construcción con deficiencias en una o varias de estas disciplinas puede ocasionar desde pérdidas económicas hasta catástrofes humanas y ecológicas. Por tanto, resulta fundamental que la gestión de los proyectos se realice con un enfoque de certidumbre, seguridad y sustentabilidad que contribuya a detener el calentamiento global.
La gestión de proyectos o project management es una disciplina que optimiza los recursos de una organización y los ordena en el tiempo para que el objetivo —en este caso, la materialización de un edificio o un desarrollo inmobiliario— esté alineado con los estándares más altos tanto en calidad y funcionalidad como en el respeto y el cuidado del medio ambiente. La División de Administración de Proyectos y Desarrollos (PDS, por sus siglas en inglés) de JLL, empresa líder especializada en bienes raíces y administración de inversiones, es un referente en esta disciplina. Un área estratégica que administra de principio a fin el diseño y la transformación de proyectos inmobiliarios, con el fin de entregar espacios de calidad con la garantía de un óptimo funcionamiento en cada una de sus fases, desde la idea creativa, los concursos arquitectónicos, la selección de proveedores, la resolución de problemas, hasta la entrega final al cliente.
“Vivimos en una época en la que la continuidad de las operaciones de cada empresa dependerá de la sustentabilidad. Recordemos que el sector inmobiliario y de bienes raíces emite más de 40% de los gases de efecto invernadero en el mundo, de tal manera que las acciones que se gesten desde este sector determinarán el rumbo que vaya tomando este tema en los próximos años”, señala Arturo Bañuelos, director ejecutivo del área de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México.
Hoy las organizaciones tienen un compromiso y una responsabilidad cada vez mayor para priorizar la sustentabilidad de su operación, con el objetivo central de encontrar un equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos naturales. Hoy existen certificaciones que reconocen a los proyectos arquitectónicos sustentables por el cumplimiento de normas y la ejecución de estrategias encaminadas a la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficacia en el consumo del agua, los espacios libres en el terreno y la selección cuidadosa de materiales, de ma- nera que el impacto de la construcción sea lo menos nocivo posible para el planeta. Una de las certificaciones más destacadas a nivel mundial es la LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), que otorga el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council). Utiliza un sistema de puntos que equivalen al cumplimiento de criterios específicos y prerrequisitos de construcción sostenible, según los cuales se determina el nivel de certificación que obtiene un proyecto: LEED (entre 40 y 49 puntos), LEED Plata (entre 50 y 59 puntos), LEED Oro (de 60 a 79 puntos) y LEED Platino (al menos 80 de los 110 puntos posibles).
Un ejemplo emblemático de un proyecto coordinado por JLL que obtuvo la certificación LEED Platino es el Campus Oracle Mexico Development Center. Éste consta de oficinas corporativas e instalaciones deportivas en un terreno de 70.000 m2, en Zapopan, Jalisco. El desarrollo, con capacidad para alojar a hasta 1 200 trabajadores, tiene 86% de su espacio de estacionamiento subterráneo, cuenta con accesos para que el personal pueda llegar fácilmente mediante transporte público o bicicleta, genera ahorros energéticos de hasta 34% en electricidad y consume 12% de energía por medios renovables. Ofrece además instalaciones sanitarias y espacios al aire libre que reducen el consumo de agua entre 47% y 60%. Además, 93% de los espacios tiene vista directa al exterior, lo cual reduce el estrés de los trabajadores y mejora su productividad.
Otro proyecto, concebido con la meta clara de obtener la certificación LEED Oro, es la planta industrial de Ikano en Ramos Arizpe, Coahuila donde, entre otros productos, se producirá el mobiliario de la empresa sueca Ikea, recientemente instalada en México, para todas las tiendas de América del Norte. Ikano se apoyó en los profesionales de PDS de JLL para crear una planta sostenible y consiguió un “crédito verde”, una herramienta financiera para subvencionar iniciativas que colaboren con el desarrollo sostenible, de forma verificable a través de consultores que certifican que se trate de un proyecto que cumpla realmente con parámetros y criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno. Ikano se comprometió a operar con criterios sustentables y reportar el buen uso de los recursos en cada una de las fases de construcción. Fue necesario cumplir con requisitos como el rescate de toda la flora y fauna del lugar de construcción y su reubicación a un vivero especializado y a zonas verdes dentro de las instalaciones, el manejo adecuado de desechos, el uso de luz solar y el riego con agua tratada.
