Tiempo de lectura: 6 minutosEn 1993, en Ciudad Juárez, las mujeres comenzaron a desaparecer. Casi 30 años y cientos de asesinatos después, el silencio y la impunidad alrededor de estos casos persiste. Lydia Cacho Ribeiro fue una de las primeras periodistas en reportar la violencia que estaba ocurriendo ahí en el norte de México. Hoy, además de ser activista social y escritora, es especialista en investigación de violencia de género, salud, infancia y delincuencia organizada. En su más reciente proyecto, La nota roja, un podcast lanzado en septiembre del 2020 por Imperative Entertainment, examina la historia de los feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez, esta ciudad que, entre 2008 y 2012, fue considerada el lugar más peligroso del mundo y, en su peor momento en 2010, registró más de 3,000 asesinatos.
Con la periodista a cargo de la narración, cada capítulo cuenta las historias de mujeres y niñas que desaparecieron en esos años, junto con voces de expertos, investigadores y periodistas. Recobran fuerza testimonios como el de Norma Andrade, quien en 2001 intentó que las autoridades la ayudaran a localizar a su hija, Lilia Alejandra, durante la semana que estuvo desaparecida: “Las autoridades no saben nada, sabemos lo que su cuerpo gritaba, por las evidencias y la autopsia, con todo y que está hecha con las patas, pero ¿qué fue lo que pasó realmente? No lo sabemos.”
Desde su estreno, La nota roja ha recibido múltiples elogios. En La Nación de Paraguay fue nombrado como uno de los seis mejores podcasts en español del año en Spotify; la revista Le Chat lo nombró su podcast número 2 del 2020 y el sitio Podcasts en Español también lo ha clasificado como uno de los mejores. En cuanto a reconocimientos, los iHeart Radio Podcast Awards, uno de los premios más importantes para podcasts en Estados Unidos, nominó a La nota roja como el mejor podcast en español de 2020. Este proyecto, compuesto por diez episodios, como también su versión en inglés, fueron escritos y dirigidos por Craig Whitney, junto con Jason Hoch y Lydia Cacho como productores ejecutivos, Estefania Bonilla Hernandez en la producción principal y los productores Will Wallace y Laura Caufield. Bonilla fue quien buscó a la periodista para que participara como narradora y quality-fact checker. Ella se basó en apuntes y entrevistas que conservaba desde 1993 para revisar los guiones y corregir datos falsos o equivocados; después fue Whitney quien la invitó a ser co-guionista y co-productora, un trabajo de inmersión absoluta.
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Lydia Cacho se basó en apuntes y entrevistas que conservaba desde 1993 para revisar los guiones y corregir datos falsos o equivocados; después fue Whitney quien la invitó a ser co-guionista y co-productora, un trabajo de inmersión absoluta.
En los noventa, Cacho se encontraba trabajando en la revista Por Esto, de Quintana Roo, y en el programa de radio Estas Mujeres en Cancún, espacio donde comenzó a hablar sobre las desapariciones y asesinatos de mujeres. Más adelante, comenzó a escribir para la revista Fem y trabajó en el área de la ONU que ahora se conoce como ONU Mujeres, capacitando a periodistas de otros países para reportar y escribir con perspectiva de género. En entrevista con Gatopardo, explica que “el feminicidio y las desapariciones de niñas y mujeres siempre han existido y resulta fundamental comprender en qué momento pasó de ser un fenómeno de crímenes individuales a una práctica criminal sistematizada y con un enfoque particular por raza, edad, tipología y género; no puedes desactivar un fenómeno que no entiendes plenamente. Este podcast aporta justamente a mirar el mapa completo y descubrir cómo desactivar esa bomba de tiempo en otros lugares.”
Con esta bomba se refiere a los elementos que conforman el fenómeno criminal e indica que va desde las motivaciones culturales y psicoemocionales misóginas, hasta cómo los procesos policiacos y judiciales fabrican y perfeccionan la impunidad. Es decir, aunque en México se reportan diez feminicidios diarios, ésta no es una realidad exclusiva al país sino un problema global; por lo mismo, el podcast fue publicado en inglés y español, algo importante para Whitney quien creció en El Paso, Texas, y siguió con azoro el incremento de la violencia binacional. Al director también le llamaba mucho la atención el periodismo amarillista, de “nota roja” o sangriento. Empezó a hacer una especie colección de algunos casos en la frontera y de ahí nació el nombre para el proyecto.
