La curiosidad se manifiesta por las preguntas que nos hacemos. En la exposición Pseudomatismos, de Rafael Lozano-Hemmer, hubo una obra que se llama 33 preguntas por minuto en la que un programa de computadora combina las palabras de un diccionario para generar 55 mil millones de preguntas distintas, que aparecen en una pantalla (33 preguntas por minuto es nuestro umbral de legibilidad). El programa tardaría 3,000 años en generar todas las preguntas posibles. Preguntas que son profundas, absurdas, interesantes, humorísticas, emocionantes y poéticas. La exposición terminó a mediados del mes de abril en el MUAC. Si no vio la exposición, le pregunto: ¿Le habría gustado verla?