Mediante la existencia de este tipo de desarrollos, el estándar de la calidad y la sustentabilidad se eleva en México y en el mundo para todas las organizaciones y las partes involucradas: clientes, empleados, inversionistas, gobiernos y aliados. Ya no es aceptable “hacerlo menos mal”: hoy es necesaria la contribución proactiva y constante a la lucha contra el cambio climático. Por ello, uno de los objetivos prioritarios de JLL es acompañar a cada uno de sus clientes en la implementación de programas y tecnologías en los proyectos de diseño, construcción y remodelación de alta complejidad.
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La gestión de proyectos se convierte paso a paso en una disciplina que contribuye a cambiar la forma en la que se conciben y ejecutan los desarrollos inmobiliarios comprometidos con la lucha contra el cambio climático.
Para hacer realidad los grandes proyectos inmobiliarios que conocemos a nivel mundial es necesaria la integración de varios eslabones que involucran conocimientos, habilidades y herramientas. Gracias a esa coordinación de eslabones a nivel de arquitectura, gestión legal y administrativa, diseño de espacios, etcétera, es posible hacer realidad aquellos lugares que impactan en las comunidades y el planeta. Las consecuencias de un proyecto de construcción con deficiencias en una o varias de estas disciplinas puede ocasionar desde pérdidas económicas hasta catástrofes humanas y ecológicas. Por tanto, resulta fundamental que la gestión de los proyectos se realice con un enfoque de certidumbre, seguridad y sustentabilidad que contribuya a detener el calentamiento global.
La gestión de proyectos o project management es una disciplina que optimiza los recursos de una organización y los ordena en el tiempo para que el objetivo —en este caso, la materialización de un edificio o un desarrollo inmobiliario— esté alineado con los estándares más altos tanto en calidad y funcionalidad como en el respeto y el cuidado del medio ambiente. La División de Administración de Proyectos y Desarrollos (PDS, por sus siglas en inglés) de JLL, empresa líder especializada en bienes raíces y administración de inversiones, es un referente en esta disciplina. Un área estratégica que administra de principio a fin el diseño y la transformación de proyectos inmobiliarios, con el fin de entregar espacios de calidad con la garantía de un óptimo funcionamiento en cada una de sus fases, desde la idea creativa, los concursos arquitectónicos, la selección de proveedores, la resolución de problemas, hasta la entrega final al cliente.
“Vivimos en una época en la que la continuidad de las operaciones de cada empresa dependerá de la sustentabilidad. Recordemos que el sector inmobiliario y de bienes raíces emite más de 40% de los gases de efecto invernadero en el mundo, de tal manera que las acciones que se gesten desde este sector determinarán el rumbo que vaya tomando este tema en los próximos años”, señala Arturo Bañuelos, director ejecutivo del área de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México.
Hoy las organizaciones tienen un compromiso y una responsabilidad cada vez mayor para priorizar la sustentabilidad de su operación, con el objetivo central de encontrar un equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos naturales. Hoy existen certificaciones que reconocen a los proyectos arquitectónicos sustentables por el cumplimiento de normas y la ejecución de estrategias encaminadas a la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficacia en el consumo del agua, los espacios libres en el terreno y la selección cuidadosa de materiales, de ma- nera que el impacto de la construcción sea lo menos nocivo posible para el planeta. Una de las certificaciones más destacadas a nivel mundial es la LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), que otorga el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council). Utiliza un sistema de puntos que equivalen al cumplimiento de criterios específicos y prerrequisitos de construcción sostenible, según los cuales se determina el nivel de certificación que obtiene un proyecto: LEED (entre 40 y 49 puntos), LEED Plata (entre 50 y 59 puntos), LEED Oro (de 60 a 79 puntos) y LEED Platino (al menos 80 de los 110 puntos posibles).