El equipo, a pesar de ser pequeño, está conformado por expertos como la reportera Alicia Fernández, enlace en campo, Héctor Zubieta, supervisor de producción, Javier Umpierrez, diseñador sonoro, Craig y Estefanía. “En México hay reportajes y series que son fáciles de hacer ya que simplemente documentan masacres o la actuación de la delincuencia organizada; pero ya se complica, y es verdaderamente peligroso, cuando investigas con metodología de contraste y vas a todas las fuentes originales para desentrañar el fino tejido de personas e instituciones que conforman el narco-Estado, y eso hicimos”, dice Cacho. Agrega que este no es un podcast hecho desde la comodidad de un escritorio, sino una serie documental de crímenes reales con datos que cabrían en tres libros de periodismo.
“El feminicidio y las desapariciones de niñas y mujeres siempre han existido y resulta fundamental comprender en qué momento pasó de ser un fenómeno de crímenes individuales a una práctica criminal sistematizada y con un enfoque particular por raza, edad, tipología y género; no puedes desactivar un fenómeno que no entiendes plenamente”.
En el primer episodio se puede escuchar el ataque con armas de fuego que experimentó el equipo cuando se encontraban realizando entrevistas en el Instituto Municipal de las Mujeres, en el centro de Juárez. Verónica Corchado, directora del Instituto, creyó que el ataque se debía a miembros del crimen organizado en búsqueda de alguna de sus parejas que huyó de la violencia, “ataques por cierto muy usuales en los refugios de México”, comenta Cacho. Por otro lado, el equipo pensó que podría tratarse de las entrevistas a testigos y expertos que mostraban la participación de la policía en crímenes actuales y pasados. La productora ejecutiva, Estefanía Bonilla, en entrevista para Animal Político, afirmó: “Lo único que podría decir es que estuvimos en el lugar equivocado en el momento equivocado.”
Ahora, el equipo detrás del podcast se encuentra trabajando en un documental, previsto para estrenarse en el 2021 que, según Cacho, conjunta lo mejor de la narrativa periodística con la cinematográfica, Flowers of the Desert: Stories of the Red Note. “Latinoamérica se ha convertido en la cuna de los mejores documentales, como lo fue con la crónica periodística hace décadas. Abrevar del periodismo de investigación resulta fundamental para no ficcionar como hacen ahora muchos documentales en plataformas, porque están escritos por guionistas que jamás han estado en el campo de batalla y productores que consideran que su audiencia es medio imbécil.” Asegura que el documental responderá la pregunta que se hace todo el mundo: ¿cómo se construye y mantiene la impunidad y por qué las familias que pierden a sus hijas son tan valientes para hacer lo que el Estado es incapaz de hacer? “Es un documental histórico, no un ramillete de infamias que dejan a la audiencia angustiada.”
La nota roja es un símbolo poderoso de cómo Estados Unidos y México pueden unirse para contar una historia compartida y construir puentes sobre los muros culturales que podrían dividirnos. Cacho afirma que será imposible erradicar la violencia feminicida si no somos capaces de educarnos sobre el origen de las opresiones misóginas, de los avances por la igualdad y libertad de las mujeres y de las diversas guerras que se han gestado para que permanezca la opresión patriarcal que se asienta en la política y las leyes.
“Latinoamérica se ha convertido en la cuna de los mejores documentales, como lo fue con la crónica periodística hace décadas. Abrevar del periodismo de investigación resulta fundamental para no ficcionar como hacen ahora muchos documentales en plataformas, escritos por guionistas que jamás han estado en el campo de batalla”.
En una entrevista para “The Morning Blend”, de la estación KBCS 91.3 FM, el director Craig Whitney dijo que los feminicidios en Juárez no se pueden abordar con la perspectiva de “¿quién fue?”, ya que hay múltiples factores que han permitido que estos crímenes ocurran. Cacho explica que ningún fenómeno criminal puede, ni debe, abordarse desde la simplificación de un solo actor social. Ejemplifica: “Basta ver la actual liberación del General Cienfuegos acusado por sus vínculos con la delincuencia organizada. La gente está furiosa porque la impunidad que el presidente de México le ha otorgado equivale a haber liberado al Chapo Guzmán con honores, pero lo importante es entender cómo funciona toda esa red de vínculos e intereses para que lo hayan liberado así.” Y enfatiza que por eso el trabajo periodístico es tan importante, “ponemos sobre la pantalla todas las piezas del rompecabezas para que tú las mires y digas ¡eureka!”
“No hay paso atrás que detenga el trabajo de las personas, de todos los ámbitos, que luchan para que la equidad sea un hecho concreto y la injusticia deje de ser la norma para convertirse en la excepción.” La nota roja permite “armar los argumentos necesarios para luchar contra la destrucción de la legalidad y la potencial construcción de una sociedad mejor. Darnos por vencidas no es opción”, concluye.