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Estas ocho recomendaciones de cintas que ya están disponibles o que se estrenarán a lo largo del año, van desde la animación con <i>Flow</i> hasta la ganadora de la Palma de Oro en Cannes de Sean Baker con <i>Anora</i>.
Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para 2025.
Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para este 2025, en el que México estará “representado” en la temporada de premios por Emilia Pérez, la cinta de Jacques Audiard que ha recibido cientos de críticas por el banal abordaje que hace sobre la violencia en nuestro país.
Sujo de Astrid Rondero y Fernanda Valadez
Sujo es apenas un niño cuando el cártel mata a su padre y la película de Astrid Rondero y Fernanda Valadez nos mostrará los caminos posibles para el destino del protagonista mientras va convirtiéndose en un joven.
Estas dos cineastas unieron su trabajo como productoras, directoras y guionistas en distintos momentos para entregarnos cintas como Sin señas particulares o la serie El Portal: la historia oculta de Zona Divas, que nos muestra las posibilidades de contar historias sobre la violencia en México desde un espacio digno, sin revictimizar a nadie.
Desde la perspectiva de Arturo Magaña, periodista de cine y colaborador de Gatopardo, esta película es la consolidación del trabajo conjunto que han hecho ambas cineastas.
“En otros momentos una dirigía, la otra producía y las cosas luego se invertían, pero ahora después Sin señas particulares, esta dupla que ha hecho historia en en el cine mexicano, por fin nos entrega un proyecto firmado por ambas”, dice Arturo Magaña. “El cine mexicano evolucionado mucho en contarnos distintas historias de cómo el narcotráfico ha tenido un impacto en nuestra sociedad”.
Noche de fuego, de Tatiana Huezo, o Fiesta en la madriguera, de Manolo Caro, son dos producciones que también se centran en narrar la historia de la violencia criminal en México desde la perspectiva de las infancias y Sujo llega con una gran potencia narrativa y personajes complejos.
Andrea Montoya es productora y es presentadora del pódcast ¿Qué estás viendo? Desde su perspectiva, Sujo obedece a circunstancias muy particulares. “Es una violencia muy específica, la que vivimos en el norte del país y específicamente a los huérfanos de la violencia. Además las directoras tienen una trayectoria en la que puede considerarse que realmente les interesa contar este tipo de historias”.
Emilia Pérez de Jacques Audiard
Para Andrea Montoya es importante mencionar la trayectoria de Astrid Rondero y Fernanda Valadez contando dignamente las historias de violencia porque contrastan con la visión de Jacques Audiard, director de Emilia Pérez.
“A mí sí me parece una visión muy eurocentrista de lo que es México. Tuve la oportunidad de estar en Morelia cuando la presentaron y hubo comentarios del director de que él no se había parado en México como en diez años o más”.
Esta película cuenta la transición de género de Manitas, un peligroso narcotraficante mexicano que pasa a llamarse Emilia Pérez y luego decide ayudar a las madres de los desaparecidos a los que su cártel martirizó; después inicia una relación sentimental con una de las madres buscadoras.
Nico Ruiz, crítico y periodista, también cuestiona que Audiard no hubiera pisado México para la realización de su película a la que califica como una simplificación de la espiral de violencia que se vive en el país.
“Es evidente que México va a estar representado de la peor manera posible en los premios, a través de una imagen exotismo y banalización porque es un narcomusical filmado por un director francés que no ha pisado México y que no le interesó mucho”.
Para Nico Ruiz, esta película lo pone a pensar en retrospectiva otras del director como Un profeta, cinta de 2009 que habla sobre un joven delincuente árabe que tiene visiones proféticas.
“Después de Emilia Pérez te das cuenta que Audiard tiene esta tendencia a querer hacer grandes épicas, grandes tragedias griegas muy violentas, pero siempre fuera de su país de origen, como si solamente la barbarie y la violencia existieran en otros países, como si de nuevo su sociedad fuera un parangón de la civilización y del progreso. Es un pensamiento absolutamente etnocentrista, eurocentrista y bastante limitado. Hay gente que dice ‘bueno, pero es una provocación, es algo muy interesante fuera del tema, es un buen musical’. No, ni siquiera es un buen musical, no es una película que esté innovando en nada, ni formal ni temáticamente”.
La cocina de Alonso Ruizpalacios
Para Andrea Montoya, el corazón de esta película está en los sueños que le son negados a las personas migrantes en las cocinas de Estados Unidos. “Parece que no tienen derecho a soñar porque ya están ahí, tienen un trabajo”. Desde su perspectiva, Alonso Ruizapalacios cuestiona la idealización del sueño americano “no mediante la victimización porque te muestra a los personajes como personas reales, no como santos, no pobrecitos, al contrario, son víctimas de sus propias decisiones y circunstancias en un solo día de trabajo que los vemos”.
La cocina narra la historia de un grupo de cocineros migrantes en Nueva York que se enfrentarán a sus diferencias culturales, mientras se investiga la desaparición de dinero de la caja. La película es una adaptación de una obra de teatro y para Andrea Montoya la mirada de Ruizpalacios tiene un valor adicional: “Tiene los tintes creativos de que todo es en blanco y negro, excepto dos colores que vienen ad hoc con su filmografía en la que tiene un cortometraje que se llama Verde donde ese color también es importante, entonces como dejar lindo detalle”.
Te recomendamos leer: Ocho grandes películas protagonizadas por mujeres
Anora de Sean Baker
Arturo Magaña pronostica una buena temporada de premios para esta película de Sean Baker que relata la historia de una trabajadora sexual que conoce al hijo de un oligarca con el que vivirá días muy intensos.
“Nos cuenta, como ya es tradición en el cine de Sean Baker, el corazón, los sueños y las pesadillas que le mueven el alma a sus protagonistas. En este caso es una chica que trabaja como stripper y trabajadora sexual y rápidamente todo escala tanto que termina casándose en un viaje express de felicidad muy efímera, de sueños, de anhelos, de todas esas cosas”, dice el periodista.