Un ejemplo emblemático de un proyecto coordinado por JLL que obtuvo la certificación LEED Platino es el Campus Oracle Mexico Development Center. Éste consta de oficinas corporativas e instalaciones deportivas en un terreno de 70.000 m2, en Zapopan, Jalisco. El desarrollo, con capacidad para alojar a hasta 1 200 trabajadores, tiene 86% de su espacio de estacionamiento subterráneo, cuenta con accesos para que el personal pueda llegar fácilmente mediante transporte público o bicicleta, genera ahorros energéticos de hasta 34% en electricidad y consume 12% de energía por medios renovables. Ofrece además instalaciones sanitarias y espacios al aire libre que reducen el consumo de agua entre 47% y 60%. Además, 93% de los espacios tiene vista directa al exterior, lo cual reduce el estrés de los trabajadores y mejora su productividad.
Otro proyecto, concebido con la meta clara de obtener la certificación LEED Oro, es la planta industrial de Ikano en Ramos Arizpe, Coahuila donde, entre otros productos, se producirá el mobiliario de la empresa sueca Ikea, recientemente instalada en México, para todas las tiendas de América del Norte. Ikano se apoyó en los profesionales de PDS de JLL para crear una planta sostenible y consiguió un “crédito verde”, una herramienta financiera para subvencionar iniciativas que colaboren con el desarrollo sostenible, de forma verificable a través de consultores que certifican que se trate de un proyecto que cumpla realmente con parámetros y criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno. Ikano se comprometió a operar con criterios sustentables y reportar el buen uso de los recursos en cada una de las fases de construcción. Fue necesario cumplir con requisitos como el rescate de toda la flora y fauna del lugar de construcción y su reubicación a un vivero especializado y a zonas verdes dentro de las instalaciones, el manejo adecuado de desechos, el uso de luz solar y el riego con agua tratada.
Mediante la existencia de este tipo de desarrollos, el estándar de la calidad y la sustentabilidad se eleva en México y en el mundo para todas las organizaciones y las partes involucradas: clientes, empleados, inversionistas, gobiernos y aliados. Ya no es aceptable “hacerlo menos mal”: hoy es necesaria la contribución proactiva y constante a la lucha contra el cambio climático. Por ello, uno de los objetivos prioritarios de JLL es acompañar a cada uno de sus clientes en la implementación de programas y tecnologías en los proyectos de diseño, construcción y remodelación de alta complejidad.
La gestión de proyectos se convierte paso a paso en una disciplina que contribuye a cambiar la forma en la que se conciben y ejecutan los desarrollos inmobiliarios comprometidos con la lucha contra el cambio climático.
Para hacer realidad los grandes proyectos inmobiliarios que conocemos a nivel mundial es necesaria la integración de varios eslabones que involucran conocimientos, habilidades y herramientas. Gracias a esa coordinación de eslabones a nivel de arquitectura, gestión legal y administrativa, diseño de espacios, etcétera, es posible hacer realidad aquellos lugares que impactan en las comunidades y el planeta. Las consecuencias de un proyecto de construcción con deficiencias en una o varias de estas disciplinas puede ocasionar desde pérdidas económicas hasta catástrofes humanas y ecológicas. Por tanto, resulta fundamental que la gestión de los proyectos se realice con un enfoque de certidumbre, seguridad y sustentabilidad que contribuya a detener el calentamiento global.
La gestión de proyectos o project management es una disciplina que optimiza los recursos de una organización y los ordena en el tiempo para que el objetivo —en este caso, la materialización de un edificio o un desarrollo inmobiliario— esté alineado con los estándares más altos tanto en calidad y funcionalidad como en el respeto y el cuidado del medio ambiente. La División de Administración de Proyectos y Desarrollos (PDS, por sus siglas en inglés) de JLL, empresa líder especializada en bienes raíces y administración de inversiones, es un referente en esta disciplina. Un área estratégica que administra de principio a fin el diseño y la transformación de proyectos inmobiliarios, con el fin de entregar espacios de calidad con la garantía de un óptimo funcionamiento en cada una de sus fases, desde la idea creativa, los concursos arquitectónicos, la selección de proveedores, la resolución de problemas, hasta la entrega final al cliente.
