Sobremesa es un ejemplo de renovación
Milagros Belgrano Rawson
Fotografía de Ana Hop
Al frente de Sobremesa, Lucía Benítez fue el sostén de sus colaboradores durante el período más duro de la pandemia. Fueron ocho meses muy difíciles en los que no pudo abrir su local, usualmente dedicado a ofrecer clases y experiencias en torno a la buena mesa. “Reinvención absoluta”, parece ser la receta de la chef para capear tormentas, dar giros de timón cuando nada más hace sentido.
Los gestos de Lucía Benítez tienen un aura maternal. Tiene dos hijos, pero la explicación no se agota ahí, porque cuidar a los que la rodean parece ser una de las tareas que más disfruta la cofundadora de Sobremesa, un proyecto versátil que ofrece distintos servicios en torno a la buena cocina. En plena pandemia recorría la ciudad al volante con pasteles en el asiento del acompañante para repartirlos en las casas de sus amigos y de su mamá, a la que no vio por más de seis meses. “Llevarle una comida hecha por mí era como tocarla”, recuerda la chef de cuarenta y tantos. “Yo también recibí detalles de otras personas, eh”, dice moviendo los brazos. Mientras tanto, con su energía y hombros torneados por la natación y el yoga, ayudó a sus colaboradores, quienes con la cocina cerrada y los banquetes suspendidos se apoyaron en ella. Así, esta ex ejecutiva y experta en mercadotecnia —otra vida que la misma vida se encargó de cambiar hace cinco años —armó un fondo de ahorro para que lo utilizara “el o la que lo necesitara, sin necesidad de devolverlo”. Una integrante de su equipo pudo así pagar sus gastos médicos por enfermedad.
Y ¿quién cuidó de Lucía? Tal vez sus propios mantras. El de la “reinvención absoluta”, o el que pregona no bajar los brazos, incluso cuando todo indicaba que no valía la pena dar la pelea por uno de los sectores más golpeados por la crisis: el restaurantero. Pero de su galera y la de su socia salieron ideas para adaptar sus servicios a la nueva realidad: talleres de cocina y recetarios digitales, colaboraciones con marcas, menús para equipos de filmación y canastas con productos gourmet. Nada fue fácil. “En diciembre de 2020 tuvimos que volver a cerrar y ahí sí nos dieron en la torre”, recuerda. Una vez más, volvieron a reinventarse y surgieron las «cooking parties», eventos para cocinar en grupos reducidos; y Sobremesa Plus, “una suscripción mensual que da acceso ilimitado a recetas y videos”, explica Lucía, quien también participó en un recetario en el que 60 chefs mexicanos dieron su fórmula para crear un platillo “apapachante” para estos tiempos inciertos. “Estamos todos, eh, si falta alguno es porque no teníamos sus datos”, afirma.
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