Anora consigue lo que siempre soñó por unos breves instantes y tantos hechos en ese corto tiempo es lo que te mantendrá al filo de la butaca.
Flow de Gints Zilbalodis
Una de las favoritas en la temporada de premios con un Globo de Oro y nominaciones en los premios BAFTA, Flow es una película animada que nos pone a reflexionar sobre lo peor del cambio climático que podría estar por venir y las implicaciones que tendría para los animales.
Arturo Magaña tiene la descripción perfecta de esta cinta: “Me sorprendió muchísimo. Se trata de una película protagonizada por un gato. Es una cinta animada que nos cuenta la historia de una inundación brutal que deja al mundo entero bajo el agua. Y todo esto lo vamos viendo a través de de los ojos y de los sentimientos de un gato que trata de sobrevivir a esta inundación y que poco a poco en su camino se va encontrando con distintos animales; sin decir una sola palabra, ellos nos demuestran eso que quizás nosotros, los seres humanos, de pronto hemos llegado a perder: el entendimiento de que todos somos diferentes y que de alguna manera tendremos que encontrar una forma para llevarnos bien, aunque sea para sobrevivir”.
Si bien hemos visto el cambio climático en películas como El día después de mañana, Wall-E o Elysium, esta es una mirada única desde la perspectiva de un gato, el animal que domesticaron los egipcios para ahuyentar a las ratas de las primeras formas de agricultura y que hoy están dejando atrás decenas de personas mientras huyen de los incendios provocados en California.
The Brutalist de Brady Corbet
Esta es una de las películas en las que tendrás que comprar boletos tan pronto como puedas porque dura cuatro horas y difícilmente tendrá muchas exhibiciones en cines comerciales.
Nico Ruiz la lee con los lentes de la política internacional: “Es sobre un arquitecto de la Bauhaus que queda atrapado en un campo de concentración judío durante la Segunda Guerra Mundial y que después se va a Estados Unidos para probar su suerte. La película sigue el camino de varios miembros fundadores de la Bauhaus que acabaron en Estados Unidos haciendo construcciones ahí o que incluso acabaron construyendo en Tel Aviv”.
The Brutalist será un producto cultural inscrito en una guerra que aspira a terminar a mitad de enero con el cese al fuego de Israel contra Gaza y su correspondiente liberación de rehenes. Las relaciones entre la política y el arte son el núcleo de esta cinta.
Mickey 17 de Bong Joon-ho y Ballerina (spin off de John Wick) de Len Wiseman
Si te gustó Parasite, Nico Ruiz tiene expectativas sobre la nueva película del director Bong Joon-ho: “Hay otras cosas sumamente interesantes para Warner Brothers. Le va a producir su nueva película junto con Robert Pattinson. Se llama Mickey 17 y suena bastante loca. La premisa es que si eres un obrero en el futuro que no tienes cómo pagar ciertas cuotas, puedes hacer un trabajo extremadamente peligroso en el que posiblemente vayas a morir en cada ocasión que salgas a hacerlo, pero por desechan tu cuerpo y te clonan una y otra vez y una y otra vez”. Esa película se estrena en marzo de este año.
A mediados de este año también habrá una nueva entrega de John Wick, pero esta vez protagonizada por una mujer: Ballerina, dirigida por Len Wiseman. “Lo que es interesante de John Wick es que es la propia burla de su universo. Una vez que crees que estas películas se están convirtiendo en un multiverso con sus ideas de la corporación y demás, pasa una película como la última, que es un verdadero placer de acción, en donde en realidad regresa al punto más puro hacia una venganza. Un western contemporáneo hecho con pura coreografía y con puro movimiento cinético. Ojalá sigan por ese camino y ojalá las películas sean cada vez más delgadas en temáticas cada vez menos complejas”, dice Nico Ruiz.
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Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para 2025.
Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para este 2025, en el que México estará “representado” en la temporada de premios por Emilia Pérez, la cinta de Jacques Audiard que ha recibido cientos de críticas por el banal abordaje que hace sobre la violencia en nuestro país.
Sujo de Astrid Rondero y Fernanda Valadez
Sujo es apenas un niño cuando el cártel mata a su padre y la película de Astrid Rondero y Fernanda Valadez nos mostrará los caminos posibles para el destino del protagonista mientras va convirtiéndose en un joven.
Estas dos cineastas unieron su trabajo como productoras, directoras y guionistas en distintos momentos para entregarnos cintas como Sin señas particulares o la serie El Portal: la historia oculta de Zona Divas, que nos muestra las posibilidades de contar historias sobre la violencia en México desde un espacio digno, sin revictimizar a nadie.
Desde la perspectiva de Arturo Magaña, periodista de cine y colaborador de Gatopardo, esta película es la consolidación del trabajo conjunto que han hecho ambas cineastas.
“En otros momentos una dirigía, la otra producía y las cosas luego se invertían, pero ahora después Sin señas particulares, esta dupla que ha hecho historia en en el cine mexicano, por fin nos entrega un proyecto firmado por ambas”, dice Arturo Magaña. “El cine mexicano evolucionado mucho en contarnos distintas historias de cómo el narcotráfico ha tenido un impacto en nuestra sociedad”.
Noche de fuego, de Tatiana Huezo, o Fiesta en la madriguera, de Manolo Caro, son dos producciones que también se centran en narrar la historia de la violencia criminal en México desde la perspectiva de las infancias y Sujo llega con una gran potencia narrativa y personajes complejos.
Andrea Montoya es productora y es presentadora del pódcast ¿Qué estás viendo? Desde su perspectiva, Sujo obedece a circunstancias muy particulares. “Es una violencia muy específica, la que vivimos en el norte del país y específicamente a los huérfanos de la violencia. Además las directoras tienen una trayectoria en la que puede considerarse que realmente les interesa contar este tipo de historias”.
Emilia Pérez de Jacques Audiard
Para Andrea Montoya es importante mencionar la trayectoria de Astrid Rondero y Fernanda Valadez contando dignamente las historias de violencia porque contrastan con la visión de Jacques Audiard, director de Emilia Pérez.