“Vivimos en una época en la que la continuidad de las operaciones de cada empresa dependerá de la sustentabilidad. Recordemos que el sector inmobiliario y de bienes raíces emite más de 40% de los gases de efecto invernadero en el mundo, de tal manera que las acciones que se gesten desde este sector determinarán el rumbo que vaya tomando este tema en los próximos años”, señala Arturo Bañuelos, director ejecutivo del área de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México.
Hoy las organizaciones tienen un compromiso y una responsabilidad cada vez mayor para priorizar la sustentabilidad de su operación, con el objetivo central de encontrar un equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos naturales. Hoy existen certificaciones que reconocen a los proyectos arquitectónicos sustentables por el cumplimiento de normas y la ejecución de estrategias encaminadas a la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficacia en el consumo del agua, los espacios libres en el terreno y la selección cuidadosa de materiales, de ma- nera que el impacto de la construcción sea lo menos nocivo posible para el planeta. Una de las certificaciones más destacadas a nivel mundial es la LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), que otorga el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council). Utiliza un sistema de puntos que equivalen al cumplimiento de criterios específicos y prerrequisitos de construcción sostenible, según los cuales se determina el nivel de certificación que obtiene un proyecto: LEED (entre 40 y 49 puntos), LEED Plata (entre 50 y 59 puntos), LEED Oro (de 60 a 79 puntos) y LEED Platino (al menos 80 de los 110 puntos posibles).
Un ejemplo emblemático de un proyecto coordinado por JLL que obtuvo la certificación LEED Platino es el Campus Oracle Mexico Development Center. Éste consta de oficinas corporativas e instalaciones deportivas en un terreno de 70.000 m2, en Zapopan, Jalisco. El desarrollo, con capacidad para alojar a hasta 1 200 trabajadores, tiene 86% de su espacio de estacionamiento subterráneo, cuenta con accesos para que el personal pueda llegar fácilmente mediante transporte público o bicicleta, genera ahorros energéticos de hasta 34% en electricidad y consume 12% de energía por medios renovables. Ofrece además instalaciones sanitarias y espacios al aire libre que reducen el consumo de agua entre 47% y 60%. Además, 93% de los espacios tiene vista directa al exterior, lo cual reduce el estrés de los trabajadores y mejora su productividad.
Otro proyecto, concebido con la meta clara de obtener la certificación LEED Oro, es la planta industrial de Ikano en Ramos Arizpe, Coahuila donde, entre otros productos, se producirá el mobiliario de la empresa sueca Ikea, recientemente instalada en México, para todas las tiendas de América del Norte. Ikano se apoyó en los profesionales de PDS de JLL para crear una planta sostenible y consiguió un “crédito verde”, una herramienta financiera para subvencionar iniciativas que colaboren con el desarrollo sostenible, de forma verificable a través de consultores que certifican que se trate de un proyecto que cumpla realmente con parámetros y criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno. Ikano se comprometió a operar con criterios sustentables y reportar el buen uso de los recursos en cada una de las fases de construcción. Fue necesario cumplir con requisitos como el rescate de toda la flora y fauna del lugar de construcción y su reubicación a un vivero especializado y a zonas verdes dentro de las instalaciones, el manejo adecuado de desechos, el uso de luz solar y el riego con agua tratada.
Mediante la existencia de este tipo de desarrollos, el estándar de la calidad y la sustentabilidad se eleva en México y en el mundo para todas las organizaciones y las partes involucradas: clientes, empleados, inversionistas, gobiernos y aliados. Ya no es aceptable “hacerlo menos mal”: hoy es necesaria la contribución proactiva y constante a la lucha contra el cambio climático. Por ello, uno de los objetivos prioritarios de JLL es acompañar a cada uno de sus clientes en la implementación de programas y tecnologías en los proyectos de diseño, construcción y remodelación de alta complejidad.
