Julian Assange, a un paso de la extradición
El fundador de WikiLeaks fue detenido “en nombre de Estados Unidos”.
El futuro de Julian Assange está en juego. La policía británica irrumpió en la sede diplomática de Ecuador en Londres con el único propósito de detener al fundador de WikiLeaks. Lo consiguieron, dando así un duro golpe a la libertad de expresión, al derecho a la información y al de asilo, todo esto “en nombre de Estados Unidos”. No importó que el activista tuviera casi siete años viviendo en el recinto diplomático, la mayoría del tiempo bajo condición de asilo político, tampoco fue relevante que tuviera nacionalidad ecuatoriana desde finales de 2017 y muchos menos tomaron en cuenta la inminente violación de sus derechos humanos, el gobierno de Ecuador simplemente decidió retirar su apoyo, ciudadanía y protección.
“Ecuador soberanamente da por finalizado el asilo diplomático otorgado al señor Assange en 2012”, señaló el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, a través de un mensaje publicado en Twitter. Justificó que su nación cumplió con sus obligaciones en el marco del derecho internacional y señaló que Assange “violó, reiteradamente, disposiciones expresas de las convenciones sobre asilo diplomático de La Habana y Caracas”. En sus palabras, la norma principal que Assange violó fue la de no interferir con asuntos de otros Estados. Respecto a los señalamientos en los que ligan su decisión con órdenes de Estados Unidos, el mandatario enfatizó que su gobierno “no tiene nada que temer. No actúa bajo amenazas”.
En un primer intento, las autoridades británicas buscaron la detención de Assange por violar las condiciones de su libertad condicional, basada en una orden de captura del gobierno sueco por una investigación de presuntos delitos sexuales de la cual Assange nunca fue acusado. Pero horas más tardes, Estados Unidos hizo su aparición y presentó en Alexandria, Virginia una acusación, carente de sello, que señala al fundador de WikiLeaks por conspirar en 2010 junto con la exanalista de Inteligencia del Ejército, Chelsea Manning, entonces como Bradley Manning.
Desde 2010, más de una nación busca que el activista y periodista de 47 años, pague por la filtración de cientos de documentos secretos que salieron a la luz pública a través de WikiLeaks, organización que Assange fundó en 2006. Entre estas toneladas de información resaltan clasificados del gobierno de Estados Unidos, cables confidenciales entre las embajadas estadounidenses en el mundo e incluso algunos videos sobre las guerras de Afganistán e Irak, con los que dan prueba de violaciones graves a derechos humanos perpetradas por militares estadounidenses en contra de civiles. De acuerdo con el gobierno estadounidense, Assange ayudó a su fuente, Manning, a extraer los cables y darlos a conocer.
Manning fue detenido en 2013, en aquel entonces gran parte de su juicio se basó en establecer si había sido un receptor pasivo de los cables o si era parte de un complot para obtenerlos. Finalmente fue condenada a 35 años de prisión. Entre las acciones del exmandatario de Estados Unidos, Barack Obama, meses antes de dejar el cargo, fue otorgar el perdón a Manning.
¿Lenin Moreno busca acercamiento con Estados Unidos ?
En 2012, el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa le tendió la mano y ante la posibilidad de ser extraditado a Estados Unidos le permitió permanecer en la embajada ecuatoriana en Londres en calidad de refugiado político. En aquel entonces, Assange también fue acusado en Suecia por delitos de abuso sexual a dos mujeres. El activista siempre lo negó y por mucho tiempo calificó el movimiento judicial como una estrategia para su extradición. Años más tarde, el caso fue archivado.
No obstante, la buena relación con el gobierno del país latinoamericano se fue deteriorando a medida que se acercaban las presidenciales de 2017. Fue entonces cuando el actual mandatario expresó públicamente su rechazo al proceso por el cual Assange había sido aceptado como huésped en el recinto diplomático.
Por otro lado, desde el gobierno de Estados Unidos, actualmente liderado por Donald Trump, las filtraciones de WikiLeaks habían sido celebradas durante la campaña presidencial de 2016, pues fue a través de la organización que se dieron a conocer los correos de la candidata demócrata Hillary Clinton, con lo que el candidato republicano recibió un notable impulso. En aquel entonces, Trump, un amante de Twitter, llegó a publicar que amaba a WikiLeaks. Postura que dio un reciente giro cuando a través del sitio de Assange se dio la mayor filtración de documentos de la CIA con el “Vault 7”.
A partir de ello, Trump le dio la espalda a la organización. Incluso, en el marco de su guerra contra los medios, el presidente estadounidense ha calificado a WikiLeaks como un “servicio de inteligencia hostil, no estatal”, argumento notable para impulsar la supuesta investigación respecto a la relación entre Assange y Manning. La acusación no persigue explícitamente a Assange por su publicación, un movimiento que tendría amplias implicaciones de libertad de prensa, pero sí interpreta sus interacciones con Manning como parte de una conspiración criminal.
En tanto se espera que el fundador de WikiLeaks vuelva a aparecer en el Tribunal de Magistrados de Westminster a través de un enlace de video el 2 de mayo para tratar su posible la extradición. No obstante José Valencia, Ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, aseguró este jueves que Gran Bretaña ha ofrecido ha ofrecido garantías a Assange, a pedido del Ecuador, para que no será extraditado a un tercer país.
Fotografía de portada: Fundador de WikiLeaks, Julian Assange llega a la Corte de Magistrados de Westminster después de ser arrestado el 11 de abril de 2019 / Jack Taylor Getty Images
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