“A mí sí me parece una visión muy eurocentrista de lo que es México. Tuve la oportunidad de estar en Morelia cuando la presentaron y hubo comentarios del director de que él no se había parado en México como en diez años o más”.
Esta película cuenta la transición de género de Manitas, un peligroso narcotraficante mexicano que pasa a llamarse Emilia Pérez y luego decide ayudar a las madres de los desaparecidos a los que su cártel martirizó; después inicia una relación sentimental con una de las madres buscadoras.
Nico Ruiz, crítico y periodista, también cuestiona que Audiard no hubiera pisado México para la realización de su película a la que califica como una simplificación de la espiral de violencia que se vive en el país.
“Es evidente que México va a estar representado de la peor manera posible en los premios, a través de una imagen exotismo y banalización porque es un narcomusical filmado por un director francés que no ha pisado México y que no le interesó mucho”.
Para Nico Ruiz, esta película lo pone a pensar en retrospectiva otras del director como Un profeta, cinta de 2009 que habla sobre un joven delincuente árabe que tiene visiones proféticas.
“Después de Emilia Pérez te das cuenta que Audiard tiene esta tendencia a querer hacer grandes épicas, grandes tragedias griegas muy violentas, pero siempre fuera de su país de origen, como si solamente la barbarie y la violencia existieran en otros países, como si de nuevo su sociedad fuera un parangón de la civilización y del progreso. Es un pensamiento absolutamente etnocentrista, eurocentrista y bastante limitado. Hay gente que dice ‘bueno, pero es una provocación, es algo muy interesante fuera del tema, es un buen musical’. No, ni siquiera es un buen musical, no es una película que esté innovando en nada, ni formal ni temáticamente”.
La cocina de Alonso Ruizpalacios
Para Andrea Montoya, el corazón de esta película está en los sueños que le son negados a las personas migrantes en las cocinas de Estados Unidos. “Parece que no tienen derecho a soñar porque ya están ahí, tienen un trabajo”. Desde su perspectiva, Alonso Ruizapalacios cuestiona la idealización del sueño americano “no mediante la victimización porque te muestra a los personajes como personas reales, no como santos, no pobrecitos, al contrario, son víctimas de sus propias decisiones y circunstancias en un solo día de trabajo que los vemos”.
La cocina narra la historia de un grupo de cocineros migrantes en Nueva York que se enfrentarán a sus diferencias culturales, mientras se investiga la desaparición de dinero de la caja. La película es una adaptación de una obra de teatro y para Andrea Montoya la mirada de Ruizpalacios tiene un valor adicional: “Tiene los tintes creativos de que todo es en blanco y negro, excepto dos colores que vienen ad hoc con su filmografía en la que tiene un cortometraje que se llama Verde donde ese color también es importante, entonces como dejar lindo detalle”.
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Anora de Sean Baker
Arturo Magaña pronostica una buena temporada de premios para esta película de Sean Baker que relata la historia de una trabajadora sexual que conoce al hijo de un oligarca con el que vivirá días muy intensos.
“Nos cuenta, como ya es tradición en el cine de Sean Baker, el corazón, los sueños y las pesadillas que le mueven el alma a sus protagonistas. En este caso es una chica que trabaja como stripper y trabajadora sexual y rápidamente todo escala tanto que termina casándose en un viaje express de felicidad muy efímera, de sueños, de anhelos, de todas esas cosas”, dice el periodista.
Anora consigue lo que siempre soñó por unos breves instantes y tantos hechos en ese corto tiempo es lo que te mantendrá al filo de la butaca.
Flow de Gints Zilbalodis
Una de las favoritas en la temporada de premios con un Globo de Oro y nominaciones en los premios BAFTA, Flow es una película animada que nos pone a reflexionar sobre lo peor del cambio climático que podría estar por venir y las implicaciones que tendría para los animales.
Arturo Magaña tiene la descripción perfecta de esta cinta: “Me sorprendió muchísimo. Se trata de una película protagonizada por un gato. Es una cinta animada que nos cuenta la historia de una inundación brutal que deja al mundo entero bajo el agua. Y todo esto lo vamos viendo a través de de los ojos y de los sentimientos de un gato que trata de sobrevivir a esta inundación y que poco a poco en su camino se va encontrando con distintos animales; sin decir una sola palabra, ellos nos demuestran eso que quizás nosotros, los seres humanos, de pronto hemos llegado a perder: el entendimiento de que todos somos diferentes y que de alguna manera tendremos que encontrar una forma para llevarnos bien, aunque sea para sobrevivir”.
Si bien hemos visto el cambio climático en películas como El día después de mañana, Wall-E o Elysium, esta es una mirada única desde la perspectiva de un gato, el animal que domesticaron los egipcios para ahuyentar a las ratas de las primeras formas de agricultura y que hoy están dejando atrás decenas de personas mientras huyen de los incendios provocados en California.
The Brutalist de Brady Corbet
Esta es una de las películas en las que tendrás que comprar boletos tan pronto como puedas porque dura cuatro horas y difícilmente tendrá muchas exhibiciones en cines comerciales.
Nico Ruiz la lee con los lentes de la política internacional: “Es sobre un arquitecto de la Bauhaus que queda atrapado en un campo de concentración judío durante la Segunda Guerra Mundial y que después se va a Estados Unidos para probar su suerte. La película sigue el camino de varios miembros fundadores de la Bauhaus que acabaron en Estados Unidos haciendo construcciones ahí o que incluso acabaron construyendo en Tel Aviv”.
The Brutalist será un producto cultural inscrito en una guerra que aspira a terminar a mitad de enero con el cese al fuego de Israel contra Gaza y su correspondiente liberación de rehenes. Las relaciones entre la política y el arte son el núcleo de esta cinta.