La gestión de proyectos se convierte paso a paso en una disciplina que contribuye a cambiar la forma en la que se conciben y ejecutan los desarrollos inmobiliarios comprometidos con la lucha contra el cambio climático.
Para hacer realidad los grandes proyectos inmobiliarios que conocemos a nivel mundial es necesaria la integración de varios eslabones que involucran conocimientos, habilidades y herramientas. Gracias a esa coordinación de eslabones a nivel de arquitectura, gestión legal y administrativa, diseño de espacios, etcétera, es posible hacer realidad aquellos lugares que impactan en las comunidades y el planeta. Las consecuencias de un proyecto de construcción con deficiencias en una o varias de estas disciplinas puede ocasionar desde pérdidas económicas hasta catástrofes humanas y ecológicas. Por tanto, resulta fundamental que la gestión de los proyectos se realice con un enfoque de certidumbre, seguridad y sustentabilidad que contribuya a detener el calentamiento global.
La gestión de proyectos o project management es una disciplina que optimiza los recursos de una organización y los ordena en el tiempo para que el objetivo —en este caso, la materialización de un edificio o un desarrollo inmobiliario— esté alineado con los estándares más altos tanto en calidad y funcionalidad como en el respeto y el cuidado del medio ambiente. La División de Administración de Proyectos y Desarrollos (PDS, por sus siglas en inglés) de JLL, empresa líder especializada en bienes raíces y administración de inversiones, es un referente en esta disciplina. Un área estratégica que administra de principio a fin el diseño y la transformación de proyectos inmobiliarios, con el fin de entregar espacios de calidad con la garantía de un óptimo funcionamiento en cada una de sus fases, desde la idea creativa, los concursos arquitectónicos, la selección de proveedores, la resolución de problemas, hasta la entrega final al cliente.
“Vivimos en una época en la que la continuidad de las operaciones de cada empresa dependerá de la sustentabilidad. Recordemos que el sector inmobiliario y de bienes raíces emite más de 40% de los gases de efecto invernadero en el mundo, de tal manera que las acciones que se gesten desde este sector determinarán el rumbo que vaya tomando este tema en los próximos años”, señala Arturo Bañuelos, director ejecutivo del área de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México.
Hoy las organizaciones tienen un compromiso y una responsabilidad cada vez mayor para priorizar la sustentabilidad de su operación, con el objetivo central de encontrar un equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos naturales. Hoy existen certificaciones que reconocen a los proyectos arquitectónicos sustentables por el cumplimiento de normas y la ejecución de estrategias encaminadas a la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficacia en el consumo del agua, los espacios libres en el terreno y la selección cuidadosa de materiales, de ma- nera que el impacto de la construcción sea lo menos nocivo posible para el planeta. Una de las certificaciones más destacadas a nivel mundial es la LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), que otorga el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council). Utiliza un sistema de puntos que equivalen al cumplimiento de criterios específicos y prerrequisitos de construcción sostenible, según los cuales se determina el nivel de certificación que obtiene un proyecto: LEED (entre 40 y 49 puntos), LEED Plata (entre 50 y 59 puntos), LEED Oro (de 60 a 79 puntos) y LEED Platino (al menos 80 de los 110 puntos posibles).
Un ejemplo emblemático de un proyecto coordinado por JLL que obtuvo la certificación LEED Platino es el Campus Oracle Mexico Development Center. Éste consta de oficinas corporativas e instalaciones deportivas en un terreno de 70.000 m2, en Zapopan, Jalisco. El desarrollo, con capacidad para alojar a hasta 1 200 trabajadores, tiene 86% de su espacio de estacionamiento subterráneo, cuenta con accesos para que el personal pueda llegar fácilmente mediante transporte público o bicicleta, genera ahorros energéticos de hasta 34% en electricidad y consume 12% de energía por medios renovables. Ofrece además instalaciones sanitarias y espacios al aire libre que reducen el consumo de agua entre 47% y 60%. Además, 93% de los espacios tiene vista directa al exterior, lo cual reduce el estrés de los trabajadores y mejora su productividad.
