Los seis proyectos sustentables en México que promueven un mundo mejor
La crisis ambiental se ha convertido en una de las preocupaciones más importantes en el mundo. En México, estos son los proyectos que luchan a contracorriente por la restauración y conservación de la naturaleza y el trabajo comunitario.
Una pandemia somete al mundo y los desastres naturales incrementan frecuencia y fuerza. Ya empezó la sexta extinción masiva. En las manos de los humanos está que el mundo permanezca habitable. Estos son los proyectos sustentables que se dedican a tomar medidas para remediar el cambio climático y los efectos que ha tenido en el planeta. Proyectos que son un rayo de esperanza y dan pistas de cómo las cosas se pueden hacer de manera diferente y muy bien.
Cultiva: alternativa de regeneración
Esta es una incubadora de proyectos de regeneración socio-ambiental en comunidad, establecida en el estado de Yucatán. El proyecto está conformado por cuatro mujeres especializadas en la creación de comunidades, sustentabilidad ecológica, psicología y sociología, que buscan darle luz a proyectos comunitarios que son lógicos con los ecosistemas y la Tierra.
Cultiva también desarrolla sus propios proyectos. Durante los meses en los que la COVID-19 ha dejado sin trabajo y recursos a muchísimas personas, desarrolló un proyecto de implementación de Solares Mayas, que es el nombre que tienen los tradicionales huertos de patio que circundan a las típicas casas maya, que tienen el propósito de darle sustento a las familias. “Nuestro proyecto ofrece un modelo para resolver integralmente varias problemáticas: la falta de oportunidades locales de desarrollo económico para mujeres, la seguridad alimentaria, la revalorización del territorio y prácticas culturales, y con esto la necesidad de crear una nueva cultura desde el seno familiar que favorezca la economía local y el uso sostenible del hábitat”, se lee en la página de la organización.
Cultiva es una iniciativa poderosa y motivada que cree en el trabajo comunitario como herramienta esencial para restablecer el orden ecológico.
Unitierra
La Universidad de la Tierra, Unitierra, es un espacio creado por un colectivo que promueve espacios de encuentro, aprendizajes, reflexión y acción, con la inquietud de aprender colectivamente. Tanto la universidad como el colectivo son adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y caminamos con la propuesta del Consejo Indígena de Gobierno y del Congreso Nacional Indígena en Oaxaca.
Fue establecida en el 2001 después de que el colectivo llegó al acuerdo sobre la importancia de compartir el conocimiento y de la necesidad de continuar con la escuela, más allá de la primaria y secundaria, que en la comunidad era un sistema rural. El proyecto tiene como centro mostrar formas de vida que no dependan de los mercados y las tendencias globales de economía. Los ejes de enseñanza se forman de acuerdo a los intereses de los estudiantes. Así, por ejemplo, en algún momento se enseñó cómo hacer huertos urbanos. También se han dado muchos talleres y clases sobre salud y remedios naturales para complementarlos a los estudios alópatas.
CONTINUAR LEYENDO
Recomendaciones Gatopardo
Más historias que podrían interesarte.
Un refugio para el alma y el planeta: Hoteles BF y su compromiso con el turismo regenerativo
En un mundo donde las opciones de turismo responsable se multiplican, Hoteles BF destaca no solo por lo que ofrece, sino por la manera en que invita a sus huéspedes a formar parte de una misión. Así, Hoteles BF redefine el turismo de lujo, transformándolo en una herramienta para el cambio positivo y en una inspiración para quienes desean dejar el planeta mejor de como lo encontraron.
La comunidad pesquera que nació en el vaivén del mar
El fuerte espíritu solidario de los pescadores de El Cuyo, en Yucatán, mantiene unida a la comunidad en su lucha por la preservación del ecosistema marino así como el rescate del pepino de mar, que se creía extinto en la región.
La esperanza se reportea en bibliotecas de la selva
Si todos narráramos la muerte, quién relataría la vida. Aquí, el punto de partida de un periodismo no solo de lo posible, sino también de lo deseable.