Mickey 17 de Bong Joon-ho y Ballerina (spin off de John Wick) de Len Wiseman
Si te gustó Parasite, Nico Ruiz tiene expectativas sobre la nueva película del director Bong Joon-ho: “Hay otras cosas sumamente interesantes para Warner Brothers. Le va a producir su nueva película junto con Robert Pattinson. Se llama Mickey 17 y suena bastante loca. La premisa es que si eres un obrero en el futuro que no tienes cómo pagar ciertas cuotas, puedes hacer un trabajo extremadamente peligroso en el que posiblemente vayas a morir en cada ocasión que salgas a hacerlo, pero por desechan tu cuerpo y te clonan una y otra vez y una y otra vez”. Esa película se estrena en marzo de este año.
A mediados de este año también habrá una nueva entrega de John Wick, pero esta vez protagonizada por una mujer: Ballerina, dirigida por Len Wiseman. “Lo que es interesante de John Wick es que es la propia burla de su universo. Una vez que crees que estas películas se están convirtiendo en un multiverso con sus ideas de la corporación y demás, pasa una película como la última, que es un verdadero placer de acción, en donde en realidad regresa al punto más puro hacia una venganza. Un western contemporáneo hecho con pura coreografía y con puro movimiento cinético. Ojalá sigan por ese camino y ojalá las películas sean cada vez más delgadas en temáticas cada vez menos complejas”, dice Nico Ruiz.
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Estas ocho recomendaciones de cintas que ya están disponibles o que se estrenarán a lo largo del año, van desde la animación con <i>Flow</i> hasta la ganadora de la Palma de Oro en Cannes de Sean Baker con <i>Anora</i>.
Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para 2025.
Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para este 2025, en el que México estará “representado” en la temporada de premios por Emilia Pérez, la cinta de Jacques Audiard que ha recibido cientos de críticas por el banal abordaje que hace sobre la violencia en nuestro país.
Sujo de Astrid Rondero y Fernanda Valadez
Sujo es apenas un niño cuando el cártel mata a su padre y la película de Astrid Rondero y Fernanda Valadez nos mostrará los caminos posibles para el destino del protagonista mientras va convirtiéndose en un joven.
Estas dos cineastas unieron su trabajo como productoras, directoras y guionistas en distintos momentos para entregarnos cintas como Sin señas particulares o la serie El Portal: la historia oculta de Zona Divas, que nos muestra las posibilidades de contar historias sobre la violencia en México desde un espacio digno, sin revictimizar a nadie.
Desde la perspectiva de Arturo Magaña, periodista de cine y colaborador de Gatopardo, esta película es la consolidación del trabajo conjunto que han hecho ambas cineastas.
“En otros momentos una dirigía, la otra producía y las cosas luego se invertían, pero ahora después Sin señas particulares, esta dupla que ha hecho historia en en el cine mexicano, por fin nos entrega un proyecto firmado por ambas”, dice Arturo Magaña. “El cine mexicano evolucionado mucho en contarnos distintas historias de cómo el narcotráfico ha tenido un impacto en nuestra sociedad”.
Noche de fuego, de Tatiana Huezo, o Fiesta en la madriguera, de Manolo Caro, son dos producciones que también se centran en narrar la historia de la violencia criminal en México desde la perspectiva de las infancias y Sujo llega con una gran potencia narrativa y personajes complejos.
Andrea Montoya es productora y es presentadora del pódcast ¿Qué estás viendo? Desde su perspectiva, Sujo obedece a circunstancias muy particulares. “Es una violencia muy específica, la que vivimos en el norte del país y específicamente a los huérfanos de la violencia. Además las directoras tienen una trayectoria en la que puede considerarse que realmente les interesa contar este tipo de historias”.
Emilia Pérez de Jacques Audiard
Para Andrea Montoya es importante mencionar la trayectoria de Astrid Rondero y Fernanda Valadez contando dignamente las historias de violencia porque contrastan con la visión de Jacques Audiard, director de Emilia Pérez.
“A mí sí me parece una visión muy eurocentrista de lo que es México. Tuve la oportunidad de estar en Morelia cuando la presentaron y hubo comentarios del director de que él no se había parado en México como en diez años o más”.
Esta película cuenta la transición de género de Manitas, un peligroso narcotraficante mexicano que pasa a llamarse Emilia Pérez y luego decide ayudar a las madres de los desaparecidos a los que su cártel martirizó; después inicia una relación sentimental con una de las madres buscadoras.
Nico Ruiz, crítico y periodista, también cuestiona que Audiard no hubiera pisado México para la realización de su película a la que califica como una simplificación de la espiral de violencia que se vive en el país.
“Es evidente que México va a estar representado de la peor manera posible en los premios, a través de una imagen exotismo y banalización porque es un narcomusical filmado por un director francés que no ha pisado México y que no le interesó mucho”.
Para Nico Ruiz, esta película lo pone a pensar en retrospectiva otras del director como Un profeta, cinta de 2009 que habla sobre un joven delincuente árabe que tiene visiones proféticas.
“Después de Emilia Pérez te das cuenta que Audiard tiene esta tendencia a querer hacer grandes épicas, grandes tragedias griegas muy violentas, pero siempre fuera de su país de origen, como si solamente la barbarie y la violencia existieran en otros países, como si de nuevo su sociedad fuera un parangón de la civilización y del progreso. Es un pensamiento absolutamente etnocentrista, eurocentrista y bastante limitado. Hay gente que dice ‘bueno, pero es una provocación, es algo muy interesante fuera del tema, es un buen musical’. No, ni siquiera es un buen musical, no es una película que esté innovando en nada, ni formal ni temáticamente”.
La cocina de Alonso Ruizpalacios
Para Andrea Montoya, el corazón de esta película está en los sueños que le son negados a las personas migrantes en las cocinas de Estados Unidos. “Parece que no tienen derecho a soñar porque ya están ahí, tienen un trabajo”. Desde su perspectiva, Alonso Ruizapalacios cuestiona la idealización del sueño americano “no mediante la victimización porque te muestra a los personajes como personas reales, no como santos, no pobrecitos, al contrario, son víctimas de sus propias decisiones y circunstancias en un solo día de trabajo que los vemos”.