Otro proyecto, concebido con la meta clara de obtener la certificación LEED Oro, es la planta industrial de Ikano en Ramos Arizpe, Coahuila donde, entre otros productos, se producirá el mobiliario de la empresa sueca Ikea, recientemente instalada en México, para todas las tiendas de América del Norte. Ikano se apoyó en los profesionales de PDS de JLL para crear una planta sostenible y consiguió un “crédito verde”, una herramienta financiera para subvencionar iniciativas que colaboren con el desarrollo sostenible, de forma verificable a través de consultores que certifican que se trate de un proyecto que cumpla realmente con parámetros y criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno. Ikano se comprometió a operar con criterios sustentables y reportar el buen uso de los recursos en cada una de las fases de construcción. Fue necesario cumplir con requisitos como el rescate de toda la flora y fauna del lugar de construcción y su reubicación a un vivero especializado y a zonas verdes dentro de las instalaciones, el manejo adecuado de desechos, el uso de luz solar y el riego con agua tratada.
Mediante la existencia de este tipo de desarrollos, el estándar de la calidad y la sustentabilidad se eleva en México y en el mundo para todas las organizaciones y las partes involucradas: clientes, empleados, inversionistas, gobiernos y aliados. Ya no es aceptable “hacerlo menos mal”: hoy es necesaria la contribución proactiva y constante a la lucha contra el cambio climático. Por ello, uno de los objetivos prioritarios de JLL es acompañar a cada uno de sus clientes en la implementación de programas y tecnologías en los proyectos de diseño, construcción y remodelación de alta complejidad.
La gestión de proyectos se convierte paso a paso en una disciplina que contribuye a cambiar la forma en la que se conciben y ejecutan los desarrollos inmobiliarios comprometidos con la lucha contra el cambio climático.
Para hacer realidad los grandes proyectos inmobiliarios que conocemos a nivel mundial es necesaria la integración de varios eslabones que involucran conocimientos, habilidades y herramientas. Gracias a esa coordinación de eslabones a nivel de arquitectura, gestión legal y administrativa, diseño de espacios, etcétera, es posible hacer realidad aquellos lugares que impactan en las comunidades y el planeta. Las consecuencias de un proyecto de construcción con deficiencias en una o varias de estas disciplinas puede ocasionar desde pérdidas económicas hasta catástrofes humanas y ecológicas. Por tanto, resulta fundamental que la gestión de los proyectos se realice con un enfoque de certidumbre, seguridad y sustentabilidad que contribuya a detener el calentamiento global.
La gestión de proyectos o project management es una disciplina que optimiza los recursos de una organización y los ordena en el tiempo para que el objetivo —en este caso, la materialización de un edificio o un desarrollo inmobiliario— esté alineado con los estándares más altos tanto en calidad y funcionalidad como en el respeto y el cuidado del medio ambiente. La División de Administración de Proyectos y Desarrollos (PDS, por sus siglas en inglés) de JLL, empresa líder especializada en bienes raíces y administración de inversiones, es un referente en esta disciplina. Un área estratégica que administra de principio a fin el diseño y la transformación de proyectos inmobiliarios, con el fin de entregar espacios de calidad con la garantía de un óptimo funcionamiento en cada una de sus fases, desde la idea creativa, los concursos arquitectónicos, la selección de proveedores, la resolución de problemas, hasta la entrega final al cliente.
“Vivimos en una época en la que la continuidad de las operaciones de cada empresa dependerá de la sustentabilidad. Recordemos que el sector inmobiliario y de bienes raíces emite más de 40% de los gases de efecto invernadero en el mundo, de tal manera que las acciones que se gesten desde este sector determinarán el rumbo que vaya tomando este tema en los próximos años”, señala Arturo Bañuelos, director ejecutivo del área de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México.
Hoy las organizaciones tienen un compromiso y una responsabilidad cada vez mayor para priorizar la sustentabilidad de su operación, con el objetivo central de encontrar un equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos naturales. Hoy existen certificaciones que reconocen a los proyectos arquitectónicos sustentables por el cumplimiento de normas y la ejecución de estrategias encaminadas a la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficacia en el consumo del agua, los espacios libres en el terreno y la selección cuidadosa de materiales, de ma- nera que el impacto de la construcción sea lo menos nocivo posible para el planeta. Una de las certificaciones más destacadas a nivel mundial es la LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), que otorga el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council). Utiliza un sistema de puntos que equivalen al cumplimiento de criterios específicos y prerrequisitos de construcción sostenible, según los cuales se determina el nivel de certificación que obtiene un proyecto: LEED (entre 40 y 49 puntos), LEED Plata (entre 50 y 59 puntos), LEED Oro (de 60 a 79 puntos) y LEED Platino (al menos 80 de los 110 puntos posibles).
Un ejemplo emblemático de un proyecto coordinado por JLL que obtuvo la certificación LEED Platino es el Campus Oracle Mexico Development Center. Éste consta de oficinas corporativas e instalaciones deportivas en un terreno de 70.000 m2, en Zapopan, Jalisco. El desarrollo, con capacidad para alojar a hasta 1 200 trabajadores, tiene 86% de su espacio de estacionamiento subterráneo, cuenta con accesos para que el personal pueda llegar fácilmente mediante transporte público o bicicleta, genera ahorros energéticos de hasta 34% en electricidad y consume 12% de energía por medios renovables. Ofrece además instalaciones sanitarias y espacios al aire libre que reducen el consumo de agua entre 47% y 60%. Además, 93% de los espacios tiene vista directa al exterior, lo cual reduce el estrés de los trabajadores y mejora su productividad.
Otro proyecto, concebido con la meta clara de obtener la certificación LEED Oro, es la planta industrial de Ikano en Ramos Arizpe, Coahuila donde, entre otros productos, se producirá el mobiliario de la empresa sueca Ikea, recientemente instalada en México, para todas las tiendas de América del Norte. Ikano se apoyó en los profesionales de PDS de JLL para crear una planta sostenible y consiguió un “crédito verde”, una herramienta financiera para subvencionar iniciativas que colaboren con el desarrollo sostenible, de forma verificable a través de consultores que certifican que se trate de un proyecto que cumpla realmente con parámetros y criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno. Ikano se comprometió a operar con criterios sustentables y reportar el buen uso de los recursos en cada una de las fases de construcción. Fue necesario cumplir con requisitos como el rescate de toda la flora y fauna del lugar de construcción y su reubicación a un vivero especializado y a zonas verdes dentro de las instalaciones, el manejo adecuado de desechos, el uso de luz solar y el riego con agua tratada.
Mediante la existencia de este tipo de desarrollos, el estándar de la calidad y la sustentabilidad se eleva en México y en el mundo para todas las organizaciones y las partes involucradas: clientes, empleados, inversionistas, gobiernos y aliados. Ya no es aceptable “hacerlo menos mal”: hoy es necesaria la contribución proactiva y constante a la lucha contra el cambio climático. Por ello, uno de los objetivos prioritarios de JLL es acompañar a cada uno de sus clientes en la implementación de programas y tecnologías en los proyectos de diseño, construcción y remodelación de alta complejidad.
Para hacer realidad los grandes proyectos inmobiliarios que conocemos a nivel mundial es necesaria la integración de varios eslabones que involucran conocimientos, habilidades y herramientas. Gracias a esa coordinación de eslabones a nivel de arquitectura, gestión legal y administrativa, diseño de espacios, etcétera, es posible hacer realidad aquellos lugares que impactan en las comunidades y el planeta. Las consecuencias de un proyecto de construcción con deficiencias en una o varias de estas disciplinas puede ocasionar desde pérdidas económicas hasta catástrofes humanas y ecológicas. Por tanto, resulta fundamental que la gestión de los proyectos se realice con un enfoque de certidumbre, seguridad y sustentabilidad que contribuya a detener el calentamiento global.