La cocina narra la historia de un grupo de cocineros migrantes en Nueva York que se enfrentarán a sus diferencias culturales, mientras se investiga la desaparición de dinero de la caja. La película es una adaptación de una obra de teatro y para Andrea Montoya la mirada de Ruizpalacios tiene un valor adicional: “Tiene los tintes creativos de que todo es en blanco y negro, excepto dos colores que vienen ad hoc con su filmografía en la que tiene un cortometraje que se llama Verde donde ese color también es importante, entonces como dejar lindo detalle”.
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Anora de Sean Baker
Arturo Magaña pronostica una buena temporada de premios para esta película de Sean Baker que relata la historia de una trabajadora sexual que conoce al hijo de un oligarca con el que vivirá días muy intensos.
“Nos cuenta, como ya es tradición en el cine de Sean Baker, el corazón, los sueños y las pesadillas que le mueven el alma a sus protagonistas. En este caso es una chica que trabaja como stripper y trabajadora sexual y rápidamente todo escala tanto que termina casándose en un viaje express de felicidad muy efímera, de sueños, de anhelos, de todas esas cosas”, dice el periodista.
Anora consigue lo que siempre soñó por unos breves instantes y tantos hechos en ese corto tiempo es lo que te mantendrá al filo de la butaca.
Flow de Gints Zilbalodis
Una de las favoritas en la temporada de premios con un Globo de Oro y nominaciones en los premios BAFTA, Flow es una película animada que nos pone a reflexionar sobre lo peor del cambio climático que podría estar por venir y las implicaciones que tendría para los animales.
Arturo Magaña tiene la descripción perfecta de esta cinta: “Me sorprendió muchísimo. Se trata de una película protagonizada por un gato. Es una cinta animada que nos cuenta la historia de una inundación brutal que deja al mundo entero bajo el agua. Y todo esto lo vamos viendo a través de de los ojos y de los sentimientos de un gato que trata de sobrevivir a esta inundación y que poco a poco en su camino se va encontrando con distintos animales; sin decir una sola palabra, ellos nos demuestran eso que quizás nosotros, los seres humanos, de pronto hemos llegado a perder: el entendimiento de que todos somos diferentes y que de alguna manera tendremos que encontrar una forma para llevarnos bien, aunque sea para sobrevivir”.
Si bien hemos visto el cambio climático en películas como El día después de mañana, Wall-E o Elysium, esta es una mirada única desde la perspectiva de un gato, el animal que domesticaron los egipcios para ahuyentar a las ratas de las primeras formas de agricultura y que hoy están dejando atrás decenas de personas mientras huyen de los incendios provocados en California.
The Brutalist de Brady Corbet
Esta es una de las películas en las que tendrás que comprar boletos tan pronto como puedas porque dura cuatro horas y difícilmente tendrá muchas exhibiciones en cines comerciales.
Nico Ruiz la lee con los lentes de la política internacional: “Es sobre un arquitecto de la Bauhaus que queda atrapado en un campo de concentración judío durante la Segunda Guerra Mundial y que después se va a Estados Unidos para probar su suerte. La película sigue el camino de varios miembros fundadores de la Bauhaus que acabaron en Estados Unidos haciendo construcciones ahí o que incluso acabaron construyendo en Tel Aviv”.
The Brutalist será un producto cultural inscrito en una guerra que aspira a terminar a mitad de enero con el cese al fuego de Israel contra Gaza y su correspondiente liberación de rehenes. Las relaciones entre la política y el arte son el núcleo de esta cinta.
Mickey 17 de Bong Joon-ho y Ballerina (spin off de John Wick) de Len Wiseman
Si te gustó Parasite, Nico Ruiz tiene expectativas sobre la nueva película del director Bong Joon-ho: “Hay otras cosas sumamente interesantes para Warner Brothers. Le va a producir su nueva película junto con Robert Pattinson. Se llama Mickey 17 y suena bastante loca. La premisa es que si eres un obrero en el futuro que no tienes cómo pagar ciertas cuotas, puedes hacer un trabajo extremadamente peligroso en el que posiblemente vayas a morir en cada ocasión que salgas a hacerlo, pero por desechan tu cuerpo y te clonan una y otra vez y una y otra vez”. Esa película se estrena en marzo de este año.
A mediados de este año también habrá una nueva entrega de John Wick, pero esta vez protagonizada por una mujer: Ballerina, dirigida por Len Wiseman. “Lo que es interesante de John Wick es que es la propia burla de su universo. Una vez que crees que estas películas se están convirtiendo en un multiverso con sus ideas de la corporación y demás, pasa una película como la última, que es un verdadero placer de acción, en donde en realidad regresa al punto más puro hacia una venganza. Un western contemporáneo hecho con pura coreografía y con puro movimiento cinético. Ojalá sigan por ese camino y ojalá las películas sean cada vez más delgadas en temáticas cada vez menos complejas”, dice Nico Ruiz.
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Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para 2025.
Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para este 2025, en el que México estará “representado” en la temporada de premios por Emilia Pérez, la cinta de Jacques Audiard que ha recibido cientos de críticas por el banal abordaje que hace sobre la violencia en nuestro país.
Sujo de Astrid Rondero y Fernanda Valadez
Sujo es apenas un niño cuando el cártel mata a su padre y la película de Astrid Rondero y Fernanda Valadez nos mostrará los caminos posibles para el destino del protagonista mientras va convirtiéndose en un joven.
Estas dos cineastas unieron su trabajo como productoras, directoras y guionistas en distintos momentos para entregarnos cintas como Sin señas particulares o la serie El Portal: la historia oculta de Zona Divas, que nos muestra las posibilidades de contar historias sobre la violencia en México desde un espacio digno, sin revictimizar a nadie.
Desde la perspectiva de Arturo Magaña, periodista de cine y colaborador de Gatopardo, esta película es la consolidación del trabajo conjunto que han hecho ambas cineastas.
“En otros momentos una dirigía, la otra producía y las cosas luego se invertían, pero ahora después Sin señas particulares, esta dupla que ha hecho historia en en el cine mexicano, por fin nos entrega un proyecto firmado por ambas”, dice Arturo Magaña. “El cine mexicano evolucionado mucho en contarnos distintas historias de cómo el narcotráfico ha tenido un impacto en nuestra sociedad”.