La gestión de proyectos o project management es una disciplina que optimiza los recursos de una organización y los ordena en el tiempo para que el objetivo —en este caso, la materialización de un edificio o un desarrollo inmobiliario— esté alineado con los estándares más altos tanto en calidad y funcionalidad como en el respeto y el cuidado del medio ambiente. La División de Administración de Proyectos y Desarrollos (PDS, por sus siglas en inglés) de JLL, empresa líder especializada en bienes raíces y administración de inversiones, es un referente en esta disciplina. Un área estratégica que administra de principio a fin el diseño y la transformación de proyectos inmobiliarios, con el fin de entregar espacios de calidad con la garantía de un óptimo funcionamiento en cada una de sus fases, desde la idea creativa, los concursos arquitectónicos, la selección de proveedores, la resolución de problemas, hasta la entrega final al cliente.
“Vivimos en una época en la que la continuidad de las operaciones de cada empresa dependerá de la sustentabilidad. Recordemos que el sector inmobiliario y de bienes raíces emite más de 40% de los gases de efecto invernadero en el mundo, de tal manera que las acciones que se gesten desde este sector determinarán el rumbo que vaya tomando este tema en los próximos años”, señala Arturo Bañuelos, director ejecutivo del área de Administración de Proyectos y Desarrollos de JLL México.
Hoy las organizaciones tienen un compromiso y una responsabilidad cada vez mayor para priorizar la sustentabilidad de su operación, con el objetivo central de encontrar un equilibrio entre el medio ambiente y el uso de los recursos naturales. Hoy existen certificaciones que reconocen a los proyectos arquitectónicos sustentables por el cumplimiento de normas y la ejecución de estrategias encaminadas a la eficiencia energética, el uso de energías alternativas, la mejora de la calidad ambiental interior, la eficacia en el consumo del agua, los espacios libres en el terreno y la selección cuidadosa de materiales, de ma- nera que el impacto de la construcción sea lo menos nocivo posible para el planeta. Una de las certificaciones más destacadas a nivel mundial es la LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), que otorga el Consejo de Edificación Sustentable de Estados Unidos (U.S. Green Building Council). Utiliza un sistema de puntos que equivalen al cumplimiento de criterios específicos y prerrequisitos de construcción sostenible, según los cuales se determina el nivel de certificación que obtiene un proyecto: LEED (entre 40 y 49 puntos), LEED Plata (entre 50 y 59 puntos), LEED Oro (de 60 a 79 puntos) y LEED Platino (al menos 80 de los 110 puntos posibles).
Un ejemplo emblemático de un proyecto coordinado por JLL que obtuvo la certificación LEED Platino es el Campus Oracle Mexico Development Center. Éste consta de oficinas corporativas e instalaciones deportivas en un terreno de 70.000 m2, en Zapopan, Jalisco. El desarrollo, con capacidad para alojar a hasta 1 200 trabajadores, tiene 86% de su espacio de estacionamiento subterráneo, cuenta con accesos para que el personal pueda llegar fácilmente mediante transporte público o bicicleta, genera ahorros energéticos de hasta 34% en electricidad y consume 12% de energía por medios renovables. Ofrece además instalaciones sanitarias y espacios al aire libre que reducen el consumo de agua entre 47% y 60%. Además, 93% de los espacios tiene vista directa al exterior, lo cual reduce el estrés de los trabajadores y mejora su productividad.
Otro proyecto, concebido con la meta clara de obtener la certificación LEED Oro, es la planta industrial de Ikano en Ramos Arizpe, Coahuila donde, entre otros productos, se producirá el mobiliario de la empresa sueca Ikea, recientemente instalada en México, para todas las tiendas de América del Norte. Ikano se apoyó en los profesionales de PDS de JLL para crear una planta sostenible y consiguió un “crédito verde”, una herramienta financiera para subvencionar iniciativas que colaboren con el desarrollo sostenible, de forma verificable a través de consultores que certifican que se trate de un proyecto que cumpla realmente con parámetros y criterios medioambientales, sociales y de buen gobierno. Ikano se comprometió a operar con criterios sustentables y reportar el buen uso de los recursos en cada una de las fases de construcción. Fue necesario cumplir con requisitos como el rescate de toda la flora y fauna del lugar de construcción y su reubicación a un vivero especializado y a zonas verdes dentro de las instalaciones, el manejo adecuado de desechos, el uso de luz solar y el riego con agua tratada.
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