Noche de fuego, de Tatiana Huezo, o Fiesta en la madriguera, de Manolo Caro, son dos producciones que también se centran en narrar la historia de la violencia criminal en México desde la perspectiva de las infancias y Sujo llega con una gran potencia narrativa y personajes complejos.
Andrea Montoya es productora y es presentadora del pódcast ¿Qué estás viendo? Desde su perspectiva, Sujo obedece a circunstancias muy particulares. “Es una violencia muy específica, la que vivimos en el norte del país y específicamente a los huérfanos de la violencia. Además las directoras tienen una trayectoria en la que puede considerarse que realmente les interesa contar este tipo de historias”.
Emilia Pérez de Jacques Audiard
Para Andrea Montoya es importante mencionar la trayectoria de Astrid Rondero y Fernanda Valadez contando dignamente las historias de violencia porque contrastan con la visión de Jacques Audiard, director de Emilia Pérez.
“A mí sí me parece una visión muy eurocentrista de lo que es México. Tuve la oportunidad de estar en Morelia cuando la presentaron y hubo comentarios del director de que él no se había parado en México como en diez años o más”.
Esta película cuenta la transición de género de Manitas, un peligroso narcotraficante mexicano que pasa a llamarse Emilia Pérez y luego decide ayudar a las madres de los desaparecidos a los que su cártel martirizó; después inicia una relación sentimental con una de las madres buscadoras.
Nico Ruiz, crítico y periodista, también cuestiona que Audiard no hubiera pisado México para la realización de su película a la que califica como una simplificación de la espiral de violencia que se vive en el país.
“Es evidente que México va a estar representado de la peor manera posible en los premios, a través de una imagen exotismo y banalización porque es un narcomusical filmado por un director francés que no ha pisado México y que no le interesó mucho”.
Para Nico Ruiz, esta película lo pone a pensar en retrospectiva otras del director como Un profeta, cinta de 2009 que habla sobre un joven delincuente árabe que tiene visiones proféticas.
“Después de Emilia Pérez te das cuenta que Audiard tiene esta tendencia a querer hacer grandes épicas, grandes tragedias griegas muy violentas, pero siempre fuera de su país de origen, como si solamente la barbarie y la violencia existieran en otros países, como si de nuevo su sociedad fuera un parangón de la civilización y del progreso. Es un pensamiento absolutamente etnocentrista, eurocentrista y bastante limitado. Hay gente que dice ‘bueno, pero es una provocación, es algo muy interesante fuera del tema, es un buen musical’. No, ni siquiera es un buen musical, no es una película que esté innovando en nada, ni formal ni temáticamente”.
La cocina de Alonso Ruizpalacios
Para Andrea Montoya, el corazón de esta película está en los sueños que le son negados a las personas migrantes en las cocinas de Estados Unidos. “Parece que no tienen derecho a soñar porque ya están ahí, tienen un trabajo”. Desde su perspectiva, Alonso Ruizapalacios cuestiona la idealización del sueño americano “no mediante la victimización porque te muestra a los personajes como personas reales, no como santos, no pobrecitos, al contrario, son víctimas de sus propias decisiones y circunstancias en un solo día de trabajo que los vemos”.
La cocina narra la historia de un grupo de cocineros migrantes en Nueva York que se enfrentarán a sus diferencias culturales, mientras se investiga la desaparición de dinero de la caja. La película es una adaptación de una obra de teatro y para Andrea Montoya la mirada de Ruizpalacios tiene un valor adicional: “Tiene los tintes creativos de que todo es en blanco y negro, excepto dos colores que vienen ad hoc con su filmografía en la que tiene un cortometraje que se llama Verde donde ese color también es importante, entonces como dejar lindo detalle”.
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Anora de Sean Baker
Arturo Magaña pronostica una buena temporada de premios para esta película de Sean Baker que relata la historia de una trabajadora sexual que conoce al hijo de un oligarca con el que vivirá días muy intensos.
“Nos cuenta, como ya es tradición en el cine de Sean Baker, el corazón, los sueños y las pesadillas que le mueven el alma a sus protagonistas. En este caso es una chica que trabaja como stripper y trabajadora sexual y rápidamente todo escala tanto que termina casándose en un viaje express de felicidad muy efímera, de sueños, de anhelos, de todas esas cosas”, dice el periodista.
Anora consigue lo que siempre soñó por unos breves instantes y tantos hechos en ese corto tiempo es lo que te mantendrá al filo de la butaca.
Flow de Gints Zilbalodis
Una de las favoritas en la temporada de premios con un Globo de Oro y nominaciones en los premios BAFTA, Flow es una película animada que nos pone a reflexionar sobre lo peor del cambio climático que podría estar por venir y las implicaciones que tendría para los animales.
Arturo Magaña tiene la descripción perfecta de esta cinta: “Me sorprendió muchísimo. Se trata de una película protagonizada por un gato. Es una cinta animada que nos cuenta la historia de una inundación brutal que deja al mundo entero bajo el agua. Y todo esto lo vamos viendo a través de de los ojos y de los sentimientos de un gato que trata de sobrevivir a esta inundación y que poco a poco en su camino se va encontrando con distintos animales; sin decir una sola palabra, ellos nos demuestran eso que quizás nosotros, los seres humanos, de pronto hemos llegado a perder: el entendimiento de que todos somos diferentes y que de alguna manera tendremos que encontrar una forma para llevarnos bien, aunque sea para sobrevivir”.
Si bien hemos visto el cambio climático en películas como El día después de mañana, Wall-E o Elysium, esta es una mirada única desde la perspectiva de un gato, el animal que domesticaron los egipcios para ahuyentar a las ratas de las primeras formas de agricultura y que hoy están dejando atrás decenas de personas mientras huyen de los incendios provocados en California.
The Brutalist de Brady Corbet
Esta es una de las películas en las que tendrás que comprar boletos tan pronto como puedas porque dura cuatro horas y difícilmente tendrá muchas exhibiciones en cines comerciales.
Nico Ruiz la lee con los lentes de la política internacional: “Es sobre un arquitecto de la Bauhaus que queda atrapado en un campo de concentración judío durante la Segunda Guerra Mundial y que después se va a Estados Unidos para probar su suerte. La película sigue el camino de varios miembros fundadores de la Bauhaus que acabaron en Estados Unidos haciendo construcciones ahí o que incluso acabaron construyendo en Tel Aviv”.
The Brutalist será un producto cultural inscrito en una guerra que aspira a terminar a mitad de enero con el cese al fuego de Israel contra Gaza y su correspondiente liberación de rehenes. Las relaciones entre la política y el arte son el núcleo de esta cinta.
Mickey 17 de Bong Joon-ho y Ballerina (spin off de John Wick) de Len Wiseman
Si te gustó Parasite, Nico Ruiz tiene expectativas sobre la nueva película del director Bong Joon-ho: “Hay otras cosas sumamente interesantes para Warner Brothers. Le va a producir su nueva película junto con Robert Pattinson. Se llama Mickey 17 y suena bastante loca. La premisa es que si eres un obrero en el futuro que no tienes cómo pagar ciertas cuotas, puedes hacer un trabajo extremadamente peligroso en el que posiblemente vayas a morir en cada ocasión que salgas a hacerlo, pero por desechan tu cuerpo y te clonan una y otra vez y una y otra vez”. Esa película se estrena en marzo de este año.
A mediados de este año también habrá una nueva entrega de John Wick, pero esta vez protagonizada por una mujer: Ballerina, dirigida por Len Wiseman. “Lo que es interesante de John Wick es que es la propia burla de su universo. Una vez que crees que estas películas se están convirtiendo en un multiverso con sus ideas de la corporación y demás, pasa una película como la última, que es un verdadero placer de acción, en donde en realidad regresa al punto más puro hacia una venganza. Un western contemporáneo hecho con pura coreografía y con puro movimiento cinético. Ojalá sigan por ese camino y ojalá las películas sean cada vez más delgadas en temáticas cada vez menos complejas”, dice Nico Ruiz.
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Estas ocho recomendaciones de cintas que ya están disponibles o que se estrenarán a lo largo del año, van desde la animación con <i>Flow</i> hasta la ganadora de la Palma de Oro en Cannes de Sean Baker con <i>Anora</i>.
Conversamos con Andrea Montoya, Arturo Magaña y Nico Ruiz para conocer cuáles serán las tendencias en el mundo del cine para este 2025, en el que México estará “representado” en la temporada de premios por Emilia Pérez, la cinta de Jacques Audiard que ha recibido cientos de críticas por el banal abordaje que hace sobre la violencia en nuestro país.
Sujo de Astrid Rondero y Fernanda Valadez
Sujo es apenas un niño cuando el cártel mata a su padre y la película de Astrid Rondero y Fernanda Valadez nos mostrará los caminos posibles para el destino del protagonista mientras va convirtiéndose en un joven.
Estas dos cineastas unieron su trabajo como productoras, directoras y guionistas en distintos momentos para entregarnos cintas como Sin señas particulares o la serie El Portal: la historia oculta de Zona Divas, que nos muestra las posibilidades de contar historias sobre la violencia en México desde un espacio digno, sin revictimizar a nadie.
Desde la perspectiva de Arturo Magaña, periodista de cine y colaborador de Gatopardo, esta película es la consolidación del trabajo conjunto que han hecho ambas cineastas.
“En otros momentos una dirigía, la otra producía y las cosas luego se invertían, pero ahora después Sin señas particulares, esta dupla que ha hecho historia en en el cine mexicano, por fin nos entrega un proyecto firmado por ambas”, dice Arturo Magaña. “El cine mexicano evolucionado mucho en contarnos distintas historias de cómo el narcotráfico ha tenido un impacto en nuestra sociedad”.
Noche de fuego, de Tatiana Huezo, o Fiesta en la madriguera, de Manolo Caro, son dos producciones que también se centran en narrar la historia de la violencia criminal en México desde la perspectiva de las infancias y Sujo llega con una gran potencia narrativa y personajes complejos.
Andrea Montoya es productora y es presentadora del pódcast ¿Qué estás viendo? Desde su perspectiva, Sujo obedece a circunstancias muy particulares. “Es una violencia muy específica, la que vivimos en el norte del país y específicamente a los huérfanos de la violencia. Además las directoras tienen una trayectoria en la que puede considerarse que realmente les interesa contar este tipo de historias”.
Emilia Pérez de Jacques Audiard
Para Andrea Montoya es importante mencionar la trayectoria de Astrid Rondero y Fernanda Valadez contando dignamente las historias de violencia porque contrastan con la visión de Jacques Audiard, director de Emilia Pérez.
“A mí sí me parece una visión muy eurocentrista de lo que es México. Tuve la oportunidad de estar en Morelia cuando la presentaron y hubo comentarios del director de que él no se había parado en México como en diez años o más”.
Esta película cuenta la transición de género de Manitas, un peligroso narcotraficante mexicano que pasa a llamarse Emilia Pérez y luego decide ayudar a las madres de los desaparecidos a los que su cártel martirizó; después inicia una relación sentimental con una de las madres buscadoras.
Nico Ruiz, crítico y periodista, también cuestiona que Audiard no hubiera pisado México para la realización de su película a la que califica como una simplificación de la espiral de violencia que se vive en el país.
“Es evidente que México va a estar representado de la peor manera posible en los premios, a través de una imagen exotismo y banalización porque es un narcomusical filmado por un director francés que no ha pisado México y que no le interesó mucho”.
Para Nico Ruiz, esta película lo pone a pensar en retrospectiva otras del director como Un profeta, cinta de 2009 que habla sobre un joven delincuente árabe que tiene visiones proféticas.
“Después de Emilia Pérez te das cuenta que Audiard tiene esta tendencia a querer hacer grandes épicas, grandes tragedias griegas muy violentas, pero siempre fuera de su país de origen, como si solamente la barbarie y la violencia existieran en otros países, como si de nuevo su sociedad fuera un parangón de la civilización y del progreso. Es un pensamiento absolutamente etnocentrista, eurocentrista y bastante limitado. Hay gente que dice ‘bueno, pero es una provocación, es algo muy interesante fuera del tema, es un buen musical’. No, ni siquiera es un buen musical, no es una película que esté innovando en nada, ni formal ni temáticamente”.
La cocina de Alonso Ruizpalacios
Para Andrea Montoya, el corazón de esta película está en los sueños que le son negados a las personas migrantes en las cocinas de Estados Unidos. “Parece que no tienen derecho a soñar porque ya están ahí, tienen un trabajo”. Desde su perspectiva, Alonso Ruizapalacios cuestiona la idealización del sueño americano “no mediante la victimización porque te muestra a los personajes como personas reales, no como santos, no pobrecitos, al contrario, son víctimas de sus propias decisiones y circunstancias en un solo día de trabajo que los vemos”.
La cocina narra la historia de un grupo de cocineros migrantes en Nueva York que se enfrentarán a sus diferencias culturales, mientras se investiga la desaparición de dinero de la caja. La película es una adaptación de una obra de teatro y para Andrea Montoya la mirada de Ruizpalacios tiene un valor adicional: “Tiene los tintes creativos de que todo es en blanco y negro, excepto dos colores que vienen ad hoc con su filmografía en la que tiene un cortometraje que se llama Verde donde ese color también es importante, entonces como dejar lindo detalle”.
Te recomendamos leer: Ocho grandes películas protagonizadas por mujeres
Anora de Sean Baker
Arturo Magaña pronostica una buena temporada de premios para esta película de Sean Baker que relata la historia de una trabajadora sexual que conoce al hijo de un oligarca con el que vivirá días muy intensos.
“Nos cuenta, como ya es tradición en el cine de Sean Baker, el corazón, los sueños y las pesadillas que le mueven el alma a sus protagonistas. En este caso es una chica que trabaja como stripper y trabajadora sexual y rápidamente todo escala tanto que termina casándose en un viaje express de felicidad muy efímera, de sueños, de anhelos, de todas esas cosas”, dice el periodista.
Anora consigue lo que siempre soñó por unos breves instantes y tantos hechos en ese corto tiempo es lo que te mantendrá al filo de la butaca.
Flow de Gints Zilbalodis
Una de las favoritas en la temporada de premios con un Globo de Oro y nominaciones en los premios BAFTA, Flow es una película animada que nos pone a reflexionar sobre lo peor del cambio climático que podría estar por venir y las implicaciones que tendría para los animales.
Arturo Magaña tiene la descripción perfecta de esta cinta: “Me sorprendió muchísimo. Se trata de una película protagonizada por un gato. Es una cinta animada que nos cuenta la historia de una inundación brutal que deja al mundo entero bajo el agua. Y todo esto lo vamos viendo a través de de los ojos y de los sentimientos de un gato que trata de sobrevivir a esta inundación y que poco a poco en su camino se va encontrando con distintos animales; sin decir una sola palabra, ellos nos demuestran eso que quizás nosotros, los seres humanos, de pronto hemos llegado a perder: el entendimiento de que todos somos diferentes y que de alguna manera tendremos que encontrar una forma para llevarnos bien, aunque sea para sobrevivir”.
Si bien hemos visto el cambio climático en películas como El día después de mañana, Wall-E o Elysium, esta es una mirada única desde la perspectiva de un gato, el animal que domesticaron los egipcios para ahuyentar a las ratas de las primeras formas de agricultura y que hoy están dejando atrás decenas de personas mientras huyen de los incendios provocados en California.
The Brutalist de Brady Corbet
Esta es una de las películas en las que tendrás que comprar boletos tan pronto como puedas porque dura cuatro horas y difícilmente tendrá muchas exhibiciones en cines comerciales.
Nico Ruiz la lee con los lentes de la política internacional: “Es sobre un arquitecto de la Bauhaus que queda atrapado en un campo de concentración judío durante la Segunda Guerra Mundial y que después se va a Estados Unidos para probar su suerte. La película sigue el camino de varios miembros fundadores de la Bauhaus que acabaron en Estados Unidos haciendo construcciones ahí o que incluso acabaron construyendo en Tel Aviv”.
The Brutalist será un producto cultural inscrito en una guerra que aspira a terminar a mitad de enero con el cese al fuego de Israel contra Gaza y su correspondiente liberación de rehenes. Las relaciones entre la política y el arte son el núcleo de esta cinta.
Mickey 17 de Bong Joon-ho y Ballerina (spin off de John Wick) de Len Wiseman
Si te gustó Parasite, Nico Ruiz tiene expectativas sobre la nueva película del director Bong Joon-ho: “Hay otras cosas sumamente interesantes para Warner Brothers. Le va a producir su nueva película junto con Robert Pattinson. Se llama Mickey 17 y suena bastante loca. La premisa es que si eres un obrero en el futuro que no tienes cómo pagar ciertas cuotas, puedes hacer un trabajo extremadamente peligroso en el que posiblemente vayas a morir en cada ocasión que salgas a hacerlo, pero por desechan tu cuerpo y te clonan una y otra vez y una y otra vez”. Esa película se estrena en marzo de este año.
A mediados de este año también habrá una nueva entrega de John Wick, pero esta vez protagonizada por una mujer: Ballerina, dirigida por Len Wiseman. “Lo que es interesante de John Wick es que es la propia burla de su universo. Una vez que crees que estas películas se están convirtiendo en un multiverso con sus ideas de la corporación y demás, pasa una película como la última, que es un verdadero placer de acción, en donde en realidad regresa al punto más puro hacia una venganza. Un western contemporáneo hecho con pura coreografía y con puro movimiento cinético. Ojalá sigan por ese camino y ojalá las películas sean cada vez más delgadas en temáticas cada vez menos complejas”, dice Nico Ruiz.
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